lunes, 19 de noviembre de 2012

Pancartas, principios



Hace años, un montón de años quizás, quizás cuando aún se vendía en el estadio coñac por copas y café de termo de asiento en asiento (más bien de porción de banco de cemento en porción de banco de cemento), en la grada del Calderón se colgaba en cada partido una pancarta que ponía "Hoy también ganamos". La pancarta aparecía todos los partidos, se jugara contra el primero o el último, se enfrentara el Atleti contra un equipo potente o una medianía. La pancarta se colgaba después de una derrota sonada y después de una goleada histórica, tras un empate ramplón y después de un partido para la historia. La pancarta no se retiraba si el equipo perdía cero tres al descanso, ni se agitaba orgullosa si se iba goleando al minuto veinte. La pancarta estaba ahí por algo y decía lo que decía por algo, y los que veían la pancarta día tras día no la tomaban como una amenaza al rival ni como un acto de chulería ni como la afirmación de una pitonisa. La pancarta "hoy también ganamos" era lo más parecido a una declaración de principios, una pancarta certera de esas que salen a veces en el Calderón, como aquella del Doblete en la que ponía "Pantic sabe", o aquella que apareció el día después de que Jesús Gil anunciara que dejaba el Club: "No sin tu hijo".

La pancarta del hoy también ganamos venía a decir lo que todos pensábamos cuando llegábamos al Calderón a las cinco de la tarde, tras apurar el postre y bajar al portal a la hora convenida para ir con el vecino al estadio. La pancarta no era un desprecio al visitante ni una glosa exagerada al equipo local, era más bien una pancarta redundante que sólo venía a subrayar lo que todos creíamos, una pancarta descriptiva, realista, casi costumbrista. Porque por aquel entonces al Calderón íbamos a ver al equipo ganar, en el convencimiento de que sólo una debacle excepcionalísima o un equipo rival mayúsculo podía privarnos de ver al equipo hacer lo que todos esperábamos y en lo que todos confiábamos. Luego, el Atleti podría empatar contra un equipo peor o verse ampliamente superado por un equipo cuya victoria no esperábamos, como aquel 0-4 que metió un Betis superlativo al Atleti de Dirceu. El Atleti podía perder contra un equipo chico tras tres goles de rebote, que es algo que siempre ha sido muy del Atleti, o verse superado por algún equipo grande; pero eso era lo de menos porque todos teníamos claro que el próximo partido en casa también se ganaba, que en quince días volveríamos al campo a ver ganar al equipo como siempre, aunque luego se empatara o se perdiera.

Y es que lo normal en esa época en el Calderón es que el Atleti ganara, jugando bien y jugando mal, jugando regular y jugando como los ángeles. El Atleti ganaba casi siempre, a veces con autoridad, a veces con buen juego, a veces sólo por el peso de la camiseta, a veces por suerte o por ley de la gravedad. Fuera por lo que fuere, en casa casi siempre ganaba el Atleti y aún así algún socio se iba enfadadísimo porque el equipo iba cuarto y el partido de hoy era para haber metido ocho y Setién es un vago redomado, Landáburu ya no vale, Julio Prieto es muy chiquitajo, este Votava en un trotón ná más, así no vamos a ninguna parte, este año de segundos no pasamos, maldita sea mi estampa.

Durante unos años oscuros que ahora nos parecen lejanos pero que no lo son tanto, la grada del Calderón se acostumbró a derrotas no peleadas contra equipejos medianos y a empates regalados contra equipos que nunca habrían esperado llevarse un punto del Manzanares. Esos años del Atleti tristón y pusilánime, de mediocampistas escondidos tras sus rivales y defensas incapaces de correr arriba y abajo más de dos veces por partido, de centrales que no despejaban una a derechas y porteros que no salían ni de puños ni por abajo ni por un lado ni por otro, de jugadores que bajaban los brazos al minuto 25 del segundo tiempo por verse incapaces de remontar un mísero gol en contra por estar enfrente el decimosexto clasificado encerrado en su área, fueron borrando esa sensación antigua de que hoy, mañana y pasado mañana también se iba a ganar. El aficionado acudía por entonces al campo con una ceja ya levantada, a ver hoy, no sé no sé, sí, sí, estos están recién ascendidos pero el Atleti no juega a ná, me da a mí que hoy palmamos seguro y nos pasa en la clasificación el Osasuna y ya estamos a nueve puntos de UEFA y otro año más sin Europa, con lo que ha sido este equipo, oiga.

Simeone, que, por edad, de haber vivido en Madrid su adolescencia recordaría bien esos tiempos del hoy también ganamos, parece tener claro que el Atleti de verdad es el del primer tramo del texto y no ese engendro del párrafo de aquí arriba, justo el de arriba, ese párrafo feote que huele a neumático quemado, que deja manchas de grasa al leerlo, que levanta escalofríos pensando en una banda ocupada por Musampa y otra por Novo, que produce sequedad de boca pensando en Maniche camuflado, en el Pato Sosa cayendo de culo, en Seitaridis borrándose para irse al asador, en Ibagaza penando por el campo hasta que no llegara la negociación de la renovación, en Matías Lequi pegando pelotazos o en Zé Castro arropando con una mantita de felpa al delantero al que debería intimidar. Parece que Simeone, a fuerza de dar gritos y carreras en la banda, a fuerza de transmitir a los jugadores que el Atleti es el equipo serio de los primeros párrafos y no el bicho sin sustancia del último, va consiguiendo que el hoy también ganamos sea parte del equipo una vez más, que volvamos a tener la sensación de reconocer a los nuestros de nuevo.

Contra el Granada salió el Atleti con la defensa que empezamos a sabernos de carrerilla, con al menos tres de los centrocampistas que vemos casi todos los partidos y con Falcao, faltaría más. Simeone, consciente de lo que tiene, parece haber apostado por construir el equipo desde atrás, como mandan los cánones y las leyes de la ganadería brava. Si en años anteriores el equipo era un chiguagua con cuerna de alce macho, mezcla de delanteros portentosos y cuartos traseros enclenques, Simeone ha apostado por apuntalar los cimientos dando confianza, galones e instrucciones claras a los cuatro defensas. Godín y Miranda, fuente inagotable de dudas hace unos meses, parecen haberse atornillado al puesto sin dejar lugar a demasiada discusión; solo queda la duda de quién es el refuerzo que ofrece garantías si uno de los dos se lesiona o es sancionado, algo que planea sobre la cabeza de Miranda como una espada de Damocles en manos de un Teixeira Vitienes cualquiera , con el peligro que eso conlleva. Al descubrimiento y revelación del año pasado, Juanfran, le ha sucedido ahora por la otra banda Filipe Luis, jugador que se parece por fin al del Depor y que queda a años luz del indefinible Filipe Luis Filipe del principio de la pasada temporada. Filipe Luis sube y baja y vuelve a subir pidiendo el balón, y aunque a veces deja algún regalo en defensa, sabe que tiene medios cerca que le permiten ser mucho más incisivo y participativo, aportando más al juego y dejando clara la importancia de los laterales para un equipo como el Atleti, sobrado de nada. Juanfran, empero, parece algo desfigurado este año, menos metido en los partidos, menos concentrado, más presionado, quizás echando de menos el efecto sorpresa del año pasado, quizás con la losa de su internacionalidad y su fallo contra Francia, tan celebrado por la prensa como no podía ser de otro modo. Juanfran no es el Juanfran del año pasado pero casi todos pensamos que lo volverá a ser en breve, porque alguien con la personalidad suficiente para llevar ese peinado puede remontar una mala racha sin problema alguno, oiga.

Siendo fijo Falcao por obvias razones incluso en época de menos goles (que no de rachas, esas cosas que antes eran cuestión de diez partidos y ahora de dos, "el Atleti rompe por fin su racha de dos derrotas", ya saben), la cuestión se plantea más bien en relación a la parcela existente entre la línea defensiva y el punta. Y aquí, gracias también a Simeone, hay bastantes combinaciones posibles. Parece que en esa zona debe jugar sí o sí Arda Turan, el jugador más capaz de generar juego y guardar el balón si la cosa se pone fea. Parece, o hasta ahora parecía, que por delante de la defensa debía jugar sin duda Mario Suárez, ese jugador convertido a la fe verdadera de la posición y el esfuerzo, tan diferente al jugador despistado y pusilánime de los oscuros días manzaniles. Mario lleva unos partidos algo peor, con esa falta de punch tan suya, fallando esos pases fáciles que ahora son excepción cuando en otros tiempos, antes de la trasfusión de medio litro de sangre del Cholo, eran regla. Aún así, parece el más conveniente para el equipo de los jugadores que pueden ocupar esa plaza. Fijo parece también Gabi, peleón y capitán, motivador del resto desde la zona donde el juego es menos brillante, más sacrificado y más vital. Gabi, también algo menos fresco en los últimos partidos, empezó el año siendo el abanderado de la presión constante y pertinaz del Cholo, el jugador que lanzaba a los compañeros hacia arriba a asfixiar al que tenía el balón, a perseguir y meter el cuerpo, a generar problemas que derivaran en pérdida y, luego, en contraataque y ocasión. Gabi, que ya nos tiene acostumbrados a esas carreras largas persiguiendo rivales hasta que alguien comete un error, también aporta jugadas y balón parado y su presencia se antoja por ahora asegurada. Asumiendo que Saúl y Oliver Torres aún necesitan algo de tiempo para poder entrar cómodamente en el primer equipo (más el segundo que el primero), que Tiago hace tiempo que pasó su mejor momento y que Emre es útil en momentos puntuales y empresas algo menores (lo relativo a estos dos últimos avalado por el resultado que dieron ambos en el partido contra el Valencia), Simeone mueve otros caballos, alfiles y torres según requiera la ocasión. 

Koke, que sí parece haber aceptado el desafío de crecer que desde hace unos años le estaba esperando, trata bien el balón y ocupa mucho espacio, ayudando a Gabi en la recuperación y saliendo con criterio cuando tiene ocasión. Llega, pasa, la guarda y combina cuando hace falta. Raúl, ayer titular, aporta menos cuando se pega a una banda y mucho más cuando juega detrás del punta, buscando en el segundo palo los remates a los que Falcao quizás no llegue, llegando desde la segunda línea, iniciando la presión cerca del área contraria y ayudando a tapar huecos cuando el rival es el que ataca. Adrián, que no anda fino, es también una alternativa tanto saliendo más pegado a la cal como jugando por detrás de Falcao. Aunque se le nota falto de confianza, algo desenchufado y con ansiedad a la hora de resolver al final de la jugada, Adrián se ha ganado que se le espere aún un tiempo, que se confíe en que vuelva a ser el jugador imprevisible y de repertorio del año pasado. Estos tres jugadores, junto con Diego Costa, mucho más peleón y solidario que otros años, y el Cebolla, revolucionario cuando juega más pegado a la banda y más templado y sólido cuando el entrenador le hace jugar más hacia dentro, permiten a Simeone plantear diferentes dibujos según el rival y hasta el momento del partido, cambiando sobre la marcha del 4-1-4-1 a un 4-2-3-1 o el 4-4-2, signifiquen lo que signifiquen todas esas combinaciones de la bonoloto a las que ya estamos acostumbrados. 

En definitiva, sin un banquillo larguísimo y gracias a una defensa consolidada y con confianza, el Atleti de Simeone cuenta con varias alternativas solventes para asegurar el dispositivo defensivo y nutrir de balones a Falcao, que parecen las piezas inamovibles del equipo. Lo más llamativo del caso es que no parece que los jugadores duden de cada decisión del banquillo, ni que cada uno haga la guerra por su cuenta. Lejos quedan los días de confusión de Quique Flores, cuando nadie sabía bien qué se esperaba de él, y los días del conformismo y la vida contemplativa de Manzano, cuando a nadie se le exigía más que llevar las medias subidas. Ahora los jugadores se creen lo que ven, confían en lo que se les pide, hacen lo que saben e intentan hacer lo que no saben pero se les exige. Durante los partidos el dibujo cambia y todos parecen querer adaptarse, con mejor o peor fortuna pero con voluntad. Simeone pide, los jugadores responden y el gran beneficiado es el equipo.

El resultado por ahora es la vuelta a los principios, a las pancartas. Mejor o peor (nunca rematadamente mal, alguna vez de manera brillante) el equipo suma puntos, aguanta el tirón, gana a quien la lógica dice que debe ganar y también a aquéllos equipos a los que se gana con fe en un mal día. El aficionado del Atleti vuelve a ver al equipo pensando que hoy también ganamos, por más que luego se pueda perder peleando y mereciendo más, como en Valencia, o de forma clara y justa, como en Coimbra. Este equipo que sale a ganar, que tiene claro lo que tiene que hacer para no perder, que sabe que todo se basa en correr, esforzarse y no creerse más de lo que uno es, se parece a aquél que, no necesariamente cuajado de estrellas y con muchos jugadores de la casa, ganaba día sí, día también. Jugando con esta intensidad y este oficio el equipo podrá perder o podrá ganar, pero dejará ese aroma a café de termo y copa de coñac de las tardes en las que el Atleti era el Atleti y las pancartas eran declaraciones de principios. Y nos gusta.

36 comentarios:

dami fernández dijo...

Se agradecen sus sabias palabras tras tanto tiempo. Cuánto me hubiera gustado vivir la época que usted recuerda hoy...

Carlos Fuentes dijo...

esto se ve fatal, perdón de antemano, estamos en ello ...

Miguel dijo...

Sí señor Fuentes, qué tiempos aquellos en los que salías de casa llorando con La Casa de la Pradera y te ibas al Calderón (de la mano de tu padre) pensando que volverías riendo....Tanto por si se ganaba como por si se luchaba....Aquellos Capón, Ruíz, Balbino, Rubio, Eusebio, etc.....no daban un balón por perdido. Esperemos que todo haya cambiado y se vuelva a poner esa pancarta.
Póngame a los pies de su señora.

Cristian Vieri dijo...

Diáfana radiografía de dos épocas. Si me lo permite, respecto a la más obscura de ambas, quizás encajaría mejor el melifluo coletudo Fabiano Eller que Lequi, que no era tan malo. (Al menos, entre tanto horror, no lo recuerdo como de lo peor).

Carlos Fuentes dijo...

si, Lequi al lado de Eller era un fenómeno. Me refería más a su época que a él en concreto. Anotado queda

Russeus Albusque dijo...

Bueno, pues ahora que estaba yo pensando en ofrecerme para ayudarle con el papel de calco, o incluso en hacer una cuestación pública para comprarle una maquinita muy moderna que acaba de salir para la misma función, llamada xerocopiadora, nos da Vd un alegrón y vuelve con sus crónicas. Albricias!

"Hoy también ganamos" es un lema que, junto a "Nosotros, que somos de Gárate", debiera figurar en la colección de camisetas de este blog que alguna vez se sugirió se hiciera, ahí queda la idea por si alguien se anima, a mí me encarguen al menos 2 de cada una.

Dos apuntes sobre su análisis del equipo: la solidez en defensa suele tener que ver con la seguridad del portero, y cuando se acabe el programa Erasmus de Tintín en el Manzanares (este año casi seguro), buf, a ver qué pasa. Y a mí sí me parece que a Oliver Torres había que darle más oportunidades, es justo el jugador que le lleva faltando al Atleti quizá desde los tiempos de Schuster, el que el año pasado paladeamos brevemente con Diego. Justo un centrocampista que dé los pases que Falcao necesita y que de momento no le está dando Adrián.

Carlos Fuentes dijo...

Estoy de acuerdo. Mi duda es si Oliver Torres está físicamente para jugar en primera. Del resto no dudo

Cristian Vieri dijo...

Si me permiten, quisiera apuntar dos cosas, remotamente relacionadas:
La primera, como testigo cercano al ser habitante de Vetusta, reconocer a la afición del Real Oviedo su amor, pasión, denuedo y entrega por su club al que, antes de la llegada del millonario de turno, ya habían salvado de las garras de un tal Alberto González, antiguo máximo accionista -amigo de familiares triquiñuelas contables para nosotros- que había llevado al equipo hasta el mismo borde de la desaparición. Como les digo a mis amigos ovetenses y oviedistas, qué envidia me produce ver este estallido de la afición que ha dejado más del 40% del club entre pequeños accionistas, algo nunca visto en España. Creo que merecen un sonoro ¡enhorabuena!
Y hablando del Real Oviedo, el domingo ví el choque contra el Madrileño y he de decir que estoy de acuerdo con Don Carlos; Oliver no está físicamente a la altura ni de segunda B todavía, como tampoco lo están la mayoría de los jugadores. Acabaron el partido exhaustos casi todos. Así que tengamos paciencia, que con ella llegarán. No todos son portentos como Fernando.

cdelrui dijo...

Bien vuelto D. Carlos, le echábamos en falta.
Poco hay que añadir. Parece que los tiempos de chufla y chanza cuando aparecían las rayas rojiblancas por esos campos de Dios, han pasado a mejor vida. De momento, ya sabe, que en esta casa las alegrías duran poco por mor de caras torcidas y pelucas repeinadas.
Disfrutemos,pues,de recuperar el añejo aroma de este (por fin) reconocible equipo.
Buenos dias.

Russeus Albusque dijo...

Pues sobre Oliver tendrán Vds razón sin duda, que para eso saben más que yo de fútbol. No obstante, creo que minutos finales sí se le pueden dar más, como ese cuarto de hora contra el Jaén en que daba gusto ver con qué criterio y elegancia maneja la pelota el chaval.

Ah, hablando de criterio, el otro día ví en internet un capítulo de Informe Robinson sobre el Atleti que no había visto -seguro que Vds sí- y había señores con mucho criterio hablando del club de nuestros amores.

Y hablando del cluz, demoledor el link que dejó aquí don Paquito sobre la situación financiera del mismo (del mismo cluz, no del mismo don Paquito, claro). Mucho me temo que, aunque nos diera por imitar a la afición oviedista, no llegamos ni de suerte a la ingente cantidad de millones que habrá que poner para que esto no se vaya al carajo.

Jose Ramón dijo...

Muy bien explicado.
"...aroma a café de termo y copa de coñac de las tardes en que el Atleti era el Atleti..."
¡Que tiempos aquellos...!
Los recuerdo perfectamente.
Como si fuera ayer y no hubieran pasado más de cuarenta años.
Cuando ibas al Calderón con la única duda de si el Atleti iba a meter dos o tres o si por el contrario iba a haber goleada de cuatro o cinco.
Muy buen texto.
Muchas gracias.
(oiga)
Saludos a todos.
¡Viva Riego!
¡Viva Prim!
¡Viva Ciges!

OldTomDrinker dijo...

que bonito sentir eso ... y que bien haya regresado usted ...

Carlos Fuentes dijo...

Enorme el Cholo en la entrevista con Abellán
Habla de bastantes de las cosas que se discuten por aquí: Raúl, Olivier Torres, Adrián ... muy bien
http://abellanenpunto.abc.es/index.php/Abellan-en-Punto/escuchar/prueba

Libros Mondo dijo...

¡Coño! El Maestro ha vuelto. ¡Albricias! También el blog tiene hoy, de nuevo, ese viejo aroma a madera sobre hielo negro en el que se mezcla la sabiduría rojiblanca del susodicho, las imágenes la sincopada alabanza de donJR y la ausencia de Donis, que estará durmiendo la mona. Sólo falta il Lungo Dottore, que está tapadito después del golazo de Pierino en las antípodas el otro día, para poner el punto sobre la i, don Fran para defender con pundonor a nuestro capitán in pectore y Doña Manchego para administrar merecidos garrotazos.
Yo, Maestro, como usted, como todos, lo que diga el Cholo.
Forza Atleti!

Emilio dijo...

No sin agradecer la vuelta del Maestro Fuentes al redil de las letras justo de esa manera tan pinturera en la que las pone él, unas juntitas a las otras, no puedo dejar de destacar la foto que acompaña el texto:

Arda señalando el camino (aunque con un deje de Tony Manero, eso sí)...

Carlos Fuentes dijo...

Di Matteo, majadero

Libros Mondo dijo...

Un majadero menos. Por cierto, Maestro y la clá, véase esto:

http://canalplus.es/el-dia-despues/lo-mejor/20121119plucanftb_20/

Fran Omega dijo...

¡Madre mía qué entrevista (de Abellán, qué activo está este periodista últimamente, por qué será) y madre mía qué vídeo el de Canal+!.

Me encanta, y por supuesto me apunto, al "viejo aroma a madera sobre hielo negro" del que habla Mr. Mondo ...

... sobre todo ahora, que cumplo años como participante en este señero lugar, y recuerdo perfectamente que la primera conversación en que intervine, fue precisamente sobre el Cholo Simeone. Deseábamos hace unos años que llegara en buen momento, que todo le fuese bien ... Y aquí estamos.

Por cierto: el nunca bien ponderado "atleticólogo", seguro que sin querer, le ha puesto el balón a huevo y botando, en lo de Abellán, para que el Cholo diga claramente quien es "Nuestro Capitán In Péctore" ... Y yo también, no hace falta ni decirlo, lo que diga el Cholo.

Jose Ramón dijo...

Hablando de Abellán.
http://www.grada360.com/futbol/equipos/atletico-de-madrid/20121120/mafia-gobierna-cantera-atltica-201211201846-g3.html

Bluesbreaker dijo...

¡¡Hombre, don Dueño!!! Qué alegría leerle. Y que atinado está usted. No se le nota eso que viene en llamarse "ritmo de partidos". Me imagino que eso es algo que afecta a los simples trotones, no a los finos estilistas como usted.
¡¡Abrazos durísimos!!

Gonzalo dijo...

Qué alegría volver a leerle, Don Carlos.
Yo me emocioné escuchando al Cholo la otra noche. Sublime cuando dijo lo de cambiar la camiseta. Escuchándole, es imposible que haya un solo jugador que no vaya a muerte con él.

Yo no recuerdo esa pancarta pero sí la mítica "Este año sí", la cual odiaba, por cierto. Y a escasos nueve días, pongo signos de interrogación a lo que afirmaba aquélla y me digo a mí mismo: In Cholo we trust.

Y a mí también me gustaba Lequi...

Dr. Caligari dijo...

Viva la vuelta de Dueño!

Cuando Arda señala la luna, Cerezo mira al dedo

(Don Libros, ya van 3 victorias seguidas de Central)

Vicente dijo...

Gracias D. Carlos por sacar tiempo de donde no debe de haberlo para compartir sus ideas, que muchas veces, son las nuestras.
Llevo desde el lunes noche pensando en la incompatibilidad de gritar oe, oe, oe, Cholo Simeone con ovacionar a Jozean, la mentalidad de ir partido a partido, me ha impedido escribirlo hasta hoy. Veremos!

stroheim dijo...

Gracias don Lulo por su muy esperada vuelta y tan atinados como pertinentes aldabonazos. Gracias por ese chiguagua con cuerna de alce macho que desencaja mi mandíbula, a la par que el ánimo insuflado a don Franjuan de las altas torres capilares en pugna consigo mismo. Dios le permita continuar ilustrando a la rendida parroquia que le vitorea y acoje como vocero sagaz de un alma hasta ahora muda, que cual rebaño fiel se rinde ante el chiflido de pastor.
Beee

Libros Mondo dijo...

Acoger es con g.

Dr. Caligari dijo...

Uy! Delpierista!

stroheim dijo...

Yo es soy muy de Juan Ramón Jiménez so Zenobio.
Además que si el Cholo dice con jota, ud le va a encontrar a partir de ahora, el punto jota a su señora.
Póngame a los pies de susodicha, y no digo más.
Beee

Libros Mondo dijo...

Pucela me la pela!

Libros Mondo dijo...

http://www.salvemostelemadrid.es/gonzalez-cerezo-telemadrid/

Jose Ramón dijo...

34 puntos de 39.
(impresionante)

Bluesbreaker dijo...

Vaya exhibición que dio Reyes de sus clásicas sentadiñas: quedarse sentado con las piernas estiradas y los brazos en cruz mientras el equipo rival inicia un peligroso contraataque. La verdad es que las echaba de menos.

qsP dijo...

Don JR, un punto más que el campeón del año pasado a estas alturas.
Que buenos recuerdos del señor de bigote que gritaba "la catalítica, llevo la catalítica" por los pasillos del anfiteatro lateral.
...contando los minutos para leer una crónica de D.Dueño, muy diferente a la de todos los años.

Abantos dijo...

Este Stroheim tiene una compulsiva tendencia a ponerse a los pies de las señoras de los demás.
El muy churriguresco.

Don dueño, un placer que haya dejado los manguitos por un rato. Tenga cuidado con las agujetas.

Libros Mondo dijo...

http://deportes.elpais.com/deportes/2012/11/28/actualidad/1354122823_405476.html

Vicente dijo...

Siguiendo las instrucciones que emanan del gran Cholo de ir partido a partido me permito lo siguiente y espero que D Carlos me perdone meter esta morcilla:

En esta dualidad PPSOE y MadBarça creo que Simeone es nuestro Albert Rivera que pena que la bicefalia que nos dirige, pertenezca de pleno derecho al duopolio corrupto que nos gobierna en ambos ambitos....

(¡que nervios!). Oigan

Anónimo dijo...


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