Si servidor de Vds, a
quienes Dios guarde muchos años, fuera del Barcelona (que ni lo es ni admite
sospecha alguna ni mucho menos cualquier chistecito al respecto), habría
disfrutado cada minuto del ambiente previo al partido de ayer en los
alrededores del Calderón. Si servidor hubiera venido de Barcelona, Málaga,
Pontevedra o la Guindalera
para ver cómo mi equipo se enfrentaba al otro líder, al del Manzanares, habría
sido feliz viviendo ese ambiente de partido grande de Liga, no de Copa, no de
eliminatoria europea, no de final de torneo si no de Primera División de la liga,
algo que casi no recordamos desde aquél día del Doblete frente al Albacete.
Si servidor fuera del
Barcelona, que ya les digo yo que no pasará nunca, habría paladeado cada minuto
por las calles de Madrid, cada caña por la Latina y la calle Toledo. Habría contado las
muchísimas bufandas rojiblancas que se veían por la zona desde la hora del
aperitivo y habría tomado bacalao en Revuelta y callos en Casa Paco. Ya de
paso, habría tomado vermouth de grifo los bares del barrio, comparando el
dulzor amargo de cada uno, el exceso o cantidad adecuada de hielo, si se sirve
con seltz o (mal menor pero no admisible como regla) con un poco de Casera, si
la proporción es la adecuada, si ponen o no rodajita de limón o de naranja, si
el vaso es pequeñito y alto o bajo y chato. Si servidor fuera del Barcelona y a
esas alturas se hubiera mantenido en pie, habría ido hasta el bar de los Caracoles
que hay cerca de Puerta de Toledo y ahí habría pedido un vasito del caldo que
hierve en el puchero de la barra y habría probado el raro vermouth blanco de
grifo que sirven ahí, tentación peligrosa para el aficionado atlético que,
presto a hacer la gracia, tiende a invitar a rondas alternas, ¡una de vermouth
rojo! ¡ahora una de blanco! ¡otra de rojo, como las rayas del escudo!, y así
hasta perder uno la conciencia de cuántas se ha bebido por aquello de ser fiel
a los colores en las barras de los bares, que al final es de lo que se trata.
Si servidor, una vez
probados cuatro, cinco vermouths y alguna caña para desengrasar, con tiempo
entre unos y otros para no venirse abajo y cantar Asturias Patria Querida demasiado pronto y aún siguiera siendo del
Barça, uno habría buscado una terraza para tomar café y quizás un licorcito y
comentar la jugada y seguir viendo gente y gente vestida de rojo y blanco que se
sientan en grupos grandes y piden sillas que sobran al resto de mesas y también
piden café solo, café cortado, un pacharán con hielo, un gin tonic de esos
modernos con fresas y cosas dentro o un pelotazo tradicional sin mucha
negociación con el camarero. Si servidor hubiera sido de Barcelona, a estas
alturas ya el Barça, me van a permitir la confianza, habría hablado con mis
compañeros de viaje del inmenso placer que es tener un estadio cerca de la zona
vieja y con personalidad de la ciudad, del privilegio gigante que supone ir
andando al fútbol desde la zona monumental del centro histórico, parando de café
en café, rodeado de gente que va o no va al fútbol pero que vive la calle en
festivo entre periódicos y sillas metálicas de terraza y habría dado por
finalizada la conversación de este primer asalto pre-partido comentando con mis
correligionarios que a quién cojones se le puede ocurrir cambiar de estadio e
irse a la otra punta de la ciudad a un barrio nuevo que pega con una autopista,
teniendo una joyita como el Calderón en la parte de la ciudad en la que más se
puede disfrutar de un día de fútbol. Y, al ser del Barça todos los demás
compañeros de mesa, alguien probablemente habría dicho “eso es cosa del Cerezo y el Gil ese, ya sabes” y el resto habríamos asentido con la cabeza y habríamos
dicho pues sí, eso es en el fondo, un tema de pasta gestionada de forma turbia,
ya sabemos como es esto, a la gente al final que les den pomada, vaya error
monumental sería irse de este paraíso para el hincha a un campo con pista de
atletismo, vaya error y vaya sinvergonzonería.
De haber sido del Barça,
el que suscribe habría bajado andando por la calle Toledo un par de horas antes
del inicio del partido, tomando el aire y mirando por el móvil las últimas
novedades sobre la alineación, comentándolas a voz en grito con los demás
compañeros de viaje y, ya de paso, con los aficionados del Atleti que bajaban
por la misma acera, como de hecho ocurrió, qué cosas. Habría mostrado sorpresa
por ver una alineación sin Neymar y, sobre todo, sin Messi, y habría escuchado
a los colchoneros que, bajando por la calle al mismo ritmo que el grupo, decían
que en cualquier caso acabarían saliendo los dos una vez pasada la hora de
partido quizás, cuando el desgaste físico del Atleti fuera alto. También habría
escuchado a los que, al saber que no salía Raúl García sino Villa afirmaban que
el Atleti iba a jugar con diez, diez y cuarto a lo sumo, visto el bajísimo
estado de forma del asturiano, su contribución limitada, su físico limitado, su
falta de confianza. Si servidor hubiera sido del Barça también habría
comentado, como hicieron los del Barça, que ya en sus temporadas en Barcelona
mostró un físico en declive y un juego con cada vez menos chispa, fruto del
paso del tiempo y de una lesión durísima, algo en el fondo normal y poco
criticable.
De haber uno sido
aficionado del Barça, habría disfrutado con el paseo camino al estadio, con la visión
de los ríos de gente vestida de rojo y blanco entre los que flotaban bufandas y
camisetas azulgranas como si tal cosa. Me habría quizás maravillado del
ambientazo previo, del olor a partido grande e importante y, a la vez, de la
perfecta convivencia de locales y visitantes, del ambiente de respeto mutuo, de
interés mezclado con un punto de admiración de cada uno con las cosas del
equipo rival. Habría tomado una cerveza más, quizás dos, aprovechando para
charlar con la gente del Atleti y habría hablado, como ocurrió por todas
partes, sobre cómo los locales veían al equipo visitante y cómo la gente del
Barcelona veía al Atleti, cómo el equipo de unos daba miedo al de los otros y
al revés.
Tras charlar y charlar, de
haber sido uno del Barcelona uno habría enfilado el estadio y habría hecho la
cola monumental que se formó ayer delante de todas y cada una de las puertas,
habría puesto el código de barras de la entrada en esa posición nueva que tanto
confunde a los socios de toda la vida, y habría encarado el vomitorio, camino
al asiento, tras alquilar una almohadilla roja de esas que meten en unas cosas
que parecen nasas para langostas. Habría subido por la grada, habría buscado la
localidad, habría pedido perdón y perdón y perdón a los que ya ocupaban la suya
para poder llegar a la mía y, finalmente, habría saludado a vecinos de derecha
a izquierda, como ocurrió en muchos de los asientos del Calderón el día de
ayer. Hola buenas noches, habría dicho, y posiblemente me habrían respondido
hola, buenas noches, Vd no es de los fijos en la zona, ¿es Vd del Barça? y ahí
habría tenido que decir que sí, de haber sido uno del Barcelona. Habría
escuchado a los vecinos de localidad decir cuánta gente nueva hoy, no conocemos
a nadie, qué cosas, qué ambientazo hoy. Fíjese esos japoneses, fíjese ese grupo
de ingleses embrutecidos, fíjese en estos de aquí. ¿De dónde son Vds?
¿Colombianos? Hombre, por Dios, qué alegría, desde que se fue Falcao y el bueno
de Perea como que ya no vienen tantos colombianos al estadio. ¿Y Vds de dónde
son? ¿Turcos? ¿Son Vds turcos? Hombreee qué bien, no es bueno el turco ni nada,
no es bueno el turco, habría escuchado uno de haber sido del Barcelona y
también de no haberlo sido.
Si uno fuera del Barça
habría estado nervioso justo antes de empezar el partido, dudando de si el
equipo visitante, el propio, el que tantas alegrías ha dado a su afición y
tantos partidos memorables ha firmado, sería capaz de enfrentarse a la fiera
máquina local con sus ligeras armas tradicionales. De haber sido uno seguidor
del Barcelona habría dudado si la refinada tropa de élite de mi equipo, formada
por estilistas con aires de bailarín, armados con floretes y dagas con
pedrería, sería capaz de hacer frente al rotundo equipo local, un regimiento de
portentos físicos armados con mazas, hachas y bolas de esas con pinchos que
venden en las tiendas de souvenirs de Toledo que se mueve al unísono al grito
de un tipo con el 14 a
la espalda. Como seguidor del Barcelona, si lo fuera, habría tenido la misma
sensación que el resto de culés que poblaban la grada: una tensión permanente,
una continua necesidad de mirar el terreno de juego y el marcador sin perder un
ojo de ninguno de los dos, ganas de que acabara ya el partido, ganas de que no
acabara nunca.
De haber sido uno seguidor
del Barcelona, habría quedado impresionado con el partido que hizo toda la
defensa local, con la sincronía de los centrales y el repertorio casi
interminable de Filipe Luis. Habría presumido también, claro está, del partido
de Piqué, la facilidad de Cesc y Busquets y la velocidad de Pedro, pero no
habría podido evitar rendirme al partidazo de Arda Turan, el mejor sobre el
campo, el más fino y confiado, el autor de un control con el exterior del pie
que, por más que uno lo ve y lo ve, no se explica cómo pudo hacerlo. Habría resaltado
el cansancio que muestra Koke tras tantos partidos, el asombro por ver el
empaque de algunos jugadores que nunca hubiera considerado idóneos para jugar
en la millonaria plantilla del Camp Nou y la enésima demostración de ambición y
poderío de Diego Costa, forzando una y otra vez a Piqué a hacer un partido
excelso. Todo esto habría reconocido uno de haber sido seguidor del Barcelona.
Como seguidor de
Barcelona, de haber sido uno parte de esa afición, uno habría vivido el partido
con la intensidad que las dos aficiones lo vivieron en la grada, con la
mandíbula apretada buscando agujeros en las líneas rivales que simplemente no
existían. Habría respirado tranquilo cada vez que el balón le llegaba a Villa,
la excepción en el equipo, desenfocado desde el inicio de la liga, y habría
aguantado la respiración al ver salir a Raúl García, y más aún viendo cómo
desde su salida los balones que merodeaban el área de Valdés se quedaban ahí más
tiempo. Habría recibido con alegría la salida de Messi y Neymar para comprobar,
un rato más tarde, que ni uno ni otro cambiarían la dinámica del partido, es
decir, el hecho de que el que sería mi equipo si servidor fuera del Barcelona,
no tiró a puerta en todo el partido, y van ya casi tres seguidos contra el
Atleti, a pesar de tener en nómina a varios de los mejores atacantes del mundo.
Si uno fuera del Barcelona
habría celebrado el resultado apretando el puño al oír el pitido final,
pensando que se había conseguido un empate en una plaza casi inexpugnable,
defendida por una guardia entrenada y ambiciosa que no dejará escapar muchos
más puntos si las cosas siguen así. De haber sido uno del Barça, recordaría un
día precioso de fútbol en un estadio imponente en el que se pueden llevar los
colores del equipo propio sin que pase nada, a pesar de algunos cánticos poco
respetuosos con el rival y con la concordancia de género entre sujeto y
predicado. También habría recordado un auténtico partidazo, quizás no vistoso
pero sí bueno, quizás no brillante pero sí intensísimo, quizás poco comercial
pero sí para los muy aficionados. De haber sido del Barcelona, del Atleti o de
cualquier otro equipo, a uno le habría entrado la risa al escuchar cómo
populares comentaristas radiofónicos de esos que basan su oficio en contar
chismes de los equipos grandes y en confundir buen fútbol con regates ciclistas,
brillantez con goles y calidad con altos precios en los fichajes, decían que el
partido fue un tostón y una tristeza. De haber sido uno del Barcelona, en fin,
uno estaría muy orgulloso de su equipo, muy contento por haber conseguido
puntuar en el Calderón, feliz por haber vivido el partido en directo desde la
grada del Manzanares, todavía cansado por haber vivido en directo un choque de
trenes, de estilos, de buenos equipos de fútbol.
Pero resulta, quizás lo
intuyan Vds, que uno no es del Barcelona sino del Atleti, y que por eso mismo
no celebró ni mucho menos el pitido final. Servidor de Vds quizás pensó que el
empate fue un resultado justo pero no satisfactorio, que con un delantero un
poco más incisivo el Atleti debería haber tirado más a puerta, que el partido
de Arda Turan merecía que ese remate suyo de media tijera hubiera acabado en
gol. Pero sobre todo, al ser uno del Atleti, al acabar el partido estuvo mucho
más orgulloso de ver el equipazo que ha montado el Cholo que cualquier seguidor
de cualquier equipo millonario, y está aún impresionado por la solidez del
grupo, aún cansado por el despliegue físico y la intensidad del partido, aún
asombrado por una primera vuelta con cincuenta puntos.
29 comentarios:
1)Hola a todo el mundo
2)Totalmente de acuerdo, muy orgulloso el equipo, se escaparon vivos
3)Que bueno es el turco, si alargan la pantomima esa del balón de oro (gracias a dios que no) le gana al bueno, al feo y al cristina
4)Veo un gran dominio de los bares pero escasas citas vinicolas. Ninguna mención a las garnachas sobre suelo granítico, a la Graciano o a la Albillo. Todo ello en la D.O. vinos de Madrid. Ya lo he dicho, masancren sin consideración mi persona svp.
1) He perdido la cuenta del bebercio después de cinco vermouths, unas cuantas cañas, un licorcito, un pelotazo tradicional y otro par de cañas. Cerrando los ojos he llegado a pensar que la crónica la hacía un señor de Onteniente... Pero no.
2) Para mi gusto, los mejores del partido fueron Gabi y Tiago por los locales y el Jefecito por los visitantes.
3) A bote pronto, me parece que hacía veinte o veinticinco años que no veía al Barça preocupao (por no decir asustao) por su visita al Vicente Calderón.
4) Sólo tres equipos en la Historia de la Liga han hecho una primera vuelta así: el Barça de Tito, el Barça de Martino y el Atleti de Cholo.
5) Para todo lo demás: lo que diga el Maestro.
6) Forza Atleti!
Si yo hubiera sido del Barça y hubiera vivido todo lo que ud. cuenta, el sábado me habría hecho del atleti.
Mi muy querido y admirado don Dueño, adláteres and comando (me mondo) libros luego los mondo:
¿Dice ud que la previa dipsómana le achispó el juicio?
¿Invirtió su papel de indio fino por la de señor de Palafrugell en misión comercial de dispositivos ergo porteros automáticos?
¿Hubiera sacado ud unos rovellons para celebrar tan parco resultado?
¿Tendría la bondad de compartir ud las magras ligas de la Randall con la cesión de un gofio Pedrito?
Estuve buscando a don Josep Sazatornil por el Calderón mas solo encontré mucho loden descolorido y bigotillo Gable andante.
Nos consolaremos con la victoria del segundo equipa grande de la capital ante semejante Barcelona.
Póngame a los pies de su señora, y cuidado con la sopa.
Un Placer
Buenas noches: Primero de todo, algarabía por encontrar aquí a Benson. Sabe que se le quiere. Aquí y en Elche.
Simeonía.
Dícese de la compra o venta de las cosas espirituales de Simeone: partido a partido, honrar la camiseta, el esfuerzo es innegociable, el equipo está por encima de todos...
Y nosotros se las compramos todas.
Segundo: Tiene Vd razón. Don Dueño es poco de vino, aunque el sábado degustó un Malbec argentino en honor al Mesías. Santa Julia, para ser exactos. Ya me dirá qué opina del Malbec.
Tercero: Estoy de acuerdo con Mondo, sobre todo en lo de Gabi y Tiago. Hoy me decía un amigo del Barça: "Es increíble. Yo veo a Busquets y enfrente veo a Gabi y a pesar de las diferencias de calidad cuando llegas a casa tienes pesadillas con ese perro de presa".
Cuarto: Don Mondo, está claro el asunto. Diegopablo. Póngame a los pies de la bella Rose
Quinto: encantada Sr Xammar. Un saludo a Don Vicente.
Sexto: No cometerás actos impuros. Ah, no, que esto no es aquí...
¡Cuanto se echan de menos esos comentarios de rompe y rasga!
Diegopablo rules.
Igualmente a Ud. Dña Manchego. Estoy viendo el partido del sábado. Llegando al descanso. ¡Vaya primera parte!
Lo que pasó el sábado es que el atleti confirmó un cambio de estatus. Ahora pertenece a ese reducido numero de equipos que aspira a ganar las competiciones que disputa. Que siga.
La verdad es que Gabi es uno de los culpables de la marcha del equipo. Qué bien le vino el Erasmus ese que hizo en Zaragoza!
No sabía que era devoción lo de este bloj por la Malbec. A ver si tras Australia (hablamos del lejano junio donde la lógica dice que debemos ser campeones de algo) me acerco a verles botella en mano de Cahors la zona de Malbec Franchute.
PD: Piensen que a día de hoy Richard Nuñez y Messi están empatados en cuanto a meritos para el balón de oro 2014.
yo con lo del balon de oro, como que no puedo.
Saben uds si el Francisco Aguilar de Guatemala es el mismo de el de España?. Es que vota distinto...
¡Viva Saza!
¡Viva Ciges!
¡Viva Turan!
50 puntos.
(oigan)
¡Que barbaridad!
Pues miren que no me pongo yo en situación de simular ser del tramposo catalino...
Por algo el maestro es el maestro.
¿loden y bigotillo?
Acojonante el equipo. Una vez más. Y, de nuevo, partidazo de Tiago.
Y otra vez la puerta a cero.
En 31 partidos, 17 goles en contra.
(oigan)
Y las rotaciones?
Eso es también lo que me preocupa a mi, Dottore.
Esto es lo que nos queda:
Enero: Liga Sevilla y Rayo (Vallecas). Copa: Athletic o Betis. Ningún miércoles libre.
Febrero: cuatro partidos de Liga en fin de semana. Tres miércoles con partido: semifinales ida y vuelta de Copa (si se pasa) además del partido en Milán.
Marzo: Seis partidos de Liga (¡seis!, uno de ellos en miércoles) y, además, la vuelta de Liga de Campeones.
Abril: cuatro partidos de Liga y, si pasamos eliminatorias, la ida y la vuelta de cuartos y de semifinales en la Liga de Campeones. De propina, el último miércoles libre la Final de la Copa del Rey.
A este ritmo, Costa, Gabi y Koke no llean. Tiago fallece antes.
Forza Atleti!
(E buon giorno)
tremendo Tiago, desde luego. Me gustó mucho Filipe Luis, también Gabi y Raúl, que hizo un segundo tiempo tremendo. Me gustó poco que el equipo se metiera tan atrás, pero quizás tenga que ver con el agotamiento que se empieza a notar entre algunos jugadores fundamentales.
Del Valencia, que me gustó bastante menos que en la ida, me llamó de nuevo mucho la atención Mathieu, que me parece un jugadorazo. El partido de liga allí será complicado complicado.
Pasado el partido del Sevilla, esperemos ver recurrentemente en partidos menores de liga a Aldecoa, Guilavogui, Mario Suárez (si es que vuelve), Cebolla, Manquillo, Sosa y Raúl o se nos muere medio equipo de agotamiento. Filipe Luis me preocupa en este aspecto, que es el que menos repuesto tiene.
Parece que Cholo-Mono apuestan por las rotaciones por sanción: ante el Sevilla tenemos siete apercibidos de sanción si ven amarilla, siete: Godín, Juanfran, Filipe, Arda, Diego Costa, Koke y Tiago.
Pues al final lo de las rotaciones veremos, pero mientras no haya un problema/riesgo de lesión tampoco parece fundamental, jugamos contra el Sevilla el domingo y hay tiempo de descanso de sobra.
Ayer lo que hubo fueron unos desajustes defensivos en los minutos que apretó el Valencia pero si hubiera entrado el chutazo de super-RaulGarcia habrían quedado en nada.
Las explicaciones en rueda de prensa así lo atestiguan, centraditos y apretados ajustamos bien y nos cansamos menos...
Entre quien entre, debemos seguir así y los cambios (para defender) en el transcurso del partido yo creo que al Cholo no le convencen.
El mayor problema es como sustituir a Diego Costa (ya lo dijo Gabi...)
"Boogie Woogie" -> Guilavogui
"Sacalo otra vez" -> Sosa
Seguro que al señor Señora le gusta mucho el tal Sosa...
Yo no quiero se muy caustico (cuñao), pero la primera impresión es de petardo gordo.
De corner ni la llega. No digo más.
Esa alegría buena!
Algo muy raro está pasando en el cluzz: la claúsula de rescisión (más conocida como PVP) de Jorge Resurrección Merodio asciende a 60 millones de euros. ¿Por una vez hacen algo bien o, como siempre, debemos temernos lo peor?
Señor Cabila,
Veo su chiste malo y aumento.
Me confieso Sosista. Sabe pararse un balón y tiene eso que llaman ahora carácter (básicamente huevos, por eso le gusta al Cholo). De todas formas si sale rana sus aceitunas son mucho mejores que la del tal Manzanilla (acantacandemorenau).
Ando por Bayona y no puedo dejar de recomendar la Pera Williams de domaine Brana. Que cosa más rica!
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