¿Pensaban que en este blog no se cogía el toro por los cuernos? ¿Pensaban que el tema Aguirre nunca iba a ponerse en tela de juicio? ¿Pensaban que tenían las ideas claras al respecto? ¿Pensaban que Carlos Fuentes era el tipo que escribía los artículos más largos del ciberespacio? La respuesta a todas estas cuestiones es NO. Tomen asiento, beban agua y examinen los argumentos del insigne Jesús Doggy para defender a Javier Aguirre. Disfruten.
Nunca ha estado de moda defender a Javier Aguirre, lo sé, y mucho menos ahora mismo. No es un entrenador “mediático”, como se dice en la actualidad -más por falta de vocabulario que por moda- para designar al chistoso, al simpático, al payaso, al abrazafarolas o al que, simplemente, da bien por la tele, al margen, por supuesto, de como haga su trabajo. A la Prensa, seamos claros, no le pone Javier Aguirre, dado que no es de esos entrenadores que se prestan a participar día sí y día también en las tertulias radiofónicas de medianoche, ni se tira de cabeza al primer pinganillo o al primer micrófono que pasa a su vera, ni es proclive al autobombo melifluo, a la polémica baldía, a la provocación gratuita en las salas de prensa o al forofismo delirante; en suma, que no acostumbra a estar permanentemente disponible para los caprichos de nuestros comunicadores estrella, sean estos de prensa, radio o televisión, y eso pesa mucho. Lo de los Medios explica, en buena parte, porque a la gente le cuesta tanto reconocerle el trabajo, la actitud y los méritos a este buen señor. Aunque lo más triste no es eso, lo más triste, digámoslo ya, es que le sigan cuestionando constantemente muchos de los que se dicen hinchas del Atlético de Madrid por razones que poco o nada tienen que ver con su labor al frente del equipo.
Por eso -y porque me lo pidió el Anfitrión de este cuadernillo que tiene, entre sus muchas virtudes, la de ser el nuestro, el de todos los que pasamos por aquí- vuelvo a exponerme a pecho descubierto en la defensa del mexicano. Y no porque sea mi entrenador favorito, que no lo es, ni siquiera porque sea el entrenador del Atlético de Madrid, que eso ya de por sí sería una buena razón para apoyarle; lisa y llanamente sostengo que hay razones objetivas para, al menos, respetar su labor. Yo, como acostumbraba a hacer Patricia Godes, he encontrado estas diez.
1- Porque no se apellida Gil Marín.
Puede parecer una tontería, incluso una obviedad, pero no lo es. De hecho todo el mundo, hasta los más atléticos, tiende a olvidarlo. Javier Aguirre ha venido para edificar un proyecto deportivo, para devolver la garra, el coraje y la unidad a un equipo maltrecho. Tan maltrecho, que, si nos ponemos dramáticos hemos de reconocer que corre un grave riesgo de desaparición. Los datos están ahí: en 1988, el Atlético de Madrid había ganado 8 Ligas, el Barcelona 10 y el Real Madrid 22. Veinte años después, tenemos 9 ligas (una más), el Barcelona tiene 18 ligas (ocho más) y el Real Madrid tiene 29 ligas (siete más). En este lapso, incluso el Valencia ha ganado mas ligas, concretamente dos, que nosotros. En cuanto a títulos, el Atlético de Madrid de la Era Gil (Marín) luce un poquito más que el Deportivo de Lendoiro y un poquito menos que el Valencia o el Sevilla. Es duro reconocerlo, pero es así: los números son tozudos. Es ciertamente amargo y duele hasta el corazón reconocerlo, pero estadísticamente en los últimos veinte años, los de la Era Gil (Marín), hemos dejado de ser el tercer equipo del país y estamos lejos de ser un Grande. Nos pongamos como nos pongamos esa es la cruda realidad. Por el camino, como todos lamentablemente sabemos, hemos descendido a Segunda División, hemos estado permanentemente en el ojo del huracán de los escándalos futboleros, hemos perdido buena parte de nuestras señas de identidad como club, incluyendo al jugador que representaba de manera diáfana nuestra esencia y nuestras esperanzas, así como la venta anticipada de nuestro estadio, y nos hemos transformado, con un mezquino cúmulo de ilegalidades prescritas por medio, en la empresa de unos señores que no son el Atlético de Madrid, dirigidos todos ellos desde la sombra por un Cobarde que ni siquiera asiste a los partidos del equipo y que se ampara en el desgaste público de un Presidente que más parece Don Tancredo, alias Pelucas. En todo esto, aunque sea una obviedad decirlo, no ha tenido arte ni parte Javier Aguirre. Pero, repito: muchas veces, la gente, en su frustración, tiende a olvidarlo.
2- Porque es un caballero.
Entiendo, de antemano, que a muchos lectores del MARCA o del As este argumento les parecerá una soberana tontería: pues para mí no lo es, será que sólo leo esas hojuelas por razones de dignidad profesional. La educación, los buenos modales, la hombría de bien y el guardar las formas son cuestiones de capital importancia, precisamente por lo raras que resultan, en estos tiempos tan salvajes como volátiles e increíblemente necios y, sobre todo, tan mal educados. Javier Aguirre es una persona cabal, educada y respetuosa donde tiene que serlo, en sus apariciones públicas como entrenador del Atlético de Madrid, en los viajes del equipo y en las salas de prensas; y, también, un guerrero ansioso que vive los partidos con la rabia contenida de no poder jugarlos (menos mal, porque como futbolista parecía un zaguero de la escuela de Joaquín Caparrós), apretando al colegiado, al contrario y al cuarto árbitro desde la banda. En uno y otro caso, defiende con dignidad, unas veces con más acierto y otras con menos, el escudo del Atlético de Madrid.
3- Por traernos a Raúl García.
Viendo lo que llevamos viendo las últimas diez temporadas en el centro del campo, el mero hecho de haber convencido a Raúl García (que tenía atado y bien atado su fichaje por el Valencia) para que viniera al Atleti ya merece un pequeño monumento a Javier Aguirre junto a la M-30. Cualquiera, incluso los más obtusos, incluso García Pitarch (el Mediocre), incluso los rencorosos más ventajistas como Miguélez, se ha dado cuenta a estas alturas de la temporada del pedazo de jugador que hemos fichado. Un jugador de veintiún años, que, si todo va como debería ir, acabará haciendo historia en el Atleti y siendo, más pronto que tarde, el que lleve el brazalete en nuestro equipo y en la Selección. De hecho, capitán in pectore ya es: reúne y arenga a sus compañeros antes de los partidos, marca a los linieres, aprieta a los rivales, dialoga con los árbitros y se entrega, siempre generoso, sobre el campo. Y, además, es un pedazo de futbolista y mete goles que no veíamos por el Calderón desde que Juan Vizcaíno dejó nuestra medular a la deriva. Vamos que el Atleti con Raúl García es un equipo y, sin él, una sombra. Reconozcamos pues el mérito de Javier Aguirre, porque llegará un día en el que el Cobarde y los suyos le echen o en el que él, harto de que le hagan feos, de que le pongan a los pies de los caballos o de que le usen de escudo para sus trapisondas y desahogos, se vaya con la cabeza bien alta. Él se irá, pero nos dejará a Raúl García. Y eso es un puntazo que jamás deberíamos olvidar.
4- Por haber cuidado al Kun.
Está claro que Sergio Agüero es un futbolista que marcará una época. Un crack, como se dice ahora más por falta de léxico que otra cosa. Está claro que Javier Aguirre no ha enseñado al Kun Agüero a jugar al fútbol y que, probablemente, el enano (como le llama Forlán) hubiera explotado igualmente con o sin Javier Aguirre en la banca. Eso son hipótesis. Pero, tal vez no, o tal vez no tan rápidamente. Y los hechos nos dicen que Javier Aguirre supo dosificar a ese Kun recién llegado, que acababa de cumplir dieciocho añitos, que por primera vez vivía lejos de su mamá y su papá, que por primera vez pisaba Europa, que por primera vez jugaba en un Liga como la española, incomparable en cuanto a exigencias físicas y tácticas a los torneos argentinos, como sabrá cualquiera que haya visto un partido entero del Apertura o el Clausura y que por primera vez estaba expuesto en “el candelabro” mediático. Javier Aguirre supo cuidar al Kun, supo darle minutos sin exponerle inútilmente, supo aguantarle en los peores momentos, supo ayudarle a crecer y a mejorar. Supo, en resumen, hacerle más fácil la aclimatación y la adaptación a la Liga española. El Kun ha acabado explotando como lo que es: un futbolista distinto, determinante por su calidad diferencial y única, competitivo y protagonista. Puede argumentarse hasta que punto ha influido en todo ello Javier Aguirre, pero no puede negarse (repasando paso a paso cada partido y cada circunstancia de la pasada y la actual temporada a lo que invito a los más escépticos) que Javier Aguirre siempre ha mirado por el bien del Kun, siempre le ha ayudado, siempre le ha cuidado y siempre le ha defendido públicamente, ensalzando sus virtudes y pasando por alto sus errores, salvo cuando podían servirle de ejemplo para mejorar. No es que lo diga yo, es que lo ha reconocido el propio Sergio, su familia y su agente. Para más inri, Aguirre ha sido el único representante del club en salir en su defensa ante la persecución arbitral que sufre el Kun esta temporada. No fueron ni el Cobarde, ni el Pelucas, ni el Mediocre, fue Javier Aguirre el que levantó la voz en defensa del Kun en una reciente rueda de prensa y recordó que Messi y Van Nistelrooy también marcaron un gol con la mano la pasada Liga.
5- Porque no llora y, nunca, nunca, nunca habla de los árbitros.
Otro rasgo diferencial de Javier Aguirre. Otra razón de peso para respetarle. Sobre todo, porque, como entrenador del Atlético de Madrid, ha tenido argumentos de sobra para quejarse de la labor de los trencillas. Pero no lo hace jamás, del mismo modo que no lo hizo nunca en sus cuatro años en Pamplona. Y ojo, cuando digo que no habla de los árbitros lo digo textualmente, no en sentido figurado como hacen tantos (Juande Ramos, Rafa Benítez o Fabio Capello serían los ejemplos más sonrojantes) habituales del “yo nunca hablo de los árbitro pero es que hoy...”. Como directivo o aficionado del Atleti, no digamos ya como forofo, está muy bien quejarse de los árbitros, es conveniente e incluso necesario en muchas argumentaciones; pero como entrenador del Atlético de Madrid resulta lamentable llorar por los arbitrajes, es el recurso del pobre de espíritu, del perdedor, del inicuo o del que juega a desviar la atención para que no se le vean las calzas a su equipo (de esto último serían los máximos exponentes José Mourinho o Bernd Schuster). Javier Aguirre acierta mucho y, por supuesto, también yerra bastante, pero lo que es seguro es que nunca llora, porque para llorar, para decir que vaya mala suerte, que el árbitro me tenía manía o que “es que somos el pupas”, para eso vale cualquier mindundi.
6- Por habernos devuelto a Europa.
Venga, preparen el hacha, que aquí les espero con mi cimitarra de doble filo templada en Cuatro Caminos. Que si vía Intertoto, que si por los pelos, que si patatín y que si patatán, pero hemos vuelto a jugar la Copa de la UEFA y aunque por circunstancias que todos conocemos y que ahora no vienen al caso (véanse los affaires Salto Noble o Gapo al Aire) hayamos durado poco, esto es una carrera larga y hay que ir poco a poco intentando reverdecer aquellos laureles que nos hicieron ser “los mejores porque sí” y un coco europeo. Les guste a ustedes o no, los hechos están ahí y, como decía el Butano, “ahí están (y estarán) las hemerotecas”, para demostrar dentro de unos años que quién nos devolvió a Europa no fue Luis Aragonés, ni Manzano, ni Ferrando, ni Bianchi, ni Murcia, fue Javier Aguirre. Y tal.
7- Por saber llevar el vestuario y el “entorno”.
La mejor demostración es que los jugadores están con Javier Aguirre (véanse todas las declaraciones de los jugadores sobre el míster esta temporada). Y esa, desde luego, es la primera condición para poder hacer un equipo que aspire a algo. En el Atleti, en el equipo, no hay declaraciones fuera de tono, acusaciones veladas, chantajitos, ni polémicas entre el entrenador y los jugadores. Yo, sinceramente, lo veo parte del buen trabajo de Aguirre. Reyes pidió la titularidad, tuvo su oportunidad, demostró que es carne de banquillo y a callar y eso que, contra lo que opinamos absolutamente todos los demás, el Vasco cree que todavía le puede sacar algún rendimiento al individuo éste. A Maxi le está cuidando como Maxi necesita: con mucha regularidad de partidos para que coja confianza, porque sabe que la aportación de Maxi es crucial para el Atleti y que el jugador no ha vuelto a ser el mismo desde que se rompió. Y, mientras tanto, Luis García no puede quejarse de falta de oportunidades, casi todas ellas desaprovechadas eso sí, ni de no formar parte del equipo. Simao reclama galones por derecho dentro y fuera del terreno de juego y los tiene. Pero si algo distingue a Javier Aguirre, en mi modesto entender, es que trata de proteger a sus jugadores. Para que rindan, obviamente. A Pablo, masacrado a críticas este año después de varios errores graves, le ha cuidado, le ha mandado al banquillo en el Calderón para que no le frieran y le ha defendido públicamente. A Valera, un gran jugador con bastante mala suerte, la verdad, también le ha recuperado después de que la grada atlética (siempre tan crispada) le crucificara el día del Valladolid en casa. A Eller lo ha puesto porque lo tenía que poner, salvo en dos o tres ocasiones para motivar a Perea. A Cleber ídem del lienzo y, además, cuidándole, porque, roto Motta, es el otro centrocampista que le queda (Jurado y Miguel tienen otro perfil) además de Raúl, y no puede permitirse el lujo de perderlo para la causa, por eso (y ahí está la lamentable pitada al brasileño cuando entró por Camacho como elocuente demostración) lo puso de suplente contra el Barça, para evitar que le abroncaran sin descanso desde el minuto uno y le declararan máximo responsable del “otro año al garete”.
Porque en eso consiste también la cosa, que muchas veces se critica a Aguirre sin tener desde fuera ni la menor idea de los factores que se manejan. Ahí está, por ejemplo, el caso de Antonio López: la gente machacó a Aguirre por poner a Pernía, un jugador notablemente inferior táctica, técnica y físicamente, sin conocer la situación anímica de Antonio López por la larga enfermedad de su hermana. Desde el fatal desenlace, Antonio, recuperada la concentración, se ha hecho con la titularidad, salvo rotaciones. Zé Castro es otro jugador señalado por la grada y por la prensa al que, creo yo, nos conviene mucho recuperar, máxime ahora que no está su compadre Maniche. Sí, claro, hay que hablar ineludiblemente del infame caso Maniche. Maniche se pasa toda la pasada temporada de indisciplina en indisciplina, a Aguirre le obligan a quedárselo, traga por el bien del equipo y no se la guarda, le da confianza y la titularidad, y el orate portugués sigue en sus trece hasta el extremo de borrarse de un partido de Copa y faltarse gravemente en el vestuario con el mejicano y con sus compañeros. Si Aguirre pasa esa no hubiera podido seguir mirando a la cara a nadie en la caseta y eso, indudablemente, lo habría pagado el equipo. Entre perder al centrocampista con más criterio ofensivo del equipo de lejos, como era Maniche, o perder al grupo entero, Aguirre optó por lo mejor aunque con ello se pegara un tiro en un pie. Porque lo mejor era echar al demente luso, decisión que no criticó, ni siquiera indirectamente, ni un sólo jugador de la plantilla pese a la insistencia al respecto de los medios. Y, encima, sin el menor apoyo del club, que eso sí es verdaderamente grave, no sólo no respaldaron al Vasco, sino que encima no le trajeron ningún recambio con Motta y Jurado entre algodones, Miguel recién salido de una larga lesión y el bueno de Cleber. Pero luego, ante la crispada afición, es “Caguirre” –como le llaman los más forofoides- el que carga con las culpas.
Pero, en fin, la crispada afición, soberana en sus casi siempre irreflexivos juicios, critica del mejicano su afán por conservar el resultado un día y, al otro, le reprocha por quitar un defensa para sacar un delantero en busca de la remontada a tumba abierta, que eso también lo hemos vivido todos en el Vicente Calderón. Porque a este hombre no se le pasa una, ni aunque sumemos ya 13 victorias de 26 partidos ligueros con las vicisitudes por las que ha ido pasando el equipo, que no han sido pocas, hayamos caído en Copa con dignidad y poca fortuna y hayamos sufrido un accidente en UEFA muy condicionado por las circunstancias. Y, desde luego, no podemos olvidarnos del entorno: el Pelucas, el Cobarde, el Mediocre y la Prensa cainita, que rara vez rema a favor del Atleti. Que la defensa, tras varias actuaciones desastrosas, está en el peor momento de la temporada, pues el club filtra que ya ha cerrado a Heittinga, Ujfalusi y Salcido, para dar confianza a los zagueros en lo que queda de temporada y acallar a la crispada afición. Que el Kun cada día va a más, pues el Mediocre dice que “nos durará lo que nos dejen los Grandes” y estamos cada día a vueltas con la cláusula de nuestro pequeño genio. Que el entrenador trata de organizar un equipo que se distinga por su garra, su compromiso y su pegada, pues el último día del plazo de fichajes en agosto el club se presenta con el caramelo envenenado de Riquelme, para empezar la temporada señalando a Aguirre públicamente como causante de un posible desastre por haber rechazado al mejor pasador del mundo. En fin, que se puede no estar de acuerdo con muchas de las decisiones de Aguirre (yo, desde luego, no lo estoy, discrepo en varias cuestiones) pero es indudable que Aguirre, contra viendo y marea, está construyendo un equipo que aspira a competir.
8- Porque firma contratos por un año.
Valiente sandez, pensarán muchos. Pues yo creo que es un detalle a respetar, fíjense. Aún tenemos muy recientes ejemplos claros de lo contrario, véase Carlos Bianchi o Luis Aragonés. Aguirre es extrañamente honrado, con la plantilla que le dan cree que puede y debe meter al equipo en Liga de Campeones y rechaza un contrato de dos años con opción a un tercero para firmar sólo por un año, eso sí, con una cláusula de renovación automática por objetivos si el equipo queda entre los cuatro primeros. Por si acaso, probablemente originados en filtraciones provenientes del propio club, desde el primer día se han sucedido los rumores de que se le busca sustituto: que si Benítez, que si Pellegrini, que si Valverde, que si Simeone... La prensa siempre ayudando sin desestabilizar, ya se sabe. Pues yo espero que en junio Javier Aguirre quede renovado automáticamente y también espero que para ese momento no esté el mejicano tan harto de mezquindades, zancadillas y quintacolumnismo que explote y diga “ahí les dejo en champions, ¡ándele pinchegüey!, me voy a tomar una cubata” yéndose sin haber completado su proyecto deportivo. Que, en mi opinión, tiene crédito para dos temporadas más. ¡Hala lo que he dicho...!
9- Porque quiere que su equipo compita, gane y juegue al fútbol.
Venga, vamos a la disquisición futbolística, que es lo que ustedes están esperando para terminar de crujir a este pobre aguirrista. Si vamos a hablar de fútbol, tendremos que convenir en que el fútbol, tal y como lo habíamos conocido, cambió definitivamente a comienzos de la década de los noventa, coincidiendo, no por casualidad, con la creación de la Liga de Campeones en el formato con el que actualmente se disputa. El talento continúa siendo decisivo muchas veces, por eso seguimos viendo los partidos, pero cada vez tiene menos importancia (o menos hueco) constreñido por lo físico, lo táctico, lo estratégico, lo económico, lo publicitario y lo empresarial. En el fútbol moderno priman tres cosas: la pegada (el gol, o sea, el dinero, porque el gol se paga con dinero), el equilibrio táctico y el nivel competitivo. Digo esto porque la acusación más constante que se lanza sobre Aguirre es que es amarrategui, conservador, cicatero, resultadista, defensivo, en fin, el epíteto que ustedes prefieran para designar a un entrenador que prima no perder por encima de ganar. Y esto es rotundamente falso. Otra cosa es que Aguirre pretenda competir en un Liga tan igualada como la española, que lo pretende, y otra cosa, mucho más dudosa, es que el aficionado tenga una idea más o menos razonada sobre lo que significa competir en el fútbol moderno. De hecho, el aficionado no lo tiene claro en absoluto, porque ante el primer revés ha pasado directamente de acusar al equipo de Aguirre, directamente, de no jugar a nada. Y esto ya es penoso.
Analicemos, por motivos de espacio, ¿eh?, no por falta de ganas, únicamente la Liga. Hemos jugado 26 partidos, hemos ganado trece, hemos empatado cinco y hemos perdido ocho. Sin ser excelentes, no son malos números. Somos el cuarto máximo goleador del campeonato, con 44 chicharros, sólo superados por Real Madrid (57), F.C. Barcelona (53) y Sevilla (52). Somos, asimismo, el sexto equipo menos goleado con 30 goles recibidos; sólo encajan menos goles que el Atleti, el Madrid (23), el Barça (21), el Racing (25), el Almería (23) y el Athletic (27), lo que, en realidad, significa que somos el tercer equipo con mejor balance defensivo, porque Racing, Almería y Athletic de Bilbao están diseñados tácticamente, con mayor o menor fortuna o acierto en su ejecución práctica, para jugar al 1-0 en casa y al 0-0 fuera; de hecho, respectivamente han marcado 19, 22 y 20 goles menos que el Atleti. Al Villarreal, al Sevilla o al Getafe les han metido cinco goles más que a nosotros y al Valencia siete, por poner cuatro ejemplos de defensas más vulnerables que la rojiblanca pero, ni de lejos, tan señaladas y zarandeadas por el foco mediático. Pero, en fin, dejémonos de números que aquí casi todos somos de letras. Vamos al fútbol e intentemos la quimérica búsqueda de la objetividad. ¡Lagarto! ¿Cuántos partidos malos ha hecho el Atleti de Javier Aguirre en Liga esta temporada? Se lo digo inmediatamente: seis, a saber, en casa ante el Murcia (que se pudo perfectamente ganar) y ante el Athletic y, lejos del Calderón, en Pamplona, en Mallorca, en Murcia y en Almería. Seis partidos malos en Liga, señores, como se lo digo. Con el Mallorca en casa no se jugó ni bien ni mal, se empató, al igual que se pudo ganar e incluso perder. En el Camp Nou se jugó muy bien al fútbol hasta el lamentable error de Abbiatti y el inmediato segundo gol de Messi, luego el equipo se cayó por lo anímico. En el Bernabéu se perdió por un despiste, pero no se jugó nada mal. En casa ante el Madrid se jugó una primera parte magnífica pero demasiado penalizada por dos fallos defensivos garrafales, luego el equipo se reservó. En casa ante el Villarreal se jugó un partido bonito y vibrante que se perdió, también, por regalos defensivos. Y, para terminar con las derrotas, en casa ante el Espanyol se perdió de milagro en el último instante, demostrando el equipo, con nueve, una garra y una intensidad defensiva que no veíamos desde el Doblete. También por garra, por casta y por pegada -y con rachas de gran fútbol- se ganó en casa al Getafe, al Valencia, al Valladolid, al Barcelona y al Sevilla y, fuera de casa, al Athletic de Bilbao. En Huelva se dio la cara y se empató, aunque se pudo y se debió ganar. Con solvencia, jugando un fútbol práctico con momentos brillantes, se ha ganado en casa al Zaragoza, al Racing y a Osasuna y, lejos de casa, al Racing, al Depor, al Levante y al Betis.
Esto es lo que dicen los fríos datos, otra cosa es que pensemos que somos el Manchester, el Barça o el Arsenal, que tenemos que ir a todos los campos y recibir a todos los equipos al estilo aquel que popularizó Benito Floro cuando su equipo merengue se midió en Copa a un Segunda B: dando con el miembro, que es gerundio. Y no es tal, nos guste o no. Sin olvidar que esos equipos, que nos superan ampliamente en presupuestos, en plantillas y en tiempo bajo las órdenes del mismo entrenador, tampoco lo hacen. El Barsa, el Manchester y el Arsenal, los tres equipos que mejor juegan al fútbol con regularidad, también amarran: porque están compitiendo. No digamos ya el Chelsea, el Milan, el Inter, la Juventus, el Bayern de Münich, la Roma o el Liverpool, equipos que basan su juego en la presión con las líneas defensivas juntas, el equilibrio en la ocupación de espacios sobre el terreno de juego y el aprovechamiento de espacios en la espalda del rival tras robo de balón. ¿Nos gusta? No. ¿Preferiríamos el Brasil de 1982? Sin duda. Pero, ¿es cierto o no es cierto? Desde luego. En todo caso, tampoco me quiero ir tan arriba en el escalafón futbolístico europeo. Veamos, ¿qué equipos de la Liga española juegan regularmente bien al fútbol y ganan? Ninguno. Ni uno. El líder de la Liga, el que va primero en la tabla, juega sin sonrojos a defender en treinta metros y a aprovechar los espacios a la contra con diez futbolistas por detrás del balón, incluso en su estadio y frente a rivales en puesto de descenso. Y cuando no lo hace así, pierde o empata. El Barça (2º) domina sin llegada tres de cada cinco partidos y, fuera de casa, busca asegurar a la contra (ya lo dijo Eto’o: primero ganar, luego jugar bien). El Villarreal (3º) alterna partidos buenos con auténticos desastres, al igual que el Sevilla (7º). El Espanyol (5º) ha jugado partidos destacables pero, en cuanto se ha lesionado Tamudo, ha perdido seis de los últimos ocho encuentros. El Valencia (9º) no sabe, no contesta. Del Racing (6º) y el Almería (8º) ya hemos dicho cómo y para qué han sido diseñados. El Getafe (10º), tal vez, sea el más regular en cuanto a buen trato de la pelota, pero con graves lagunas de concentración y falta de competitividad y enormes altibajos. Del once al veinte de la clasificación mejor no hablamos, ¿no?
No quiero decir con todo esto que en el país de los ciegos el tuerto sea el rey, quiero, simplemente, ubicar al equipo de Aguirre en la competición que está jugando, para que todo resulte más sencillo de enjuiciar apropiadamente. Y, si vamos a lo subjetivo, yo he visto este año –a ráfagas, por partes, intermitente, irregular, lo que ustedes quieran- un atlético con mucho más fútbol, con mucho más empaque y con mucha más casta que el de los últimos años. Tenemos una primera figura, el Kun, tres potencias, Forlán, Simao y Maxi, y un líder, Raúl García, además de algunos futbolistas solventes, valiosos o con posibilidades de serlo y piezas ofensivas de recambio como alternativas de regular fiabilidad. Y, pese a todo, ahí estamos: cuartos y compitiendo a falta de doce jornadas.
10- Porque es un alicate con hambre.
No lo digo yo, lo ha dicho hace muy poquito, en los momentos de menos confianza generalizada en el equipo, Fernando “La Máquina” Torres: “si dejan trabajar a Javier Aguirre el Atlético luchará por los títulos” (enero de 2008). De hecho nuestro Niño, antes de verse obligado por unos y por otros a dejarnos huérfanos de su clase, su coraje, su pundonor, su fútbol y sus gónadas rojiblancas, exigió al Cobarde que renovara a Javier Aguirre para continuar. Esta razón es ciertamente difícil de explicar porque es un pálpito, una intuición derivada de seguir la trayectoria y el trabajo de Javier Aguirre. Es un tipo que quiere ganar, es un tipo que quiere hacer algo grande, que tiene ambición y la transmite. Y yo espero que pueda seguir creciendo, y ganando, en el Atleti.
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En fin, que ya les dije al principio que Javier Aguirre no es mi entrenador favorito, probablemente nunca lo sea, pero eso no quita para que reconozca sus méritos. Y eso, precisamente, es lo que he pretendido: reconocer públicamente los méritos que veo en su labor. Ahora ustedes dirán, en el caso de que hayan conseguido llegar hasta aquí, si son o no son razones suficientes para, por lo menos, respetar su trabajo.
Forza Atleti!
39 comentarios:
Agua, y un bocadillo para el camino, oiga. Como dicta la norma de la casa, para dimensiones, las bíblicas y para proporciones, las del comandante.
Madre mía, que bruto es Usted!!!
Ni "Los siete pilares de la sabiduría", oiga...
Valiente si ha sido, si. Ya verá como le pelan...
Yo, en cambio, le doy la enhorabuena. Gran crónica, certera elección de temática.
Ahora que, en cuanto la lean los "italianos", le cae el pelo, se lo digo yo. Prepare frases como "lasciate ogni speranza, voi qui entrati", le vendran bien.
Una duda: al final del punto 6, versículo quinto, pone Usted un "Y tal", que no acierto a comprender. Le ruego me ilustre...
A mi me ha convencido. Habrá que ver que pasa de aquí a final de temporada, pero que a Aguirre se le ha estado crucificando inmisericorde e injustamente es un hecho obvio. Hasta el final de temporada habría que apoyarle.
Y los verdaderos culpables como es tradicion se van de rositas, o casi.
Precioso decálogo. Después de leerlo ya no me cabe duda de que Aguirre irá al cielo... lo que ya no tengo tan claro es dónde irá el Atleti.
Trás el fin de Pimpinela, ¿que nos queda? ¿el trio los Panchos? ¿Paquita la del Barrio?
gelosino, oiga
como prológo está bien !
el punto 1) es la clave. Hay un directiva que actua en contra del club y del equipo, gangrena pura que devora a tecnicos y jugadores sin que el 95% de la afición llegue a darse cuenta.
Miguel Angel Gil M. es el demiurgo malvado pregonado por los gnósticos (...vaya...), todo nace mal y se tuerce en sus manos.
Pero como doctores tiene la iglesia, me remito al artículo de Bernardo Salazar en Señales De Humo, que expresa mis dudas sobre Aguirre:
http://sdehumo.net/blogs/bsalazar/archive/2007/12/21/de-mal-en-peor-hacia-la-victoria-final.aspx
PD
D. Ismael, hoy ninguna canción en italiano, en mi casa es el dia de Brassens (que tenia madre italiana...)
Está más sujeto con alfileres ésto, que el manifiesto que Lot preparó para salvar a Sodoma y Gomorra. Oiga.
A mi Aguirre no me entusiasma pero sí me merece respeto. Doggy ha dicho todo y todo, discutible o no, está para mi bien dicho.
Para mi Aguirre tiene dos puntos muy criticables: uno, la gestión de los jugadores de la cantera, que no ha tenido el protagonismo ni las oportunidades que merece. La pregunta más repetida en el ciberespacio colchonero es si no hay nadie en las categorías inferiores mejor que Cléber o Eller. El otro día salió Camacho y nos preguntamos por qué no salió antes. Hoy , por cierto, parece que no juega.
El otro punto negativo se refiere a la plantilla. Que Aguirre no tiene una plantilla acorde con su estilo de juego podía ser una excusa el primer año, no el segundo. Aguirre ha tenido tiempo de dejar claro qué quería y no parece que lo haya obtenido. No ha impuesto sus criterios a la dirección deportiva, que como sabemos de fútbol anda justita pero de cobrar comisiones a los intermediarios sabe una barbaridad. Que a Aguirre le gustan los Raúles García está claro, que ha tragado con jugadores mediocres ocupando plaza de extranjero o en puestos claves del equipo.
Por cierto, este párrafo del gran Bernardo Salazar, que no tiene que ver con la estrategia sino con cosas mucho más importantes, es de obligada lectura:
"En la fila de detrás se me situaron cinco personas deconocidas y mayores de veinte años. Atléticos furibundos, por supuesto. Desde el comienzo del encuentro fueron para mi una permanente pesadilla. Rojiblancos a machamartillo desconocían en absoluto las reglas del juego. Protestaban constantemente todas las faltas que nos pitaban en contra y solicitaban insultantes la tarjeta para cada intervención de los rivales. Además escupían cáscaras de pipas a diestro y siniestro sin la menor consideración a las dos únicas personas que se sentaban delante de ellos (el otro era mi hijo Borja). Estuve tentado de cambiar de asiento.
No reconocían el más mínimo fallo de los nuestros y toda la culpa era de los árbitros y de los jugadores griegos. Por supuesto que aplaudían entusiásticos cada vez que se lograba un córner o que un rojiblanco se excedía en una entrada. ¿A esto ha llegado la fiel afición colchonera? ¡Qué vergüenza! "
Hola que tal.
El fútbol al final se trata de resultados. Si el Atlético de Madrid gana la liga aunque sea rematadamente mal a la afición le da igual, porque tiene un título, y besarían a Aguirre.
El claro ejemplo es el Madrid. El año pasado nadie quería a Capello, porque jugaba mal. Y las encuestas entre madridistas más del 70% querían a Schuster. Ahora, es al contrario. El Madrid siguie mal y ya aha perdido muchos más partidos que con Capello el año pasado. Ahroa todos dicen que fue un error echarlo. ¿En qué quedamos?.
Un saludo.
pues no te falta razón
ahora, si encima se juega bien ...
antes de exponer mi punto de vista sobre ese "entrenador", calificativo demasiado solemne para
definir a ese hombre que logra sacarme de quicio ganemos o perdamos, he de reconocer que escribo esto tras la ridícula
derrota contra un equipo que, si bien no es malo, desde luego transmite la sensación de tener muchas papeletas para sufrir hasta fin de temporada... A fin de abreviar mi comentario y no aburrir al personal, simplemente contestaré a los puntos con los que más en desacuerdo esté, si bien no son pocos:
1)Quiero aclarar que soy consciente de ello, y analizo esto con objetividad.
2)Nada que objetar, si bien es lo mínimo exigible.
3)Gran fichaje, sí, que en caso de tener un director técnico medianamente serio,se hubiera producido igualmente. Pero tengo la madrugada benévola, mire por donde, así que démosle a aguirre el mérito, pero ¿compensa la llegada de raul garcia la pérdida de Riquelme, por ejemplo?...Habría que considerarlo
4)Una cosa es cuidar, y otra sobreproteger. Cuidar no es poner a Mista una vuelta como titular para que aguero "se aclimate" porque es muy "chiquito", cuidar es sacarlo de los campos cuando su presencia es innecesaria y es posible que lo lesionen, y, sobre todo, cuidarlo en lo extradeportivo (un jugador joven en una ciudad como madrid..), para lo cual no tenemos elementos de juicio.
5)Nunca, nunca habla de los árbitros, al igual que cerezo, manifestando una flata de profesionalidad que roza lo cómico. El deber de aguirre es defender a su club, y si, para evitar que nos roben en la mitad de los campos de españa has de hablar en su justa medida de un árbitro, que lo haga.
6)En fin, nuca lo sabremos, pero creo que poca gente duda sobre que era algo no sólo sencillo con la plantilla que se le otorgó, sino obligado. De hecho, es un fracaso no haber entrado en champions, al igual que haber sido eliminados por un equipo al que no metemos un gol en 180', cuando hay serias dudas sobre si jugarían en la segunda española (su estrella se llama iván campo, un jugador de nivel medio).
7)Muy bien llevado el vestuario, sin la menor duda. Y el entorno también, ale. Eso sí, nuestro mediocentro creativo, y, además, el único capaz de hacerse denominar como futbolista además de raúl garcía, está en el Inter. En cuanto a las oportunidades... Maxi se quejó hace seis meses de no jugar, y es indiscutible, aunque su rendimiento sea dramático. Que sí, es realmente romántico que juegue todos los minutos pese a que la gente no suela poder afirmar con propiedad si ha jugado ese día, al igual qe lo es no haber echado a Pernía del equipo tras dos partidos en el Atleti, o jugar con cleber y pablo..pero eso repercute en el nivel del equipo, que es lo primero. En cuanto a Luis Garcia, fue suplente cuando estaba en su mejor forma (adivine debido a la titularidad de quién..), y ahora lo estamos pagando.
8)Estoy de acuerdo.
9)Tres objetivos, ninguno cumplido. El equipo no tiene carácter, se encuentra cuarto por la inercia de tener jugadores como Agüero, Forlán R.Gª, y en cuanto a lo de jugar al fútbol..veo al sevilla o al barça, y me horroriza ver la diferencia existente en ese aspecto.
10)Hambre, tiene, y seguirá teniendo como no ocurra otro milagro (como la inexplicable clasificacion del osasuna apra la champions).
PD 1: no nos vimos privados de esas MAravillosas cualidades de Tores "por unos o por otros", sino por su ambición desbocada, que desembocó en una marcha repentina en la busqueda desesperada de ganar un título en un plazo breve de tiempo."NUNCA dejaré el Atletico de Madrid", palñabras repetidas ilimitadas veces por el jugador: añada el honor y la sinceridad a su currículum.
PD: con cuanta suficiencia define a Miguélez, uno de los pocos periodistas del Atleti que puede enorgullecerse de desempeñar correctamente su trabajo, en deprimento de presidentes incompetentes y entrenadores mediocres e hipócritas.
atlético pese a todo, no me queda clara tu reflexión sobre la salida de Torres. ¿Quieres decir que se fue del Atleti por su ambición desbocada? En tu opinión ¿su forma de salir del equipo demuestra su falta de honor y sinceridad? No me ha quedado claro
En cuanto a lo de Aguirre, gracias por los comentarios. Una cosa, sólo para la información de los lectores, Doggy nunca lo dirá pero sí conoce de bastante cerca lo que pasa en el equipo. Lo digo porque nadie piense que son afirmaciones gratuitas basadas en lo que la prensa cuenta, es bastante más riguroso que todo eso.
gracias de nuevo
por cierto, el comentario al partido de ayer tendrá que esperar a mañana ...
Pues como no improvise, sobre la marcha, otras diez razones para no crucificar a Aguirre es post va a quedar surrealista después del partido de ayer.
señor fuentes; sinceramente no me tengo por alguien excepcionalmente inteligente, pero, tras meditar la salida de Torres repetidamente, no se me ocurre otra razón. Es decir, un atlético, que no sólo cumple el sueño de jugar en el "club de sus amores"(que pongo en duda), sino que además se convierte en el símbolo de una afición, la suya, cuyo aprecio incondicional por él resultaba sobrecogedor: cómo jugara resultaba indiferente, él era del Atleti, él decía que un título aquí valía más que 10 en algún otro, él decía que nunca iría al Real Madrid, así que, por qué negarlo, que nadie nos criticase a Torres (aunque en su fuero interno más de uno se desesperase al verle fallar ocasiones de forma incomprensible, cosa, digo de paso, que ha solventado con los "reds", ¿será algo del entrenador, quizá?). Así pues, cobrando como cualquier jugador de primer nivel mundial, y acomodado en su equipo de toda al vida..¿por qué se fue? Sólo peudo pensar que por la siguiente razón: porque quiso (ha de aclararse que, pese a la dantesca dirección del club, en ese aspecto no hemos de criticar a los dirigentes). Y ¿por qué querría irse? Desde luego, no por dinero: cobra unas cantidades igual de elevadas que aquí y, además, con sólo decirlo hubiese obtenido un aumento, si de eso se tratase. Por lo que, a mi simple forma de ver las cosas, reitero, sólo diviso una contestación sólida: Torres se marchó a un club con una plantilla más formada con el fin innegable de ganar títulos, y pronto. Por si fuese poco, al hecho de dicha marcha "por la puerta de atrás", es decir sin siquiera despedirse de aquellos niños que fueron a verle antes de su partida, podemos sumarle el agraviante de esas incomprensibles declaraciones que realiza esporádicamente en Inglaterra: "ahora estoy en un club grande", "el otro día me dí cuenta de que sólo había perdido un aprtido en lo que llevo aquí, cuánta diferencia"(ésta emitida por la querídisima Telemadrid, eso sí, hace unos meses, antes de que le resultase obsceno mirar en al tabla la diferencia con respecto al íder, y acer expulsados de todas las competiciones, menos, también es cierto, de su deseada Champions). Por si no lo he dejado patente, cuandos e produzca la vuelta de un consagrado Torres que venga a retirarse cómodamente aquí (la cual, conociendo los valores de un equipo propenso a traerse futbolistas que nos desprecian, caso de Reyes, pro ejemplo, se producirá sin la menor duda); yo sólo no seré uno de los que le aplaudan, sino que además estaré orgulloso de silbarle en el campo, auqnue sea de los pocos cuya orgullo por ser del Atlético de Madrid no s evea sobrepasado por la vuelta de aquél Niño que nos dejó para convertirse en el Kid de otros.
Por cierto, no quiero ser tachado de haberme cebado con el señor Doggy, pero hoy, casualmente y, seguramente, pese a Aguirre, se ha reflejado en las noticas la inconformidad de los jugadores con los arbitrajes sufridos. Son ellos quienes tienen que dar la cara, en vez del hombre que, ya que parece haberse equivocado de deporte del que vivir, al menos podría tener la honradez de dar la cara y proteger a sus futbolistas, como, por ejemplo, ese pobre payaso de Schuster, quién, pese a todo, sabe más que Aguirre incluso en esos aspectos.
Estoy de acuerdo con casi todos los puntos que proclamas, pero es muy largo. La próxima vez di lo mismo, pero ponlo en menos lineas. Te prometo leerlo igual.
para atlético pese a todo: interesante punto de vista, gracias. No estoy del todo de acuerdo (en algunas cosas sí) y mañana espero tener tiempo y lucidez suficiente para escribir mi opinión. Como aperitivo, entiendo que en tu opinión Torres no ha estado a la altura del Atleti, no ha cumplido con su palabra y se ha ido del club de sus amores únicamente por las ganas de ganar algo en un equipo en condiciones de competir por títulos importantes. Puede ser. Si esto es así, tres preguntas retóricas antes de darles a Vds la tabarra mañana con más palabrejas: ¿ha estado el Atleti a la altura de Torres (entendiendo por Atleti también a la hinchada)? ¿entendimos todos las palabras de Torres como un contrato irrompible o era más bien una forma de reafirmar su compromiso? ¿no es lícito, lógico y esperable en un deportista que intente ganar cosas, jugar torneos importantes con jugadores importantes? Como epílogo, una reflexión personal: como atlético para mi ha sido una desgracia que se fuera Torres, pero si hubiera sido mi amigo o mi hermano posiblemente le hubiera recomendado hacer lo mismo.
Para billie: creo que las reflexiones de Doggy son válidas hoy como lo serán dentro de dos meses o hace tres. Creo que Doggy no dice que Aguirre sea el mejor entrenador posible ni que sea infalible en sus planteamientos, sino que merece respeto por una serie de cosas que siguen vigentes hoy.
Agradecer a Doggy su esforzada y mayestática exposición, tamaño esfuerzo es digno de reconocer.
Aclarar, que no comulgar con Aguirre, no quiere decir que no se le respete. Yo sin ir más lejos, respeto hasta a Cleber, y a Eller, y a Pernía...pero no les quiero ni les creo aptos para el atleti.
Pensar que algo tan extraterrestre e irrepetible como el KUN tiene algo que ver con Aguirre debe ser amor de madre, o de padre, o de hermano pequeño, o de amigo del alma...y eso que queda claro que el mejicano no es santo de su devoción.
Eso si, me encanta lo educado que es y lo bien que utiliza la pala del pescado...Ay si tuvieran Eller y Cleber y otras tantos un poco más de educación!!! Otro gallo nos cantaría...
No me ha convencido, pero no cabe duda que tras la lectura conozco un poco mejor al Sr. Aguirre para seguir valorando en poco su aportación técnica al equipo.
Un saludo, con mucho respeto, no se vaya usted a creer.
Ese es mi Abantos!! Voy a hablar con Suso el Mediocre, a ver si el medio centro de ida y vuelta que necesitamos vas a ser tú. Bendito tú!
Al señor Fuentes: he entendido eso de que fuesen preguntas retóricas, peor el impulso de contestar es irrefrenable, perdónemelo. Sí, la afición no sólo estuvo a al altura de Torres, sino que su devoción incondicional a él eclipsó la suya hacia nosotros. Sí, lo entendimos como un contrato irrompible e incorrompible, al menos eso creo,y enlazo en la contestación del por qué con el mismo que el de la tercera: poruqe esto es un club especial, si un jugador dice que se queda, será alabado, pero con dichas condiciones, y por eos pensé que nunca se iría, porque, ingenuo d mí, imagine que el conocía el sentimiento de ser de este equipo.
pues yo, fíjese qué cosas, creo que la afición no fue con Torres ni la mitad del cuarto de un tercio de lo que debió ser. Los reproches en la grada del Calderón eran contínuos, las críticas desproporcionadas eran recurrentes y el agradecimiento por intentar tirar sólo de una nave que hacía aguas por todas las cuadernas, mínimo. Torres, en muchos sectores del campo, era un niñato, un pelitos, un bluff, alguien a quien vender por treinta monedas en el convencimiento de que se timaba al comprador, de que se vendía un proyecto condenado al fracaso. Ahora parece que no es así, que siempre fue el ojito derecho de la afición, el mimado de una grada que, desde que se fue, nunca ha vuelto a gritar su nombre.
No conozco a ningún equipo grande que no cuide a sus estrellas, más si son de la casa. Nuestra afición, y no hablo desde luego de Vd, no estuvo a la altura y por supuesto tampoco lo estuvo la directiva, rodeándole de tuercebotas año tras año, ni la prensa, cebada en su figura desde el principio, magnificando sus errores y minimizando sus virtudes, buscando jugadores que le hicieran sombra, desde Villa hasta Portillo.
Una cosa es la fidelidad y otra es la idiocia, y creo que Torres es tan del Atleti como nosotros pero ha tenido la desgracia de conocer el club por dentro. Por mi parte veo injusto cualquier reproche a Torres. ES cierto que pudo irse llamándonos a cada uno de nosotros por el móvil y pidiéndonos perdón, pudo hablar de la pésima gestión del equipo a los cuatro vientos y no lo hizo, pudo abofetear a Cerezo mientras le ofrecía tembloroso la camiseta del equipo del que fue veladamente invitado a irse, es cierto. Pero también es cierto que cuando se fue tenía 22 años y cuando debutó 17, y que ahora parece que exigimos a un chavalín que haga lo que 50.000 aficionados no hemos tenido el valor o el compromiso de hacer durante muchísimos domingos en el Calderón. Torres ha buscado lo mejor para él viendo que en lugar en el que le hubiera gustado conseguirlo los directivos buscaban hacer dinero sin importarle el proyecto deportivo y la afición asistía sedada al timo de cada año. No me parece justo criticar a Torres por irse, no, lo siento.
ésta, sin la menor duda, es una discusión cuyo fin no atisbo a ver; así pues, no me prolongaré rebatiéndole puntos clave de su argumentación (como aquellos 50.000 espectadores clamando su nombre tras cada penalti fallado, por ejemplo, a los que usted nunca hace mención; Torres fue maltratado mediáticamente por ser el icono de este equipo, si bien no hemos de olvidar que quizá también llegó a serlo por el influjo de ciertos medios, pero sinceramente, no veo ese rumor en el estadio cuando Torres fallaba "una de las suyas", y le recuerdo que nunca, y más de una vez lo mereció, fue pitado, cuando el resto de clubs no cesan de exigir a sus cracks más rendimiento), según la cual el pobre muchacho se vió abocado a irse (es la primera vez que Cerezo no se salió de lo esperado; nadie le invitó a irse, hizo las maletas al ver el sugerente poyecto de irse al "spanish liverpool", o al menos eso se ha difundido, y ha sido corroborado por el mismo jugador), sino que simplemente haré mención a otro joven, éste argentino, que va a convertirse, sino lo es ya, en el mayor emblema de los últimos 20 años del Atlético de Madrid, quien sólo tiene buenas palabras para el club (es decir, afición), y se gana, además de con un rendimiento deportivo superior al que nos ofreció el madrileño, el cariño de la gente con declaraciones como las del otro día, en las que, llámeme ingenuo, me alegró la tarde al decir que él compartía la alegría de la afición por la derrota del madrid. Así pues, aquí estará la comparación inapelable: en verano, cuando los clubs hagan cola cuan niños en la tienda de chuches para ofrecer millonadas por él,¿se irá? Y si no lo hace habrá demostrado más que Torres, más, repito, porque no "es de este equipo"; y no le quepa duda de que, si se va tras declarar que nunca lo hará (cosa no exigida), estaré aquí criticándolo como al otro, aunque tampoco me cab duda de que no ultrajará y humillará al Atleti esporádicamente, como sí hace Torres.
efectivamente, es una discusión sin fin
por alusiones, que eso es más fácil de zanjar, si se molesta en darse una vuelta por este blog y da con la crónica del único partido en el que se ha clamado el nombre de Torres en el Calderón tras fallar un penalti verá que sí que hablo de esa gente. También hablo de ellos en el artículo que se publicó con motivo de la partida de Torres. Lo digo más que nada porque me achaca nunca hacer mención de algo que al menos ha sido comentado dos veces en este espacio, y siempre en tono admirativo.
Habla también Vd del trato de la afición a Torres en el campo, y eso, lamentablemente, no tiene opción de prueba ni por su lado ni por el mío. Dese una vuelta sin embargo por cualquiera de las numerosas webs qeu contienen foros atléticos y busque opiniones vertidas cuando Torres jugaba con nosotros. No hace falta que cuente las opiniones en contra y a favor, símplemente vaya a visitar cualquier foro del Liverpool y compare. Mire también cómo protege la afición del otro equipo grande de la capital a alguno de sus jugadores de la cantera, o qué trato da la afición del Barça a Puyol, Valdés, Xavi, Iniesta o Messi, porque entiendo que ese es el ejemplo que tiene en mente cuando habla de cómo se exige a las estrellas y, más en concreto, a Ronaldinho.
Indague Vd también sobre cómo se produjo la venta de Torres, sobre cuándo llegó a un acuerdo la directiva y cuándo se le dijo a Bahía que la suerte estaba echada, por si le quedan dudas de quién dio el primer paso.
En cuanto a Agüero, le recomendaría no elevarle a los altares del sentimiento rojiblanco aún (sí del juego, eso está claro). Si piensa a estas alturas que el Kun es un rojiblanco de corazón, uno como Vd o como yo, me temo que estará siendo algo inocente. Y ojalá me equivoque
La primera diferencia entre esos estandartes intocables a los que hace referencia es que ellos han llevado a sus respecivos clubs a ganar algo. Y éste es un dato objetivo. Nada más lo es; su percepción sobre éste asunto y la mía difieren hasta cotas que rozan lo cómico, parece que hablemos de lugares y sucesos dispares, así pues, viendo que somos irreconciliables en este asunto, quizá la solución sea dejar el debate. Respeto su opinión, y sinceramente veo tildes de verdad en ambas posturas, resulta probable que ninguno d elos dos llevemos la razón en este asunto. Es inane profundizar en una discusión en la que usted defiende que Torres no disfrutaba de la admiración popular (entre los atléticos, que son a quienes hace referencia), cuando yo, en los foros de este equipo, sólo vi (y sigo viendo, por desgracia, pues me parece detalle de equipo mediocre y acomplejado) cómo se habla con anhelo de un futbolista al que no habríamos de extrañar, cuando lo presente está mejorando lo pasado, y se lo defiende apasionada y, en muchos casos, irracionalmente, con un fervor que ya quisieran apra sí muchos TODAVÍA jugadores en sus respectivos equipos, de críticas ajenas. No puedo habalr en igualdad de condiciones que usted sobre ese supeusto acuerdo de la directiva, pues carezco (como creo que el 90% de la gente) de datos mas detalaldos que los otorgados por club y jugador. Y en cuanto a Agüero, pues sí, ojalá se equivoque; y, a día de hoy, en dichos altares tiene el mismo derecho, sino más, que un jugador que abandonó su equipo en pos de un futuro quizá más prometedor. Y a loq ue se reduce lo que aquí se discute: ¿aplaudiría a Torres en caso de una hipotética vuelta de Torres (que supondrá otra demostración de equipo menor y mediocre) a un equipo ya formado al fin (gracias a, por ejemplo, Agüero)? Yo no; pudo quedarse y ser partícipe de esa presumible resurección, pero s efue a engrandecer su galería de trofeos.
hablando del pasado, a Torres no se le puede pedir que sea el "Jan Palach" colchonero(aunque se le pueda agradecer el gesto eventual).
el nuestro es un club especial, sin duda, pero es tambien el club de los Giles, y con el pasar del tiempo el asco puede superar el cariño.
Los goles que marca ahora van en contra de sus criticos no a favor del Atléti (muy importante este punto para mi).
Agüero se irá en verano, no cabe duda..."hay que construir el nuevo estadio" (diran los directivos).
lo que dice vito es cierto, los goles que mete Torres no son en favor del Atleti, más bien son goles que no mete con ni para el Atleti. Yo pienso que por culpa de la directiva, incapaz o sin voluntad de hacer un equipo a la altura de la entidad ni de Torres, un jugador en mi opinión llamado a marcar una época, alrededor de quien se pudo hacer una plantilla grande pero que se fue al ver de cerca que el Club de sus amores es una pantomima, una tapadera para recalificar un estadio. Atlético pese a todo opina que se fue en busca de nuevos horizontes con aspecto de montañas de libras esterlinas, dejando tirada a una afición que le adoraba hasta el paroxismo. Como bien dice, parece que hablemos de situaciones distintas y sí, quizás sea lo mejor dejar el debate por dos razones: la primera, porque me resulta complicado discutir con alguien tan correcto y que escribe tan bien y dos, consecuencia de la primera, porque seguro que me gana, así, en mi propio blog, convirtiéndome en protagonista involuntario de uno de los mayores ciber bochornos de la historia, si no el mayor.
Por terminar y contestar a su pregunta (ventajista que es uno, que atiza por lo bajini tras decir un piropo al rival) le diré que sí, que aplaudiría a Torres con gusto si su trayectoria continúa como hasta ahora. Reconozco que con Torres tengo una sensación de madre de la Pantoja que me impide quizás ver las cosas con objetividad, pero creo que en este caso es exagerado pedir al chaval que haga más de lo que ya hizo.
Torres ha sido lo más grande, hermoso, prometedor y maravilloso que ha salido de la cantera en 26 años que este menda pisa el Calderón, se le vió debutar, se le vieron goles estratosféricos, se le vio luchar, se le vio sentir, se le vio sufrir...
Que se fuera o no, o como se fuera, o qué cojones!!!
Es un lujo de jugador, me alegro de cada uno de sus goles con los reds, y le espero de regreso como máximo en tres años, para seguir disfrutándole...
Tampoco es malo el Kun....
¡¡Ay bendito!! Las imbecilidades que tiene uno que leer... Reitero lo que dice Abantos: ¡¡¡Fernando Torres o Muerte!!!
¿Ha visto D. Jesús, que nuevos duelistas tenemos?
Y, encima discuten de Torres.
¡Como si se pudiera discutir semajante cosa! 'amos, anda.
Yo creo, pero no me hagan caso, que ésto está pidiendo un artículo del dueño sobre Torres. Pero no añado más, que se me ha corrido el rimmel con el giro del niñito. Mecachen. En vez de pegarla fuera. Qué le hubiera costado. Si es que no da una a derechas, oiga.
La verdad es que resulta evidente que el Torres ese es un fallón, un bluff de la prensa, no sabe "resolver".
¡Adonde va a parar, si lo comparamos con Raúl! Ese si es un crack, y no el pelagatos que nos quitamos de encima (gracias otra vez MAGilM).
Pero, enfín que no me queda claro lo del Torres ese: ¿hablan ustedes del del Mandril..?
Se impone un artículo, si.
ya ... y de beber quieren algo?
Estos siempre alternan con Cynar.
Perdonen, pero yo soy más de Fernet Branca...
Luego me regañará el dueño a mí, y Vds se irán de rositas, caracoles. Ea, pues póngame un Ricard.No, sin agua.
oído
donde prefieren que les ponga todo eso? no es una pregunta geográfica, sino anatómica
Don Fuentes, qué habil es Usted con la gramática (parda).
Para cerrar el ciclo, yo le pediría, a la sobremesa, un Cognac...Torres, por supuesto.
Y, ya que andamos de decir tonterias, no me abstengo de pronunciar la siguiente frase:
"Y, dijo el toro al morir, que pena dejar este mundo, sin probar Pipas Facundo".
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