jueves, 28 de febrero de 2013

Crónica del Sevilla - Atleti, o un poco de respeto, oiga




El Atleti jugó ayer un partidazo en un estadio enorme, contra un rival duro de pelar al que apoya una afición entregada. El Atleti es el tercer club de España por títulos, masa social y unas cuantas cosas más, campeón de la Europa League y de la Supercopa europea pasadas y segundo clasificado en liga. El Sevilla es un equipo con títulos nacionales y europeos, un rival de los que mete miedo cuando viene de visita y más cuando recibe rivales en su casa, un fijo en la parte alta de la tabla en los últimos años y cuna de jugadores grandes. Entre los dos clubes suman doscientos y pico años de historia, un volquete de títulos, un tren de jugadores de leyenda, cientos de miles de seguidores, una pechá de partidos para recordar, miles de socios, millones de historias.

El partido no era un torneo de pretemporada ni un encuentro anodino de mitad de liga, ni unos treintaidosavos de final de una copa desconocida. El partido era una semifinal de la Copa del Rey, ese torneo que es importante cuando lo ganan unos y una competición a descartar cuando esos mismos unos pierden en una eliminatoria temprana con la excusa de que es mejor centrarse en otras competiciones de más relumbrón.  El partido era la vuelta de la eliminatoria, la segunda entrega de un partido celebrado en Madrid que acabó con 2-1 para el Atleti, es decir, con opciones para los dos equipos de ganar y de quedar eliminados. En Sevilla el partido se planteó como una cita grande, como la oportunidad de enderezar una temporada torcida desde el inicio por, según se ve ahora, la inoperancia de un entrenador protegido por los medios: tres, cuatro partidos después de llegar el nuevo entrenador, el Sevilla de estas alturas de temporada no tiene absolutamente nada que ver con el equipo pusilánime de noviembre sino que mete la pierna, mete presión y mete miedo.

El Atleti iba al Pizjuán, territorio demasiado hostil para lo uno cree que debería ser, con los dientes apretados, los puños apretados y los machos más apretados aún. El Atleti de Simeone es un equipo aguerrido, peleón, concentrado y guerrero. El Atleti de Simeone, segundo en liga, campeón de varias copas recientes y rompe-records de victorias en Europa y en el Calderón, juega bien, mal o regular pero rara vez entrega el estandarte sin perder litros de sudor y sangre, garantiza pelea e intensidad, velocidad y fogonazos de calidad y clase. Al Atleti de Simeone le siguieron ayer mil y pico aficionados que se desplazaron a 600 kilómetros de su casa en día laborable para hacer llegar a los jugadores el aliento que enviaban cientos de miles más desde sus casas. Y al Atleti de Simeone le esperaba ayer en su casa el Sevilla, equipo peleón y guerrero como el Atleti, apoyado por una grada peleona y guerrera como la del Atleti. El Sevilla no va tan bien este año como otros, pero sigue siendo un equipo temible en su estadio, también de esos que rara vez entrega el estandarte sin perder litros de sudor y sangre.

A este auténtico partidazo de fútbol entre dos clubes centenarios le dedicaron los medios un ratito sólo, una esquinita de sus página, un poco de atención caritativa enfrascados como estaban en analizar el color de las sombras de ojos de los espectadores de los palcos vip del partido del día anterior. A este auténtico partidazo entre dos equipos de esos a los que alivia ganar y no gusta enfrentarse se le dieron las migajas informativas que quedaban en la servilleta de aquellos a los que se les llena la boca hablando de equipos ricos y poderosos repletos de estrellas de comportamiento ridículo. Este partido, que de haber sido una semifinal de la FA Cup entre dos clubes centenarios ingleses habría llenado crónicas con eso de que el estadio olía a fútbol y recordaba a las batallas históricas entre romanos y cartagineses, recibió por parte de los medios patrios una atención pequeña, una atención por compromiso, una atención de cumpleaños en casa de una tía abuela, uy cómo han crecido estos dos clubs, hay que ver que se han hecho dos hombrecitos ya, claro, tanto visitar a sus primos los hijos del concejal que no nos habíamos dado cuenta que estos dos son ingenieros de caminos ya, hala majos, tomad cien pesetas.

Para colmo de los colmos, la cadena de televisión que retransmitía el partidazo eligió un equipo de comentaristas muy del gusto del espectador no futbolero, es decir, de estilo vociferante y pseudo-cómico, ese estilo campechano con frontera en lo ridículo que ahora se lleva tanto. Los comentaristas, que parecían no tener ni la más remota idea de cómo juegan normalmente los dos equipos a los que ayer intentaban analizar, mostraban audacia suicida haciendo afirmaciones erróneas sobre cosas que cualquier aficionado a cualquiera de los dos equipos sabe.  Paradójicamente los comentaristas parecían exageradamente ocupados en hacer ver que el evento era de un extraordinario interés deportivo y mediático,  gritando cada vez que un defensa pasaba la línea del medio campo, alabando las virtudes de cualquier jugador que hacía un control de balón normalito, inflando cifras de posesión y probabilidades de vuelco en la eliminatoria sólo para mantener el interés de la audiencia, que es de lo que se trata. Si de verdad fuera un evento tan importante para la cadena, pensamos muchos, se elegiría con algo más de mimo y ojo a los responsables de la narración y el análisis. Pero tanto da, oiga, con que estos sean capaces de hacer sencillos chascarrillos tabernarios y comparaciones de alumno torpe de Paco Gandía, con que tengan la suficiente cara dura como para hablar sin saber del tema, con eso basta.

Bien haríamos las aficiones de ambos clubes en concentrar las energías en mandar solemnemente a paseo a los responsables del irrespetuoso trato que reciben nuestros equipos y el resto de los que juegan liga y copa, excepto los cansinos miembros del duopolio, en vez de en insultarnos mutuamente a ojos de todos, como dos gallos de pelea que hacen pasar el rato a los señoritos del cortijo.

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Salió el Atleti vestido de negro en casa del Sevilla, que va de blanco, y uno ya no entiende nada. El equipo, que de toda la vida ha ido de rayas rojiblancas y pantalón azul, viste ahora de diferentes tonos para evitar confusiones; cualquiera diría que, en la época de las Smart TVs de HD, cientos de pulgadas y miles de vivos colores, los partidos del Atleti sólo los vieran ancianos de remotas aldeas incomunicadas en pequeñas televisiones de tubo en blanco y negro, con una antena de esas que es una percha desmontada. Se dice que las televisiones mandan en el negocio del fútbol, pero por lo que se ve mandan como mandaban antes, imponiendo los atuendos para que no se confunda el personal; en breve, cuando la señal de los partidos del Atleti se vaya a negro, pondrán un rótulo de cartón en el que ponga “Minutos Musicales” y saldrá cantando Salomé aquella canción dedicada al Cholo Simeone que dice “desde que llegaste ya no vivo llorando, jey, vivo cantando, jey, vivo soñando, jey”.

Salió el Atleti de los partidos grandes pero con Cata en vez de Godín y con Tiago en vez de Mario, aunque esto último ya no es novedad. Cata salió porque no había más remedio y lo hizo bien; algo parecido pero distinto le pasa a Courtois, al que ahora le ha dado por salir por alto cuando no queda más remedio y no siempre lo hace bien, a pesar de que los ignorantes comentaristas de la televisión subrayaran su juego aéreo como uno de sus puntos fuertes. Jugó también Miranda, que como siempre últimamente jugó sobrado (aunque es cierto que enfrente tenía a Negredo, de nuevo inmóvil y poco participativo, torpón y sin ganas), y jugó Juanfran, que sufrió como viene siendo habitual estos últimos tiempos. Por el lateral izquierdo jugó Filipe Luis e hizo uno de los mejores partidos que uno le recuerda en el Atleti, y eso que no brilló en ataque, uno de sus puntos fuertes. Filipe Luis defendió el lateral difícil, el lado por el que entraba Navas, lo que equivale a decir el lado por el que jugaba el 50% del Sevilla. Navas dejó claro que es un jugador enorme, que ya no es el especialista en una sola cosa que era antes, y que no hay jugador a su altura en todo el ataque del Sevilla. Y aún así, con todo y con eso, Filipe Luis hizo un partido defensivo impresionante, serio, sólido y concentrado, algunas de las características que tantas veces echamos de menos en él en la era pre-Simeone.

Por delante de la defensa jugaron Tiago, que tuvo que irse a la caseta con un brazo roto por una patada, Gabi, Arda y Raúl García. Gabi, junto con Mario cuando éste estuvo en el campo sustituyendo a Tiago, anduvo algo más atrasado y menos vehemente de lo habitual, pensando sin duda en evitar una tarjeta que le privara de la final. Arda se empleó en defensa como acostumbra en los días grandes y Raúl, una vez más, hizo un partido de hombre de equipo, guardando su sitio y dejando algunos detalles estupendos como un pase a Falcao que éste remató alto por exceso de celo. Todos jugaron como se esperaba, todos cometieron algunos errores y perdieron el balón demasiado rápido en algunas fases, pero ninguno se escondió ni rehuyó la pelea, todos ayudaron a la defensa y apoyaron al ataque. Todos metieron la pierna, ninguno perdió el sitio, todos mantuvieron la sangre caliente y la cabeza fría y por ello se lo agradecemos, por ello nos descubrimos ante su partido.

Y, por delante de la media, los dos protagonistas.  A los dos los mantuvo Simeone, como hiciera contra el Espanyol en inferioridad, y entre los dos dejaron claro que son importantísimos tanto para obtener ventaja como para mantenerla. Falcao marcó un gol de delantero estrella a excelente pase de Diego Costa tras un desmarque portentoso y remate asesino; Diego Costa marcó un golazo que solucionaba muchos problemas tras una maniobra de mucha calidad y un tiro ajustado. Entre los dos pudieron hacer hasta otros tres o cuatro goles, entre los dos mantuvieron al Sevilla más pendiente de no encajar que de marcar, más pendientes de guardar la ropa que de nadar.

Y si entre los dos consiguieron echar al Sevilla atrás y alejar el balón de Courtois, Diego Costa consiguió forzar 8 faltas y dos expulsiones y de paso desquiciar a todo el equipo contrario. Y eso que Diego Costa pareció ayer más comedido que en muchos partidos, o al menos esa impresión dio por la televisión. Aún así, medio equipo rival pasó buena parte del partido buscando pelea, como siguiendo instrucciones para sacarle del partido, quizás buscando una reacción violenta que no llegó, al menos a ojos de los que no estábamos en el campo.

Diego Costa ha generado una fama de conflictivo que no es injusta que parece haberle convertido en una buena coartada para malas actuaciones rivales; en el caso del Sevilla, equipo que tiene una tendencia excesiva a incendiar partidos que no necesitan fuego, eso pareció. Medel, jugador excelente pero con poca autoridad moral para dar lecciones de comportamiento, acabó expulsado tras iniciar un jaleo con Diego Costa como protagonista; se fue enfurecido y sobreactuado, rompiendo sillas y agarrado por su entrenador, como clamando al cielo por la injusticia de tener que jugar contra un jugador peleón, él, sí, él, Medel. Lo mismo le pasó a Kondogbia, a quién quizás se le pueda disculpar por su juventud, pero que de ser el que suscribe su entrenador se iba a acordar muchos años del error de ayer. Negredo,  muy gris en los dos partidos, terminó por decir poco menos que la culpa de todo la tiene Diego Costa por provocador. Fazio le puso de vuelta y media a ojos de todos en cada corner, y hasta Rakitic, tipo frío y con aspecto de no haber robado nunca un donut, pareció irritadísimo por culpa del brasileño. Muchos parecen señalar a Diego Costa también como culpable de la muerte de Manolete, del asunto de los sobres de la calle Génova y de la desaparición del bar tradicional español y su sustitución por insulsas franquicias de aire mediterráneo y nombre saludable. Es difícil no acabar pensando que a ciertos jugadores les es más fácil señalar a Diego Costa como el representante del Maligno en la Tierra antes que asumir sus propias malas actuaciones.

Y es que últimamente se diría que Diego Costa es algo así como el Yoko Ono de los equipos que pierden contra el Atleti, la verdadera razón de cualquier contratiempo y a la vez el maquillaje que cubre la propia miseria, el clavo ardiendo al que agarrarse cuando las cosas no van bien, el disolvente universal. Entre tanto, Diego Costa crece como jugador mientras sus rivales se pierden en pedir justicia divina para justificar errores. Bien saben los que siguen estas plúmbeas páginas que no hay nadie más crítico que el que suscribe cuando Diego Costa ejerce de macarra de bolera, una actitud del todo aborrecida en estos lares; eso sí, no parece esta vez la ocasión propicia para defender que Diego Costa fuera el demonio que ha intentado pintar alguno sobre el marcador de ayer, para disimular otros elementos. 

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El Atleti llega a la final de Copa tras dejar atrás a un buen equipo con excesivas malas pulgas, nocivas para sus propios intereses en la humilde opinión del que suscribe. La clasificación, cree uno, es además justa viendo no sólo la eliminatoria sino el resto de la temporada. Produce muchísima pereza pensar en lo que queda por delante, en las semanas de hagiografía cansina sobre el otro finalista, en los rumores que empezarán en breve sobre el inminente fichaje de las figuras del Atleti por el otro equipo grande de la capital. Pero produce aún más rabia la falta de respeto hacia el partido de ayer, hacia la entidad del rival, hacia el partidazo y el ambientazo del Pizjuan, hacia el Atleti, el Sevilla y los aficionados de ambos.

Un poco más de respeto, oigan, y quédense Vds con su clásico y sus complejos en un rinconcito, sin molestar al resto.

17 comentarios:

Jose Ramón dijo...

Muy de acuerdo con lo de los comentaristas.
A los dos minutos opté por quitar el sonido.
Lamentable realización (por otra parte) con innumerables e irrelevantes repeticiones que impedían ver el partido.
Que es de lo que se trata, pero que algunos parecen desconocer.
Fantásticos (efectivamente) los desmarques de Falcao.
Lo hace tan bien, que parece hasta fácil.
(y no lo es)
Por último, por poner una pega, Juanfran sigue empeñado en "cerrar" demasiado.
Lo que crea muchas oportunidades a sus espaldas.
Otra final.
(oigan)
Otra alegría y otra posibilidad de alegría enorme.
A ver si hay suerte.
Por mi parte y seguro que por la de todos, confianza ciega en el equipo.
Vamos allá.
Vamos a por todas.
Vamos a ganar.

Vicente dijo...

Ahora lo leo.

¡Sabia que nos podia fallar!.

Gracias

cdelrui dijo...

Yo, D. Carlos, normalmente mezclo radio y televisión para ahorrarme a los imb... de los comentaristas de la "cadena amiga" y filiales. No es que en la radio haya excelencias, pero vamos, al menos no acabo cabreado como una mona.
Pero claro, la radio tiene su aquel también, no se crea. Por ejemplo, la COPE no retransmitió fuera de Madrid y Sevilla la "otra semifinal". Es que la prioridad era la política, me contestaron via Twitter. ¡Toma ya!.
Esto de la prensa se ha salido de madre, sin duda...
¿El partido?. Bien, gracias. Todo el nervio previo se reposó en 5 minutos, con lo cual quedó un trámite copero de lo mas relajado.

Buenos dias.

ISMAEL dijo...

Y la gran actuación de Jozean, que nos iba a eliminar prácticamente el solito....
Indignante narración. Y ridícula.
(lo de este hombre, el Cholo, es asombroso: Cómo salió el equipo de enchufado!!!. Plas, plas).

Vicente dijo...

Enorme, D. Carlos y siempre aportando cosas e ideas que a muchos nos rondan por la cabeza.

Creo que su idea de hoy pidiendo por una unión de aficionados frente a los equipos sobre los que gira la estructura deportiva del país, es definitiva y definitoria de la situación en la que nos encontramos. Creo que el enemigo es común a todos. El problema son los representantes de nuestros equipos que son autenticas marionetas del entramado. Porque si ya hasta Kiko intenta aparentar que no ha jugado en el At. de Madrid estamos acabados.

Ahora, la tarea fundamental que tiene el Cholo va a ser controlar todos los ataques que por tierra, mar y aire va a recibir el equipo, si fuera un combate cuerpo a cuerpo entre dos ejércitos, no me cabe duda que saldría(mos) victoriosos, pero esta batalla va a ser mucho más difícil porque intervendrán servicios de desinformación, ataques suicidas y traiciones personales. Entre todos tendremos que ayudarle y no dejarnos llevar por cantos de sirena que lo único que pretender es que a algunos no se les caiga el chiringuito que tienen montado.

Porque yo quiero que mi hijo vea, ya siente, que ser del Atleti merece la pena y que muchos han luchado y sufrido por hacer que esto sea así. Aunque otros lo tienen más fácil no creo que disfruten tanto como nosotros.

Cristian Vieri dijo...

Oiga, don Carlos, en lugar de nombrar a los enfermeros como"el otro equipo grande de la capital", ¿no podría mentarlo algo así como el equipo monstruoso o el equipo pagado de sí mismo de la capital? Es que ya cansan, oiga. (Sugiero).

felipe dijo...

Es muy difícil encontrar comentaristas que sepan aislarse de la realidad futbolística patria y narrar un partido por televisión. Desde que el comentarista, perdón no recuerdo su nombre (¿Díaz?), que hacía los partidos de la liga inglesa en la 2 dejó de narrar partidos suelo quitar la voz o escucharlo en idiomas de raiz eslava mucho más sano para disfrutar del partido sin enfadarte.
Sobre el partido de Filipe, estoy de acuerdo con usted, y he visto pocos comentarios sobre su gran actuación.
Gran crónica y un aplauso a esa llamada a la cordura en el comportamiento de las aficiones que empieza a pasar de castaño oscuro.

Carlos Fuentes dijo...

Filipe otra vez fantástico ayer, no?

Emilio dijo...

Filipe, amén de su excelente estado general de forma, tiró ayer un par de túneles que han hecho plantearse a los responsables de Fomento la necesidad de asignarle a dedo una plaza de asesor interino...

Vicente dijo...

A mi me sorprendieron los silbidos al Atleti en la parte final del partido por parte de los aficionados malacitanos reclamando mas brio a nuestro ataque con el Malaga encerrado en su campo... Parece que el entrenador y jugadores rivales daban por bueno quedarse a 15 puntos del 2º clasificado.
Seguimos en la pomada y yo creo q ahora veremos pinceladas de lo que el equipo puede dar de sí el proximo año con los Saul, Oliver, Manquillo...
Si me llegan a decir hace 10 dias despues de la eliminacion de la EL que en liga ganabamos al Español y empatabamos en Málaga (que pena el último corner) y eliminabamos al Sevilla, yo habría firmado.

Jose Ramón dijo...

Muy bien Filipe y muy bien Mario.
Partido serio.
(como de costumbre)
57 puntos en 26 partidos.
Muy bien.
Buenos días.

Libros Mondo dijo...

Pues yo me acosté cabreado como una mona. ¡Voto a Bríos! Que dos puntos perdidos más tontos por no hacer sangre de un equipo ridículo como el Málaga, aculado en tablas desde el minuto 1 en su estadio. El Oporto les mete tres y este año se quedan fuera hasta de la EL.
Y encima nos quieren colocar a la jubilada canosa gabacha esa por 5 kilos en lugar de repescar por idéntico precio a Camacho.
Menudo repaso le metieron ayer al Tulalán ese entre Mario, Arda y Koke. Al margen de que debió ser expulsado.

Libros Mondo dijo...

Ya se me ha pasado el cabreo. Con dos tapitas y la lectura de una entrevista excelente. Esta de aquí:

http://www.thekidtorres.com/2013/03/entrevista-maria-jose-navarro_4.html

Fran Omega dijo...

La entrevista es un compendio, ¿verdad?. Todos los valores y sentimiento atlético en los que creemos, y que seguimos en este lugar -sin ir más lejos- ahí concentrados. Ole.

Libros Mondo dijo...

Siempre robando. Qué asco.

Jose Ramón dijo...

Vamos a ver si hay suerte y el Cholo se queda hasta el 2017.

Jose Ramón dijo...

Partidazo en Old Trafford.
De Gea salva al ManU en el 90.