Jugó el Atleti un partido que se presumía plácido y acabó con la cara pintada, el futuro gris y la afición resfriada.
En una noche fría, más fría de lo que parecía, y húmeda, más húmeda de lo que permite la ley, la costumbre y la jurisprudencia, se concentró la afición del Atleti en el Calderón. Quizás no fuera al campo la afición de siempre sino la afición que no va tanto: los horarios inconvenientes, las entradas regaladas y el espejismo de que algo gordo podría volver a pasar ayudaron a que el Calderón casi casi se llenara para ver un partido contra un Segunda, y eso que mucho socio de todos los domingos se quedó en su casa. La gente pensó que iban a ver a su equipo ganar por goleada y marcar con paso firme el camino hasta la final y, de paso, el macabro espectáculo del despiece y posterior subasta de las mejores presas del visitante; lo que vieron, eso sí, no fue eso sino casi lo contrario.
Y es que de no haber dado una cierta buena pinta el equipo contra el Recre, quizás muchos de los que suelen acudir al Calderón se habrían quedado en casa viendo la tele y tomando caldito, que tampoco es mal plan. Pero el Atleti tiene lo que tiene y a la mínima que hace prende una chispa de ilusión de la parroquia y convierte lo que iba a ser una barbacoa entre amigos en la falla de la plaza del Ayuntamiento. Así, sin esperarse el follón, llegó el aficionado al campo con la hora pegada y se sorprendió de la cantidad de gente que había en los alrededores. Pero bueno, y estos quiénes son, de dónde ha salido tantísima gente para ver este partido, si yo creía que íbamos a ser catorce. Decidido, entró el aficionado al campo y lo primero que se encontró en los tornos una montonera más propia de San Fermín. Mire, cómo se pasa por aquí, tengo una entrada que me ha regalado un cuñado, ¿la corta Vd? Yo qué voy a cortar, oiga, haga Vd el favor de meter el código de barras en esa ventanita con lucecitas rojas, así no, a ver, así, así, ahora, que está verde, pase Vd. Como a cada invitado había que explicarle el mecanismo de los tornos, el aficionado que acude al campo con asiduidad y que, por conocer las costumbres de la hinchada, se permite acceder a la grada con la horita pegada, entró tardísimo.
Y es que el aficionado de todos los días tiene calculado el tiempo de entrada al campo con la precisión con la que los ladrones de banco calculan el lapso que transcurre entre el momento en que el vigilante gordito acciona la alarma y la llegada de los Hombres de Járrelson vestidos de samuray y con ese palo gordísimo que usan para derribar la puerta. El aficionado conocedor de las mecánicas del estadio apura los plazos de acceso y espera tranquilo en las afueras a que llegue el momento de entrar. Según la ubicación y tras tomarse el último botellín, el aficionado espera con precisión suiza hasta siete, cinco o hasta tres minutos antes de la hora de inicio para dirigirse a su localidad. El socio habitual confía en la pericia y consiguiente fluidez en la entrada de sus compañeros de grada que normalmente le permiten, en tres minutos, pasar el torno, comprar una almohadilla, visitar el excusado, salir por el vomitorio, subir la escalera, levantar a la fila entera dando las buenas noches y pidiendo perdón, llegar hasta su sitio, darle dos besos a Rosa y sentarse antes de que empiece el partido no sin antes limpiar la mugre del asiento, ajustarse la bufanda, mandar un sms a un amigo que está enfrente dando un pronóstico del resultado, cerrase la chaqueta, ponerse los guantes y gritar VAMOHMARIANO por lo menos una vez. Ayer, empero, por ser día en que mucho aficionado atlético poco habituado a la mecánica del estadio y mucho visitante celtiña se dieron cita en fondos y tribunas, los ritmos fueron más lentos y estuvo entrando gente hasta más o menos el minuto veintitrés.
Y es que la llegada masiva de aficionados invitados tiene una consecuencia adicional sobre el aficionado habitual. Este último, acostumbrado a encontrar su asiento por referencias naturales - de igual modo que el piel roja encuentra la guarida del coyote o el marino experto encuentra el paso seguro por el arrecife - se encuentra perdido cuando cambia el paisaje humano en el que normalmente se desenvuelve. Porque el aficionado que va a diario sabe que lo que tiene que hacer es subir la escalera del vomitorio, torcer a la izquierda, subir unos escalones y, a partir de ahí, levantar la cabeza, localizar a un señor con gafas que suele llevar gorra de tweed, contar tres a la izquierda, localizar a un aficionado calvo con cara de malas pulgas, una morena imponente de nariz valiente y enorme bolso, un niño igualito que su padre, que está a su lado, y un señor que, cual especie en extinción, sigue escuchando un transistor con antena pegado a la oreja. Entre ese mapa humano hay dos sitios, los del aficionado habitual, quien además ya sabe por qué fila hay menos gente para pasar, o qué aficionados tienen los pies más grandes y por tanto dificultan el paso por el estrecho pasillito que hay entre las filas, o quién es amable y afín en el respeto por los jugadores comprometidos con la camiseta o, por el contrario, rival en las filias futbolísticas, partidario de la directiva, admirador de Jurado o fan de Indy.
Y es que todas estas referencias naturales se pierden en día de visita masiva como lágrimas en la lluvia, como diría ese que vio atacar naves en llamas más allá de Orión. En días como el de ayer sale por el vomitorio el aficionado ya apurado por el retraso en el torno, agobiado por escuchar los sonidos de la grada con el partido ya comenzado, y sube la escalera de siempre dando grandes zancadas para llegar antes. Y sube la mirada donde siempre y en vez de ver un señor con gafas y gorra de tweed ve tres adolescentes con gorra de beisbol y pendientes de brillantes en las orejas. Dejando al lado consideraciones estéticas y aparcando las ganas de llamar a un guardia con bigote para que despoje de las joyas a los nuevos inquilinos de los asientos y de paso les multe por ofensa al buen gusto, busca el aficionado desorientado al señor calvo, a la morena de la personalísima nariz, al niño y a su padre y no ve más que dos rubias comiendo grandes bocadillos, un señor con aspecto de ordenanza que lleva una gran chistera rojiblanca y un tipo de mirada huidiza y pinta de espía que se rasca la barbilla. Paralizado, el aficionado habitual nota que encima molesta al resto por estar de pie en la escalera, que él mismo provoca lo que tantas veces critica y su agobio sube y sube hasta perder la noción del tiempo y el espacio y dudar de si está donde debía.
Y es que esa angustia no se alivia hasta que, oh milagro, ve el aficionado habitual entre la multitud de caras desconocidas la antenita del transistor del señor mayor de siempre. La visión reconforta al aficionado habitual, es aquí, es aquí, yo estaba en lo cierto, no es otro campo ni otro día ni es un bautizo masivo de Testigos de Jehová, es un partido del Atleti y yo estoy donde debo. Con una mezcla de alivio, alegría e irritación y algo de la frustración que embargó a Charlton Heston cuando entendió, gracias a una Estatua de la Libertad semienterrada, que estaba en su propio planeta y no en otro y que desde ahora le tocaba vivir rodeado de monas, avanza el aficionado habitual más rápido y con menos modales de lo acostumbrado por entre la multitud desconocida y sentada. A ver, a ver, que voy a mi sitio, bueno mire, si le he pisado quizás debería valorar cortarse las uñas o quizás no volver. Incómodo entre la turba, busca casi con desesperación y al filo de perder las formas y el autocontrol hasta llegar a la altura del señor mayor del transistor, quien, ajeno a la tragedia, mira el partido mientras escucha comentarios sobre lo que él mismo ve pero encima más tarde, que es algo que nunca entendió el aficionado habitual. Cuando por fin llega a su sitio, el aficionado habitual se siente tan aliviado que se abalanza sobre el señor del transistor y le da grandes abrazos y achuchones hasta que éste, primero presa del pánico y más tarde presto a pegarle al atacante un paraguazo, reconoce al angustiado vecino y, mirándole con ojos compasivos, le dice:
- Segundo del Rácing.
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Salió el Atleti y muchos de los que estaban en el campo no lo vieron, agobiados como estaban accediendo a sus localidades. Cuentan las crónicas que hubo un penalti en el minuto uno y un gol en el minuto tres, visto por el que suscribe desde el vomitorio. Tardó tres minutos el Celta en marcar un gol y otros noventa en no marcar otro, que tuvo su mérito. Porque ayer, en un Calderón casi lleno y ante una buena oportunidad para acercarle a la afición un momento para el recuerdo, el Atleti no tuvo talento ni capacidad ni arrestos de ganar a un Segunda que malvive en su liga a pesar de la pinta de Primera que dejó en el Calderón. Y es que ayer el Celta de Vigo, equipo que pasa fatigas en la actualidad y que, a pesar de ello, trajo al Calderón un buen número de aficionados (lo que honra a equipo e hinchada), pasó por encima al Atleti, pudo ganar con holgura, arrinconó a su rival durante todo el segundo tiempo y volvió a casa molesto por no haber metido tres goles más a una caricatura de equipo de fútbol a pesar de sus estrellas, de la grada llena y de las campanas lanzadas al vuelo por la prensa y la afición, y sin que el horrendo arbitraje tuviera culpa alguna de las desgracias locales.
Salió el Atleti con De Gea, que acabó siendo el mejor, sembrando más ortigas en el camino de Asenjo, y con una defensa que empezó mal y acabó de manera lastimosa. Salió Mariano Pernía tras un accidente horroroso y una recuperación milagrosa, y salió de inicio, empresa que se antojaba excesiva para alguien que llevaba tanto tiempo en el dique seco. Pernía, de cuya vuelta el que suscribe se alegra sobremanera, dejó claro que está aún lento, fuera de ritmo y de forma, un obstáculo excesivo para sus tradicionales despistes y carencias tácticas y técnicas. Salió Ujfalusi por el otro lateral y se salvó de la quema por profesionalidad y saber estar, a pesar de ejercer de comodín. Jugó Domínguez, de nuevo el mejor de atrás, con más galones cada día, más presente en el juego y más aterrorizado cada vez que un balón se acerca a su compañero en el centro, Perea. Perea, que hace poco reconoció liarse en exceso a veces con una sinceridad que le honra, optó todo el partido por simplificar las cosas y aún así montó un lío. Perea ha perdido la confianza en él mismo, quizás la cualidad más indispensable para aquellos que ocupan esa parcela del campo. Perea perdió balones claros, hizo pases al contrario y optó por el pelotazo sin medida con demasiada frecuencia para un profesional del fútbol. Su actuación se vio más comprometida aún cuando, en un cambio antológico, salió Valera por Pernía y Ujfalusi, central diestro, pasó a jugar de lateral izquierdo; Quique podría haber elegido para esa demarcación a un delantero centro, a un portero alevín o a un perito agrícola, pero se decidió por Ujfalusi y se cargó su banda y de paso la contraria. Valera, una vez más, no dio una y dejó de nuevo la sensación de carecer de sentido de la orientación, saliendo siempre corriendo en dirección defectuosa tras cada despeje de cabeza. La defensa, una vez más, fue un desastre absoluto sólo salvado por Domínguez y De Gea, dos casi juveniles que comparten vestuario con siete defensas profesionales que suman doscientos años, cosas de la plantilla de este equipo. El asedio del Celta durante el segundo tiempo y la incapacidad de la defensa para sacudirse la presión deberían hacer pensar a más de uno, pero esto ya sabemos que pertenece a la ciencia ficción colchonera.
Por delante jugaron Raúl García y Tiago, recién llegado. Si el segundo, en su debut, dejó buenas sensaciones, marcó un gol y marcó su territorio a fuerza de presencia, tackles y gritos a los compañeros, Raúl García firmó uno de sus peores partidos justo después de ser defendido a capa y espada por el que suscribe. Uno, que es tonto, debió haber previsto esto pero no lo hizo. Raúl García apareció perdido y sin referencia, quizás echando de menos a Assunçao. Jugó en paralelo con Tiago y no encontró su sitio ni hacia adelante ni hacia atrás. En su defensa, quizás decir que su salida del campo coincidió con el hundimiento definitivo del equipo y que ni Simao ni Reyes ni Jurado ayudaron a los medios en tareas defensivas o que Camacho tampoco anduvo fino. No es excusa, ni mucho menos, eso sí; uno sigue esperando que Raúl responda a las expectativas, pero cada vez tiene menos argumentos frente a quienes se desesperan con él.
Mención especial merecen, una vez más, Jurado y Reyes. Jurado hizo un nuevo partido intrascendente, sin aporte en ataque ni mucho menos en defensa a pesar de contar nuevamente con apoyo en la retaguardia y un dibujo de equipo teóricamente ideal para sus poco conocidas virtudes. Pasó el rato mirando a sus compañeros con cara de preguntar si necesitaban algo o persiguiendo rivales a la prudente distancia de ocho metros, como acostumbra. Jurado utiliza un repertorio de controles y toques de clase para camuflar carencias gravísimas en lo relativo al compromiso, el esfuerzo colectivo, la disciplina táctica o el juego de equipo. Entre control y control Jurado trota por el campo a saltitos, con paso de protagonista de cuento, y uno lo imagina fácilmente con una cesta de mimbre, una caperuza roja y dos coletas de cuerda amarilla cantando tra-lará-larito entre medio centros que le sacan kilos y centímetros, quizás esperando ablandarles para quitarles un balón y dar un taconazo sureño. Reyes, por su parte, volvió a ser el Reyes de hace unos partidos, antes de su vuelta al mundo de los futbolistas decentes, y encendió las alarmas entre la afición. Reyes, quizás fundido, eligió sumarse a su compañero de párrafo a la hora de esconderse tras los rivales y devolver balones envenenados a los compañeros menos dotados técnicamente. Entre uno y otro terminaron por dejar al resto de la media a los pies de los caballos ante los centrocampistas rivales.
La última reflexión del día fue para Quique Flores. Quique varió el esquema y sacó un punta y medio, con el desesperado Agüero solo en punta hasta que salió Forlán en el segundo tiempo con aire de que el partido no iba con él. Si el planteamiento inicial pudo tener un sentido limitado, dada la presencia de Jurado, la lectura del partido - como le dicen ahora - fue muy deficiente. Como ha ocurrido en ya varias ocasiones, ninguno de sus cambios mejoró el equipo sino más bien lo contrario. Ni Forlán funcionó ni los retoques de la media y la defensa sirvieron más que para terminar de descomponer el equipo. Quique transmite la sensación de querer hacer cosas distintas, pero aún no consigue transmitir la sensación de ser capaz de ello.
El Atleti y su afición, habitual y/o invitada, vivieron ayer una noche para olvidar. La clasificación para la siguiente ronda de Copa es por supuesto posible pero la imagen de los dos últimos partidos siembra muchas dudas una vez más. Tiago parece que podría ser un buen refuerzo, de otros aún no opinamos. Lo que sí parece claro es que el club no presta atención al agujero que todos vemos: la defensa, los laterales en concreto, el lastre que impide cualquier variación táctica y cualquier posibilidad de pasar un partido tranquilo. El domingo, en Getafe, nueva prueba. Crucemos los dedos.
La descripción de la entrada al estadio y las dificultades para llegar a la localidad es extraordinaria.
ResponderEliminar"...opto por simplificar las cosas y aún así monto el lio". Jajaja.
"...la defensa, los laterales en concreto, el lastre que impide cualquier variación táctica...". Exacto.
Muchas gracias por una crónica que combina el rigor futbolístico y un gran sentido del humor.
Lo de QSF, los cambios y las "lecturas de partido" empieza a tener tela, telita. Un abrazo, Maestro.
ResponderEliminarHombre, leer bien un partido del atleti y mejorarlo viendo lo que hay en el banquillo tampoco es tan fácil.
ResponderEliminarAh, la crónica magnífica. Enhorabuena.
ResponderEliminarYo veo las ruedas de prensa de Quiqui con una plancha en un muslo. Es mu pedante.
ResponderEliminarPedante sí que es, sí. Ayer dijo que desde que él está se encajan muchos menos goles de los que se marcan. Será cierto, pero quedaría mejor si lo dijera otro.
ResponderEliminarGracias D. Carlos por la cronica, a partir de ahora le hare caso, modernizaremos el cuento y donde estaba la siempre entrañable Caperucita aparecera Juradin,ese niño futbolista, que le lleva una cestita a su abuelito Quique que tanto vela por el.
ResponderEliminarSensacional la crónica, como siempre.
ResponderEliminarLa defensa no tiene arreglo. No hay sistema táctico que pueda hacer de Perea, ni de Pablo, ni de Valera, ni de Pernia, ni de (...) defensas siquiera aseaditos. Y no hay Domínguez ni Ufjalusi que aguante más de cinco partidos seguidos sin entrar a su vez en la misma dinámica del fallo comico y el despiste circense,que, a estas alturas, y despues de años y años de perseverante ensayo, está completamente asumida e interiorizada tanto por el equipo como por los rivales, que se relamen y afilan el colmillo ante la simple visión de cualquiera de los baluartes susodichos.
Sobre Raul Garcia, destacar su espiritu, su caracter y demás virtudes relacionadas siempre con el caracter viril tan abundantes antaño en nuestro equipo, como escasisimas de un tiempo a esta parte. Pero me parece que para ser un buen medio defensivo le falta velocidad. Y para ser un buen medio ofensivo, saber darsela a la pelota.
Sobre Assumpsao, pues que como ocurre con la salud, sospecho que se le valora solo en su justa medida cuando falta.
Tiago, si, ha dejado algun buen detalle dentro del hundimiento, pero basta saber si confirma en los proximos partidos, porque es bien sabido y más en el Atleti que una golondrina no hace primavera. Y desde luego falta nos va a hacer. Porque por muy impopular que suene, a mi me parece que lo único que hemos tenido en los últimos ¿años? ¿decadas? parecido a un organizador ha sido su paisano Maniche. (Si, el mal profesional, el excentrico, y el cabraloca, y todo lo que Vds. quieran, pero sin él la circulación lenta, cansina y pastosa del balon se ha multiplicado , y los cambios de juego en condiciones se han reducido a la mínima expresión).
Y por último, Jurado, que a sus habituales facetas de horroroso asistente, (lo que no es moco de pavo para un mediopunta nato), y nulidad absoluta defendiendo, ayer se destapó además como fenomenal bloqueador de contragolpes, dando al traste irremisiblemente con cualquier contraataque, por claro que fuera, que pasara en un momento dado por sus botas. Es que ni un agujero negro.
Sr. Catenacho: yo tengo muy mala memoria. A los diez minutos no me acuerdo de nada, sobre todo, de lo importante. Espere Vd un par de años y entonces, aceptaré gustosamente que me hable del hueco que ha dejado Maniche en este equipo. Ahora mismo, de verdad, le recuerdo demasiado bien. Donde Vd vió un organizador de esos que dejan huella una década entera, yo ví una vaca.
ResponderEliminarUn saludo.
Uy!
ResponderEliminarUy!
Uy!
Muy divertida la crónica, jajaja!
ResponderEliminarNormal, Nobel mexicano, spam mexicano.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, entre los fichajes que manejan los palmeros oficiales no se ve ningún lateral. Asi que me parece que seguiremos igual.
Ademas Pitarch anda escondido en algún agujero pues para corregir una información de AS el otro dia mando una carta al director. ¡La leche! Que diría Arturo Fernandez acompañado del inefable ¡Chato!¡Chato!¡Chato!
Perdone, Don También, sería chatín, chatín, chatiiiiiiiin! Norl?
ResponderEliminarMiren
ResponderEliminarQue buen chaval!
ResponderEliminarAmbas, D. Jesús y en femenino chata (con dos reiteraciones) o chatina (sin reiteración).
ResponderEliminarTodo puede ser que llegue el sr. Paquito y ponga un enlace a un video que me hunda.
¿ Tiene alguien confianza en el partido de mañana ?
ResponderEliminarSin Dominguez, sancionado y ante un Geta que como cualquiera de los equipos a los que nos hemos enfrentado (salvo el Bilbao), juega mejor que nosotros...lo veo muy oscuro.
P.D. Gran crónica, humorística en sus prolegómenos y seria en lo demás, más de lo habitual, por cierto.
Domínguez tiene cuatro tarjetas y no cumple ciclo.
ResponderEliminar¡Menos mal!.
ResponderEliminar¡Que susto me había dado D.Jesuskun!
Perdonen entonces, me había parecido leerlo por algún panfleto.
ResponderEliminarSupongo que al precio que Angel Torres ha puesto el papel no creo que vayan muchos atléticos, creo que a 50 pavos la más barata.
Y si no acierto esta vez no hablo más por hoy.
Manchego Curado,
ResponderEliminarAclaracion.- Yo no he dicho que Maniche sea un organizador de los que hacen época. Lo que dije textualmente, (y consciente de lo polémico del tema Maniche procuré elegir con cierto cuidado los vocablos) fue: "lo más parecido a un organizador que hemos tenido en años". A Maniche obviamente no hay ningún peligro de que lo confundan con Xavi o Pirlo, por no hablar de Schuster. Pero lo comparo con Luccin-Luisin, Pato Sosa, Cleber Santana, Camacho, Colsa, Emerson, Gabi, Diego Rivas, De los Santos y compañía, y ... resulta que me vuelvo reincidente en mi opinión. Y con respecto a Raul García, pues es obvio que en cuanto a actitud le puede dar sopas con ondas al amigo Nuno. Pero en lo referente a aptitud como organizador lamentándolo mucho, y juzgando por lo visto hasta hoy, me temo que nones.
(De todo el comentario anterior puede deducirse mi deseo fervoroso de que Tiago resulte, que fue asimismo lo que me llevó en mi anterior comentario a dar vela a Maniche en este entierro mediocentrista que sufrimos).
¿Asunción-Tiago?
ResponderEliminar¿Asunción-Raúl?
Los tres si es posible y si no lo es, para mí Assunçao-Tiago.
ResponderEliminarUn respeto para Waldo Emerson (que no Keith)!
ResponderEliminarPara doña Manchego, palabra de QSF:
ResponderEliminar"Hacemos muchas sesiones de vídeo porque tenemos mucho que corregir y que reforzar".
Otra cosa, fuera de la lista por decisión técnica quedan siete futbolistas: Cleber, Roberto, Pablo, Cabrera, Mariano, Salvio y Borja.
ResponderEliminarCreo que Cleber no va a jugar más en nuestro equipo.
ResponderEliminar(afortunadamente)
"Hay que evitar el desquiciamiento"
ResponderEliminarQSF.
Encomiable propósito.
(en el caso de Perea, ya es tarde)
Veremos que pasa hoy... El día amenaza lluvia.
ResponderEliminarBuenos días. Don Vito, Marco Ruben se va al Wigan tras romperla en el Villarreal B.
ResponderEliminarhttp://www.villarrealcf.es/principal_n.php?nombreModulo=noticiasDetalle&idnoticia=9374&idseccion=53&idmenu=90&idsubmenu=132
Muerte a Maniche.
ResponderEliminarGanamos 2-4, con dos goles de Tiago...
ResponderEliminar¿Quien es Maniche?
ResponderEliminarSi juega Luis Amaranto la derrota es segura.
ResponderEliminarUy!
ResponderEliminar¿Asunción-Tiago-Raúl?
ResponderEliminar43 De Gea
ResponderEliminar_2 Valera
21 Perea
18 Domínguez
_3 A López
19 Reyes
12 Assunção
_9 Jurado
20 Simão
_7 Forlán
10 Agüero
Suplentes 1 Asenjo 5 Tiago 6 Camacho 8 Raúl García 16 Juanito 17 Ujfalusi 58 Ibrahima
El Marca dice que Cleber se va al São Paulo.
D.Paquito, es como para no ver el partido. ¿Qué le pasa a Ujfa?
ResponderEliminarNos van a dar un repaso histórico.
ResponderEliminarLa culpa es de Donis.
ResponderEliminarPues nada.
ResponderEliminarNos falta mucho para llegar a la salvación.
ResponderEliminarNo entiendo a Quique.
Yo tampoco. Y a Forlán, menos.
ResponderEliminar¿Nos cuenta lo de Forlan?, porque lo de QSF pertenece al mundo de lo desconocido.
ResponderEliminarHay que ver el daño que lleva hecho este año, la dupla del Mallorca: Jurasco y Cleber.
ResponderEliminarQue vergüenza ver a un profesional del futbol arrastrarse así por los campos (y dar pases al contrario, eso sí).
De Quique vamos a acabar hasta el moño, ya lo dijo DonJe...
Está durita la cosa. ¿Y a qué viene ahora lo de cargarse al PPP?
ResponderEliminarPor no hablar de esto: "Hemos recibido los dos últimos goles en saques de banda ofensivos. Si tengo que culparme de algo me culpo, ahora voy a tener que trabajar los saques de banda ofensivos... Es acojonante. Vamos a intentar defender los saques de banda ofensivos"...
No defiendo yo al menda ese, conste, pero convendrá conmigo en que es acojonante. En eso lleva razón.
ResponderEliminarLa cantidad de goles que llevamos encajados en pérdidas de balón tontas cuando iniciamos la transición y el equipo se despliega es infame.
Ayer mismo la jugada del gol arranca de una pérdida tonta de Jurasco, con el equipo moviendose hacia el ataque.
¿A usted no le entra inquietud cada vez que iniciamos jugada en el eje defensa/mediocentro?
Pues sí, claro que me entra la inquietud, pero es una inquietud menor que la derivada de ver al mediofantasista, una y otra vez, como titular con el número 9 de la rojiblanca. ¿Que no?
ResponderEliminarBuenos días.
Desde luego, el que le pone de titular no es usted, a él y a Forlán.
ResponderEliminarEs una verdadera calamidad que vengamos alegrándonos, ultimamente, solo de las deposiciones del equipo, de perder de vista a ciertos especímenes:
Sinama, Cleber, (Maniche, Seitaridis...) vaya panorama para enamorarnos de este equipo...
Ahora De Gea está mejor que el PPP.
ResponderEliminarQSF tiene miedo a quitar al uruguayo, y yo le entiendo.
ResponderEliminarPero lo de jurado no tiene sentido.
Vaya, uno que le entiende al Quiqui. Podría usted compartir esa ciencia, D. Vito, y no ser tan egoista (tan Forlán, pude decir).
ResponderEliminarLo de Juradin el niño futbolista no lo entiende nadie, que perdida de balon mas tonta, y es supuestamente el jugador con mas calidad del equipo, como será el peor.
ResponderEliminarQuiqui esta sobrepasado, no sabe lo que hacer.
Ibrahima en el banquillo y el uruguayo en el campo, que da pena verle.
Entiendo que tenga miedo a quitar un jugador que ha hecho muchísimo en el pasado reciente y, el domingo pasado, marcó contra el Sporting. Lo que no entiendo es que haya podido hacer jurinjurado.
ResponderEliminarDicen por ahí que el quid de la cuestión es Quilón, que representa a ambos. Me cuesta creerlo, pero bueno.
ResponderEliminarPues casi me alegraría de saber que, por lo menos, existe ese quid de la cuestión; porque mi impresión es que QSF está jugando a la ruleta rusa.
ResponderEliminarCómo será la cosa, que hasta As y Marca han cambiado esa especie de sello que empleaban para calificar al mediofantasista (lo de "medio" ya me está empezando a parecer un exceso de optimismo, por cierto) y, del " Jurado (2)/ Jurado ** " hemos pasado a la dura, durísima realidad.
Me parece bien lo de De Gea, por De Gea y tal vez también por el equipo. Veremos. Pero, como dice Barbero en "Marca", a ver cómo explica QSF que unos (Asenjo) (y yo añado a Raúl García) paguen por los errores; y sin embargo, Jurado no.
D. Vito, ¿ahora dice que no le entiende? a ver si nos aclaramos,oiga.
ResponderEliminarUy!
ResponderEliminarYo no entiendo nada. Ves la alineación y sabes, sin empezar el partido, que palmatori. Un tío, que ha estudiado para esto, que trabaja en esto, que le pagan por esto, que (supuestamente) sabe de esto, va y hace todo lo posible para perder el partido. Sacar a Valera, Perea Y Jurado es perder el partido. ¿Por qué?
ResponderEliminarY lo de Asunción, ¿qué? ¿Le tiene manía? ¿Le gusta verle correr enloquecido tapando agujeros? ¿Quiere que se funda? ¿Intenta batir un récord?
ResponderEliminarYo cada día entiendo menos. No hay por dónde cogerlo.
ResponderEliminarRegeneración desde abajo, D. Paul, desde las categorias inferiores, gente con raza, sin complejos, sin estar quemados, con paciencia.
ResponderEliminarPero, claro, eso implica sin negocio lucrativo para golfos. Imposible.
Retiro lo dicho.
No, eso ya lo sabemos Don Ismael. Lo que no entiendo es que un empleado tire piedras sobre el tejado de su empresa.
ResponderEliminarYo a Quiqui le veo como siempre. Como le veía en el Valencia. Señalando con el dedo y sobreactuando. Tiene ya ese gesto de "Vds es que no entienden nada y por eso no comprenden mi estrategia sublime e intelectual. Ni Vds ni esta panda de burriciegos. Yo soy de otra pasta y de otro mundo".
ResponderEliminarY todo esto con cara de dormir poco debido a las sesudas preocupaciones que le acechan. Anoche llegamos a la conclusión de que la barba le crece durante el partido.
Fíjese que ha sido leer "burriciegos" y pensar en Valeria...
ResponderEliminarQSF=sobreactuando. Me encanta, le viene de familia...
ResponderEliminarDe acuerdo que Forlan esta fatal, pero me pueden explicar Uds., como estarían si jugaran con dos "compañeros" como Juradin y Jozean que son incapaces de correr con criterio a ayudar al equipo.
Pues que se deje de otros mundos y vuelva al real. O se nos escapa la temporada.
ResponderEliminarA lo mejor ya lo han visto
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/deportes/cosa/elpepidep/20100125elpepidep_7/Tes
Lo había visto, pero no viene mal volverlo a leer, desde luego. No le replico a lo de Forlán, don Vicente, porque me salta doña Manchego. Grrrr!
ResponderEliminarPues está muy bien, Doña. En realidad, nunca hemos jugado contra el Borussia Moenchengladbach, pero hay espíritu atlético ahí. Que no es poco.
ResponderEliminarEn cuanto a QSF, opino que ha entrado en ese camino hacia ninguna parte, en el que uno ya no le pide nada, más allá de que moleste lo menos posible.
Que no parece el caso.
ResponderEliminar¿No hemos jugado nunca contra el Borussia, verdad? Creo que se refiere al Hamburgo.
ResponderEliminarAmonestación verbal.
Roberto Batres se va cedido al Shangai. Los chinos no han aceptado a Luis Amaranto. Era cesión con opción a compra. ¡Ay!
ResponderEliminarPues tampoco Don Paul, recordaba yo lejanamente este partido mas que nada porque debió ser de los primeros partidos que acudí a un Calderon nocturno.
ResponderEliminarhttp://es.uefa.com/competitions/ecwc/history/season=1976/round=1425/index.html
Inquietud no D. Ismael, pánico.
ResponderEliminarA mí me parece bien que jugara, y que siga jugando, De Gea porque creo que es mejor portero que Asenjo.
No se por qué no jugó Ujfalusi pero Valera Perea juntos supera todas las temeridades.
Con cualquiera de ellos sabemos que habrá problemas pero con los dos juntos...
Ves a Valera defender el segundo palo en el gol del Getafe y te quedas estupefacto. Hay jugadores, y Valera es uno de ellos, que no es que jueguen mal, que lo hacen, es que no saben jugar. No entienden el juego y no lo entenderán nunca.
Ayer había gente que opinaba que era buen momento para jugar con Asunció-Tiago-Raul y Simao-Agüero-Reyes/Ibra, dado el estado de forma de Forlán y el estado de su tobillo.
Pero FSQ no estaba de acuerdo.
Para él, son Jurado y 10 más.
Les veo a todos enfadados y pesimistas, yo estoy enfadado pero sigo optimista (no se rían).
¡Buenas tardes!
No parece ser el caso, no, Don Jesús. Y encima, poniendo carita de desmejorado, el tío.
ResponderEliminarLes agradezco mucho, Don Paul y Don Pereira, el recuerdo de aquella Eliminatoria contra el Hamburgo. Que nos zumbaron en la Vuelta, de acuerdo ... pero me lo pasé bomba en la Ida, con aquél 3-1 que vi junto a la playa, rodeado de alemanes y riéndome a mandíbula batiente. Qué partidazo.
Oiga, Don Fran, Herr Stein nos lee!
ResponderEliminarQSF es un entrenador limitado, muy limitado, esto explica sus fallos.
Necesitaría tener el apoyo de un secretario técnico hábil y con experiencia...
"Ves la alineación y sabes, sin empezar el partido, que palmatori". Qué razón tiene Mr. Marble. Sólo podía ver 60 minutos (por eso no fui a verlo con Vds.), pero tras ver la alineación facilitada por D.Paquito se me quitaron las ganas de aguantar otro bodrio.
ResponderEliminarY Trueba de pequeño debía ser de los otros, que si remontaron una eliminatoria a esos alemanes del barón. Pepe Isbert mejor que George Clooney.
Buen día a todos, perdón porque no escribo cantidad, pero siempre no es fácil para mi.
ResponderEliminarContinúo el blog , pero no siempre puedo.
Mal momento de Atletico ahora. Los equipos que juegan mal, muchas veces porque no pueden difundir la pelota, no son triangulares, con el propósito de que la pelota trae la misma dirección que el equipo.
Ellos saben la teoría, cuando desdoblarse con ataque y cuando volver a la defensa, pero no siempre saben lo mismo con la pelota.
Atletico es todo contrario a Barcelona en movimientos con la pelota. Atlético es peor equipo porque no puede aplicar la táctica sin la tecnica.
Saludo a todos del blog.
Ole, ole, el Sr. Stein. Un abrazo!
ResponderEliminarCoñe, Mr. Stein, feliz año!
ResponderEliminarPD: Qué cosas dice, el tío.
Efectivamente Sr. Stein, lo malo para algunos es que al fútbol se juega con pelota.
ResponderEliminar(lo que daría Perea porque no fuera así)
Un saludo Sr. Stein!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarViva el Sr Stein
ResponderEliminarA mi me parece muy acertado lo que dice, Sr. Stein. Al menos lo que creo entender.
ResponderEliminarQue son unos petardos, vaya.