1974
Hace 40 años, en
1974, cuando el Atleti jugó su primera final de Copa de Europa, uno era un niño
chico. Quizás les sorprenda a Vds que uno haya sido alguna vez un niño chico,
pero así fue durante unos años, precisamente aquellos. Uno, rubio, con el pelo
a tazón y camiseta del Atleti puesta durante todo el verano, era demasiado
chico para acordarse con precisión esa final aunque sí tiene recuerdos de ella.
Los recuerdos son vagos, confusos y giran en torno a una televisión en blanco y
negro en una habitación pequeña de una casa de la sierra de Madrid, lo que
sugiere que aquél día de San Isidro era, como ahora, festivo. Los recuerdos no
incluyen más que imágenes deshiladas, sueltas, fogonazos aquí y allá; también
nombres, algunos confusos, uno muy claro, Gárate. De Gárate sí se hablaba en
casa, aunque poco, y se siguió hablando durante unos años.
Con el tiempo,
uno investigó sobre ese equipo al que el propio presidente bautizó como el
Pupas, echando así sobre los hombros de un equipo de leyenda un mote molesto
como los vecinos del lado Norte de la ciudad, irritante como los tertulianos
deportivos, pesado como el plomo. El Atleti ha cargado con el Pupas desde entonces
como el protagonista de Basket Case
cargaba con su hermano maligno en un canasto, a disgusto a pesar de ser parte
de la historia, a regañadientes a pesar de venir el apelativo del Presidente
más importante del Club. Y eso que incluso
una parte de la afición parece sentirse cómoda con la maldición patrocinada
desde el palco, rebozada en una coartada histórica para así desatender la
realidad terrible del club durante los años negros en los que la identidad estaba
perdida en un denso bosque de manzanos y maniches. El Pupas, el maldito Pupas,
ese mote desacertado para un equipo, el del 74, que pudo ser cualquier cosa
menos un Pupas.
Al Atleti del 74
le entrenaba un argentino, el Toto Lorenzo. En él jugaban Reina, Pacheco y Rodri, Panadero
Díaz, Ovejero y Cabrero, Heredia, Benegas y Capón, Alberto, Eusebio y Quique,
Adelardo, Luis y Melo, Salcedo, Ufarte y Becerra, Irureta, Ayala y Gárate. Ni
más ni menos, oiga, ni más ni menos.
Entre los nombres
recién mencionados, algunos de los mejores jugadores de la historia del Atleti,
varios ídolos de infancia del que suscribe y también de sus más próximos.
Jugaba Reina, el portero de jersey verde que uno quiso ser aquél día que jugó
de portero y que aún quiere ser Jorge Lera. Jugaba Panadero Díaz, en cuyo honor
el que suscribe co-fundó una peña atlética en Bruselas que responde al
combativo nombre de Frente de Liberación Panadero Díaz (con su correspondiente
escisión disidente, como está mandado: el MLPD, Movimiento de Liberación
Panadero Díaz – Frente 25 de Mayo, surgida tras el Doblete y la vuelta de la emigración).
Jugó Ovejero, que años después echaría abajo una portería en Zaragoza de una
embestida, y jugó Capón, con ese bigote que, junto al de Leal (con su vendaje),
nos dio ganas de tener bigote cuando teníamos 7 años. Jugaron Alberto y
Eusebio, cuyos nombres uno confundía de chico y no sabía quién era quién, y
jugaba Adelardo, el jugador que más veces ha defendido nuestra camiseta, para
muchos el emblema del Club durante muchos años. Jugó Ufarte, a quien el que
suscribe dio la mano hace unos años y le invitó además a una botella de vino,
escapándose luego del restaurante por vergüenza, para no recibir las gracias de
un tipo al que siempre le estará uno agradecido. Jugó Becerra, que uno no sabe
si se escribe con c o con z, que murió demasiado joven pocos años después, y
jugó Irureta, siempre tan caballero con el Atleti, siempre recordando en sus
años como entrenador todo lo que le enseñó el Club. Jugó Ayala, nuestro ídolo
melenudo de niños, el Ratón, el más rápido, el más eléctrico, el dueño legítimo
del nombre de cierto perro ratonero que cierto día en Albacete, desde la grada,
saltó al campo durante un partido que el Atleti jugó allí - camiseta rojiblanca
y el número 11 a la espalda - persiguiendo una bola hasta que fue reducido por
la fuerza pública ante su negativa a abandonar el terreno de juego sin el balón
en la boca. En ese equipo jugó Luis Aragonés, ese tipo único, enorme, el que
volvió al Club para sacarlo de Segunda, el que dijo a un árbitro que no pisara
el escudo, el que rompió la pizarra en el vestuario antes de la final de Copa;
el tipo de más influencia en el fútbol español, el que vio lo que nadie veía y
fue apartado de su obra de arte cuando más fácil era todo, nuestro referente,
nuestro guía lleno de defectos y virtudes, nuestro espejo, el Atleti hecho tipo
con patillas, cigarrillo y pelliza.
Y en ese equipo jugó
Gárate. Gárate, el tipo que uno querría ser.
Nunca el Club ha
hecho un homenaje a ese equipo maravilloso que llegó imbatido a la final de
Bruselas del 15 de Mayo del 74 para toparse con el mejor Bayern de Múnich de la
historia, el equipo de Beckenbauer, Maier, Muller, Hoeness, Breitner y el
maldito Schwarzenbeck, la columna vertebral del equipo que
luego ganaría el Mundial para Alemania unos meses después. A ese equipo que fue
superior a los alemanes durante el partido y se adelantó con un gol de falta de
Luis Aragonés, celebrado antes de entrar por el propio Luis con un salto
batracio para la historia. Ese equipo que vio cómo, ya en el descuento, el
rival empataba gracias a un gol marcado por un jugador que nunca marcaba y
perdía en la repetición del partido dos días después ante una plantilla mucho
más física que se encontró con el regalo de un partido extra que no mereció y
una copa que vive en Munich cuando debería vivir en Madrid.
Si alguien viendo
esa alineación puede pensar en un equipo perdedor, que abandone el local. Si
alguien piensa que ese grupo heterogéneo en el que convivían argentinos
aguerridos y brasileños de juego floreado, extremeños recios, madrileños
castizos, vascos de pedigree, asturianos de raza y un paraguayo orgulloso de
llevar los colores de su equipo nacional no era un equipo de leyenda, que
abandone la lectura, la ciudad, el país. Si algún insensato no ve en este grupo
de melenudos, bigotudos, sobrios jugadores pelicortos y un gentleman de
Eibar - en palabras de uno de los
talentosos Olivares (no recuerdo cuál), “un equipo que eran los Beatles y los Rolling Stones a la vez” – el reflejo
del propio Atleti todo, de su grada y de su historia, que llame a un
especialista.
Nunca ha recibido
ese equipo maravilloso el homenaje público que merece. Y, con 40 años de
retraso, ya es hora, oiga, ya es hora.
_____
2014
Cuarenta años después
de la semifinal de Glasgow, recordada por los aguerridos escoceses como una
batalla campal y por los aficionados del Atleti como el partido en el que el
Atleti vistió con preciosa camiseta roja de puños rojiblancos y sufrió tres
expulsiones (no del todo injustas, oiga) por indicación de Babacán, un árbitro
turco con nombre de malo de novela de aventuras (incluso como “El Malvado
Babacán”), el Atleti se plantó en Stamford Bridge, estadio del Chelsea, con la
misión de hacer la machada que 40 años antes habían hecho nuestros ídolos de la
infancia y meter al equipo en la final.
El Atleti que fue
a Stamford Bridge, líder de la liga española, invicto en Champions y orgullo de
la parte noble de la ciudad de Madrid , también está dirigido, como el del 74,
por un argentino temperamental, talentoso y trabajador que viste sobrio traje,
camisa y corbata negra y lleva un rosario bajo la corbata. Este mago, al que
nunca jamás podremos agradecerle suficientemente lo que ha hecho por nosotros, tiene
por ayudantes un sabio de la preparación física y un portento de la naturaleza
que viste siempre anorak y lleva un cronómetro, se ríe cuando nosotros nos
asustamos y saluda con cariño al delantero centro rival, tan atlético como
nosotros, cuando sale al campo en el que ahora juega de local, para su
desgracia y la nuestra.
En el equipo que
dirigen estos tres argentinos - que deberían recibir las nacionalidad
honorífica, las llaves de la ciudad de Madrid y su peso en jamón del bueno (por
más que pese el Mono) - cuenta también con brasileños de juego floreado, argentinos
tatuados, madrileños castizos, asturianos de raza, uruguayos bravos de
mandíbula apretada; además, un turco tocado por el dedo de los dioses del
talento, un tipo de Alicante que ha sufrido una metamorfosis, un
hispano-brasileño con cara de tripulante de navío corsario y la fuerza de un
búfalo cafre, un navarro capaz de rematar de cabeza un satélite fuera de órbita
y un gigante belga capaz de parar ese mismo satélite a pocos metros de su
lanzamiento desde Cabo Cañaveral sin perder la gomina del tupé. Y, según se
demostró en Stamford Bridge, estadio frío poblado por una afición fría, antipática
y obsesionada con los jugadores que su millonario presidente puede comprar cada
año (algo de lo que presumen con la idiocia del hijo del vecino rico que copia,
en más caro, cada cosa que hace el resto de niños del colegio que, por
supuesto, le ignoran), ese grupo heterogéneo, Beatle y Stone como el del 74, es también un equipazo de leyenda como lo fue
aquél.
Salió el Atleti
al campo del Chelsea vestido con pantalón rojo, pero en un estado tal en el que
estas cosas ya ni importan. Miró el Atleti a la grada y vio el Calderón, atronador en medio del silencio frío y azul de
Stamford Bridge, y entonces todos supimos que iba a ser un gran día. Miró el
Atleti a la grada y vio miles de bufandas rojiblancas, la bandera de esa España
en la que pone Algeciras, las
pancartas de las peñas belgas y británicas, las canas de los aficionados que
recuerdan la final del 74 y los ojos brillantes de las chicas atléticas que
hacen de la grada del Calderón un sitio especial, y tragó saliva. Miró el
equipo titular al banquillo y, tras él, vio al Capitán de Capitanes vestido de
traje y corbata con bufanda del Atleti, agarrado a la valla de detrás del
banquillo con gesto de poder saltar al campo a por el balón en cualquier
momento, como hizo el perro Ayala en Albacete, y entendió lo que tenía que
hacer. Miró el Atleti a la grada de nuevo y vio los retratos del Cholo y de
Luis Aragonés y, en ese momento, los jugadores del Chelsea parecieron
pequeñitos, inofensivos, enclenques.
(Mientras el
Atleti en pleno miraba con la mandíbula apretada a la grada del Atleti, otra
parte del Atleti hacía lo propio. Nacido 10 años después de esa final de
Bruselas, Torres es un poco más mayor que los que sólo vivieron los años negros
de manzanos y maniches, y un poco más joven que los que sí recuerdan el Atleti
grande de los 70 y 80. De haber tenido unos años menos, quizás estaría en el
primer equipo a las órdenes de Simeone, de haber tenido unos años más quizás no
se habría visto en la tesitura de tener que enfrentarse a su equipo del alma en
tamaña situación. Torres marcó el gol de su equipo actual contra su equipo del
alma y naturalmente no lo celebró; las imágenes del momento son desoladoras. El
destino, que con Torres ha tenido sus más y sus menos, quiso que hiciera un
buen partido y marcase un gol ante todo ese público rojiblanco que tanto se
alegra de sus goles contra otros; quizás el desenlace final, que su equipo
perdiera a pesar de su gol, es lo mejor que le pudo pasar. Torres, ovacionado
en Madrid durante el calentamiento y al final del partido y cuando fue
sustituido en Londres, no necesita explicaciones para entender lo que ayer
estaba pasando y probablemente lo vivió de una forma tan especial que sólo él
puede llegar a entenderlo. Esperemos que vuelva pronto a casa y nos lo cuente
en detalle).
Lo que después ocurrió
lo contarán los juglares tras el holocausto nuclear y los colonos
extraterrestres que, ataviados con escafandra para evitar la atmósfera tóxica,
tomen la tierra desde sus platillos volantes con rayo paralizante. Lo están contando
ahora mismo varios habitantes de Papúa a sus conocidos, es portada en diarios
de Bangkok y es objeto de análisis en una lejana población vitivinícola
australiana en la que, de vez en cuando, tienen la suerte de comer arroz con
cangrejos pescados por el propio cocinero. En un cafetín cercano a la plaza de
San Telmo, en Buenos Aires, alguien gesticula en este mismo momento explicando
el movimiento táctico del medio campo y en Arcore, cerca de Milán, un señor muy
alto explica a su madre, mientras come pasta al ragú, cómo Juanfran hizo dos
pases de gol tras pases largos de Tiago en una noche para recordar. En Onteniente
(Valencia), Fernan Pérez (Almería) y Zurich (Suiza) no se habla de otra cosa,
ni se hablará en días.
Y es que el
Atleti cuajó uno de los mejores partidos que se recuerdan, con un segundo
tiempo a la altura de la Supercopa ganada al propio Chelsea y de los veinte
primeros minutos de la eliminatoria contra el Barcelona. Aprendida la lección
de la ida (nada de balones altos al centro del área, nada de impaciencia, nada
de piedad), Simeone dejó en el banquillo a Raúl García y apostó por Adrián –
aquél que desde esta misma tribuna dimos por claramente perdido para la causa -
para llevar el balón al suelo y jugar con velocidad cuando fuera necesario. En
varias ocasiones durante el primer tiempo se vio cómo los jugadores frenaban su
instinto natural a bombear balones largos hacia Diego Costa para seguir
tocando, madurar la jugada, buscar ocasiones menos directas si no había una
posibilidad clara.
El Atleti
dominaba o al menos no sufría pero el Chelsea, bien plantado pero poco
incisivo, se adelantó. Fue Torres, quién si no, delantero descomunal que
siempre marca en las citas grandes, aunque esta vez en la portería contraria y
contra un portero propiedad del Chelsea. Con la grada apagada, el silencio en
las casas y las nubes negras en el horizonte, el equipo no se descompuso y
siguió fiel a lo suyo, sólido, con un enorme Koke, con Tiago y Mario (sí,
Mario) a un nivel excelente y con dos laterales convertidos en amenaza. Entre estos,
más Arda, llegó el gol: Koke que rebaña un balón que parecía perdido, Arda que
acaba pasando a Tiago, éste que levanta con clase la bola para la entrada
rápida de Juanfran quien, como un acróbata, pone el balón hacia el área
pequeña; Terry que no llega, Cole que no se atreve, Adrián que remata con la
espinilla; miles de tipos que gritan, miles de tipos que se abrazan, miles de
tipos que rugen. Gol del Atleti, empate, clasificados.
Tras el descanso,
del vestuario volvió a salir la fiera que salió en casa contra el Barcelona,
quizás esta vez más pausada, más cerebral, más calmada dentro de su furia. Con
Koke dando un recital físico, de control y de mando, el Atleti fue un equipo
enorme. Arda brilló, Diego Costa peleó, Tiago y Mario estuvieron a un nivel
altísimo, aliviando a todos aquellos que
echábamos de menos a ese tipo del traje y la bufanda sentado tras el banquillo
que tanta confianza nos da siempre. Con todo el medio campo entonadísimo, los
laterales con ganas y los centrales al enorme nivel de toda la temporada, el
Atleti es un equipo temible y sólo es cuestión de tiempo que doble la muñeca de
aquél que le echa el pulso. Si al talento del medio campo y la solidez de los
centrales se le añade un portero extraordinario y un delantero que es un
tormento como Costa, la cosa se complica aún más.
Marcó Diego Costa
un penalti un minuto después de una parada milagrosa de Courtois. El penalti se
tardó en tirar una eternidad, con un balón que caía al agujero del punto de
penalti una y otra vez hasta que los aficionados llegaron a la conclusión de
que Costa lo fallaría seguro; naturalmente, fiel a su forma de ser, lo marcó
sin dificultad y entre cánticos de recuerdo a Luis Aragonés, ahí es nada. De
este segundo gol salió un Atleti enorme: tocando el balón, combinando por la
banda izquierda con toques sutiles entre Filipe Luis, Arda y Koke, apoyado
atrás en Mario y Tiago, buscando en
largo a Juanfran, gigante en ataque a pesar de algunas dudas en defensa al
principio, llegó el tercero. El Atleti, una vez más, demostró ser un equipo
valiente y poderos, de compromiso e intensidad pero también trabajadísimo,
estructurado, con recursos ante todo tipo de planteamientos tácticos. Un
equipazo, señores.
Tras un partido
maravilloso, el Atleti está en la final de la Copa de Campeones 40 años
después. Para ello ha eliminado, entre otros, a Oporto, Milan, Barcelona y
Chelsea - que suman 15 Copas de Europa - y lo ha hecho con un equipo
desahuciado hace no tantos meses. El equipo que ha armado Simeone mezcla el
esfuerzo extremo de un comando de Gurkas, la fe ciega en la idea de juego y el
estudio científico del rival desde el banquillo. Con un presupuesto mucho más
modesto y una plantilla más corta, ha devuelto a un club centenario y admirable
al lugar que muchos otros fueron incapaces de acercarse. Todo esto lo ha hecho
partido a partido, involucrando a la
grada, convenciendo a los jugadores de que pueden hacer todo aquello que se propongan,
dando una lección de fútbol, de deporte, de vida.
Estamos pues asistiendo
a un momento histórico, y resulta que el protagonista es nuestro equipo.
Nuestro equipo, el nuestro, el de nuestros padres y amigos, el que será de
nuestros nietos, el equipo del que Simeone nos ha obligado a formar parte
activa. El equipo de Luis y de Gárate, el de la final del 74, el de los
derrapes y los días de alegría infinita. El equipo de las rayas rojiblancas,
del Estadio Vicente Calderón, del ramo de flores de Pantic, el himno cantado a
voz en grito cuando las cosas van bien, del himno cantado a voz en grito cuando
las cosas van mal.
Disfrutemos el
momento, pero eso sí, sin perder de vista lo que nos ha traído hasta aquí:
partido a partido, el domingo a las 17.00, otra final.
Que suerte tenemos, señores, qué suerte tenemos.
69 comentarios:
Pelos como escarpias oiga. Una pena que mi estancia en Alabama no vaya a ser los suficientemente larga como para fundar la peña unipersonal Raul Garcia
Qué orgullo ser de un equipo que provoca que se escriban cosas como el artículo precedente. Por fin, 40 años, ahí es nada, no hay tango que los refleje. Aquel recuerdo de ir a avisar a mamá a la cocina de que el Aleti había marcado y, al llegar a la salita, sufrir la decepción enorme, que no, que nos han empatado, ese recuerdo puede ser suplantado por otro mucho más feliz. Sólo por eso, por la posibilidad, ya son inmortales todos estos tipos que hoy configuran plantilla y cuerpo técnico.
Don Carlos, sin ánimo de enmendar la plana, creo que en 1974 aún no había brasileños en la plantilla, aunque Ufarte nació allí. ¿Se refiere a él o estoy yo equivocado? Por cierto, qué difícil está conseguir hotel en Lisboa, lástima haber vendido aquella DKW...
Becerra era brasileño, y también Ufarte, que tenía la doble nacionalidad a pesar de haber nacido allí. Renunció a jugar con Brasil para hacerlo con España, creo
Efectivamente, 40 años no es nada. Además yo tenía el mismo pelo que ahora.
Grande Cholo, grande Atleti, grande crónica del Dueño, como siempre. Enhorabuena a todos y ahora a por el Levante!!
Siempre había creído que Becerra era argentino, como casi todos los demás, pero en efecto, era de San Jerónimo, Río Grande, Brasil. Lo que decimos, 40 años no es nada incluso para corregir cosas mal aprendidas. Gracias.
El que escribe no era ni un proyecto en aquella final del 74 pero ha visto tantas veces las imágenes, ha escuchado tantas otras a su padre contar cómo fue, que el dolor lo llevaba dentro como si allí hubiese estado esa noche. El miércoles, la primera llamada fue para él, obviamente, a quien el destino, Simeone y todo su batallón, más la ayuda de quien nos empuja desde arriba, darán oportunidad de resarcirse de aquella final que tanto marcó nuestro destino.
Pase lo que pase, ya estamos muy orgullosos, imposible estarlo más. No habrá tiempo ni forma de agradecer a este entrenador lo que nos está dando.
Próxima parada, Levante. Yo ya tengo mi bolsito preparado.
Gracias por ayudarnos a expresar lo que es la felicidad, D. Carlos.
Qué suerte, Maestro. Y qué maravilla. ¿Quién le hubiera dicho en el proceloso 2005 que iba a usted a escribir una crónica como esta? Y nos quedan otras cuatro crónicas impensables y maravillosas.
¡Yuuuuuuuju!
Bueno, ya saben todos Vds que el día 15 de Mayo tenemos aquí a todo el equipo de la final del 74 (salvo Cabrero y Heredia, parece)
La iniciativa es de Los 50, no del club, naturalmente.
Se les hará el homenaje que nunca se les hizo hasta ahora!
En el día de mi cumpleaños siempre pasan cosas fantásticas.
Estimado D. Carlos
Yo tenía 9 añitos cuándo aquella final y la recuerdo casi todos los días, también me acuerdo cundo mi padre me llevó, llorando a mantas, a la cama después del 4-0, no sé quién lloraba más, la verdad.
Me ha emocionado la foto, me ha emocionado que se acuerde exactamente de lo mismo que yo, que también quería ser Gárate y también estuve todo el verano con la camiseta con el 9 en la espalda.
Nunca pensé en escribir aquí, creo que usted lo hace estupendamente y resume a la perfección lo que sentimos los demás, pero hoy me veo en la obligación de darle las gracias por saber expresarse y expresarnos.
Tampoco nunca he tenido la suerte de vivir en Madrid, pero cada vez que visito el Calderón (que también considero mi casa) sepa que entre todas las preguntas que me hago, también me acuerdo de usted.
Por cierto, cuando crecí un poco le dí la vuelta al 9 de Gárate para convertirme en Panadero, y siempre estuve orgulloso de aquella decisión, más acorde con mi realidad.
Un abrazo
La primera gran decepción que recuerdo es aquel gol de Schwarzenberg. Un niño de 10 años que no se creía lo que estaba viendo. En realidad todavía no me lo he creído del todo. Eso ayuda a hacer más mágico este momento. Eso y su magnífica crónica. Gracias, D. Carlos.
Gracias a todos, con mención especial al Sr Leiva: Preciosa esa vuelta al 9, Panadero es otro referente, la otra cara de la esa moneda que tanta suerte tenemos de poder considerar nuestra.
Gracias
Don Carlos, una vez más me pongo a los pies de su señora.
Como siempre excelso.
Muchas Gracias por la mención al frente popular de Tanunda. Al secretario le ha hecho mucha ilusión y ha descorchado una botella de Barolo que ha sido lógicamente rechazada para beber algo bueno del Bierzo.
Ayer celebramos el ascenso del Cholismo en Barossa Valley con una paella de marisco. Muy bueno el pulpo australiano.
Cuidado con mi desembarco en Madrid de este verano. Voy avisando.
Aupa Atleti. Hoy se madrugará o se trasnochará. Para ver un estadio que estaba 3 minutos andando de mi piso de estudiante y ahora para más lejos.
De nuevo muchas gracias Don Du.
Gracias una vez más Don Carlos por emocionarnos con su crónica. La acabo de leer para ponerme en situación antes del partido contra el Levante, ya que he estado todo el puente alejado del "mundanal ruido" y con acceso residual a Internet.
Les voy a contar un secreto, he desobedecido al Cholo. Yo, convencido seguidor del cholismo he cometido una falta inexcusable. Aceptaré la penitencia que me impongan. Padre, he pecado contra el "partido a partido".
Me explico. Desde allí por el mes de Diciembre, cuando hacía mi rutina de natación, para no perder la cuenta de los largos que nadaba, iba repasando la plantilla del Atlético de Madrid de este año. Cuando llegaba al largo número 14, no podía dejar de imaginarme al gran Gabi levantando la Copa de Campeones de Europa. Este equipo tenía algo que me provocaba una corazonada. A la imagen de Don Gabriel levantando la copa le seguía una del fondo de los seguidores del Atleti con un tifo espectacular donde sobresalían por encima de todo las pancartas con los nombres de los héroes de 74.
Cholo, perdóneme porque he pecado
Pablorl
4 puntos, solo 4 puntos.
(magnifica la iniciativa de los 50)
Muchas gracias por la crónica.
(oiga)
Ví el partido de Londres en un bar de Jaén.
Solo.
Y cuando marcó Arda me puse a llorar.
Nunca me había pasado antes.
4 puntos.
(efectivamente)
4 puntos y ya.
Y luego a Lisboa.
(que es una ciudad que me encanta)
A Lisboa con la camiseta de Gárate...
Magnífico, como siempre.
Un fuerte abrazo a todos los atléticos que visitan este necesario espacio.
Gárate tuvo que hacer cola para las entradas, vaya
Buenos días, amigos. Uno es emotivo de por sí y, en estos días, todo se multiplica; así que he tenido que leer la crónica de Don Dueño por etapas. Decir "magnífico" es poco.
Me ha encantado leer también al Sr. Joao Leiva, pues somos exactamente de la misma quinta: no es mal número el 9 ¿verdad?. Es el 9 de Gárate, de nuestra edad de entonces y de la de ahora. De Final a Final. Porque nos toca.
No se puede contar con el tercer equipo de la capital ni cuando nos viene bien que gane...
A si se dará más importancia a estos cuatro puntos y se evitarán suspicacias.
En primer lugar, saludos y respetos al Maestro y al resto de atléticos aquí presentes. Sobre Ufarte decir que su caso es como el de Diego Costa pero al revés. No es brasileño sino gallego de Pontevedra. Comenzó jugando en el Flamengo, donde le conocían como "el espanhol", y le ofrecieron jugar con Brasil como suplente de Garrincha, pero su intención era volver a España y jugar con la selección, como así sucedió. Y una cosa más: Qué grande es Gárate.
Don Carlos, parece que tenía usted razón con lo de las chicas del Calderón.
http://www.elmundo.es/television/2014/05/09/536c739522601d55598b456c.html
Ayala se está convirtiendo en Capón.
(oigan)
Dos semanas.
Solamente dos semanas.
Un último esfuerzo.
(oigan)
Vamos allá...
Dos semanas.
Solamente dos semanas.
Un último esfuerzo.
(oigan)
Vamos allá...
Estimados Señores:
Como estoy notando desasosiego y desesperanza dónde solo cabe hablar de disgusto pasajero, quisiera realizarles unas reflexiones.
Antes del partido con el Málaga estuve escuchando a un señor de bigotito y voz atiplada con pinta de camarero de bar antiguo, pero ustedes y yo sabemos que se trata de un tipo con las medias bajadas, larguísimas melena y zancada, con humor de mil demonios y autor de algunas de las mejores carreras por la banda que ha visto el Calderón y de un gol estupendo al Independiente de Avellaneda.
Ustedes estaban conmigo aquella nefasta tarde en Oviedo, y tantas tardes de Galletis, Musampas y Maniches, si hemos sufrido aquello, no podemos llamar a esto sufrimiento.
Tampoco fueron sufrimiento aquél 4 de abril del 81 o el 5 de julio del 75, por poner solo dos ejemplos que viví personalmente, fueron disgusto e indignación, pero estábamos dónde debíamos y nos sentimos aún orgullosos de aquellos jugadores.
A bastantes de estos muchachos que tienen ahora la tarea de lucir nuestro escudo, de ustedes y mío, les reconocemos como de los nuestros, cuando vemos esos pechos amplísimos de correr como locomotoras como si no hubiese un mañana, sabemos que merecen llevar el escudo y sentirlo como propio.
Por eso, si este equipo alguna vez ha parecido un señor con bigotito, nosotros sabemos quién es este equipo en realidad. Disfrutemos y esperemos lo mejor. Y si no es así, para esos momentos ya nos ha enseñado Don Carlos que en realidad nosotros seguimos al equipo para estar todos juntos por si las cosas no van como esperamos.
Abrazos a todos.
Señores, ya que el destino no ha querido ofrecernos la revancha con el Bayern,sí que ha llegado el momento de cerrar la historia de aquella infausta final de Liga con el Barcelona de la 70-71. Vean ustedes el maravilloso corto "Campeones" y tengan la seguridad de que esta vez sí. El mismo resultado vale. Ya no hay Valencia que se cruce. Estoy optimista, qué le vamos a hacer.
No hay crónica del partido contra el Málaga porque el autor tiene los huevos de corbata igual que su equipo.
Estimados señores, pleno de confianza de cara al sábado, les dejo un par de datos para que puedan ilustrar a cualquier Anónimo indocumentado que les venga con el cuento del Pupas, el miedo y esas paparruchas que tanto gustan en la prensa paniaguada.
El Atlético de Madrid NUNCA (perdonen que levante la voz) en su historia ha perdido una Liga llegando Líder a la última jornada. A ver si pueden decir lo mismo en otros equipos madrileños que juegan por la zona de Castellana y tal.
El Atlético de Madrid NUNCA ha perdido en una final a partido único con ese equipo que juega vestido con sábanas del Hospital Clínico San Carlos. La única vez que se llevaron la Copa fue en los penaltis tras un empate.
Disfruten ustedes mucho los dos partidos que nos quedan. Yo estoy con el Sr. Leiva, sufrir es luchar por quedar el sexto.
PabloRL
LA MENTIRA DE SIMEONE
Se nos viene diciendo que Simeone ha "cambiado la mentalidad de este equipo". Es una de esas mentiras que porque las diga mucha gente puede parecer verdad pero es MENTIRA.
Cuando ha llegado el momento de la verdad y de GANAR el equipo se ha aterrorizado. Están descompuestos, atenazados y sin ideas. Por desgracia para Simeone ahora tiene dos finales seguidas donde no va a poder disimular el fracaso si las pierde por mucho que se venda otra cosa.
Y es que Simeone no ha ganado nada que no hubiera ganado Quique Flores (salvo la final de copa que con Quique también se jugó y su hubieran jugado muchas más y se hubieran ganado seguro) y desde luego Quique no hacía tanto aspavientos ni tantos llamamientos a una afición, que por cierto, se está dejando el dinero (con la que está cayendo) y el alma para ver a un equipo incapaz de ganar, aterrorizado, descompuesto y que nunca se pone al nivel de la camiseta que lleva puesta.
Mucho rollo macabeo pero aquí no se ha ganado nada todavía y si lo hacen tendrán que demostarlo en el campo que viendo lo que se ha visto en los dos últimos partidos.....
DEJEN A UN LADO EL MIEDO Y ESTÉN A LA ALTURA POR UNA VEZ.
Don't feed the troll!
Forza Atleti!!
Me habría encantado poder asistir ayer a ese emotivo homenaje a los héroes del 74. He devorado las imágenes que he podido encontrar en la web. Pero, por favor, cuando la emoción se lo permita, los asistentes cuéntense algo (oigan)
PabloRL
PD.- Perdón por la apropiación, Don José Ramón
Forza Atleti!
¡Forzaaaaaaaaaa!!.
(Iban a ser tres aes. El resto son nervios. Nervios confiados, eso sí).
No soy miope, ni friolero y me provocan alergia las rebecas con coderas. Las suprimiría del vestuario de cualquier persona, pero pese a esas diferencias existenciales con usted, coincidimos en lo más importante, que el Atleti sea campeón.
ATLETI campeón, lo necesitamos. Me ha comentado un amigo médico que hay "boxes" suficientes en urgencias a partir de las cuatro de la tarde. Mucho ánimo y enhorabuena por el blog.
PD
No me vista usted como esa chaqueta rídicula con coderas rojas que llevan nuestros amados contrincantes del Sevilla FC.
Venga ya, hombre, que les pasa a los relojes? No van a ser nunca las seis de la tarde o qué?
0:30 en Adelaide. Hecho un flan.
Ganar ganar y volver a ganar. Aupa Atleti !!!!!!!!
17 de Mayo de 2013...
17 de Mayo de 2014...
San Pascual Bailón.
(oigan)
¡Que alegría!
Un abrazo para todos.
¡Aupa Atleti!
¡Aupa Atleti!
¡Aupa Atleti!
Vamos chavales!!!!
Ese Doblete!!!!!
Venga, venga, venga!!!!
Que bote don Vito!!!!
Que bote Manchego!!!!
Que bote Onteniente!!!
Que bote el Maestro!!!!
Que.
bote.
don.
Jose.
Ramón!
A las 19.51 estaba llorando en un bar de Lavapiés abrazado a un chino.
(no les digo más)
Al chino no le conocía de nada.
Enhorabuena, ya hemos ganado, a ver los bocazas por dónde salen ahora!!!
¡Que alegría!
http://t.co/t6WNiUaD1V
¡Campeones!
¡Qué bote el troll!
Qué feliz soy!!
Qué lección de casta! Qué lección de equipo! Qué lección de vida!
Qué grande Dr. Caligari! :-)
Un abrazo rojiblanco a todos
Crónica de una victoria anunciada:
A las 12:00 tres paquetes de cromos panini se abren frente a mi y salen del Atleti: Miranda, Godin y Adrián, pienso “Miranda ya marcó, será Adrían”
A las 13:00 ya no me quedaban uñas
A las 16:00 veía la tele y respondía a Jordi Hurtado "Felipe IV!!"
A las 17:00 me encaminaba hacia el 1903
A las 18:00 sufría el partido en bar aledaño
A las 18:45 paseando melancólico
A las 19:00 miraba de reojo el escaparate del 1903
A las 19:10 estalla el sonido más maravilloso del mundo
A las 19:11 corría en la entrañas del Templo hacia la primera pantalla
A las 19:50 lloraba entre otros muchos llorones, algunos muy sudados e incluso sin zamarra
A las 23:00 saltaba frente al dios del mar
A las 0:00 me introducía en el museo de El Prado
A las 0:10 miraba frente a frente a Felipe IV y pensaba todo es surrealista pero es la pinacoteca equivocada
A las 1:46 escribo en ausencia de la tan deseada crónica del Maestro
Que bote el troll !
Botemos todos desde la distancia abrazados a don José Ramon y al señor chino. Aúpa Atleti por los siglos de los siglos.
El imbecil del otro anonimo espero que haya estado oyendo petardos hasta las 5 de la maňana.
Señoras y señores, les quiero a todos ustedes.
Señoras y señores, les quiero a todos ustedes.
http://estaticos.marca.com/imagenes/2014/05/17/futbol/equipos/atletico/1400350838_extras_mosaico_noticia_1_g_0.jpg
CAMPEONES!!!
Qué alegría más grande disfrutarlo con todos ustedes.
A por la champions con más fe que nunca.
Qué boten todos carajo!
¡Botamos todos, es una orden y se cumple!.
La Alegría es inmensa, indescritible. ¡Vaya semana llevamos y menuda semana nos espera!!.
¡No me cabreen al troll, que necesitamos otro mensaje insultante e idiota, que nos de la misma suerte!!.
No me quito la sonrisa (después de los abrazos, saltos, garganta entrecortada) hasta que D. Carlos publique su crónica, obligada para redondear el título de Liga. A partir de ese momento, Lisboa.
Buena idea la del troll, don Fran. Lo podíamos adoptar como mascota del blog, si a don Carlos le parece bien, y cantarle una adaptación de aquella canción infantil:
Caratroll troll troll
saca tus cuernos al sol
https://www.youtube.com/watch?v=15B5m0GqLVg
Señores, qué bonito es ser del Atleti, y qué bonito es tener un blog como éste!!!!
Ah, don Anónimo El Bueno, póngase usted un nombre, para no confundirle con el troll.
(A propósito, no será usted el Anónimo famoso ése que ha escrito cientos de obras literarias, como el Mío Cid y tal, no?).
Después de una semana comiéndome los puños y consumiendo rojoyblanco en la intimidad, solo puedo estar agradecido por haber conocido este blog y compartir con Uds. este largo camino.
Lo mejor, siempre, está por llegar.
¡aupa Atleti!
Si cuarenta años no son nada, ¿qué son diez y ocho? Completamente de acuerdo con D.Fran, vayamos troll a troll hasta la victoria final. Con permiso de D.Dueño, larga vida a la nueva mascota!!! Un bote, dos botes, troll el que no bote!!! Abrazo enorme a todos los que han estado ahí, latido a latido.
Viva el Atleti y vivan todos ustedes y que enorme orgullo siente uno de compartir pasiones con gente como ustedes oigan...
Pd, Don Anonimo, el Tonto, vayase usted al Bernabéu oiga!!
#ATMINSIDER
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