lunes, 27 de agosto de 2007

Partida Doble

Hoy, a falta de caldo, dos tazas.

Además del tradicional post del propietario del blog, invitada especial: María José Navarro, a quien conocerán Vds por ser la más colchonera de la Razón, la Cope y Popular TV, nos cuenta sus impresiones sobre el derbi, la conveniencia de tener amigos del Madrid y de ver el fútbol con ellos, sobre su curioso e irritante sentido del humor. Y lo hace estupendamente, claro. Y primero hablan las damas, como debe ser.

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Abandonada cochinamente por un banco de anchoas, el viernes me fui a un mandao a Pirámides y acabé en el Calderón. Me pasé como se pasa uno a ver al abuelo, intuyendo que al hombre le quedan cada vez menos dominós. Como se pasa uno por la iglesia cuando se presenta a notarías. A rezar a la desesperada, a confesar que te flaquea la fe porque el presente le está metiendo una paliza a la memoria. Me faltaba nada más que una mantita de cuadros por las piernas para dar una pena horrorosa.

Pero enseguida me sobrepuse. Já, pues menuda soy yo sobreponiéndome. Ahora mismo bajo y me compro la camiseta de Forlán. Ah, es que no les he dicho que a mí me da mucho puntito Forlán. Forlán es como el chico ese que te gusta de la oficina. No vas a quererle nunca pero te hace el lunes más llevadero. Bueno, pues la de Forlán, no se hable más. Y cuando la tengo en la mano, ahí, al fondo, debajo de la escalera, casi clandestinamente, una foto del pecoso. El amor de tu vida. Nada, que no me la compro. Qué me voy a comprar yo la camiseta del Forlán éste, un recién llegado, un tío al que no conozco más que de vista. Pero me compro el partido. Me compro el partido porque yo a la cuadra no voy, aunque se me ponga la casa como el mismísimo Bernabéu. Cuatro vikingos sueltos en el comedor. Por qué tienes amigos del Madrid, bonita. Por qué no les retiras la palabra nada más comenzar la temporada. Por qué tus mejores amigos son del Madrid. Qué les viste. Qué les ves. Quién dijo que a los amigos hay que aceptarlos como son. Cámbialos por otros. No les abras la puerta. Déjales tirados. Y encima te van a pegar un palo a los ibéricos. Pero abres. “Oye, enchufa eso ya que recogemos la copa de la Liga”. Lo que me faltaba. Encima. Y sube Raúl y le da una colleja a Cerezo. Estos se parten la caja y me exilio en la cocina para calmarme la vergüenza ajena. Y me pierdo el gol del Kun, claro.

“Tenéis menos españoles que el Madrid. Dos para ser exactos. Pablo y un vasco”. Están jodidos y tratan de molestarme, pero yo estoy que no quepo en el sofá. Puff, menuda losa. Gol de Atleti nada más empezar. Esto promete. Lo que me voy a reír. Me duró la risa diez minutos. Diez, que fue lo que tardó el Madrid en percatarse de que Maniche (Conchita Martínez para los amigos) no ha dejado el Marlboro. De que Pernía tiene cara de violador del Ensanche pero que mete de todo menos miedo. De que a Raúl García le han robado la testosterona en algún punto entre Pamplona y Madrid. De que Simao no baja para desbordar arriba y que eso deja la banda que es un bebedero de patos. De que Seitaridis se plagia a sí mismo todas las veces igual. Y de que Pablo va a acabar en el Albacete porque se le ha reseteado el disco duro. Arriba, cargados, y detrás, una pena. Descanso.

“Saca más vino que hay que brindar por Reyes”. Y tú, nada, en la cocina otra vez. Bueno, la cosa no ha estado tan mal. He visto Atletis peores, a ver si ahora me voy a poner nerviosa. Ya hubiera querido yo otras veces. Con un canto en los dientes me daba. Y saco vino y empieza la segunda parte. ¿Les he dicho que detesto profundamente al macarra éste de Sergio Ramos? Pues ya lo saben. Me molesta hasta en su casa. Pero nos está dando un baño, el muy hortera de discoteca. Estoy empezando a preocuparme. La defensa no va. El centro del campo está en fase Rem. Y el Kun está fantástico pero solo. Coño, que sienta a Simao. A este tío no hay Dios que le entienda. Y sale Reyes, para colmo de escarnio. Los vikingos piden que José Antonio tire las faltas del Madrid. Se descojonan. Y va el tipo que nos marcó con el Ajax y repite. Esnaider, le llaman en la tele. Y me acuerdo de Juan Eduardo y de su canje por Lardín y se me echa por encima la tristeza, porque marca el rubio de las botas naranjas pero Mejuto dice que no. Y veo de risas a Cerezo y a Calderón y quiero que aquello acabe. A un minuto del final Agüero falla. Y yo quito la mesa. Nos vamos. A un sitio con música a lo bestia. Y el que quiera hacerme bromas que se deje la voz. Y aún es agosto. Y ya empezamos.

2 comentarios:

Felipe Ferrín dijo...

Te interesa que intercambiemos enlaces, yo tambien tengo un blog atletico.

Si te parace bien, mandame un email a felipe.ferrin@gmail.com

Alex Moulet dijo...

No sufras María José, que tus amigos vikingos este año van a sufrir lo suyo. De lo del Atléti, ya sabes, lo de siempre. Solo nos queda esperar a Román, a ver si con él llega una nueva actitud a todo lo rojiblanco.