domingo, 16 de febrero de 2014

Los sábados milagro (o cómo sacar conclusiones irrefutables en cinco minutos)


En sábado lluvioso, que es una lata, y a las tres y media, que es muy pronto para ir al fútbol - pero aún así es mucho mejor que a las diez de la noche -, se fue la hinchada al Calderón a ver si era verdad todo eso que le habían contado, es decir, si era cierto que el Atleti estaba en fase terminal, si era hora de preparar el entierro de su equipo tras la eliminación de Copa en semifinales y un mal partido (con cosas raras) en Almería, esa defunción que anunciaban con media sonrisilla tertulianos y medios de comunicación afines al statu quo, esto es, todos.


Tras los últimos resultados, la prensa casi unánimemente dio por difunto al Atleti. “Se acabó”, vino a decir alegre la prensa, exultante y casi aliviada por ver cómo el Atleti perdía contra el equipo de los pocos, pobres diablos que aún siguen comprando periódicos deportivos para leer en él lo que quieren leer, independientemente de que tenga algo que ver con la verdad. “Ya os lo dijimos”, vino a decir la prensa con la alegría del que comprueba que al niño vecino se le rompió por fin el juguete que le trajeron los Reyes, ese juguete que él quería para sí y que, al no tenerlo, al menos esperaba ver roto más tarde que pronto. “Pobres ilusos”, venía a decir la prensa sin reparar en que gracias a que algunos equipos plantan cara con sangre y sudor a dos empresas multinacionales superprotegidas su oficio puede tener más sentido y la competición en que este oficio se basa, más interés. “Al fin y al cabo es lo normal”, decían los medios poniendo cara de papá consolando a su hijo tras haber metido éste los dedos en el enchufe a pesar de las advertencias, con cara de “mejor que lo aprendas tú solo, así no te volverá a ocurrir”.  “A ver si al final lo que dicen estos es verdad”, terminó por preguntarse parte de la afición colchonera, ante la insistencia de la prensa patria y especialmente madrileña y su estilo voceras de gordo en mercedes que no respeta los pasos de cebra. “Pues quizás tengan razón”, dudaron algunos a pesar de las cifras y los números y la realidad.

Algunos dudaban por la presión de lo que se decía en periódicos, radios y televisiones, aunque ya no dudaban tanto tras pensar eso de “un momento, el Atleti es líder en liga con 57 puntos, ninguno de ellos regalado y sí alguno escamoteado”. Algunos dudaban aunque sabían desde hacía meses que en enero – febrero el equipo experimentaría un bache debido a lo corto de la plantilla y a la utilización intensiva de un grupo reducido de jugadores dedicados a un fútbol de altas revoluciones y mucho desgaste. Quizás la duda era menor cuando se recordaba que ese equipo prodigioso que en casa gana casi por inercia y que fuera pelea como no recordábamos era el que había realizado un mes de enero asombroso a pesar de la sucesión de partidos complicadísimos en liga y copa. También se encogía la duda cuando se caía en la cuenta de que  durante los partidos del bache el Atleti no ha tenido a Courtois, Filipe Luis o Tiago, tipos absolutamente esenciales en el equipo cuya ausencia, además de hacer entrar suplentes menos competitivos, provocó cambios en el dibujo que casi nos sabíamos de memoria y la pérdida de puntos en liga por un fallo del portero, algo casi olvidado. La duda era quizás más débil cuando se analizaba lo ocurrido en la semifinal de Copa que se perdió dolorosa y escandalosamente por cinco goles a cero, si bien dos de ellos fueron en propia meta en el partido de ida y dos de ellos de penalti en diez minutos en el partido de vuelta, algo raro que no justifica la mala imagen dada ni alivia la realidad de haber sido eliminados de forma justa y clara pero sí relativiza el dramatismo del momento. Y todo ello a pesar del entusiasmo periodístico por ensalzar la imbatibilidad de un portero prohijado que reclama polvos de talco, por anunciar como soñada una final de Copa que habrán soñado ellos pero no el resto, por mostrar su alivio ante la repetición cansina de ese partido que se juega todos los años cuatro veces o cinco veces y al que la profesión, antaño admirable, plural y digna, apuesta ahora todos sus ahorrillos para vender dos semanas de periódicos y que no le regañen los accionistas.

“¡El Atlético ha vuelto!”, eso sí, titula hoy la prensa anunciando el milagro que sólo ellos, que inventaron la defunción por su cuenta sin que opinara ningún forense, han detectado. Para leer la buena nueva, eso sí, hay que bajar y bajar en la página web de los diarios deportivos, que sepultan la resurrección formidable bajo noticias y noticias sobre las opiniones de los jugadores del tercer equipo de Madrid sobre el mar y los peces, video-piezas sobre los cinco taconazos hechos en un entrenamiento (verídico) por un mediocre jugador internacional que es un monumento a la torpeza y mezquindad, y sesudas reflexiones sobre la infinita proyección mundial de un jugador joven llamado a romper todos los récords habidos y por haber (con el que ya son al menos tres cracks mundiales con infinita proyección mundial llamados a romper todos los récords habidos y por haber detectados por la sagaz prensa deportiva desde el principio de la temporada, de los que se ha dejado de hablar poco después en los dos primeros casos). “El Atlético ha vuelto”, dicen los que en el fondo se alegran de que no sea así (porque cuando el Atleti no va tan bien el periódico vende más y su jefe está más contento), los que defienden a capa y espada la indefendible gestión del palco, los que callan ante realidades y sentencias judiciales que deberían ser denunciadas y aireadas para sonrojo de muchos. “El Atleti sigue ahí”, dicen, tras haber contribuido a crear el bulo de que el Atleti es un equipo violento y sucio que estira y estira el reglamento para llegar ilegítimamente a conseguir metas que sólo están reservadas a los equipos que rigen las ventas de periódicos, cuyas artimañas y ventajas arbitrales quedan sepultadas entre un conformismo lleno lugares comunes, estadísticas irrelevantes, conclusiones infantiles y ese artefacto falso que nadie ha visto pero del que todo el mundo habla, como el Yeti, al que llaman “los valores”. “El Atlético ha vuelto tras una interminable y árida racha negativa de una semana”, tienen el valor de escribir y firmar, redefiniendo el milenario concepto “racha” entre fotos de los galardonados con el Goya en la última edición que fueron invitados al Calderón y a los que se regaló una camiseta con su nombre; uno, por cierto, daría mucho por ver qué pone en la camiseta de Biafra y si hubo algún intercambio de frases entre él y Cerezo.

Y el problema, a estas alturas, no es que la prensa interesada mate y resucite equipos según le convenga, no es que se ningunee al Atleti o a cualquier otro equipo poniéndole continuamente a la sombra de los clubes productores de edredones licenciados y demás merchandising por cupones, no es que se eleve a noticia una idiotez y se silencien cosas importantes. El problema no es que los medios arrimen el ascua a su sardina continuamente, que reflexionen sobre todo lo que ocurre y deja de ocurrir con un infantilismo sonrojante, que traten a unos y otros con distintos raseros. Todo eso lo sabemos hace tiempo y responde a una realidad comercial que, guste o no, es la que hay. El problema verdadero es que hay aún quien se cree estas cosas, quien se preocupa no por lo visto con sus propios ojos sino por lo que le cuentan que debe ver, quien acorta los plazos para sacar conclusiones al ritmo que le marcan los medios, quien cree lo que no quiere creer sólo porque se lo dice alguien sin ninguna credibilidad.

Simeone lo dijo hace poco en una entrevista en la televisión, mirando a cámara: “No hagan caso de lo que oyen por ahí”. Tomemos nota.
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Salió el Atleti al campo recién comido y con cara de decir esta es la hora de la siesta y no de jugar al fútbol, oiga, y se encontró con un equipo vestido de morado y negro con detalles naranjas fosforescentes, mezcla cromática sin duda inspirada por la escena de una adusta cofradía de nazarenos vallisoletanos cambiando una rueda en plena autopista camino de la estación de penitencia. Para atenuar la chocante elección de colores para dorsales y letras que ha hecho el audaz diseñador de la segunda equipación del Valladolid, el Atleti casi en pleno salió con botas naranjas. Desde estas humildes líneas llevamos años defendiendo la vuelta a la sobria bota negra, despreciando colorines y fosforescencias, anhelando la vuelta de la fina bota Patrick de dos rayas, de la contundente bota Cejudo de ancha raya única y refuerzo en el talón, y de la bota Adidas Kaiser, sin concesiones a la galería. La lucha, aunque larga y dura, continua y continuará aunque en la tropa se notan signos de agotamiento, como por ejemplo el haberse acostumbrado al enjambre de pies naranjas que últimamente pululan por el césped de Calderón, haciendo llamativo el ver una bota de otro color.

- Botas negras llevaba Diego Costa hasta que ha conseguido patrocinador
- Cierto. ¡Maldita sea!

La grada, medio vacía e impermeabilizada, esperaba el partido con algo de intriga, en parte ansiosa por ver cómo el equipo desmentía las sospechas que la prensa había vertido sobre él, en parte esperando ver de nuevo al equipo correoso y físico, duro al defender y talentoso a la hora de robar y salir que se vio no hace tanto tiempo en casa, el día de la Real Sociedad. El día de la Real Sociedad, que es un buen equipo en un buen momento, el Atleti metió cuatro goles y se puso líder para, inmediatamente después, verse visto envuelto en una espiral catastrofista alimentada desde varios sitios. Lo que para cualquier otro club habría sido un derrape dentro de una temporada magnífica se presentó como el inevitable principio del fin, el ocaso de un equipo limitado que sólo podría competir al límite durante unos meses para después hincar la rodilla ante los poderosos. El partido del Valladolid llegaba en un momento importante, el momento de demostrar si el Atleti podría seguir compitiendo o definitivamente dejaba el camino libre a los que se creen dueños exclusivos del cortijo.

La grada deseaba encarrilar pronto el partido, llegar tranquilos al descanso, no pasar fatigas ni sufrir en el famoso último cuarto de hora del Calderón. La afición deseaba mientras tomaba café cortado en los bares antes de entrar al estadio que el Atleti marcase rápido, que no diera opción durante el primer rato de partido, que el Valladolid tuviera claro desde el principio que ahí no se iba a rascar nada. Y el Atleti, como siempre este año, respondió. A los cuatro minutos marcó Raúl García un buen gol de disparo fuerte y ajustado en una jugada ensayada; poco después  Raúl García metía un pase en profundidad y Diego Costa marcaba un buen gol, levantando el balón por encima del portero.

Mejor aún, el Atleti daba varias sensaciones aparentemente aparcadas en algunos partidos del último periodo. Desde el primer momento se vio al equipo muy vivo físicamente, presionando más arriba, más lejos del área rival que durante los partidos de enero, ansioso por robar y resolver pero sin caer en precipitaciones. La presencia de Mario, frío y desesperante a veces, permitió a Koke y Gabi estar más cómodos, dejando claro lo esencial de un medio centro más anclado por delante de la defensa para permitir la salida de Gabi a presionar rápido y robar balones, en lo que es un jugador totalmente escandaloso. Raúl, valioso cerca de la puerta rival y también generoso a la hora de echar una mano en el centro del campo permite acelerar los robos y alimentar a Diego Costa con los balones que tanto le gustan. Aldecoa cumple cada vez más cómodo, Insua deja dudas y Godín, enorme en el partido de ayer, se siente cómodo llevando el peso de los galones en defensa cuando no está Miranda, y se atreve a salir jugando, llegar al remate en contraataques y a marcar de cabeza; ayer metió el tercero y nos alegró especialmente, visto su partido.

Analistas y periodistas cortoplacistas quizás tengan la tentación de sacar conclusiones definitivas tras el partido de ayer. Al fin y al cabo, si han matado y resucitado al equipo en semana y media, bien pueden llegar a verdades de vigencia milenaria tras los últimos noventa minutos. Algunas conclusiones sí pueden sacarse. La primera, que el Valladolid no es un equipo fuerte; tiene algún jugador aseado e interesante como Álvaro Rubio y juegan sin dar ni una sola patada, algo de agradecer y a valorar. Sin embargo, no parece que con esa apuesta vaya a ser capaz de andar cómodo en muchos campos. La segunda conclusión provisional es que los jugadores andan mejor físicamente. A pesar de la carga enorme de partidos, ayer se vio mucho más vivo al equipo, rápido, entero y mordiendo arriba sin mayor problema, probablemente con la ayuda inestimable del amable rival y de la excelente planificación física del Profe Ortega. Otra conclusión: la presencia de un cinco, sea Mario o Tiago, permite al resto de la media y sobre todo a Koke aportar más en ataque y en defensa. Con Tiago lesionado, Mario y su querencia a la frialdad y el despiste y Guilavogui cedido por no convencer, parece claro que es un puesto a vigilar y reforzar. Y una última conclusión a modo de pregunta: ¿juega el equipo mejor con Diego o sin Diego? Diego, que es un jugador excelente, parece llamado a jugar como segunda punta, bien en vez de Villa o de Raúl, o quizás dentro del medio campo haciendo labores creativas similares a las que hace Arda cuando éste no esté. Diego, sin embargo, hace un juego de posesión y toque que aún no parece engranar bien con el resto del equipo, acostumbrado a ceder la posesión, robar y salir. Ayer el equipo, sin Diego, se pareció más al Atleti arrollador de los primeros partidos de la temporada, aunque es complicado decir si fue así por la ausencia de Diego, por el mejor punto físico del resto o por la bondad del visitante. Veremos si en futuros partidos Diego se va encajando, veremos si apunta a titular o bien a alternativa, veremos qué decisiones se toman desde el banquillo.

El Atleti ganó cómodamente un partido sin complicaciones y dejó claro a todo el mundo que sus rasgos de identidad siguen ahí. Tras algunos partidos más metido atrás, quizás más cansado y más titubeante a pesar de los buenos resultados de enero, al Atleti se le ha querido matar; ahora se le querrá volver a matar y a resucitar dos veces por semana de aquí a unos meses. Por ahora, partido a partido es el equipo, y no la prensa interesada, quien tiene que decir en qué punto está cada cosa. El equipo podrá ganar, empatar o perder pero lo hará por lo que el equipo merezca, no por lo que decidan los portadistas deportivos.  Mientras tanto, sigan el consejo de Simeone: “no hagan caso de lo que oyen por ahí”. Parece que él tiene claro cómo seguir adelante, tan claro como el increíble control que ayer hizo, con sus zapatos de suela, durmiendo con un toquecito sutil un balón despejado en largo que acabó cerca del banquillo, levantando una ovación en la grada.

31 comentarios:

Libros Mondo dijo...

Buenos días, Maestro,

estamos muy de acuerdo, como suele ocurrir. Ahora, la duda que usted plantea la tengo muy clara: para mi gusto Diego es suplente. Y, para mi gusto, por el fútbol que necesita el equipo, tanto Raúl García como incluso Sosa tienen que estar por delante de él. Por lo tanto, para mi gusto y dependiendo del partido, Diego sería el tercer cambio.

Pero, a lo que importa: hay que volver de San Siro con un 1 a 2.

Libros Mondo dijo...

Buenos días, Maestro,

estamos muy de acuerdo, como suele ocurrir. Ahora, la duda que usted plantea la tengo muy clara: para mi gusto Diego es suplente. Y, para mi gusto, por el fútbol que necesita el equipo, tanto Raúl García como incluso Sosa tienen que estar por delante de él. Por lo tanto, para mi gusto y dependiendo del partido, Diego sería el tercer cambio.

Pero, a lo que importa: hay que volver de San Siro con un 1 a 2.

Libros Mondo dijo...

Buenos días, Maestro,

estamos muy de acuerdo, como suele ocurrir. Ahora, la duda que usted plantea la tengo muy clara: para mi gusto Diego es suplente. Y, para mi gusto, por el fútbol que necesita el equipo, tanto Raúl García como incluso Sosa tienen que estar por delante de él. Por lo tanto, para mi gusto y dependiendo del partido, Diego sería el tercer cambio.

Pero, a lo que importa: hay que volver de San Siro con un 1 a 2.

Libros Mondo dijo...

(Todo lo cual digo por triplicado para que conste)

Carlos Fuentes dijo...

Yo también lo veo así hoy por hoy: Raúl más titular que Villa y Diego en los partidos duros, estos dos para los últimos minutos si hay que marcar o guardar el balón. A Sosa no lo veo tanto, alterna buenas acciones con balones al contrario Denominación de Origen Mario Suárez.

(Añado: no sólo lo ha puesto por triplicado, sino que los comentarios han llegado en papel timbrado a beneficio de los huérfanos de la Armada, con lo que es todo mucho más tajante)

Libros Mondo dijo...

Forza Atleti!!

Roppongi dijo...

Buenos días. Mi primera intervención ante Uds. por lo que primero de todo, enhorabuena y gracias. Don Carlos, tiene Ud. el privilegio de que sus crónicas estén en mi lista de favoritos antes que las de los medios tradicionales, cuya estrategia de supervivencia les obliga a llevar una línea editorial que les alimente las ventas al por menor de ferretería variada, sin que se molesten los dueños de las licencias.
Excelente crónica, tanto como la temporada que está haciendo por fin nuestro cluz. Dice mucho, mucho, el hecho de que un jugadorazo como Diego Ribas no tenga clara una plaza en el 11. También quiere decir que, o te sabes de memoria y te adaptas a lo que se juega, o estás fuera. Que se le pregunten a Guilavoguí, Óliver y a alguno que otro con nombre más normalito. Hay que reconocer que los que lo tienen claro no son más que 12 ó 13 jugadores, por lo que yo sí creo que la mala suerte con las lesiones o un momento de forma bajo en alguno de ellos son un serio peligro para mantener el rendimiento y los resultados del equipo durante la primera vuelta.
Eso sí, no había tenido hasta este año el sueño de la revancha de Heysel. Después de tanto tiempo, nunca había tenido tanta ilusión partido a partido.

Carlos Fuentes dijo...

Bienvenido! Roppongui Hills, quizás?

Roppongi dijo...

Gracias D. Carlos.
Distrito canalla en la otra parte del mundo, en el que te puedes esperar cualquier cosa: como ver jugar a nuestro Paulo Futre al final de su carrera o asistir por primera vez a un espectáculo de flamenco con Chiquito en los coros.

Carlos Fuentes dijo...

qué bárbaro! yo sólo he subido a la Torre Mori, que ya me hizo gracia por el nombre

Libros Mondo dijo...

Yo una vez celebré un gol de Pirri Mori al Betis, creo.

Carlos Fuentes dijo...

Pirri Mori .... qué tipo más complicado de definir

Jose Ramón dijo...

En el partido en el que Pirri Mori le metió un gol al Betis, Sabas marcó el gol del Betis.
Veníamos de ganar la Copa del 96.

Carlos Fuentes dijo...

qué memoria!

Libros Mondo dijo...

En cierto modo, aquel gol de Pirri Mori nos dio una Liga. Ya sólo por eso... Pero era malo como un dolor.

Libros Mondo dijo...

Video bonito dedicado al caro Dottore:
http://www.youtube.com/watch?v=co7NkrcwCz0

Anónimo dijo...

Buenas,

Gracias por la crónica.

- El de tres filas de atrás sigue poniendo a Raul a caldo. Somos dados a las decisiones emocionales: en los primeros 20 segundos decidió que era una mierda y en eso anda. Creo que se perdió su primer partido en el Calderón. Un 3-1 (¿?) a un alemán en la previa de la Champions. Un hermano dijo ese día que iba a ser un jugador de leyenda en el Aleti y por ahí va.

Prometo grabarle y lo cuelgo. A él no; la grabación.

- "Let´s be careful out there". O lo que viene siendo este año el Aleti para los demás. Se me ha venido a la cabeza al leer lo que dice el Cholo y tras el preámbulo de su crónica. Espero que termine mejor.

http://www.youtube.com/watch?v=T2QApwtE8zQ

- No se puede adelantar mucho. Y mira que me cuesta. Los jugadores dicen que tocan la pared del túnel que da al campo en la que esta escrita la frase esa cursi de "La gloria se consigue luchando".

Mañana tocarán otra cosa cuando viajen a Milán.

Aupa Aleti


Aloysius



ISMAEL dijo...

Yo opino, desde el respeto al rival, que más preocupado debe estar el Milan.
Y me deja tranquilo, que el partido será presenciado en directo por cierto Doctor Altísimo, talismán infalible del cholismo.
P.D.: Siempre supe que el osito de Lord Sebastian Flyte era del Atleti.
Aupa!

Fran Omega dijo...

¡El osito de Lord Sebastian Flyte!. ¡Vivaa!!.

Siempre tuvo tanta y tan buena pinta de atlético, como Paquito el Relojero.

El Cholismo, como perfecto antídoto contra la estupidez y el cortoplacismo.

ISMAEL dijo...

...y Fred Astaire, D. Fran, tambien era del Atleti.
No lo dude.

Anónimo dijo...

Leñe qué vista, Ismael y Fran Omega.

Nunca se supo cómo acababa el oso la verdad. Sebastian acababa con dignidad, no así su Lord Marchmain.

Imagino que el oso terminaría con Charles. No lo sé.

En fin.

Aupa Aleti!

Jose Ramón dijo...

Bien.
(oigan)

Homero Aguilar dijo...

"cuando éste no esté", hace tiempo no leía esa frase. Gracias Don Carlos, me despertó cierta memoria involuntaria. Excelente el triunfo en Milán.

Carlos Fuentes dijo...

Aloysius? "El" Aloysius?

Anónimo dijo...

Es que me lío: a veces soy Maqrol y a veces Aloysius.

Un abrazo ( a todo esto),

Dr. Caligari dijo...

Ha sido muy extraño ver un partido del Atleti rodeado de italianos...

Libros Mondo dijo...

...y, encima, ganando a la italiana. Me acordé mucho de usted.
Esta noche no está Puñal.

Dr. Caligari dijo...

...toma ese puñal dorao y ponte tu en las cuatro esquinas...

Libros Mondo dijo...


¡Ay!

Libros Mondo dijo...

¡¡AY!!

Dr. Caligari dijo...

Tuvieron miedo a las tarjetas inclusos los que no estaban apercibidos. Partido blandengue.