lunes, 24 de febrero de 2014

Algunas reflexiones tras el batacazo (o "Tiritas, Betadine y Fe")



1. El Partido 

Salió al Osasuna al campo y ganó el partido y no hay más que hablar, oiga. Metió un primer gol como resultado de un fallo clamoroso de la defensa del Atleti y un remate excelente de Cejudo. Marcó un segundo gol tras un fallo más común y un remate fantástico de Armenteros. Marcó un tercer gol tras una buena jugada desde la banda izquierda y un remate cómodo entre los centrales del Atleti. Y todo ello en el primer tiempo, ahí es nada, tres goles como tres soles en unas cuantas llegadas al área, tres goles al Atleti, ese equipo que, en condiciones normales, rara vez permite tirar a puerta.

Con 2-0 el Atleti intentó marcar un gol que le metiera en el partido y no lo consiguió, porfiando sin tino hasta terminar recibiendo la puntilla justo al final del primer tiempo. En el segundo tiempo el Atleti dominó pero más casi por inercia que por otra cosa y ni así consiguió marcar un gol que maquillara la estadística ni un segundo gol que amenazara el resultado. El Osasuna jugó mejor, el Atleti jugó fatal y perdió merecidamente y con estruendo. Se puede perder y lo de ganar siempre no es un requisito necesario para mantener el respeto hacia un equipo formidable, pero en Pamplona el equipo no fue el Atleti del Cholo sino el insulso, desesperante y frustrante Atleti gris del gris Manzano, a quien Dios mantenga lejos del Calderón muchos años.

2. El equipo

Simeone alineó un equipo raro que hizo levantar las cejas de todos los aficionados antes del pitido inicial. Simeone pareció hacer una excepción al partido-a-partido y sacó del 11 a jugadores apercibidos de amarilla, dando descanso a otros que se antojan claves el próximo fin de semana. Irreconocible en el dibujo, en los jugadores escogidos y en la intensidad y personalidad a la hora de enfrentar el choque, el equipo sorprendió a casi todos en la pizarra, hizo desconfiar a muchos en el campo hacia el minuto diez, desesperó a todos hacia el minuto 35 y terminó por irritar a los que no lo estaban ya cuando al final del primer tiempo se enterró definitivamente toda esperanza, tras un rato en el que sí recordó al equipo que venimos viendo últimamente.

En el equipo, raro, faltaban muchos titulares de peso. Salir sin Arda, Koke, Miranda o Raúl puede ser comprensible si se quitan uno, dos de ellos; quitar a los cuatro es, hoy por hoy, complicado de justificar aunque sencillo de denunciar a toro pasado. Y, aún teniendo claro lo corto de la plantilla, en el equipo titular había muchos jugadores de calidad que deberían haber presentado más batalla al Osasuna por vergüenza torera, por saber lo que estaba en juego y por egoísmo, al jugarse subir en el ranking de jugadores a utilizar por el Míster.

La defensa era prácticamente la titular, exceptuando a Aldecoa en el lugar de Miranda. Una sustitución así podría haber sido entendible si el resto del armazón del equipo se hubiera mantenido tal y como lo hemos visto el resto del año; con tantos cambios, un eslabón débil por línea era demasiado arriesgado. Pero por delante de la defensa jugaron Mario, Gabi, Diego y Adrián, con dos puntas, Villa y Costa, a ratos en 4-1-4-1, a ratos en 4-4-2. Sobre el papel, un equipo muy ofensivo con dos jugadores de contención y destrucción y cuatro atacantes, algo raro en Simeone y más parecido al 4-2-4 de los tiempos de Aguirre en los que el equipo, con atacantes formidables (Maxi, Simao, Agüero, Forlán), tendía a partirse en dos a la primera de cambio. El equipo de Aguirre basaba su juego en la capacidad de los de arriba para meter más goles de los que encajaba la defensa y en ocasiones recibió correctivos llamativos; quizás como homenaje a Aguirre, el Cholo sacó en Pamplona un equipo con riesgo de romperse en dos, esto es, justamente lo contrario del principio básico del gran Atleti de los últimos tiempos.

Y aun así, el extraño equipo que alineó Simeone debería haber presentado más batalla. En la media salía Marío Suárez, internacional por España (para sorpresa de muchos, sobre todo el que suscribe); Gabi, capitán del Atleti y firmante de magníficos partidos; Diego Ribas o Rivas - que a esta hora no se sabe si es con b o con v porque de ambas formas uno lo ve escrito - fino pelotero con peinado estilo “Retorno a Brideshead” y exquisita conducción de balón; Adrián, recordado por una excelente temporada cada vez más lejana; David Villa, intuitivo goleador en los últimos años de su carrera a quien no puede haberse olvidado de sopetón todo el fútbol que ha visto y jugado y Diego Costa, quizás el delantero más en forma en lo que va de temporada y goleador temible donde los haya. Esto es, momentos de forma aparte, filias y fobias personales aparte, el equipo tenía jugadores como para haberlo hecho muchísimo mejor, como para haber levantado el resultado tras el 1-0 y hasta el 2-0, como para haber impuesto galones y ambición y haber rascado un empate que habría servido de más de lo que a primera vista parece.

No fue así. Despistado e inocente, el equipo no dio una. Cometió fallos en defensa y no consiguió atacar con claridad. Perdió en los choques y perdió en los regates. Dejó huecos entre líneas que hicieron cómoda la vida del Osasuna y en especial de su portero, a quien faltó sacar un termo y una novela de Estefanía para echar la tarde. El Atleti sacó un equipo llamado a tener más el balón y atacar de forma incisiva pero lo que le salió fue un equipo blandito y sin espíritu, un equipo con vocecita y cara de señor de pueblo perdido en el metro de Londres como el que sacaba Manzano, un equipo bien peinado pero incapaz de cambiar una rueda pinchada y hacer lo que de él se espera. El Atleti, duro y correoso todo el año, fue inocente y facilón en un estadio en el que hay que ser exactamente lo contrario. Un equipo, en fin, blandengue como aquél hombre al que despreciaba el Fary.

3. Los jugadores (algunos, no todos, oiga)

En defensa salió Aldecoa y uno pudo pensar bueno, vale, es posible, viendo el buen nivel de Godín en los últimos partidos y lo que ha venido haciendo Aldecoa cuando ha salido puede ser una buena cosa dar descanso a Miranda, incluso si Filipe Luis, recién vuelto (y antes de tiempo) de una lesión complicada necesitará más apoyos. Pero bueno, sí, bien, nos puede valer. Pero Aldecoa no estuvo bien, y tuvo algunos fallos de colocación que confirmaron que Miranda y Godín, Godín y Miranda no son negociables en partidos serios. Si añadimos la reciente vuelta de Filipe Luis y el partido regularcete de Juanfran, Aldecoa mostró más costuras de las deseables en circunstancias adversas, más en todo caso que las mostradas hasta el momento.

Por delante de la defensa, en un puesto clave, salió Mario. Como es habitual en Mario salvo en algún partido grande, Mario estuvo frío y fallón, desconectado de sus labores en momentos importantes, sin la concentración ni el oficio que se exige en ese puesto en partidos en los que hay cosas en juego. Mario es en todo caso un jugador extraño: a ratos defiende lejos del rival al que debe encimar, otras veces se pasa de vueltas. Pierde balones sencillos dejando el equipo en inferioridad, y luego hace buenos pases en profundidad que permiten lucirse a los delanteros. Más sorprendente aún es su capacidad para, siendo un jugador blando que no impone ni encima, llevarse tarjetas por faltas fuera de momento y sitio que obviamente no responden a su fogosidad y compromiso físico con la causa, sino más bien a un misterio insondable, a un plan sorprendente que sólo él conoce o, más probablemente, a una preocupante falta de luces. Su cambio al medio tiempo, junto con la ausencia de otro especialista en su puesto de cara al partido del próximo domingo, plantea un problema de difícil solución.

Diego Rivas o Ribas firmó su cuarta derrota en cuatro partidos como titular, y aunque esto no sea más que una anécdota no deja de tener su aquél. Diego, recibido con honores de ejército de liberación en su vuelta al Calderón, no acaba de engranar en el entramado físico y el estilo de robar y salir del Atleti de Simeone. Diego, caracoleador y horizontal, siempre fino a la hora de conducir el balón con estilo y la manita plegada hacia atrás, no parece diseñado para un equipo en el que la posesión no importa tanto como la intensidad, en el que aporta más el que roba y da rápido un balón que el que toca y toca y gira y busca un pase para los cromos, en el que vale más ser aguerrido y mal peinado que fino y con la raya a un lado. Diego, buen jugador, puede o bien adaptarse al juego del equipo como ya hiciera allá por la Europa League ganada al Athletic o bien convertirse en recurso, alternativa, revulsivo o como quiera llamarse al tipo de jugador que sale desde el banquillo o como titular en partidos muy concretos para cambiar una dinámica de juego, abrochar un marcador, buscar las cosquillas a un equipo cerrado o abrir con sutileza la cremallera trasera de un rival vestido de mujer fatal.

Adrián parece, tras la enésima oportunidad desaprovechada, definitivamente perdido para la causa. Ni en defensa ni en ataque, ni en una banda ni en otra, ni pasando ni construyendo ni driblando ni tirando recuerda Adrián al Adrián imprevisible y genial de hace unas temporadas, el Adrián que firmaba goles imposibles y pases al hueco donde nadie esperaba. Adrian, triste y dubitativo, lleno de miedos y de inseguridad, resulta especialmente desesperante en las fases del juego en las que el partido reclama rabia y dientes apretados, fases a las que Adrián responde con pérdidas fáciles en malos momentos y cara de estar despistado, desorientado en tierra ignota. Su continuidad en la plantilla y su presencia en partidos de aquí a final de liga resultaría difícil de justificar.

Si al pobre rendimiento de los mencionados se añade el raro partido de Juanfran, mechado de fallos, la enésima ausencia de Villa (cuya suplencia en favor de Raúl García resulta a día de hoy indiscutible)  y el errático partido de Gabi y Costa, no es de extrañar el mar de dudas en el que se encuentra el aficionado rojiblanco, tristón y agotado hoy tras una noche de pesadilla en la que se le aparecieron, entre risas de Vicent Price, Musampa, Maniche, Novo, Richard Núñez y Manzano con gorra de tractorista.

4. La intensidad, el tono y el timbre

La clave de todo, dejando de lado la extraña alineación de Simeone y el mal partido de casi todos los jugadores, parece la falta de intensidad. La intensidad, santo, seña y bandera de este Atleti cholero, incómodo y dominante que parece dormido en el último mes, es más fácil de obtener cuando no se agolpan en el campo jugadores de naturaleza poco combativa, como ocurrió ayer. La intensidad, que hace desmoronarse equipos rivales y obtener victorias casi por inercia, es complicada cuando se incluye un tipo por línea – a veces dos – sin el nivel ni la costumbre de competir cada balón como si no hubiera otro, de jugar el primer minuto de cada partido como si fuera el último partido de una final. Aldecoa, Mario, Diego, Adrián, Villa son jugadores que no tienen ese gen rocoso, esa furia interior que hace avasallar rivales cuando las cosas se ponen feas y estar concentrado al 100% durante todo el partido. Sí lo tienen de manera natural Godín, Cebolla, Raúl, Gabi o Costa, y Simeone ha conseguido inocularlo en Koke, Arda, Filipe o Juanfran. Algunos se han quedado a media pista en esto de la intensidad y, siendo necesarios para dar descanso al resto, su presencia en el equipo debe dosificarse por alineación, limitarse a uno o dos elementos. Esta sencilla ecuación nos lleva a uno de los problemas del equipo: lo cortito de la plantilla.

Con una plantilla corta, basada en un claro equipo titular con uno o dos jugadores de garantías para entrar y salir del mismo, es complicado mantener el tono a estas alturas de campeonato. Simeone lo sabía y, visto lo visto, aportó dos soluciones: reforzar el equipo con jugadores de teórico talento para guardar el balón y poder aportar al equipo sin demasiado desgaste físico, como Sosa y Diego, y adaptar la identidad del equipo durante los meses del valle físico, con menos presión arriba, menos toques a rebato y más control en la salida de los balones. Ni una ni otra solución parecen haber funcionado y, hasta el momento, sólo cuando el equipo juega como ha sabido jugar la primera vuelta, esto es, presionando arriba, con apoyos constantes para recuperar balones y buscando más la salida en pocos toques que la posesión, ha funcionado.

Ese y no otro parece ser el timbre característico del equipo, su personalidad, su reconocible estilo ganador. Cuando el equipo ha jugado a otra cosa – bien forzado por el rival, bien por la alineación, bien por bajón físico -  se ha resentido. La conclusión, obvia a principios de temporada, parece confirmarse a estas alturas: con el equipo titular jugando a lo que sabe, es muy difícil que el equipo pierda; con sólo un equipo titular jugando todas las competiciones con un ritmo físico tan alto, es muy difícil mantener el tipo; con una plantilla corta, es muy difícil dar relevo a los compañeros que se van fundiendo. La conclusión lleva a una reflexión que va más allá del partido a partido: con este bloque y este estilo, con unos pocos refuerzos en forma jugadores de clase media-alta, sin figuras, el equipo mantendría intensidad, tono y timbre durante muchos más partidos, probablemente hasta el tramo final de temporada. ¿Se habrá dado cuenta alguien por la zona del palco?
Entre tanto, y por si alguien dudara, a pesar de los derrapes seguiremos confiando. 

33 comentarios:

Libros Mondo dijo...

Pues sí, seguimos confiando y seguimos adorando a Cholo. Lo cuál no quita, Maestro, para que ayer el Cholo hiciera en Pamplona lo que hizo el Tata en Donosti: cagarla. Pero, vamos, que su crédito es de una solidez asombrosa y, sí, seguimos creyendo.
Forza Atleti!

Carlos Fuentes dijo...
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Carlos Fuentes dijo...

Mal Simeone, mal los jugadores que estuvieron en el campo el primer tiempo. Algunos, más que mal, para el arrastre

Libros Mondo dijo...

Desde luego. Con Villa ya se sabe lo que hay y, ojo, que el Cholo le ha sacado gran rendimiento. Yo el año pasado vi todos los partidos del Barça y Villa era un jugador acabado totalmente. Villa está para 60 minutos en el Calderón y punto. Anoche, en los 20 minutos que estuvieron Rulo, Koke y el turco en el campo se crearon las únicas tres ocasiones claras de gol del equipo. Lo de Adrián es misterioso, porque en Milán estuvo bien. Simplemente, Pamplona a cara de perro no es un lugar donde pueda rendir ahora mismo, era partido de Rulo titular clarísimo. Y sí, en general, mala primera parte, pero llegas concediendo mucho. De Diego no quiero hablar, que va a parecer que le tengo ojeriza y tampoco es eso... A Koke y a Rulo, con siete días de descanso por delante y sin apercibimiento por tarjeta, no les puedes dejar en el banco. Pero, como dijo el galés, después de vistou todos listous.

Gonzalo dijo...

Yo he sido de los que he defendido a Adrián a muerte, como en su día hacíamos casi todos los que aquí opinamos con Raúl. La diferencia es que uno siempre lo daba todo pese a no tener el buen cartel entre los aficionados ni el favoritismo de los medios (esos que hoy le vanaglorian).
Pero mi crédito se ha acabado. Si ni siquiera el Cholo ha sido capaz de devolvernos a aquel muchacho del que nos enamoramos es que no hay esperanza. Y no podrá decir que no ha tenido ocasiones. Pienso en Cebolla y entiendo su descontento, aunque no fuese el momento de decirlo. Pero siempre da la cara. Y ayer necesitábamos jugadores que la diesen.
No obstante, no tengo ninguna duda de que los que salgan el domingo se partirán la cara por esta camiseta.
In Cholo we trust, of course!

Jose Ramón dijo...

Mal partido.
(eso no admite discusión)
Pero 60 puntos en 25 partidos está muy bien.
Empatados con el FCB y a tres puntos del primero.
Lo hubiéramos firmado todos este verano.
Hay que ganar el domingo, que son cuatro puntos.
No sé por qué (igual es una tontería) pero tengo la impresión que va a jugar Casillas.

Vicente dijo...

Buenas tardes, Don Carlos hoy despues de decenas de artículos veo algun punto de desacuerdo.
Creo q la presencia del Cebolla ayer no era posible después de sus inapropiadas declaraciones (por el momento en que se dicen) anunciando su salida del equipo. Sabiendo, por otro lado, de su escaso rendimiento en los partidos en los que sale de titular.
No voy a defender a Mario por su partido de ayer, pero esa inaceptable tarjeta amarilla que recibió creo que termino por descentrarle en tareas defensivas. Cierto que esas lagunas, muchas veces parecen pantanos...
Diego Costa es una autentica máquina, pero debe de dejar de caerse al mínimo contacto con el defensa, es obvio que no le van a regalar ni una falta que no sea ni le van a dar muchas de las que son.
Hay que reagrupar fuerzas, volver a lo que nos ha permitido llegar a donde estamos y Adrian por favor vuelve o huye, pero no te quedes en un paniaguado exfutbolista de 26 años.

ISMAEL dijo...

Primera vez que no entiendo nada de lo que quiso hacer el Cholo.
Desde luego, fuera lo que fuera, le salió fatal.
A mí, Adrián me da vergüenza ajena cada vez que sale al campo. Y coincido en que Villa está para un tipo de partido (y no entero).
En cuanto a Mario, creo que Don Carlos ha dado con la tecla: falta de luces. A pesar de que viene de un periodo muy largo de lesión, sin tiempo para coger ritmo, y eso es dificil de resolver a la velocidad que le obliga la lesión de Tiago.
Pero, veo los aspectos conocidos de su personalidad y aunque tiene enormes cualidades para jugar en ese puesto (y ha hecho grandes partidos), es un falto. Pena.
Dicho esto y trás el globazo que te coges con un partido como el de ayer, que quede claro que "El Cholo es mi pastor, nada me falta".
Força!

Carlos Fuentes dijo...

Yo creo que la amarilla a Mario estuvo bien sacada. Es lamentable que a un jugador que es el único ahora mismo en su puesto haya que cambiarle al descanso para sacar a otro al que en teoría se le daba descanso. Quizás la falta de Tiago y por tanto de presión para Mario le haga hacer estas idioteces. Un par de veces se vio a Simeone pidiéndole tensión, falló un remate de cabeza que parecía fácil ... y luego se puso a dar codazos. No entiendo que un jugador en ese puesto no salga concentrado al 120%. Es por cosas como esas por las que me desespera.

De hecho pensé que en algún momento iban a sacar amarilla también a Costa, que no paró de dar la tabarra al árbitro en una fase del partido, y a Arda por una mano (que no era de amarilla pero esas tarjetas se sacan en esta liga).

Conclusión, empanada rojiblanca y derrota justa en muy muy mal momento. En fin

Libros Mondo dijo...


La rueda de prensa de Cholo, por si aporta algo de luz.
http://www.youtube.com/watch?v=bwcqbqx0YSc&list=TL1C8e_MIRs0c5hUyfGV5A3A9jbgCIclFZ

Roppongi dijo...

Parece que el equipo ha perdido la facultad de "estropearle" el juego al rival y luego golpearle al menor descuido. Desde el empate en casa con el Sevilla. Los síntomas parecen claros: falta de intensidad, ritmo de presión bajo, partidos abiertos,.. Pero y las causas? Espero que Simeone las conozca ...Me voy a enganchar a una serie para pasar el trago de la semana.

Anónimo dijo...

Para los jugadores del ATM es un problema pelear por el primer puesto. Ellos viven mejor tranquilos con un objetivo mediocre (entre los 6 primeros, entre los 3 primeros etc.)
PORQUE ESO DE GANAR TODOS LOS FINES DE SEMANA ES MUY DURO, HAY QUE TRABAJAR Y SE VIVE MEJOR HUMILLADO.

Lo hicieron el año pasado (no se quedaron tranquilos hasta que el Mandril se puso por delante) y lo han vuelto a hacer este año. El Domingo a 6 puntos y ya los periodistas los dejarán tranquilos llevándose su buen sueldo.

ME DAN PENA LO MEDIOCRES Y TIMORATOS QUE SON ESTOS JUGADORES.

Libros Mondo dijo...

¿Este señor porque vocifera tanto?

Jose Ramón dijo...

¡Gol de Torres!

Benson Señora dijo...

Un sáludo a la gente que grita en los bares un poquito más fuerte del que más está vociferando en ese momento. Provocando un efecto de "pescadilla que se muerde la cola" que nada tiene que ver con Mario S.

Ellos también forman parte de este Atleti.

Dicho lo dicho en este santo forum solo se grita para pedir Vino y Torreznos (aunque la opción Vermuth está aceptada por algunos historiadores que obviamente no saben lo que es un buen Priorat).

Vicente dijo...

¡¡¡Como te queremos Fernando!!!

https://twitter.com/Torres/status/438893036492566528

Anónimo dijo...

Efectivamente utilicé letras mayúsculas en mi comentario, no por gritar, sino por resaltar ciertos contenidos del mensaje. Espero no se me haya confudido con un futbolero de bar pues cuando la gente está en el bar yo ya ocupo mi localidad en el Calderón. Eso sí, veo que se cuestionan las formas empleadas pero en ningún caso se ha cuestionado el contenido que es totalmente cierto.
Nuestros jugadores son unos estómagos agredecidos con alto sueldo por objetivo reducido (quedar entre los 3 primeros, hace nada, quedar entre los 6 primeros)
No están preparados para llevar esta camiseta.

Libros Mondo dijo...

Este va a ser un empleado de la limpieza del estadio.

Dr. Caligari dijo...

Uy!

Carlos Fuentes dijo...

qué cosas nos pasan

Dr. Caligari dijo...

Todavía el invierno no ha acabado, por la tarde-noche hace frío. Me parece exagerado pedir que jueguen sin camiseta. Claro, podrían jugar con el chándal oficial, pero surgiría el problema del numero la espalda, no creo que el colegiado esté conforme.
Bueno, se podría encargar a algún jugador del banquillo de comunicar al cuarto arbitro los nombres de los futbolistas colchoneros que cometen faltas. Pero el jugador encargado no tendría que ser de procedencia rioplatense, confundir sos con S.O.S. es muy fácil. No sé, de verdad, es un tema complicado.


Antonio dijo...

Mire señor que al principio daba voces y al final es el aficionado modelo, le diré una cosa no vale meter en un saco a todos los jugadores que han pasado por el Atlético en los últimos años, eso para empezar, y para terminar le diré que salvo alguna excepción, uno, que tiene 34 años, no ha visto un Atleti que sea menos Timorato que este que hoy tenemos el gusto de disfrutar...

Antonio dijo...

Ah y se me olvidaba, Forza Atleti y el Domingo también ganamos!!

Libros Mondo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=g1RlbsWIMkk

http://www.youtube.com/watch?v=Oa43mQKgRVg

http://www.youtube.com/watch?v=OFg0TlmSgYg

http://www.youtube.com/watch?v=xmfdoAWuQ9A

http://www.youtube.com/watch?v=x3k84ExMrD8

Para ir a por pan con alegría. Hoy, cocido.

Antonio dijo...

El cocido de sábado lluvioso antes de derby no se negocia...#cocidoacocido

Anónimo dijo...

Libros Mondo,

Vaya golazo de Chus. Madre mía. Luego acabó jugando en el Recuerdo con Pablo Isla ( un calvo que jugaba en el B) que tenía más clase jugando que Mario Suarez en sus -escasos- días buenos.

¿Quién se la pone a Rubio en el último video?

Gracias,

Aloysius

Jose Ramón dijo...

En el gol de Rubio, el que centra es Julio Alberto.

Anónimo dijo...

Ole, gracias José Ramón.
No recordaba que fuera tan alto la verdad.

Gracias.

Russeus Albusque dijo...

Pues a ver que dice el Dueño, pero yo creo que ayer sí que se merecieron la camiseta los jugadores, al menos una camisetita de niño pequeño, o un chalequito rojiblanco o algo.

Señor Anónimo, que no sé si se ha dado cuenta de que en este blog es costumbre tratarse de "don", y más aún a don José Ramón, que es una institución aquí, y un sabio sapientísimo de lo más docto en temas de nuestro Atleti.

Antonio dijo...

Por lo que uno humildemente vió ayer, el equipo que fue mediocre y timorato fue el mismo que cuenta con una afición que rebuzna y grita cual forofo de bar....y además son capaces a ver el partido del revés y de darle las vueltas cuanto sea necesario con tal de rebuznar y de gritar aún más alto...asombroso lo del señor ese de la barba pelirroja...que elegancia a la hora de esquivar las tarjetas!!
PD:Señor Anónimo, por suerte para los que creemos en este equipo y no en agoreros, no estamos a 6 puntos....es más, no somos líderes porque no nos han dejado....porque nuestros jugadores si que fueron a por ello, he dicho.

Libros Mondo dijo...

Ni olvido, ni perdón:
http://oi62.tinypic.com/30jpnw8.jpg

Dr. Caligari dijo...

(Jabba el Hutt es ancelotti)

Russeus Albusque dijo...

Don Antonio, "Alonso" (tipejo de barba pelirroja, guarra tolosarra...) y "elegancia" no es que sean antónimos, es que habría que inventar otro tecnicismo para las palabras que no pueden estar en una misma oración.

Propongo "hidroelayónimos", esto es, palabras que, como el agua y el aceite, no se pueden mezclar porque se repelen.