Jugaba el Atleti
en moderno horario infame de esos que la Liga impone para que se pueda ver fútbol
a todas horas en Asia, América y Oceanía, las televisiones paguen más y así los
dos equipos más ricos cobren aún más, fichen aún más, hagan la brecha con el
resto aún más grande. El aficionado de a pie últimamente tiene que ir al fútbol
a las once de la noche en verano, a las diez de la noche en día de semana de
septiembre, a las cuatro de la tarde de día del Veranillo de San Miguel y a las
doce de la mañana de invernal día de guardar.
El aficionado, ya
lo saben Vds, pinta más bien poco en este circo y bien lo saben los directivos:
los directivos saben que cuando las cosas van mal, siempre pueden decir aquello
de que no es momento ahora de criticar sino de empujar, callen oigan, no sean
malos aficionados, lo que hay que ver, oiga, lo que hay que ver, criticando
ahora porque el equipo va último y lo hemos arruinado, no tiene corazón esta
gente. También saben los directivos que cuando las cosas van bien la gente se
calla, aplaude a rabiar, compra camisetas en la tienda del club y renueva el
abono a ciegas, sin saber si se vende a la plantilla en pleno o se compra un
catacrack. El aficionado, preso de los colores que su abuelo le grabó a fuego
en la médula espinal, anima a su equipo para que este no se venga abajo y encima
lo hace pagando, en hora que no conviene, desde un asiento sucio y sin derecho
a decidir nada de lo que pasa. Los que deciden los horarios, mientras, se
ajustan la corbata, cambian de discurso, dicen cosas que ellos mismos negaron
dos meses antes, aparcan dentro del propio estadio, suben por un ascensor con
azafata a la que miran de reojo con gesto de Arturo Fernández y hacen negocios
en el palco de autoridades mientras ven el espectáculo que en la grada ofrece
la afición pagana y maltratada. Y por si fuera poco, con ese dinero que deja la liga gracias a esos
horarios ridículos, a las ojeras de la afición, a las combinaciones imposibles
de transporte público y a renunciar a que los niños puedan ir al estadio, los
que dirigen reparten ese dinero de forma que los dos equipos más grandes se
enriquezcan y refuercen: se aseguran así de que el año que viene - en un
horario mejor, eso sí, dado que juegan los grandes en horarios de prime time - cuando
los ricos visiten al equipo de la afición desvelada, no tengan problema en
golearles para alborozo de los nuevos aficionados asiáticos que compran
camisetas, gracias a los fichajes estratosféricos pagados, entre otros, con el
esfuerzo de la grada rival. Muy lógico y honesto todo, oiga, todo muy cabal.
Salió el Atleti
al campo con varias novedades, quizás no tantas como había anunciado Simeone,
pero sí con un equipo no visto hasta ahora y con Insúa y Baptistao en el equipo
titular. Salió el Atleti y vio con sorpresa que en vez del Osasuna salía un
equipo fosforescente, verde-chaleco reflectante, poco rojillo y poco Osasuna.
Oiga, perdonen, no sé si se han equivocado de campo, aquí tenía que venir el
Osasuna. No, no, si el Osasuna somos nosotros, pero qué me dice Vd, oiga. Lo
que oye, fíjese cómo nos han vestido, fíjese qué colorinchi, qué sinrazón. ¿Se
acuerdan Vds cuando algunos años nosotros, el Osasuna, vestíamos de Osasuna y
Vds venían igual pero al contrario, camiseta azul y pantalón rojo y no había
forma humana de distinguir a uno de otro en los corners? Pues debe ser por eso,
fíjese como nos han vestido este año, como para que nos confundamos, como para
disimular, que parece que hemos pinchado ahora todos la rueda al mismo tiempo o
que vamos a regar la calle, es que no hay derecho, y encima a las diez de la
noche, menos mal que así no nos ven nuestros hijos. Eso sí, algo es algo, bueno,
al lío, ¿Cara o Cruz? Cara, Cara ¿Cara? Le hacía yo más de Cruz, fíjese. Yo
Cruz.
Salió el Atleti con
la defensa titular menos uno, con la media titular menos uno y con la delantera
titular menos uno o ya veremos. En la defensa salió Insúa por Filipe Luis y
dejó dudas y preocupaciones por si a Filipe Luis le pasa algo. Insúa, que lleva
tiempo sin jugar, mostró falta de rodaje, falta de confianza, algunas maneras
esperanzadores y un corte de cuerpo que a ratos recordaba al Toto Salvio. Insúa
no subió su banda como lo haría Filipe Luis y eso puede uno comprenderlo; mostró
también muchas dudas a la hora de encarar, de buscar hueco y crear espacio.
Hasta ahí, todo normal. A ratos, sin embargo, mostró también falta de cabeza al
jugar balones a pelotazos cuando el partido exigía guardarla, lució una
aceleración excesiva y algo de despiste. Falló en el gol de Osasuna,
permitiendo que se colara un rival, aunque no fue el único. Si estas son cosas
que se puedan solucionar con más partidos es algo que aún no sabemos. Lo que
sabemos a día de hoy es que, mientras la banda derecha parece cubierta por
Juanfran, Manquillo y Alderweireld (en adelante, Aldecoa), por la izquierda parece que el suplente de Filipe Luis no
está para desempeñar la labor utilísima que hace el brasileño. Quizás viendo la
debilidad de esa banda Simeone quiso al final del partido reforzar la izquierda
con el Cebolla y su furia; si así fue, señal de que tampoco en el banquillo el
partido de Insúa trajo tranquilidad.
El otro debutante
fue Baptistao. Baptistao tiene zancada de mediofondista kenyata y físico
liviano a la manera de Djokovic, lo que con espacios le hace un jugador
valioso. Eso sí, hoy por hoy el espacio en el Atleti es cosa de Diego Costa,
que atraviesa un momento espectacular en lo físico y eclipsa a rivales y
propios, incluido Baptistao. Baptistao estuvo despistado a ratos, fuera de
sitio otros y bien colocado y solidario, volviendo al sitio y ayudando a la
recuperación gracias a su velocidad en otras ocasiones. Hizo una buena jugada a
la que no respondió Costa pasándole el balón cuando tenía un tiro fácil, y en
otras ocasiones pifió al tirar el desmarque. A Baptistao le falta tiempo y por
ahora parece que un partido entero es excesivo para él, sobre todo ante equipos
como Osasuna, un grupo tipos grandotes de los que no es fácil irse. Tendrá
sitio en partidos en principio más sencillos o menos exigentes, pero no parece
por ahora en situación de hacerse con un hueco en el equipo. Y eso que la
delantera, ante partidos como el del sábado que viene, plantea varias cuestiones. ¿Jugará Simeone con un único
punta, como contra el Barcelona? ¿Tirará a Diego Costa a la banda, dejando un
solo jugador en punta? Si es así, ¿será Villa quien se quede en punta, o su
estado físico plantea dudas? ¿Debería jugar Diego Costa solo en punta, con Raúl
García o incluso Tiago en la media, junto a Mario, Gabi, Koke y Arda?
Si en la
delantera hay alguna cuestión, viene por el estado físico de Villa, las
habilidades de Raúl García o las posibilidades de Baptistao, porque lo que viene estando claro desde hace ya meses
es que Diego Costa crece y crece como jugador y por ahora no ve el techo. Diego
Costa ha moderado su odioso carácter provocador y ha afinado su físico hasta
convertirse en una locomotora capaz de arrasar con todo. Diego Costa cabecea,
dispara, hace goles y centraliza todo el ataque del Atleti, hasta el punto que
cuando el Atleti recupera un balón, todos los aficionados levantan
instintivamente la cabeza esperando el desmarque en diagonal del de Lagarto. A
Diego Costa, como a todos, le faltan algunas cosas que pulir, en concreto esa a
veces excesiva fe en su potencia y capacidad de desbordar. En varias ocasiones
por partido Diego Costa hace lo que en la grada de lateral ya se conoce como “la
Lagarterana”, su jugada emblemática y con denominación de origen consistente en
salir en tromba desde medio campo con el balón controlado a duras penas, bajar
la cabeza, seguir avanzando a trompicones, porfiar en buscar tiro ignorando si
vienen compañeros cerca, seguir acelerando con la mirada baja a pesar de que
cada vez quede menos campo, continuar arrollando rivales, balón y césped,
liarse solo por la presión del defensa rival y la aceleración excesiva,
terminar cayendo o estampándose contra el cartel de Castellana Wagen que adorna
el fondo Norte, en una preciosa metáfora de cuál será el próximo objetivo de su
furia desbocada. Lagarteranas aparte, Diego Costa está en un momento increíble
y cuando, además de todo, decida levantar la cabeza en ciertas ocasiones, el
Atleti ganará un gol por partido.
El Atleti hizo ayer
posiblemente el peor partido de los últimos tiempos, con un segundo tiempo a
subrayar como uno de los menos afortunados de la era Simeone. No pasa nada,
empero: se ganó, se puntuó, se pasó mal y se capeó el temporal. Se probaron
nuevos jugadores, algo siempre importante, y se dio descanso a otros. Esperemos
que el partido sirva para corregir el desbarajuste defensivo a balón parado
(incluso teniendo en cuenta la altura y tonelaje del Osasuna), para recordar al
equipo que es mortal y que los tres puntos contra el Osasuna valen tanto como
los que se puedan conseguir en el estadio del otro equipo grande de la capital.
A ratos, el Atleti pareció dormido, confiado en que el dos cero conseguido
gracias a Diego Costa bastase para cerrar el partido, sesteando triunfalmente sobre
los laureles amasados hasta ahora. El partido valió para recordar que este
equipo, sin concentración ni intensidad, sin hambre ni humildad, puede pasar
fatigas contra equipos bastante más modestos. También sirvió el partido para
confirmar el momento dulce de Koke, la trayectoria ascendente de Juanfran, la
fiabilidad de Tiago, sobre todo tras la lesión de Mario, también más entonado últimamente.
El partido confirmó el valor que tienen las ayudas constantes de Gabi, la
necesidad de pulir a Miranda en su empeño a veces excesivo en jugar balones
largos, la furia desatada del Cebolla siempre que sale.
El Atleti ganó un
partido más pero esta vez lo hizo pasándolo mal, algo que es cada vez menos
frecuente en el Calderón. Quizás el equipo, como la grada, pensaba tras el dos
cero en que el sábado se visita el campo del tercer clasificado en un partido
importante al que hay que ir afinado más que en lo que quedaba de partido. La
grada cantó durante el final del segundo tiempo para calentar un partido que se
jugará dentro de 4 días, y seguro que de ello tomaron nota los jugadores; el
entrenador no necesita que se le recuerden estas cosas, que sabe bien lo que el
sábado nos jugamos. Como nosotros.
14 comentarios:
Lo que es la vida; hace poco más de 2 años, era Juan Trick (precisamente contra los navarros en el Sadar). Hoy, es un jugador imparable, máximo goleador y como bien dice usted, la locomotora del equipo. Una pena que, de seguir así, sea el próximo en salir por una millonada después no reinvertida. Disfrutémoslo pues mientras nos dejen.
Hace ya unos años (me niego a decir muchos...) siendo yo un crío, había un jugador del Conquense llamado Potele. Fué el precursor de la Lagarterana, versión tercera división en provincias.
En una de esas, y es por la que servidor recuerda a este personaje, agarró el balón pegadito a la cal y empezó a correr por la banda como un poseso, sorteando a cuanto se interponía en su camino, fuese contrario o propio, de tal suerte que cuando tiró la diagonal, entró en el área, encaró al portero y quiso chutar, de la inercia tropezó y se metió el, el portero y el defensa que le intentaba frenar en la portería, mientras el balón salía por un lateral...Sus buenas risas nos echamos oigan...
Buenas tardes.
¡Potele selección (la que él quiera)!
Buenos días, Maestro. Yo discrepo un poco, más allá de lo ajustado del marcador, no vi que el equipo pasara el más mínimo apuro. De hecho, en la segunda parte no recuerdo un sólo disparo de Osasuna entre los tres palos. Muchas brega y tal y cierta incertidumbre en el electrónico por el 2 a 1. Pero ya.
A día de hoy, el de Lagarto tiene más importancia en el equipo y es más determinante que el multimillonario colombiano afeminado que ahora está a las órdenes de Ranieri.
Dicho lo cual, Forza Atleti!
Querer ver también el techo de Diego Costa me parece arriesgado, tras lo que dejó ver el martes.
(Escándalo en Elche sin que Don Ismael haga nada, oigan)
Es que todavía no se ha levantao...
Nunca pensé que Diego Costa iba a llegar al nivel en el que está.
http://s2.subirimagenes.com/otros/previo/thump_8637371ujfa.jpg
"Ustedes quieren que hable del rival, y yo estoy aquí para hablar de nosotros"
No para de dar lecciones el Cholo.
Toma!
Contra quién jugábamos hoy?
Siete de siete. Buenos días.
https://pbs.twimg.com/media/BVSXe25IgAARiz-.jpg
http://www.youtube.com/watch?v=x_Yj7Ato_UA
y el último partido de liga, Barça - Atleti en Barcelona
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