viernes, 31 de agosto de 2007

Carta abierta de Carlos Fuentes a Carlos Fuentes

Estimado Sr Fuentes,

Tras mucho tiempo leyendo sus plúmbeos escritos me he decidido a ser yo, es decir, Vd, quien le escriba esta vez. Utilizo para ello el formato de “carta abierta”, que ni sé bien lo que es ni sé por qué se llama “abierta”, pero, parafraseando a los aficionados a ponerse en las colas que encuentran por la calle, “como todos lo hacen, yo también”.

El motivo que me impulsa a escribirle esta misiva es el monocorde tono amargo de sus últimas piezas, el constante lloriqueo de las crónicas, el omnipresente negativismo de sus reflexiones en rojo y blanco. No soy yo el único que ha advertido una excesiva nostalgia y tristeza en sus opiniones, y estoy seguro de que Vd mismo, esto es, yo, ha percibido que a veces se pasa más de un pueblo a la hora de ignorar que las botellas están tan medio llenas como medio vacías. El resultado es que sus escritos, además de larguísimos y carentes de tino e ingenio, son en su mayoría tristones, gruñones, de color marrón grisáceo y con voz de cantaor de las minas. El Atleti siempre fue para Vd y, lo que es lo mismo, para mi, una fuente de alegrías. Ahora parece que Vd, esto es, yo, se empeña en convencerse de que ha reducido a un motivo para echar espumarajos por la boca y pensar que todo tiempo pasado fue mejor.

Sé bien que escribe sus crónicas con vehemencia y pasión de aficionado fiel, y lo sé porque soy yo quien se levanta a por el agua y quien busca en Internet el verdadero nombre de los jugadores de antaño que se empeña en mencionar. Su fidelidad a los colores queda fuera de toda duda, pero su desmedido espíritu crítico y escepticismo vital parece que han podido más que la vocación disfrutona con la que acudía Vd al campo conmigo mismo hasta hace poco tiempo, la misma actitud con la que acude a los bares de los que tanto habla en sus crónicas para desesperación de sus pocos seguidores abstemios. Parece que Vd ha perdido la ilusión por el equipo definitivamente, y créame que esto me preocupa. Me preocupa no sólo por la rabia que me da ver cómo pulula por la grada del Calderón un atlético casi derrotado y ofendido de antemano, sino por las consecuencias que en su salud puede llegar a tener tanta acumulación de bilis. El Atleti siempre ha sido una bendición de Dios, un motivo de orgullo y no el ente de futuro gris plomo que Vd se empeña en retratar día tras día, hombre, que ya está bien.

Cuando Vd y yo disfrutábamos con el Atleti, tanto Vd como yo podíamos pasar noches sin dormir sin que ello supusiera un menoscabo de nuestra capacidad goleadora en el partido del día después. No necesitábamos antiácidos ni éramos tan miopes ni teníamos canas ni pensábamos que hay que ver qué sucio dejan todo los grafiteros. Vd dirá que es cosa del paso del tiempo, que estamos hechos un asco aunque hayamos ganado en visión de juego y contundencia defensiva y que el Atleti no tiene nada que ver. Dirá que cuando el Atleti era el Atleti éramos felices porque el Atleti era el Atleti, y que los antiácidos no tienen nada que ver en esto. Yo le digo que puede ser, que sí, que vale, pero que también el Atleti perdía entonces y no nos enfadábamos ni nos desesperábamos tanto como ahora. Y eso es, creo yo (que soy Vd pero no soy el mismo), que era porque nos tomábamos el Atleti de una forma más alegre, con menos trascendencia e ira, nos dolía menos. Si perdíamos nos reíamos, si ganábamos nos reíamos también. Nos preocupaban los fichajes pero no rabiábamos por cada jugador que venía y por cada uno que no venía, como hacemos ahora. Vd dirá que precisamente nos dolía menos porque no nos daba motivos de dolor, y eso es verdad en parte y en parte no, porque también nuestra forma de verlo era menos negativa.

Yo (que soy Vd pero menos amargo) entiendo que hay motivos sobrados para no ser el más optimista del mundo, pero me resisto a que el Atleti de ahora, el de la cuota y la rama del más allá y la mascota Indy y la camiseta de Spiderman, por vergonzante que sea a veces, eclipse al de antes y termine con las ganas con las que íbamos a verle. Por eso me he esforzado estos días por encontrar motivos de alegría y esperanza e ilusión. Y alguno he encontrado, oiga, mire: se han fichado buenos jugadores en la parte delantera del equipo; se ha entrado en la UEFA, sí, que tampoco es el premio gordo, vale, pero los miércoles por la noche volveremos a vernos en la grada pelados de frío, como antes; se habla de fichajes de jugadores como Riquelme o Márquez, que harían del presente equipo un verdadero equipo o al menos le darían la posibilidad de serlo, y la idea de ir los domingos a ver juntos en un campo a Riquelme y Maxi y el Kun y Forlán y a algún otro me resulta la más atractiva de los últimos años;. Es más, este año, como el anterior, el Atleti se ha desembarazado de algunos jugadores que no eran de su agrado ni del mío, como el cómico Kizito hace ya una temporada y esta vez Luccin, ese jugador que durante años ha sido a la alineación del Atleti lo que la rúcula a la carta de los restaurantes modernos: su presencia era casi obligada pero su aportación, más bien escasa.

Vd (que soy yo pero menos optimista) me dirá que qué es todo esto al lado de la venta del estadio y de Torres, que por ese precio lo mínimo exigible es un equipo de garantías que opte a todo. Me dirá también que qué tipo de planificación deportiva tiene un club que duda el día antes del fin del plazo si fichar o no a uno de los pocos jugadores del mundo que podrían hacerle volver al lugar del que nunca debió salir. Me dirá que todos los años lo mismo, que ya está bien de cambiar el 50% de la plantilla cada poco tiempo, que cómo es posible que el Atleti, que ya cuenta con un cedido del otro equipo grande de la ciudad, se interese en otros jugadores bajo la misma fórmula. Me dirá que sólo se ha pasado una eliminatoria previa de UEFA, que se debió ganar al Madrid. Me dirá que lo que ahora es una noticia bomba (esto es, que el Atleti gana un partido con autoridad) antes era la noticia exigida.

Y yo, se lo aseguro, tenía algunas respuestas para todo esto, y firmes propósitos de hacerle cambiar de idea, y energías renovadas para arrastrarle al campo con una sonrisa y un paquete de pipas de calabaza. Pero uno vio el partido de ayer y volvió a dudar, y encima se entera mientras escribe estas líneas que posiblemente ni Márquez ni Riquelme sino Motta y sólo Motta, y que puede que se fiche a otra perla de la cantera rival para que se foguee con nuestra camiseta. Y, qué quiere que le diga, o que me diga (que es lo mismo pero diferente) …. Que mi ímpetu y optimismo se ha quedado en ná, en escepticismo si acaso, en un habrá que ver cómo sale el tema y en un esperemos que este hombre Aguirre no se equivoque, como mucho en un a ver si los demás andan flojos como el año pasado y tenemos la suerte de que la cosa funcione a pesar de las carencias que hasta los más optimistas vemos. Y así me he quedado, a medias, como la del chiste a la que le cuentan un chiste. Qué cosas.

Así que, Sr Fuentes, aprovecho esta carta de reprimenda para pedirle ánimo yo a Vd, a ver si entre los dos, con esfuerzo, conseguimos ilusionarnos de verdad, que nos vendría de perlas.

Quedo a la espera de su respuesta, que será la mía, pero distinta.

Atentamente,
Carlos Fuentes

7 comentarios:

Jesús dijo...

Arriba ese ánimo Maestro. Hay que continuar. En breve tendrá más noticias mías. Salud y Forza Atleti!!!

Dr. Caligari dijo...

Yo todavía soy más pesimista.
Acaba de empezar la temporada y se vislumbra ya otro fracaso (¿el mismo fracaso?).
Será otro año malo, otro paso hacia la desaparición (por quiebra) de nuestro club.

Carlos Fuentes dijo...

yo pesimista no sé, pero optimista tampoco lo tengo claro. Me debato entre lo que piensan mis varios yos, y esto es preocupante por que ninguno de ellos parece tener razón del todo.

Jose A. García dijo...

Carlos, como siempre perfecto.

Aguirre eres un mediocre.

http://derrochandocorajeycorazon.blogspot.com/

Alex Moulet dijo...

Tienes toda la razón, es rarísimo como a medida que pasan los años vivimos todo este mundillo con vehemencia.
Antes no me tomaba tan en serio el fútbol, era un juego, ahora estoy con los nervios de punta viendo lo que están haciendo con mi Atléti.

Quizá será mejor volver a pintar o a escribir, y olvidarme un tiempo del equipo, a ver si suena la flauta.

Anónimo dijo...

Empiezo en este mes de Septiembre un nuevo proyecto, un nuevo proyecto que espero, junto a vosotros, que sea un exito, la perdida de perarnau, buen amigo mio, hizo un hueco en todos nosotoros asi que os presento mi blog, con la intencion de llenar ese hueco.

http://vdevictoria.blogspot.com/

Muchas gracias.

ISMAEL dijo...

Vaya riduculo más espantoso: ¿como se puede no haber fichado a Juan Román?
De verdad, no me puedo imaginar en que estan pensando los iluminados del club. Aguirre es un mediocre, bueno solo para equipos mediocres.
Vaya desilusión...