Una de las cosas que más han alimentado la molesta leyenda del colchonero sufridor y amante de las derrotas fue cierto verso en cierto himno encargado a cierto tipo de Úbeda. No se refería, entendemos, a la forma en que el Atleti perdió el sábado.
El sábado a las diez y media de la mañana, que es día y hora de estar durmiendo o, como mucho, de estar tomando café con magdalenas, Francia jugaba contra Nueva Zelanda en la fase de grupos del Mundial de Rugby. A Francia le interesaba perder por aquello de los cruces de la segunda fase y, como ya hizo en el Europeo de Baloncesto, perdió. A Francia le está gustando esta cosa tan italiana de poner en la balanza el honor y la astucia, añadiendo al platillo de la segunda unos kilos de pragmatismo que dejen claro qué decisión es mejor tomar. Querer perder va en contra de la lógica deportiva pero a veces es lo aconsejable según la lógica competitiva, porque una derrota hoy facilita un camino que puede llevar a grandes metas mañana. A veces es mejor perder que ganar porque ganar implica casi necesariamente perder luego, y el orden cronológico del uso de los verbos tiene lo suyo; a veces por ganar antes se vuelve uno a casa antes (de tiempo) mientras que por perder antes se va uno a casa después y quizás con una copa. El caso es que Francia salió a perder un partido para el que, en cualquier caso, tenía muchas papeletas de salir perdedor. La decisión, simple en teoría, era algo más complicada. Una derrota escandalosa quedaría escrita a fuego en la historia del rugby para vergüenza del equipo con palabras de amañe y letras de bochorno. Una derrota abultada haría que el equipo se resintiera en su autoestima y, quizás, se volviera definitivamente contra su excéntrico y discutido técnico, probablemente fuera de la selección cuando acabe el Mundial. Una derrota excesiva condenaría a la afición francesa a pensar que nunca se repetiría una victoria sobre los All Blacks como aquella del último mundial, con los jugadores sudando sangre mientras resistían durante una eternidad y a cinco metros de la línea de ensayo un tsunami neozelandés vestido de gris, o como aquella histórica victoria francesa del 99 que hizo tambalear la leyenda de los de negro. La derrota, la derrota deseada y previsible, podía gestionarse de diferentes maneras y de la suerte del seleccionador y la sabiduría de los pesos pesados del equipo, que verían el primer choque de delanteras desde el banquillo, dependía que se perdiera con dignidad o al menos con provecho. Salió pues Francia con un equipo semi-suplente y con Morgan Parra de apertura y no de medio melé. Tras la haka (con corte de garganta incluido, el final de la Kapa O Pango que tantas críticas provocó desde su primera interpretación), Francia empezó jugando. Jugando a la mano, rompiendo la línea y haciendo que los neozelandeses levantaran mucho las cejas al ver que ese equipo suplente se atrevía a desafiarles. Cinco o seis minutos duró la insolencia y, veinte más tarde, cuatro ensayos All Black recomponían la escena y la lógica. La lógica, por cierto, indicaba que si los neozelandeses seguían jugando a ese ritmo y Francia seguía fallando placajes, el tanteador sería un escándalo. No lo fue tanto; tras el descanso (y a pesar de un ensayo local inmediato) hubo cambios en Francia y las fuerzas se igualaron. La delantera francesa funcionaba, el equipo tenía medio de apertura y la tercera dejaba claro que, de haber salido el primer equipo, el partido no habría sido el paseo plácido del primer tiempo. Hasta dos veces llegaron a ensayar los franceses en el estadio del rival, la primera con una celebración exagerada que no sentó demasiado bien a los locales, dadas las circunstancias, el tanteador y el planteamiento tramposo de los franceses. Francia perdió, y lo hizo de forma astuta. Poco honorable, eso sí, sobre todo tratándose de rugby, pero ahí está la astucia. En la mente de los All Blacks quedó claro que el equipo suplente de Francia es más que asequible, pero también les quedó claro por qué son suplentes y no titulares. De haber salido el equipo entero, piensan hoy, quizás las cosas no habrían sido iguales. De vernos más adelante en el torneo, piensan hoy los All Blacks, las cosas no serán tan fáciles, no bastará con intimidar a los menos experimentados abriendo mucho los ojos y sacando la lengua mientras se hace el gesto de cortar cuellos, habrá que vérselas con Imanol Harinordoquy y compañía y eso ya es otro cantar. Francia perdió el partido que sabía que iba a perder y que quería perder, pero, como hizo con España en baloncesto, sembró una duda para el futuro que le puede venir bien más adelante. Veintitrés horas más tarde, que el partido fue a las nueve y media y la mitad ni nos enteramos, Escocia se jugaba contra Argentina las posibilidades de seguir vivos en el torneo. Argentina había perdido recientemente contra Inglaterra en un partido igualado en el que los ingleses, a mitad de camino entre la astucia y la perfidia, lesionaron tres Pumas en cuarenta minutos. La delantera argentina hizo la vida imposible a la inglesa, y sólo los cambios en la primera línea de los que aquel día vistieron impertinentemente de negro, permitió a Inglaterra subir una velocidad al final del partido y terminar ganando un partido que dejó un sabor de boca amargo en los de celeste y blanco. Escocia acudía al partido con un equipo limitado, sin demasiado talento pero con una delantera peleona. Lo suficientemente peleona como para llevarse el partido con cierta holgura ante los feroces georgianos, tipos duros que visten de blanco y rojo cuando no visten de rojo y blanco. Escocia sabía que los ingleses, sus odiados rivales y aquéllos contra los que se las tendrán que ver en la última jornada de la fase de grupos, habían sudado sangre en la pelea con la delantera argentina y, aún así, centraron ahí sus esfuerzos. Tampoco tenían otra. Ni la calidad de su línea ni la lluvia aconsejaban un juego brillante de pase y carrera, así que plantearon un partido trompicado de mucha pelea entre delanteros. Argentina, cómoda sobre el papel con esa apuesta, no lo estuvo en la práctica ni un minuto. Los argentinos parecieron sufrir más que contra la delantera inglesa y, gracias a dos golpes transformados y dos drops escoceses, a siete minutos del final perdían de seis. Sólo podía entonces hacerse una cosa, sólo una, y se hizo. Amorosino marcó un ensayo histórico, dramático, de esos que hacen rugir los bares y protestar a los vecinos que, en esos momentos, mojaban churros en café con leche. Contempomi transformó y, en los minutos finales, Escocia buscó un drop y forzó una touche a un metro de la línea de ensayo argentina. Con el tiempo cumplido jugó Escocia casi tres minutos eludiendo el golpe y buscando el milagro con un dramatismo casi teatral, casi guionizado. No llegó a conseguirlo. Argentina ganó de un punto y se medirá, si no pasa nada raro, a los All Blacks en cuartos. Por su parte, Escocia perdió un partido que podía desde luego perderse, y lo hizo peleando hasta más allá del último minuto. Escocia perdió el partido pero ganó un punto de confianza en la casi imposible misión de ganar a sus antipáticos vecinos de camisa blanca; si los argentinos les tuvieron contra las cuerdas, ¿por qué no nosotros? ¿Habría algo más bonito para nuestra gente que dejar fuera a los ingleses? Podrán recriminarnos la falta de vistosidad y de talento, pero nadie podrá decir que no vamos a dejarlo todo, así que si los ingleses no tienen el día, ¿por qué no? En la mente de los delanteros escoceses se repite desde la derrota de hoy la misma cantinela, como un mantra: si yo fuera inglés, Dios no lo quiera, no dormiría tranquilo antes de jugar contra nosotros. Si caemos será dando guerra y si no están dispuestos a dejarse la piel en el campo, serán ellos los que caigan. Escociá perdió y, aún perdiendo y viendo cerca la posibilidad de ser el primer equipo en la historia de la camiseta del cardo que no pasa la fase de grupos, sacó de la derrota motivos para apretar aún más los dientes.
En medio de estas dos derrotas, el Atleti perdió por goleada su partido del sábado y ahora toca ver qué conclusiones sacamos. Algunas habrá que sacar, eso está claro. La primera conclusión es que el Barcelona, cuando juega a esto y sobre todo cuando se le deja jugar, es prácticamente imbatible. No imbatible del todo, que algún partido ha perdido y hace poco tiempo empató contra un Valencia no demasiado brillante, pero casi imbatible. La superioridad que el Barcelona muestra en casi todos los partidos hace que en aquellos en los que no va ganando cómodamente a los diez minutos su afición se inquiete, es lo que tiene estar mal acostumbrado. Que el Barcelona, que sigue jugando como los ángeles y sigue queriendo ganar a pesar de haberlo ganado todo, le gane al equipo de uno entra dentro no ya de lo lógico sino casi de lo inevitable. Inevitable pero no aburrido, como se dice últimamente. Si el juego del Barça resulta aburrido, como dicen algunos, es por la enorme cantidad de partidos casi perfectos que le hemos visto en muy poco tiempo. De igual manera que el jamón bueno empalaga si uno se come dos platos al día, tanto partido del Barça hace parecer cargante esa facilidad para hacer veinte veces por partido lo que en algunos estadios se ve una vez por temporada. Pero, en el fondo, todos sabemos que algún día no ya tan lejano este equipo maravilloso dejará de funcionar tan bien y entonces echaremos de menos estos partidos que hoy parecen aburrirnos, igual que entrada la noche uno lamenta no haberse comido ese último langostino de Sanlúcar que despreció unas horas antes, ahíto tras comerse una bandeja entera y tres copas de manzanilla. La segunda conclusión, digna de Perogrullo, es que al Atleti le queda aún mucho tiempo para ser el equipo que debería o podría llegar a ser. Los últimos partidos, contra equipos modestos de la liga española y un grande de la modesta liga escocesa, dejaron una buena impresión que tocaba confirmar en Barcelona. Demasiado pronto llegó ese partido, piensa ahora la parroquia colchonera, que habría visto con mejores ojos un partido así dentro de unas jornadas. Hasta la fecha, el Atleti había enseñado una idea futbolística más distinguida que otros años, con más toque y menos pelotazos, con más jugadores más cerca los unos de los otros. Nada de eso se vio en Barcelona, donde el Atleti sólo pudo defenderse del vendaval, subiendo la guardia, cerrando los ojos y apretando el protector dental. El Atleti no sólo perdió el partido, sino que lo más grave es que no lo jugó. Nada hizo el Atleti, ni un pase, ni una combinación, sólo un tiro lejano de Tiago que se fue al larguero. Diego, la referencia incuestionable a la hora de crear juego, no tocó el balón y menos aún lo tocó Falcao, la sensación rematadora de los primeros partidos. No le costaría mucho a Perogrullo llegar a la conclusión de que un rematador no tiene mucho que hacer si no le llegan balones que rematar, así que no debió ser complicado explicarle al equipo lo que deben hacer en los próximos partidos si es que quieren que marque algún gol Falcao. Otra duda que merodea por la cabeza de los aficionados el día después de la paliza tiene gafas y apellido frutal. Hasta la fecha, Manzano parecía haber inculcado una idea en el equipo y a su mano atribuíamos la diferencia de actitud y planteamiento de los últimos partidos. Frente al Barça sacó un equipo de esos que los expertos consideran ni chicha ni limoná, ni físico ni técnico, ni de toque ni de contraataque, un equipo que bastante tuvo con ir apagando los fuegos que con facilidad pasmosa iba encendiendo el rival. El técnico optó por no arriesgar nada, pero sin plantear una defensa numantina. Optó por Mario Suárez como medio centro por delante de los centrales, sabiendo todo el mundo que un jugador tan frío y tan blando no es lo más adecuado contra un centro del campo monumental como el del Barça. Dispuso al equipo de forma que nadie achuchaba a Xavi, una elección que en lo futbolístico equivale a jugar a la ruleta rusa con seis balas en el tambor. Quitó a Domínguez y puso a Godín, que casi no había jugado, y quitó a Filipe Luis Filipe y puso a Antonio López, que reclama a gritos un lateral izquierdo que le quite definitivamente de jugar este tipo de partidos. Puso al cómodo cordero de sacrificio Perea como lateral derecho y éste se comió un balón por alto nada más empezar el partido que acabó en gol, si bien tiró de velocidad alguna vez para evitar una masacre mayor. Jugó Tiago y dio sensación de estar para otros partidos y también lo hizo Gabi, que no dio abasto. Jugó Diego y no aportó nada más que la duda sobre su estado físico y jugó Reyes, lo que equivale a decir, una vez más, que el Atleti jugó con diez. Planteó por tanto Manzano el partido con más miedo que otra cosa, y ahí uno se pierde un poco, la verdad. Porque al Atleti, ayer, nadie le pedía ganar, ni si quiera empatar. Han sido ya tantas las goleadas y tantos los disgustos, tantos los partidos no peleados y tanta la apatía reprochada, tan poco el tiempo que ha tenido el técnico y tan descomunal el equipo de enfrente, que nadie pedía nada. Manzano pudo haber planteado un partido de equipo chico, con todos atrás y marcajes duros y al hombre de los buenos jugadores del rival, sacrificando el fútbol de ataque por la posibilidad, remota, de conseguir un empate. Dado que el botín, además de escaso, habría sido improbable, no parecía buena idea. Manzano al menos descartó esta opción vergonzante, indigna del escudo que luce en su camisetita de entrenamiento y en su gorra de tractorista. Pudo, eso sí, optar por lanzar al equipo al ataque, apostando por el fútbol de toque del que quiere presumir, arriesgándose a que le metieran cinco. Dado que la goleada era posible, podía al menos intentar alimentar la autoestima y fomentar el desparpajo, confirmar las ideas propias y la convicción en la apuesta presentada ante Racing y Sporting, lanzar la carga de la Brigada Ligera contra el equipazo de enfrente a riesgo de caer con honra o sorprender y ganar crédito siguiendo el ejemplo del Betis del año pasado. Tampoco lo hizo. Manzano sacó un equipo tibio con un planteamiento soso como su discurso, con jugadores sin espíritu, quizás acomplejados desde el vestuario viendo la poca ambición y convicción del técnico. Lo que había conseguido hasta ahora, esto es, transmitir la sensación de que las cosas habían cambiado y que el protagonismo del equipo recaería sobre los jugadores de talento y la idea de grupo, quedó erosionado tras el partido pequeñito del sábado por la noche. La afición, o al menos algunos, esperaban el partido del sábado para sacar algunas conclusiones. Nadie esperaba una victoria, pocos esperaban un empate, muchos querían pensar que la sorpresa era posible, algunos preveían una goleada. Ninguno está contento hoy. El Atleti perdió con contundencia un partido que era muy difícil de ganar, pero la sensación que tras el partido ha quedado está muy lejos de la euforia que invadió la grada tras los primeros partidos. Queda por ver qué aprenderemos de esta derrota tan ácida y tan poco peleada, si servirá para solucionar problemas, para decantar hacia un lado claro la idea a la que el equipo quiere acercarse. Lo que parece claro es que, con lo de ayer, ni se ha sembrado la duda que Francia quiso sembrar, ni se ha encontrado el motivo para apretar la mandíbula que encontraron los escoceses. Por ahora, quizás haya valido para sembrar el desánimo, pero eso, los optimistas a sueldo, no nos lo podemos permitir.
74 comentarios:
Oiga, tiene mucho merito haber escrito esta crónica tras el triste espectáculo de ayer.
Pienso que, por parte de un jugador, una mala reacción a la derrota sea mejor que ninguna.
La falta de cualquier tipo reacción (aunque fuera una bronca sin sentido) solo puede significar la indiferencia por lo que está pasando, por el resultado.
Al mismo tiempo, como esta pasividad no es la primera vez que se manifiesta, me parece imposible que ningún jugador del Atleti del ultimo lustro tenga sangre. No saldo de la duda.
(salgo)
Usted no salda y tampoco sale, Don Vito, pero yo niego la mayor: el jamón bueno NO empalaga jamás. Mis padrinos están en Cortegana, para lo que guste, sea paraguas o cuchillo jamonero.
El partido retrata lo que es Manzano. Mal.
Francia se aficiona a estas cosas raras. Pero en Rugby la cosa cambia, pues el reparto de caricias y el desgaste suele ser inevitable.
Yo vi a unos All Blacks bastante serios dejando también su mensaje: lo llevais claro, gallitos...
(Por cierto, mis dotes de adivino me hicieron vaticinar que el Barça tendría que meternos 4 para ganar, ante el inminente tercer "juan trick" de Falcao. Que traidora es la boquita...)
Ay, boquita de garrafó!
D Carlos, yo soy más de Futbol Americano que de Rugby y aunque estoy de acuerdo en que hay formas y formas de perder, yo creo (y mas en partidos de liga) que lo que hay que hacer es ir a ganar siempre (y me da que ud. también).
A mi me encanta la terminología anglosajona de underdog, overachiver…, creo que los partidos como el del sábado es de los que siempre dan y por supuesto también quitan. Va a tener razón, una vez más, del Nido y para ir así, es mejor no ir….
Las goleadas ante el Racing y el Sporting, van a quedar como un abuso de los prepotentes del segundo equipo de la capital del Reino y a partir de ahora muchos equipos que vengan al Calderon van a venir con el cuchillo entre los dientes, ya que nos han visto blanditos como el flan.
Manzano sí salió a no perder, como siempre, como entrenador de equipo pequeño que es, como quinto plato de dudosa mesa que es, como sujeto despedido del Sevilla que es. No sabe hacer otra cosa. No quiso plantarle cara al Barça como demuestra no sólo su alineación (o era alienación...) y sus declaraciones postpartido, indignas de un entrenador del Atlético de Madrid y escandalosamente contradictorias con las que hizo antes del choque ("les vamos a mirar a la cara").
Para cara la del tipejo de Jaén y no me refiero al de Úbeda, oigan, que también.
yo creo que hay que salir a ganar siempre, incluso cuando se sabe a ciencia cierta que no se puede ganar. Es diferente perder con las orejas gachas que intentando jugar y plantar cara, y la resaca de la derrota es muy diferente cuando se sale del campo con la sensación de que en el siguiente partido el que te ganó hoy no dormirá bien la noche antes. Creo que hay formas inteligentes de gestionar las derrotas seguras y que Manzano gestionó muy mal esta. Y no se le pedía mucho, la verdad
Esta mañana le envié este mail a un amigo: "Efectivamente, el Barca es inaccesible; lo que no evita mi decepción. Hubiera preferido un Atleti suicida, con velocidad y ataque, aunque nos metieran ocho, que esa meliflua y blandita versión de nuestro equipo, que no atacó, tampoco defendió, tuvo un ridículo 30% de posesión y repitió actuaciones pasadas en un Estadio en el que antes, incluso con Torres, Maxi y cuatro mataos, salíamos a jugar al fútbol. Mal."
Es decir: que estoy muy de acuerdo con usted, Don Dueño y que, teniendo en cuenta "lo que me apetecía el partido", como escribí, estoy todo lo abochornado que sin duda merezco.
yo, más que abochornado, estoy como frío. Tengo el síndrome Mario Suárez
Los del Comando Transapenino, sin embargo, vamos bien abrigaos.
Pues cuidador, no se le infle el pelamen, que no le cabrá el casco, oiga.
el Simoncelly Cano, me llaman
Qué salao es Boquita...
Independientemente de rotaciones, estilos y traiciones a los mismos, servidor hubiera comprendido el cambio de libreto si de plantear un partido trabado y canalla se hubiera tratado. Lo del sábado no lo llego a entender del todo, la verdad.
¿Nos estaremos todos Mariosuarezando?
Es que el ridículo fue espantoso, pero básicamente porque Manzano (envenenado) planteó el partido desde el desconocimiento, pretendiendo jugarle al Barça de tú a tú, con un ganado compuesto por diez burras viejas y más lentas que recular en chancletas, un pura sangre cojo y desubicado y un tigre reconvertido en gatito.
Así pasó, que tras el espejismo del tirito deTiago al larguero, la marabunta blaugrana se puso las pilas y nos devastó
lo increíble es qeu ya casi no nos sorprende un cinco cero.
Estoy de acuerdo en que Manzano planteó mal el partido. Mejor dicho, no planteó nada. Pero los futbolistas son hombres y cada uno (o en conjunto) tendría que defender su dignidad de hombre de alguna forma. Esto no pasa des hace varias temporadas, y no llego a entenderlo.
(Encajar el quinto gol y la celebración "casual" de Messi casi me hicieron romper el televisor)
¿Mario Suárez frío? Pues con esa selva tropical que lleva en la testa no lo entiendo. (Ni el frío, ni el peinado). ¿Mario Simoncelli?
Los resultados en el Camp Nou del último lustro, son: 3-0, 6-1, 5-2, otra vez 3-0 y la manita del sábado. Creo que no es cuestión ni de entrenador, ni de jugadores. Es de lo que siempre hablan ustedes -tan bien- por aquí. Es la pérdida total de valores, referencias y cultura atlética por los que forman lo que se ha dado en llamar el cluzz. Yo diría, yendo un paso más allá, que Manzano lo hizo aposta. Quiero decir que así ha justificado que el equipo no es para tanto y que quedar cuartos sería el éxito que nos quieren vender desde el cluzz. Si no, de verdad, no entiendo la alineación, plagada de pusilánimes que ni siquiera metían el pie. (Una sola tarjeta amarilla, para el pobre Perea, lo dice todo).
El manzanismo (herencia light y educada del quiquismo, proveniente, este a su vez, de un añejo gilismo) ha calado muy hondo en todos nosotros. ¿Quien no dio por bueno ese 3-0 y no percibió esa malograda oportunidad de Adrian como una forma de enmascarar un espantoso ridículo?.
Creo que tiene mucha razón el filósofo silvio: nuestro último triunfo allí fue con Ferrando y, el último partido digno, ya con Aguirre. Ninguno de los dos eran equipazos ni los esquemas tuvieron tanta importancia.
Tampoco el Barca era el mismo, pero creo que no hablamos de triunfo, sino de orgullo y amor propio.
Filósofo alpino!!!. No "silvio". Oddddio los chismes tactiles.
debe ser un teléfono táctil sevillano el suyo, Silvio tenía mucho de alpino
Yo que pensaba que estando a 700 km de Madrid estas cosas me dolerían menos aún sigo, más que cabreado, muy decepcionado, y esto es peor.
Porque la semana previa oía los comentarios de la gente del trabajo y no se imaginan qué prepotencia hay aquí con el Barça. Supongo que el hecho de jugar como los ángeles hace que todos se suban al carro ahora, aparte del "otro tema" que no viene a cuento. Me dijeron que somos sus AMIGOS y que no vendríamos a fastidiarles en su lucha contra el otro equipo de la capital. Ingenuo de mí, pensé que mis chicos no me dejarían mal, que darían la cara, que se reivindicarían siendo una alternativa, no a ganar la liga, pero sí a merecer el respeto que se nos ha perdido (de esto es algo que te das cuenta cuando sales de tu ciudad).
Lo peor de todo es la naturalidad con la que se supone que hay que asumir que te pinten la cara cada vez que juguemos contra ellos y que tu entrenador diga que solo le ganarás si juegan con el filial.
Lo dicho, decepción.
Bona tarda.
Uy!
Vaya carita que tiene Desfalcao en la foto de su artículo, oiga...
Que el barÇa te gane porque es mejor que tú no tiene importancia. Pero que te gane corriendo el doble que tú da vergüenza. La presión del atleti consistía en que alguien se "acercaba" al jugador del barça con balón. La del barça en que se te echaban en cima dos o tres jugadores al tiempo que otros dos o tres te cerraban todas la líneas de pase. Para hacer eso no hay que ser un genio del fútbol, pero sí dejarse la piel en el campo.
El Barcelona no solo le gana al Atleti porque es mejor.
Sevillano, der Beti y con un puntito de mala leche, el bicho diabólico éste, eligiendo entre "alpino", "silvio", "alguno" y "opino", la palabra mejor tirada.
Lo duro es precisamente eso que dice el Señor Conil, que no nos ganan sólo porque sean mejores...
cierto. En eso el Barça es único, o al menos yo no había visto algo así: un equipo de estilistas que corre como un equipo de currantes
Pues esa era, D Carlos, la impresión que yo tenía de los nuestros tras los últimos partidos de casa. Vi a la gente ofrecerse, desmarcarse, desdoblarse. La verdad es que no soy capaz de entender como se puede perder esa ambición tan rápido.
Es que la presión que ejerce el equipo del novio de Shakira solo es comparable a la que hacía cierto conocido mío en discotecas o bares musicales, asfixiante oigan...
¿Han visto el pase de Juradín? El fin del mundo se acerca, las señales son claras.
Muy de acuerdo con ustedes: los del Barça son una panda de friquis y enfermos del fútbol francamente alucinante.
Yo estaba pensando que se paseaban, que incluso nos vacilaban ... cuando llegó el 4-0 y lo celebraron (¿se fijaron en el primer plano de Víctor Valdés?) "como si" estuviesen jugando un partido importantísimo. Envidia sana, pero inmensa.
Pues mi envidia es insana, D. Fran. La otra no la conozco.
Cuando vi a Fábregas robarle el balón a Jozeán en el área de Valdés recordé una parecida de Messi al Kun el año pasado en el Camp Nou y pensé eso mismo que comentan ustedes. ¿De quién en ese mérito? ¿Cómo y dónde se compra eso?
Robarle un balón a Jozean tiene una lista interminable de atenuantes Don Gonzalo.
Yo recuerdo algún robo de Forlan en esas posiciones tras pifia en algún saque de esquina a favor (de esos que realmente se volvian en contra).
Convocatoria para la EL
13 Courtois
25 Asenjo
_2 Godín
_4 M Suárez
_5 Tiago
_6 Filipe Luis
_7 Adrián
_8 Salvio
_9 Falcao
10 Reyes
11 Arda
12 Assunçao
14 Gabi
15 Pizzi
18 Domínguez
20 Juanfran
21 Perea
22 Diego
23 Miranda
24 Pulido
Qué pasa con Koke ???
Que es mucho mejor que Reyes y Manzano no quiere que se note.
Joel parece que sigue lejos de su peso ideal, ¿no? Salvo que su inclusión como titular al final de agosto fuera un "caramelito" para la afición ansiosa de cantera... Ojalá pueda salir rápido el chaval y triunfar por ahí, como Roberto.
Hemos pasado de "El club apuesta por la cantera" a "El club apóstata de la cantera"
...o incluso, "el club que se pasa a la cantera por la próstata", siendo finos.
Pero bueno, eso es durísimo, don Emilio!!!
Yo lo que veo es que es un equipo al que le falta carácter y a lo largo del año hay muchos partidos que se ganan precisamente con carácter. Coincido en lo que dicen, lo normal es que el Barcelona juegue mejor que nosostros, lo que no debería de ser normal es que encima corran más.
Me encantó su crónica, don Dueño
También podría valer "el cluzzz que pasa a posta de la cantera"...por eso de que no genera comisiones....
En una hora, La Máquina.
Vamos a ver...
Hola, querria contactar con el admi del blog, pero por privao, y no veo el mail
como imagino que no querra hacerlo publico, mandame un correo al mio.
creo que sale en mi perfil ;)
Hombre, Cesítar, qué quería Vd?
Tienes un portero titular, que sabes que se te va a ir; pero además tienes un canterano muy alto, con una pinta estupenda ... con lo cual, lo que haces, es fichar a uno contrastado, para que compitan entre ellos.
Todo ello, lo piensas durante el último tramo de temporada, lo consumas según termina, y ya lo tienes hecho cuando empieza la temporada. Es un poquito de cajón, ¿no?.
Pues para el Atleti, no. Mientras tanto, otros alinean a un Guaita en Liga (la madre que le parió, lo que nos paró hace un par de semanas) y a un Diego Alves en Champions (la madre que le parió, lo que le paró ayer a Fernando). No estaba psicológicamente preparado para envidiar a Emery.
Usted a E-mary lo que le envidia es el pelo, pillín...
Nos arbitra un turco, imagino que Arda será titular, ¿No?
En Radio Marca acaban de proclamar la imperiosa necesidad de la vuelta del colibrí, a cambio de cifras muy importantes. ¡Madre mía!
Es mareante la configuración cromática.
Que diga algo, Don Negatifo...
Salvio bien. Otra vez. Ya en Barcelona intentó jugar, dentro del desastre.
Sin embargo, lo más pesimista que se me ocurre, es que acumulamos una derrota y un empate, con el de Utrera en el banquillo. Joroba.
(No es casualidad que en tierras francesas haya marcado nuestro pequeño Aznavour)
Me inclino más por Belmondo, dottore...aunque mirándolo bien...
De Geeaaaa, pagaaaaa
´No sé si han visto esto
http://www.marca.com/2011/09/30/futbol/equipos/atletico/1317393330.html
no me digan que no se esperan que, al final, Manzano diga "manzano" con voz pitufada y dando un giro de cuello de lo más chanante ...
¿No dice nada Don Negatifo y su pizarrita?
Turan está majete, ¿no?.
No se refocilan en el pupismo, no buscan el lagrimón, no utilizan a la Afición Bendita Afición ... Joé, están desconocidos los de la agencia esa.
¿Faltaba alguno?
Es que me da que Diego Costa se ha comido a algún cedido con opción a compra...
Convocatoria para recibir al Sevilla
_1 Joel
13 Courtois
_2 Godín
_3 A López
_4 M Suárez
_5 Tiago
_6 Filipe Luis
_7 Adrián
_8 Salvio
_9 Falcao
10 Reyes
11 Arda
14 Gabi
17 Silvio
18 Domínguez
20 Juanfran
22 Diego
23 Miranda
Joel!!!
¿No dece nada Don Negatifo?
Ni fu, ni fa. Ni da, ni quita. Ni juega, ni roba...
Manzano vete ya!!!
(Buenos días)
Pero, qué gran rotador, oiga.
Pero, rotar rota, no me lo negará.
La verdad es que resulta desesperante el "Ala Light" que forman Mario y Tiago; tan incompatibles entre sí, como lo son el Gran Arda Turan y el pobre chaval utrerano de las botas fosforito.
Cuantró es enorme. Larga Vida a Cech.
Que sí, que a mi no me gusta el utrerano, que le veo los mismos defectos que ustedes...pero ayer el Atleti tuvo cuatro ocasiones claras, una de él y en las otras, miren a ver quién asiste...eso debe ser muy muy malo para un equipo.
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