lunes, 3 de marzo de 2014

De fútbol y veneno


Enfrascados en polémicas sobre si el Club Atlético de Madrid es la más maligna máquina de violencia institucional desde los Jemeres Rojos, parece que a la gente se le ha olvidado una cosa: que el Atleti jugó un partidazo de fútbol que mereció ganar y que terminó en empate con sensación de derrota, y no precisamente por virtud ajena. 

 1. El fútbol 


Nota: lo aquí escrito recoge lo que servidor de Vds vio en el campo, no lo que enseñó o dejó de enseñar la televisión. Es por todos sabido que en el campo se ven cosas que no se ven en la tele y viceversa; es por todos sabido también que el que suscribe relata lo que ve, no lo que le cuentan ni lo que le muestran o le ocultan, algo que, visto lo visto, es bastante recomendable para la salud del hígado. 

El Atleti de Madrid, equipo al que daban por enfermo terminal hace una semana y al que vaticinaban una goleada en contra a manos de los verdugos del todopoderoso Schalke, resulta que pasó por encima durante gran parte del partido al tercer equipo de Madrid, esa escuadra prodigiosa glosada por juglares y poetas de todo el sistema solar que venía lanzada hacia el campeonato de Liga, Copa, Champions, Mundial de Rallies y Nobel de Química según todos los especialistas, popes ortodoxos y odontólogos reputados. De haber tenido el Atleti un pelo más de suerte y una mijita más de banquillo, de haber tenido el árbitro más puntería, más personalidad y más decencia y de haber estado Simeone más vivo en los cambios, quizás habría ganado el Atleti por un par de goles y sin pasar apuros. Pero las cosas no funcionaron bien durante el tramo final y el rival, que tiene gente capaz de meter un gol en media ocasión, terminó por llevarse un empate que celebró como una victoria, como es lógico. Esto, eso sí, no importa demasiado, que aquí lo importante es lo malísimas personas son los del Atleti, que osaron pagar con la misma moneda a un equipo que reclama para sí el estatus de Pegador Intocable, toda una bicoca. 



Salió el Atleti con el equipo que todos los aficionado habríamos alineado, con la defensa de siempre, con la media de siempre salvo Mario (qué remedio) y con la delantera más adecuada para un partido duro, esto es, Diego Costa y Raúl García. Ni un pero podía ponérsele al equipo titular, el equipo que todos los que vemos al equipo todos los partidos habríamos sacado, el equipo más adecuado para un partido duro e importante. 

Salió el Atleti al campo y miró a la grada y vio un espectáculo en rojo y blanco, una grada de dos colores vestida de día grande y fiesta mayor repleta hasta los topes de socios del Atleti, rivales mezclados entre los locales, turistas japoneses y guiris varios, algunos disfrazaditos de carnaval. Y nada más plantarse el Atleti en el campo, el rival forzó un córner, lo sacó de aquella manera, un balón acabó bombeado cerca del segundo palo y el Atleti se llevó un gol. 

- ¿Gol? 
- Sí 
- ¿Ya? 
- Sí 
- ¿Pero ya? 
- Qué sí, oiga, ya, cállese de una vez. 

Gol al minuto dos, como tantas otras veces. Silencio en el Calderón, como tantas otras veces al inicio del partido. Bajón inmediato, como tantas otras veces, casi sin tiempo para sentarse en la grada. 

Pero algo indicaba que las cosas no iban a ser como tantas otras veces. Mientras los visitantes festejaban su más que probable título de campeón de la Vía Láctea y Galaxias adyacentes, Koke cogió el balón, agitado, y corrió al centro del campo. Mientras los rivales se abrazaban y ponían cara de decir jijijiji, esto va a ser coser y cantar, hay que ver qué gracia y qué salero tenemos por Concha Espina, Koke espabiló al equipo y sacó rápido del centro, dándole el balón a Arda y escuchando el pitido del árbitro cuando paraba el partido, algo que al parecer las televisiones no recogieron (aunque sí recogieron las protestas airadas de los jugadores, mire Vd). Uno, que lleva en esto un tiempo, no había visto algo así antes y no conoce exactamente las consecuencias reglamento en mano (y las explicaciones que ha recibido son muy confusas), pero intuye que lo que Koke buscaba es que el árbitro amonestara a los rivales por celebrar más de la cuenta y más lejos de su área, acusados de arañar segundos desde el minuto dos. Uno desconoce si el reglamento indica que en una situación así el árbitro debe parar el partido y esperar pacientemente a que el equipo goleador tenga a bien terminar con los discursos de las autoridades, la traca valenciana y los fuegos de artificio para volver a su campo a pasito de jubilado o si debe sacar unas cuantas amarillas para recordar quién manda, pero sí sabe que lo que Koke buscaba, con acierto, era volver a meter al equipo en el partido, pasar página lo antes posible, recuperar la tensión competitiva a pesar del gol y el jarro de agua fría. Este temperamento de capitán mostró Koke en el minuto 2 y ya no lo abandonaría durante todo el partido, incluso cuando intentaba, agotado, tapar la salida de los rivales hacia el minuto noventa tras uno de los partidos más completos y admirables que uno ha visto al admirable Jorge Resurrección Merodio, Koke. 

Cuando unos minutos después, a pesar de que el rival parecía controlar el partido, un balón llegó en carrera a Diego Costa y éste enfiló el área, la grada se levantó despacio para ver un gol y lo que vio fue uno de los penaltis más claros, si no el más claro, no pitado nunca en el Calderón. Que al Atleti no le piten penaltis en ciertos partidos entra dentro de lo esperado, que no piten uno tan claro resulta casi asombroso incluso en días señaladitos. En el revuelo de jugadores en torno al árbitro voló una amarilla para Arda Turan y se empezó a ver algo que sería la tónica durante el partido: un árbitro tapándose la boca para hablar con los jugadores. ¿Por qué se tapa la boca el juez supuestamente imparcial de un partido de fútbol? ¿Qué dice un árbitro a los jugadores que no pueda ser escuchado por los aficionados? ¿Saben Vds que en los partidos de rugby del máximo nivel internacional los árbitros llevan un micrófono para que absolutamente todo lo que dicen sea escuchado por todo el mundo y grabado por la televisión si hace falta (incluido aquello de Nigel Owens, “esto no es fútbol, ¿está claro?”)? ¿Hay algo que no quieren que sepamos? 

Pasado el sofocón del gol y el ofensivo momento del penalti no pitado, aterrizó el Atleti en el partido y, miren qué cosas para estar difunto, se hizo amo y señor del mismo. Comentaristas y aficionados hablan de un partido bautizado por el entrenador rival (compañero varios años de vestuario de Tassotti, así que de esto sabe) como “violento”, la palabra que más se repite hoy. Sin embargo, en el estadio, sin repeticiones ni cámara super lenta el partido pareció intenso y duro, un derbi a la antigua usanza donde el rival, paladín de la patada rastrera y el dedo en el ojo, campeón de la falta alevosa y el codazo al abrigo del tumulto, rey del escupitajo y la mucosidad proyectada, se encontró con un equipo enfrente que no rehuía ni el contacto ni el choque ni el combate cuerpo a cuerpo. Para sorpresa de la prensa enterradora y de la afición vende-pieles de oso del norte de la capital, era el Atleti el que empujaba, el que corría por dos, el que peleaba cada balón y vendía caro cada centímetro de campo. Que las formas del Atleti pueden ser mejorables en algunos aspectos es algo que no dudamos; que el rival es el menos indicado para dar lecciones de urbanidad y buenos modales es algo mucho más claro; que el juego del y tú más pues anda que tú pues fíjate que tú aquella vez qué es algo que nos aburre soberanamente sí que queda claro, oiga. 

Marcó el Atleti a la media hora de partido gracias a Koke tras jugada excelente de Arda Turan y a esas alturas, una cosa estaba clara: el Atleti era mejor, jugaba mejor, estaba mejor plantado. El Atleti, más fuerte e intenso, ganaba el medio campo a pesar de la frialdad inicial de Mario, muy blando para este tipo de choques, y a pesar también de la sobreprotección arbitral al medio centro rival, tipo mal encarado con querencia a la patada rastrera que intenta disimular su actitud mezquina vistiendo en revistas y anuncios abriguitos de entretiempo de paño inglés mientras mira al infinito con mirada interesante de intelectual de feria. El hecho de jugar el Atleti con un medio centro soso como Mario y de ver cómo el rival podía pegar y pegar patadas sin sanción (hasta 9 faltas claras se contaron desde la grada hasta que el colegiado tapa-bocas tuvo a bien amonestar a su antipático colega de profesión – del colegio tolosarra – disfrazado de jugador) hizo doblemente meritoria la reacción del Atleti y doblemente costoso el llevarla a cabo. Quién sabe si con un gol más a favor y menos necesidad de jugar subido de vueltas, el Atleti habría llegado más entero a los quince últimos minutos. Quién sabe si un medio centro más concentrado y potente habría ayudado también a Koke y Gabi – de nuevo excelente e intensísimo -, Arda y Raúl García –peleón, siempre ayudando a la media y nunca intimidado ni por el rival ni por el proteccionismo arbitral – a ahorrar esfuerzo y limitar kilómetros. Quién sabe, oiga, quién sabe. 

Acababa el primer tiempo, y, después de una buena ocasión de un activísimo Diego Costa, Gabi metió un gol de esos de no olvidar nunca. Cuando todo el mundo esperaba un balón bombeado a los cabeceadores y absolutamente nadie esperaba un tiro a puerta, Don Gabriel Fernandez, Gabi, metió un golazo desde treinta y pico metros que por sí solo mereció darle la victoria al equipo. El portero rival, al que hemos visto grandes partidos en el Calderón con equipos honestos, saltó tarde y mal y pudo haber hecho más en el lance; eso sí, ahora resulta que es cosa suya y no de Gabi que el balón entrara, que ya saben Vds que al final lo importante es que el centro de la noticia sea el que tiene que ser. El caso es que Gabi metió un gol que, por el momento, el rival, el merecimiento y la distancia, recordaremos muchos años y por él, por Gabi, nos alegramos especialmente. 

Si el Atleti apabulló al rival el primer tiempo, lo mismo ocurrió al principio del segundo. En varias ocasiones buscó Diego Costa salidas rápidas y casi consigue marcar en una de ellas, tras un gran pase de Raúl García. Pero tras unos minutos del segundo tiempo en el que el Atleti dominaba y debió rematar el partido, se empezó a notar que el equipo empezaba a perder gas. El rival hizo sus cambios, precisamente los que el Atleti más temía: hacer entrar dos laterales rápidos en lugar de los dos dálmatas de porcelana que adornaban las bandas hasta ese momento. Los cambios, que se producían en un momento en el que el Atleti estaba agotado y que venían a solucionar el error garrafal de salida del rival, hicieron daño. Con dos laterales más profundos, el Atleti se vio obligado a correr aún más, cuando ya había consumido buena parte del combustible. Y ahí el pero a Simeone de la jornada. Es cierto que en el banquillo no había nadie, excepto el Cebolla, que pareciera preparado para entrar al partido a las revoluciones necesarias; es cierto que, siendo eso así, se habría impuesto hacer cambios antes en previsión del bajón físico que el intensísimo primer tiempo hacía esperar. Es también cierto que era difícil decidir a quién quitar, pero el caso es que Simeone no hizo cambios y el Atleti, agotado, quedó a merced del rival, plagado de jugadores de esos que pueden meter un gol en el primer balón que tocan, que consiguió empatar faltando diez minutitos tras error monumental e imperdonable del despistado Mario, fino modelo de pret-à-porter más preparado por lo que parece para imitar a su contraparte en el lucimiento de abriguitos de entretiempo que en el juego subterráneo. 

Diez minutitos, diez, le faltaron al Atleti para ganar un partido que mereció haber ganado quizás por un par de goles. Al Atleti le faltó fuelle en el último tramo, un medio centro concentrado y un banquillo haciendo cambios (o una plantilla que lo facilitara); le sobró también un árbitro malo, un par de despistes en defensa y una chispita, una pesetita de suerte. Y, aun así, ahí estamos, dolidos pero orgullosos tras un partido excelente de ese equipo al que hay tantas ganas de enterrar y tan pocas fuerzas para hacerlo. 

2. Lo que no es fútbol (o quizás sí) 

El buen partido del Atleti hasta el bajón físico y el mal partido del rival salvo los primeros y últimos minutos del partido, la buena actuación de todos los jugadores del Atleti (excepto Mario, quien aun así tuvo un rato bueno) y el mal partido de las estrellas visitantes, el choque entre el primero y segundo de la liga con trayectorias supuestamente opuestas en un ambiente de partido antiguo y grada colorida han quedado en segundo plano, sepultados por unas palabras pronunciadas por el entrenador rival, quizás buscando el efecto conseguido: el Atleti hizo un partido violento, dijo el entrenador rival, y no se habla de otra cosa, oiga. 

El Atleti, en efecto, tuvo algunos gestos feos. Los recogepelotas estuvieron antipáticos, retrasando la entrega del balón cuando el equipo iba ganando; Diego Costa pareció tirarse más de una vez, Godín estuvo peleón en los corners, Raúl García se quejó continuamente de codazos y demás, desentendiéndose a veces del juego, el Mono Burgos perdió los nervios y casi se come al árbitro con seis o siete señores colgando de la espalda. Alguno pensará que el Atleti jugó demasiado al límite del reglamento, que hubo entradas a destiempo, que buscaron tobillos y rodillas; otros no vimos en el campo nada más que un partido jugado como siempre se jugaron los derbis, en la época en la que la prensa contaba lo que veía, sin tomar partido por anticipado. Unos vieron en el campo a Pol Pot vestido de rojo y blanco frente a un equipo caballero, otros vieron algo más parecido a la verdad. 

¿Y el rival? Dos problemas encuentra el que suscribe para opinar sobre esto; el primero, el no ser objetivo, como pueden imaginar; el segundo, haber visto el partido sólo en el campo, sin cientos de repeticiones. Y aun así, lo que el que suscribe vio en el campo es lo que se vio en el campo, ni más ni menos. Y lo que se vio en el campo, además de los referidos puntos turbios de la actitud del Atleti, fueron dos equipos intensos, uno más protegido por el árbitro que el otro. Lo que se vieron fueron constantes provocaciones por parte de un par de jugadores rivales (ya imaginan quienes, pero no será aquí donde se les nombre) y una protección casi obscena a un tercero quien, cómodo en su torre intocable, se dedica partido tras partido a dar patadas en el campo y lecciones de ética en la zona mixta. Lo que se vio fue un arbitraje claramente negativo para el Atleti, un árbitro poco imparcial que se zampó un penalti clarísimo y varios dudosos, que hablaba con la boquita tapada para decir secretos a unos y otros pero nunca para sacar tarjetas a según qué jugadores, agotando su credibilidad en pocos minutos. Lo que se vio fue a un portero rival perdiendo tiempo desde el minuto 2 (¡el 2!) y a unos recogepelotas haciendo lo propio en el segundo tiempo, algo feo y reprochable. Se vio a jugadores exagerando caídas, y en especial un jugador rival fingiendo agresiones a tres metros de un árbitro sin que éste hiciera nada, el mismo jugador por cierto que hacía gestitos desafiantes a Raúl García tras un regate, el mismo que celebró un gol de su equipo encarándose al fondo Sur en la celebración más desagradable que uno recuerda en estadio Vicente Calderón. 

Y he aquí la pregunta clave: ¿qué hacer ante un equipo así? ¿Qué se debe hacer ante un grupo de jugadores que ha hecho de la provocación y las patadas, las burlas y el juego sucio su bandera desde hace años? ¿Deben los equipos locales rehuir la pelea, entregar las llaves de la ciudad y hacer un pasillo de honor ante un grupo de jugadores sobreprotegidos y provocadores que se ríen de uno en su cara mientras el árbitro mira hacia otro lado? Ante un estilo rufianesco, ¿debe uno comportarse como un caballero y quedar como un imbécil o está legitimado para plantar cara? ¿Es de recibo que se proteja al que ofende y se denuncie al que se pone a su altura para no quedarse con cara de tonto? 

Pero hoy, naturalmente, no se escuchan estas preguntas en los medios. Se dice que el Atleti planteó un partido violento, algo que también habría dicho el que suscribe de haber sido entrenador y haber hecho jugar como lo hizo al equipo multimillonario embalado hacia todos los títulos universales que naufragó frente a un equipo aguerrido al que había dado por muerto unos días antes. La prensa habla de violencia y soslaya de qué lado viene el juego sucio desde hace ya unos años, evita pronunciarse sobre si es normal recoger tempestades cuando se han sembrado vientos. La prensa sabe lo que va a pasar porque lo lleva viendo cinco años y, aún así, se rasga las vestiduras si hay alguien que osa plantar cara. La prensa azuza el fuego y se asombra del humo, qué cosas tiene la prensa. Aunque lo peor de todo no es lo que la prensa dice, es que hay muchos que, encima, se lo creen que, al final, es de lo que se trata. 

Pero luego, tras el cabreo al final del partido, el asombro al leer las declaraciones del entrenador rival y la irritación por ver la forma en que se enfoca el tema, uno escucha a Miguel Ángel Rodriguez MAR haciendo suyas las opiniones de la prensa más abiertamente parcial y declarando abiertamente su apoyo al tercer equipo de Madrid y entonces sí, entonces le queda a uno totalmente claro que la razón está de nuestro lado.

39 comentarios:

Libros Mondo dijo...

Magnífico Maestro. Pena, penita, pena que les perdonáramos el 3-1 y el 4-1...
Forza Atleti!

Russeus Albusque dijo...

Pues sí, don Dueño, como siempre magnífica la crónica y la manera de describir el orgullo por un lado y el asco por otro que nos produce lo ocurrido ayer y sus secuelas en la prensa de hoy.

No sé si Vds vieron Estudio Estadio. Matallanas, por quien tengo nulas simpatías, la verdad es que estuvo hecho un tío y montó un pollo de cuidado porque la dirección del programa no había seleccionado entre las jugadas dudosas la del clarísimo penalty del moqueante comediante a Godín. Al final la tuvieron que poner y el árbitro que opina en dicho programa admitió que sí era penalty. Lo que sí pusieron fue lo que hizo el Mono antes de que le expulsaran, es decir... NADA, con lo que uno se explica perfectamente cómo reacciona después con el tipo provocador y chulesco de negro. Por su parte, Rubén Uría pidió repetidamente que se analizara en el tema arbitral el comportamiento del de los modelitos de paño inglés, pero vamos, le faltó decir "yo soy la voz que clama en el desierto..."

Y, si me permite el Dueño del blog, pidiendo disculpas anticipadas por mi torpeza, voy a preguntar algo que hace tiempo me intriga: lo de "tercer equipo de la capital" para referirse al odioso vecino, ¿por qué es? (es decir, ¿cuál es el segundo?).

Buenas noches.

Carlos Fuentes dijo...

El segundo el el Atleti B

Gonzalo dijo...

Yo saqué varias conclusiones tras el partido.
La primera, y fundamental, es que me encantó ver las caras de los aficionados a la salida del estadio, cabreados por los dos puntos perdidos, mientras los del otro equipo celebraban el título de liga doce jornadas antes, como es su costumbre. Es muy sintomático de que las cosas han cambiado. Aún recuerdo cómo celebró la grada aquel empate en el 90´ de Simao en el saque de una falta (y lo que pasó después...).

Sobre el partido en sí, a mí también me encantó. Desde el horario hasta la actitud de todos y cada uno de los 12 que saltaron al campo. Estoy convencido que la expulsión del Mono nos hizo mucho más daño del que cabría esperar porque es el que más agilidad tiene para ver qué cambios hacer y en qué momentos (lo único en lo que, para mí, falla el Cholo con no poca frecuencia).
Pero sobre todo, me siento bien, muy contento, satisfecho y orgulloso de haber nacido con las rayas rojiblancas grabadas a fuego en mi pecho porque, de lo contrario, ahora mismo no estaría departiendo con gente tan noble como la que frecuenta este (y otros blogs), no compartiría grada con amigos como los que tengo, no leería opiniones de periodistas como Rubén Uría y unos pocos más, sino que me entretendría con alguna tertulia sonrojante a cualquier hora intempestiva y luego iría presumiendo de señorío, derrochando galantería por doquier y dando clases de moralidad a diestro y siniestro. Yo hago caso al Cholo y NO CONSUMO (creo que deberíamos hacer camisetas).
Me niego a hablar del arbitraje porque no existió...

Enorme, como es costumbre, D. Carlos.

Saludos.

Antonio dijo...

Don Carlos,
poco que añadir a su excelente crónica, darle las gracias por plasmar lo que todos vimos y que sólo puede leerse en contados sitios. Reafirmar lo dicho por D. Gonzalo, un orgullo pertenecer a una afición como está nuestra y un placer disfrutar de este Atleti al que van a tener que matar para bajarlo de ahí, y ojo quizá lo consigan, pero en realidad ya habremos ganado. Jugadores como Gabi y Koke encarnan a la perfección lo que a nosotros nos gusta y además son de casa, doble orgullo.

ISMAEL dijo...

Yo no he visto ni un solo programa de deportes, ni he leido ningún panfleto deportivo trás este partido. No lo soportaría.
Estoy de acuerdo con la lectura del partido que hace D. Carlos, absolutamente, y además opino que la estafa esta en que han convertido el futbol va camino de ser una verdadera y real fábrica de violencia.
Violencia como reacción ante la injusticia, el cachondeo y la manipulación constante de los partidos por los intereses que todos conocemos.
Con lo fácil que sería copiar los métodos de comprobada eficacia, como el video arbitraje, las explicaciones arbitrales en abierto de sus decisiones (que don Carlos menciona), las expulsiones parciales (10 minutos), etc...
Todo eso existe y está probado, y evitaría la furia del aficionado, y la reacción desordenada de la gente más, digamos, sensible.
Claro que, se acabaría la fiesta periodistica de tanto falto diciendo burradas, y hasta puede que el dominio de los dos equipos astrales.
En fin, a veces me pregunto si no serían capaces de pitar al revés, imagenes de video mediante, con lo que sería todo aún peor.
Ascazo de Competición (y orgullosísimo del partido que hizo el equipo).

Jaime dijo...

¡Qué gozada! Gracias, de veras.

A pesar de ir a un campo abarrotado con 55.000 almas, en su mayoría, rojiblancas, uno siempre arrastra la sensación de soledad, de complejo, de marginación, si se limita a escuchar los gruñidos de los medios apesebrados.

Leer tu artículo revigoriza el corazón atlético. Es un artículo enorme y sabio.

Solo una adenda: Un socio de 7 años bautizó a "no sé qué jugador" con el acertado apelativo de "La guarra de Tolosa".
A buen entendedor...

Roppongi dijo...

Recuerdo que hace poco hizo Ud. una interesantísima crónica desde la óptica del visitante.
Tuve la oportunidad de ir al campo acompañado de un seguidor del equipo rival acostumbrado a ver siempre a favor de obra los partidos en su campo, en el templo de la elegancia, del señorío y de La Verdad.
Durante el encuentro, fue revelador ver su cara de incredulidad y asombro por las protestas del Calderón tras el penalty a Costa. Daba cierto miedo oir sus comentarios de indignación por cómo Godín continuaba en el campo tras la agresión a un central de su equipo. "¿Dónde me he metido, están todos locos?" Su sensación de incomodidad fue tan intensa que ni el gol del empate de su equipo logró aliviarle. No creo que vuelva más al Manzanares. Mejor seguir viviendo en la confortable realidad que con dosis diarias le administran opinadores, comunicadores y predicadores de la verdad. Y cada 15 días, la plácida dosis del himno del tenor antes de cada partido.
A nadie en la industria-prensa, directivos, árbitros, patrocinadores-le interesa romper la cadena de suministro a esta fiel clientela enganchada y mayoritaria. A esto se refería Simeone tras el partido.

Unknown dijo...

Ay Don Fuentes!
Aquí el Palentino que escribe está normalmente al 99% con todo lo que usté escribe...pero hoy no. hoy es imposible no estarlo un poco más, tampoco mucho. Lo justo para ese 100%. y mire que yo lo tuve que ver en la tele, pero mis años de Calderón mi hicieron ver lo mismo que usté relata. Me da igual lo que ponía Canal Pus, yo veía eso...el penalti no pitado...el perder tiempo...los cuchicheos de 2ª de E.G.B., una mano involuntaria que parece que es la definición perfecta de mano voluntaria...en fín...que seguimos ahí: muertos desde Octubre...pero ojo:
Este muerto está muy vivo. No sea que aparezca un muerto con camiseta rojiblanca bailando una conga a final de temporada...

Saludos.

Jose Ramón dijo...

Poco más que decir.
Si Diego Costa mete el tercero, se acaba el partido.
Una pena.
Me volví a acordar (una vez más) de Tiago.
Buenas tardes.

Antonio dijo...

Por cierto, para los que vivimos fuera de Madrid y podemos ir al Calderón de tanto en tanto, he descubierto la fabulosa opción de poner canal plus con el sonido ambiente y oigan entre oir a los nuestros rugir y no escuchar al señor Martínez, disfruto los partidos el doble...solo era eso y decirle a Don Carlos que espero poderle leer dentro de unos años su "Nosotros que somos de Gabi"

Dexter dijo...

Brutal su crónica del partido que yo en el campo vi igual que usted. Firmo todas sus palabras. Como puede leer aquí a mi todavía me dura el cabreo de la oportunidad perdida y de las reacciones del post partido.

http://aquicabedetodounpoco.blogspot.com/2014/03/estoy-cabreado-con.html

Un saludo.

Libros Mondo dijo...

(Lo de la "guarra de Tolosa" se lo puse yo. Ese niño atlético lo sacó del plano astral)

MSC dijo...

Dijo Simeone que había a quien no le interesaba que el atletismo estuviera arriba. No lo aclaró, pero se me ocurre que si es atletismo mantuviera este nivel de resultados 2 o 3 temporadas, el reparto de derechos televisivos actual no se sostendría. Eso evidentemente no interesa a Madrid y Barda. Supongo que el Cholo iba por ahí.

MSC dijo...

Donde dice atletismo quiere decir atleti, claro. Cosas del corrector.

Libros Mondo dijo...

(Menos mal, don MSC, casi me da un pirriqui)

Gonzalo dijo...

Acabo de ver el partido repetido y quería comprobar si realmente es tan diferente a lo que vi en el campo, y la verdad es que sí. En el campo no me di cuenta del señorío que derrocha el chico de la barba de Pablo Motos. Ahora lo veo mucho más claro.
Por cierto, me hubiera encantado leer antes lo del botoncito ese para silenciar a Martínez y cía. Vaya tela.

Fran Omega dijo...

Buenas tardes. Me ha parecido magnífico el artículo. Y coincido totalmente.

Russeus Albusque dijo...

Anda, el segundo el Madrileño... qué torpe he estado, aunque en honor a la verdad he de decir que pensé en el Socios.

Don MSC, eso le pasa por no poner Atleti con A mayúscula, que me dirá Vd que soy un tiquismiquis pero es una cosa que me parece mal.

Dr. Caligari dijo...

Qué es lo que dice Don Ismael de pitar al revés?

Cristian Vieri dijo...

Coincido en todos los aspectos de su crónica, fundamentalmente en cómo transmite usted la situación creada en la vergonzante prensa deportiva por la irrupción inesperada de este equipazo de fútbol del que tan orgullosos nos sentimos. Si me permite y sin ánimo corrector, decirle que el llamado macarra tolosarra nunca fue amonestado por el colegiado de la mano en la boca. No sé si hizo 8, 9 o 27 faltas, que todo es posible, pero no vio cartulina alguna. Únicamente la vieron el simulador profesional y el cono lateral. Gracias.

Juanan Cantelar dijo...

Mi incondicional admiración a su brutal talento para contar las cosas, amigo Fuentes.

Carlos Fuentes dijo...

viniendo de más allá de Orión, lo tomo como un gran piropo. Gracias

PabloRL dijo...

Una vez más, Don Dueño, es usted capaz de poner por escrito lo que todos pensamos y no sabemos expresar.
Don Libros Mondo, sin ánimo de apropiarme de su apelativo al modelo de paño inglés, mi gusto por el pareado me ha hecho llevarlo un poco más allá y para mí de ahora en adelante será "la guarra tolosarra"

Libros Mondo dijo...

En mi opinión, ha superado incluso a Fennnando Hierhoo. Encantado, don Pablo.

Vicente dijo...

Estoy pendiente de ver el partido repetido. Necesito verlo de nuevo (los comentarios los imagino) porque de verdad que el futbol, ha sido una vez más, injusto con nosotros. Nos ha dado mucho, pero contra estos, parece que nos hacen vudú...

D. Carlos una vez más sublime. Increible lo que escribe, como lo escribe y lo que se calla...

Por cierto, han publicado en la web del club esto:

http://www.clubatleticodemadrid.com/videos/garate-el-atleti-puede-aspirar-a-todo

Un saludo a todos y ¡Aupa Atleti!

Libros Mondo dijo...

Buenos días,

como saben, yo no veo los partidos de la Selección, ni me interesan lo más mínimo mientras la columna vertebral del equipo, en el campo y en el banquillo, sea vikinga. Sin embargo, anoche, por casualidad, zapeando, pude ver un fragmento mínimo del amistoso ante Italia: justo en el momento en el que la Guarra Tolosarra embistió brutalmente a uno de sus propios compañeros. ¿Habré soñado?

Carlos Fuentes dijo...

yo es que tampoco lo ví
"macarra" rima también con Tolosarra, por cierto

Russeus Albusque dijo...

Yo sí lo ví, era el debut de Costa con la selección y me apetecía también por si jugaban Juanfran o sobre todo Koke. Aunque luego es peor ver esos partidos por la ansiedad de que los tuyos lo hagan bien, porque si no campaña mediática al canto... Al que se llevó por delante creo que fue a Azpilicueta.

Por cierto, lo que estuvo fenomenal fue el reportaje de homenaje a Luis que había justo después, si no lo vieron búsquenlo en la web de tele-5, "Grande Luis", fue muy bonito y especialmente el momento en que Casillas reivindica su figura ante la campaña mediática a propósito del affaire Baúl.

Gonzalo dijo...

Don Russeus, el damnificado esta vez por el ínclito tolosarra fue Thiago. Se ve que vio a uno del Bayern con una camiseta negra y se le peló el cable.
Y lo del reportaje fue bestial. Yo me negué a verlo por la tele para evitar los anuncios pero lo he visto esta tarde y se lo recomiendo encarecidamente a todo atlético que se precie. Yo he llorado, y ahora escribiendo esto, se me eriza la piel acordándome de las cosas que, sobre todo sus hijos, dicen de él.
A mí me emociona pensar en él y quedarme con lo bueno (muy bueno lo de Iker) pero también me sale la rabia cuando me acuerdo de cómo fue tratado un símbolo de nuestro club mientras que a aquellos que lo maltratan les ríen las gracias.
De verdad, no dejen de verlo.
Saludos.

Fran Omega dijo...

Totalmente de acuerdo con Mr. Russeus y D. Gonzalo. Fue magnífico. La Divina Providencia me puso en el sitio justo, en el momento exacto, para que conociera a Don Luis Aragonés cuando se preparaba el Homenaje de la Afición buena, vía Señales de Humo, que se le tributó en el Cine Palafox.

Algunos incautos íbamos acojonaos, por esa imagen âspera que siempre nos vendieron. Y fue una hora y media inolvidable. Gracias a aquellos días, valoro más y mejor todo eso que pudimos ver ayer. Lo mejor es que todos quienes hablaron, por supuesto el Pechuga Sanromân o Paredes, pero también Xavi, Casillas o Cazorla, ya decían lo mismo de èl en vida.

Ayer lloré como una magdalena. Varias veces.

Benson Señora dijo...

Disfruten

http://www.jotdown.es/2014/03/garate-el-mejor-atletico-de-la-historia-es-el-de-ahora/

Jose Ramón dijo...

Lo de Gabi es tremendo.

Dr. Caligari dijo...

Villa volvió a manifestase

Carlos Fuentes dijo...

ein?

Libros Mondo dijo...

Comorrrl??

Vicente dijo...

Esto explica mis nervios de hoy y lo único por lo que siento envidia de los rivales del tercer equipo de la capital:
http://futbol.as.com/futbol/2014/03/11/primera/1394497710_525524.html

Necesitamos competir, competir y competir para ganar, ganar y ganar.

¡Aupa Atleti!

PD En el año 77 yo tenía 9 años...

Vicente dijo...

Me encanta la portada de la Gazetta...

http://www.elmundo.es/album/deportes/2014/03/12/5320210f268e3eb83a8b4569.html

No entiendo mucho italiano pero lo que veo me encanta. ¿ven uds lo mismo que yo?

Gonzalo dijo...

Si este blog fuera la aplicación del pajarito, habría hecho un RT de la frase de D. José Ramón: "Lo de Gabi es tremendo", y no sé por qué número de adhesiones iríamos ya.

Es que es tremendo. No me gusta personalizar en un jugador pero lo de este muchacho, viendo como algunos piden llamamientos a la selección para canteranos, debería ser motivo, ya no para darle premios de esos con matices dorados, sino para crear uno llamado GABRIEL FERNÁNDEZ ARENAS, para quienes ensalcen todas y cada una de las condiciones y de los valores que un jugador que se ponga la rojiblanca debería tener.