lunes, 24 de octubre de 2011

Pubs, televisiones, rombos


En pubs abarrotados (o al menos en uno), se disponía la gente a ver la final del Mundial de rugby con esa mezcla de expectación y pena con la que se llega al último día de las grandes competiciones deportivas. A estas alturas, a muchos se nos ha hecho normal madrugar en día libre para coger sitio - para uno mismo y para los compañeros -, desayunar cerveza negra y compartir conversación con desconocidos que al final del Mundial ya son amigos. Con el tiempo – que hoy aún estamos reventados – echaremos de menos los madrugones insensatos, las colas en la puerta del pub antes de amanecer, las conversaciones en dos idiomas y cinco acentos con vecinos de silla (en el caso de que hubiera suerte y, por tanto, silla), las celebraciones puños al aire por puntos conseguidos por equipos de otros países. Echaremos de menos los equilibrios de las camareras llevando entre mares de gente enormes desayunos irlandeses, el olor a baked beans, las comandas gritadas al aire y recordadas luego por medio bar, la pregunta “¿está libre?” señalando a la silla de al lado y la respuesta “no, lo siento, está ocupada” que suele llegar justo después. También nos faltará el calor, la cola en el baño, los empujones para salir y volver a entrar al bar durante el descanso, las conversaciones sobre todas y cada una de las jugadas que duran hasta bien entrada la tarde, mucho después del final del partido. Se ha acabado el Mundial y ya queda un día menos para el próximo y pocos meses para el VI Naciones, el torneo más bonito del mundo, el que más nos gusta.

Se sentó el personal en el pub, ya fuera en silla o suelo, y se dispuso a ver la haka final, el último desafío, el inicio del último partido. Se esperaba que los franceses no hicieran nada para contestar a la haka neozelandesa, pero no fue así. Los franceses, para empezar, salieron de blanco inmaculado, su atuendo suplente al ceder caballerosamente a los rivales la posibilidad de vestir de negro en casa; con este gesto loable, Francia puso fácil a los del Atleti la decisión de con quién iban, una vez quedó claro que el color elegido no era un guiño transpirenaico al color de aquél toro de Antoñete. Inició Weepu la sucesión de gritos guturales que lanzan la haka y los franceses se pusieron en formación de flecha valona para, según avanzaba el Kapa O Pango, acercarse a las posiciones de los All Blacks y desafiar así el propio desafío. La imagen, llamada a ser histórica y ensalzadora de los valores guerreros, tuvo el efecto contrario cuando se vio a los franceses, casi vestidos de marinerito, acercarse cogiditos de la mano en una estampa enternecedora que arrancó tiernos ooohs y arrugamiento de naricillas entre el respetable. Por suerte, cuando la afición se esperaba que los bleus se arrancaran a cantar Sur le pont d’Avignon haciendo un corro, terminó la haka, se miraron a los ojos los jugadores, se señaló el gaznate Ma’a Nonu y acabó la última danza maorí del Mundial, una haka cada vez más teatral y menos contenida, quizás más televisiva y menos solemne de lo que a algunos nos gustaría.

Empezó el partido y en las mesas se hacían apuestas sobre cuánto tardarían los neozelandeses, y en concreto McCaw, en medirle el lomo a Parra. Poco tardaron las dudas en despejarse y a los once minutos salía Parra del campo visiblemente groggy tras llevarse un rodillazo en la cabeza del capitán All Black. Volvió más tarde al campo pero, quizás por la anterior lesión o por un nuevo golpe, tuvo que ser definitivamente sustituido por Trinh-Duc. Morgan Parra, “Parrita” para los taurinos, se iba antes de tiempo al banquillo tras haber hecho un buen mundial y tras haber sido cazado en la final y las cámaras le pillaron llorando como una magdalena en parte por perderse el resto de partido y en parte, claro está, por lo de Antoñete.

Avanzaba el partido y Weepu fallaba golpes, muy lejos de su efectividad contra los Pumas, sembrando las dudas en un equipo con mala suerte con los medios de apertura. También Cruden se fue lesionado tras un apoyo y una torcedura de rodilla de esas que levantan ooohs y aaaays en los pubs durante las repeticiones y salió Donald, el cuarto apertura del torneo ni más ni menos y a la postre un tipo clave por su acierto y su calma. Entre tanto, ensayaba Woodcock saliendo con comodidad de una touche y parecía que el partido tendría color negro. Nada más lejos de la realidad.

Transformó un golpe Donald y, justo después, ensayó Francia tras un fallo de Weepu, varias fases y una carrera de Dusautoir, enorme durante todo el partido. A un punto y con muchos minutos por delante, todo cambió de color. Francia se creció y se lo empezó a creer, Nueva Zelanda dudaba y perdía gas. Quizás por culpa de la presión, quizás por la confianza del rival, el equipo negro empezó a mudar a gris perla. Desfondados algunos de sus elementos más dinámicos de la línea, fue Francia quien controló el partido entre esos gritos tan característicos de sus aficionados cada vez que pasa algo un poco relevante, ese oui embrutecido, ese OueEÉ!. Un partido feo, poco vistoso pero emocionante, sin aperturas a la línea y sin destellos de ese rugby a la mano y con zaguero-sprinter de pelo rizado que nos hacía saltar de la silla, pero mejor jugado por los franceses y defendido al final con oficio y dientes apretados por los neozelandeses.

En este mundial de poco juego abierto y mucha delantera, de defensas agresivas y placajes continuos, Francia ha practicado un rugby mezquino y ramplón, ha perdido dos partidos en la fase de grupo (uno de ellos voluntariamente) y ha defraudado a sus seguidores más ortodoxos. Ganó contra Inglaterra tras un excelente partido y ganó contra Gales por un punto, jugando contra un jugador menos durante casi todo el partido y sólo gracias a los errores del rival. Con ese bagaje tan pobre se presentó en la final y probó su propia medicina, perdiendo injustamente un partido de rugby industrial y sin brillo controlado por Francia pero con marcador a favor de Nueva Zelanda. Como es bien sabido uno es poco amigo de echar piropos a los vecinos y normalmente va con sus rivales en todas las disciplinas deportivas, incluida la gastronomía; hoy, no obstante, uno presenta sus respetos a este equipo feote y sin referencias que, en el partido más importante del Mundial, mereció mejor suerte. Eso sí, uno no puede dejar de preguntarse aún, como estarán haciendo en Cardiff, si de no haberse resbalado Hook o haber subido un poquito más aquél golpe de Halfpenny, no estaríamos hablando hoy de un Gales campeón volando de vuelta en primera clase sin cerveza suficiente en la bodega del avión.

Francia renunció a jugar su partido contra Nueva Zelanda de la primera fase para reservarse efectivos y asegurarse un mejor cruce; en ese partido, sin embargo, sacó un equipo más potente durante los últimos minutos y sembró dudas entre los All Blacks. Incómodos por la presión de la historia y quizás por el recuerdo de esos minutos, los All Blacks fueron perdiendo la compostura y el fuelle inicial según se fue entonando Francia, en especial su excelente tercera línea. La Nueva Zelanda campeona, lesionado Dan Carter, no cuenta con jugadores especiales, distintos, de esos que sí había en equipos anteriores; es un equipo sin Antoñetes aunque con Montoliús y Martín Recios, que no es poco. Practica un rugby veloz y contundente sin la magia de otras veces y, ausente Carter, sólo Dagg, magnífico zaguero al que le llegan menos balones de lo que nos gustaría, parece tener genética de estrella entre los campeones. Weepu, sustituido tras su mala actuación, parece haber dejado claro que su estrella se encendió y apagó el mismo día y McCaw ha dejado claro que prefiere definitivamente ser de los malos; de no ser por la permisividad arbitral, su participación habría sido más limitada. Hasta la final pareció que los All Blacks estaban claramente por encima de todos sus rivales y que no habían sido probados al 100% por ningún equipo; la prueba definitiva, en la final y ante una Francia ordenada pese al bigotito y las cosas de Lievremont, no la pasó con nota ni mucho menos. Nueva Zelanda es campeona, sí, pero no con la brillantez esperada ni con el encanto de los equipos históricos; quizás se haya quitado por fin la presión y empiece a partir de ahora a disfrutar en los mundiales en vez de angustiarse.

Enhorabuena a los campeones, suerte en el futuro a los australianos, nuestra admiración a la bravura de los argentinos, nuestro agradecimiento a galeses por todo el torneo y por esos cinco últimos minutos contra Australia, y nuestro apoyo, siempre, a los irlandeses.

Y, por supuesto, viva el rugby.

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Por prescripción facultativa, uno no acudió al estadio a ver el partido contra el Mallorca.

- ¿Está Vd enfermo?
- Yo no, oiga, es el optimismo, el optimismo.

Con el optimismo desnutrido y enanecido, el médico recomendó al que suscribe quedarse en casa y ver el partido por Gol T, comentado por Juanma Lillo. Acomodado en el calor del hogar, el que suscribe sentó al optimismo en una trona acolchada para niños de tres años, tal es su menguado tamaño ya a estas alturas de la temporada. Le dio un cojín tripero, que tanto gustito dan después de comer, té caliente y un cruasán. Magdalenas, una onza de chocolate y un yogur de pera, todo lo que alguien canijo y enfermo puede desear en una tarde con frío.

El optimismo tenía ya mala cara antes de empezar el partido como consecuencia del día del Udinese. Si la semana pasada, tras lo del Granada, se quedó el pobre en nada, tras lo de Udine la cosa empeoró. Pasada la semana a duras penas, el optimismo, cada vez más miope y con temblores esporádicos, esperaba el partido en casa contra el Mallorca para reverdecer un poco, recuperar el apetito y coger algún kilito. Un partido en casa contra un rival asequible era una buena oportunidad para devolver la ilusión a la grada, conseguir tres puntos y volver a pensar que sería posible hacer algo digno, para variar. Eso sí, fue empezar el partido, escuchar el pitido del árbitro, ver la repetición de la mano de Silvio y cómo entraba el balón en la portería de Courtois tras el penalti y perder de golpe salud y peso.

- ¿Cómo está Vd, optimismo?
- Cuarto y mitad más enfermo
- Vaya por Dios

El optimismo no daba crédito al penalti pitado y tampoco daba crédito a la inoperancia de los nuestros. Antes de empezar el partido, se había alegrado tímidamente tras ver a Adrián junto a Falcao y a Reyes en el banquillo, pero perdió la sonrisa al ver a Mario de capitán y a Tiago de nuevo ocupando la zona derecha del centro del campo. Se compensó algo su depresión al caer que estaban Diego y Turan, que algo es algo, pero se volvió a venir abajo pensando que Assunçao no cuenta y Koke menos. Y recayó al ver que la cosa no funcionaba y que con un árbitro que tampoco ayudaba, ganar parecía poco menos que imposible. Según avanzaba el primer tiempo, el optimismo se iba arrugando como una pasa, consumiéndose poco a poco como esos medios limones que se quedan todo el verano en las neveras de los solteros.

Acababa el primer tiempo y Falcao provocó un penalti que pareció penalti, quizás menos penalti, eso sí, que otro penalti por manos más visibles que la de Silvio. Falcao se acercó al balón con esa confianza que destila y el optimismo miraba con atención. Corrió Falcao, hizo media paradinha, pegó al balón suave y marcó un gol. Alegre, el que suscribe se giró al optimismo esperando una leve mejoría, un poco de brillo en su piel de melón podrido y algo de confianza en la mirada, pero lo que vio fue lo contrario. El optimismo, a pesar del gol, se veía más pequeño, más gris, más arrugado. Por la expresión de su cara, el optimismo se encontraba peor, tenía dolor de cabeza y estaba a punto de una crisis nerviosa.

- ¿Está Vd bien? Le noto peor tras el gol, como con jaqueca … ¿No cree Vd que vayamos a ganar a pesar de haber empatado?
- No, no es eso ... – dijo con vocecita de enfermo terminal - es por Juanma Lillo …

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Salió el Atleti al campo una vez más y, una vez más, no jugó a nada. O sí, quizás jugó a tener el balón y no crear peligro, nueva modalidad futbolística que sirve para que a uno le califiquen de entrenador con buen gusto aunque no se gane casi ningún partido.

El Atleti, tras muchos cambios, rotaciones, pruebas y tests de Cooper salió con dos delanteros y algo parecido a un rombo por detrás. El rombo que pone Manzano es un rombo denominación de origen, un rombo así muy suyo difícil de clasificar hasta por los aficionados barroco-teóricos que siguen la estela de Lillo. En el rombo de Manzano o Manzaniromb® juega Mario de vértice inferior por delante de la defensa, con Tiago a un lado haciendo algo así como de interior, apoyado por Silvio. En la punta del rombo ovoide de Manzano juega Diego, que busca el balón incansablemente e intenta llevarlo hacia delante. A su izquierda, en teoría (sólo en teoría) más cerca de la cal, juega Arda Turan con Filipe Luis Filipe cubriéndole las espaldas. Al menos eso parece en teoría, o a ratos, o en ocasiones. Un sistema así pide un cierto compromiso físico y táctico y la colaboración constante de los laterales, que deberían subir y bajar continuamente para llevar balones idealmente hasta a Falcao, rematador de todo lo que vuele y pase cerca del área. Y hasta aquí, la teoría.

La práctica es más compleja. En el sistema de rombo truncado de Manzano algunos papeles están por definir. Falcao, que debería recibir balones desde las bandas y el centro y rematarlos a puerta, termina por bajar a medio campo a buscarse las habichuelas, en parte aburrido y agotado por el partido estéril y en parte abrumado por su precio desorbitado. Diego, que por su calidad y características debería recibir, crear y pensar, se pasa el partido corriendo de lado a lado pidiendo y recuperando el balón. Mario, que debería frenar avances rivales, recuperar balones, hacer kilómetros y colocar a los compañeros, se pasa el partido andando. Mario anda. Camina. Pasa gran cantidad de tiempo andando, algo poco apropiado para un puesto como el suyo, en el que cuando no se esprinta se trota a cerrar un hueco o se espera flexionado a un rival que encara; esto, por cierto, lo hace mejor Assunçao, que ve los partidos desde el banquillo mientras Mario lleva el brazalete. Tiago, cómodo en su papel asegurado y sin amenazas, trota un poco y recupera fuelle otro poco, dejando a Silvio toda la banda para que suba y baje si sus abductores le dejan. Arda Turan, jugador de calidad y mando como Diego, tiende a irse al centro, hacia delante e incluso hacia la izquierda a asociarse con algún protón disponible cuando la jugada lo requiere, cruzándose a veces con Diego en partes del campo insospechadas, hombre, Vd por aquí, ¿qúe tal, oiga? ¿qué tal su señora? pues cada día más guapa, diga Vd que sí, oiga.

El resultado es un rombo desrombado, un trivote bi-pivotal, un paralelepípedo variable o un puchero templado de enganches, pivotes y volantes de temporada, servido sobre cama de otros puestos indefinibles con nombre rimbombante y cebolla confitada. En otras palabras, un centro del campo complicado de entender, con dos jugadores más estáticos y otros dos más dinámicos, uno que corre a recuperar el balón cuando debería hacer esa misión un tercero y otro que busca como los electrones libres el sitio más cómodo para asociarse, dejando un hueco para un lateral blando que sube poco y, si sube, baja poco también. El resultado ya lo conocen Vds. El Atleti toca, hace paredes, saca el balón jugado hasta medio campo y engorda sus estadísticas de posesión. Para compensar, no tira casi a puerta. No desborda por las bandas, no cuelga balones a la cabeza de Falcao, no tira pases largos a la espalda de los defensas adelantados. Toca y toca en horizontal, cansino a ratos, dejando al rival colocarse con tiempo y comodidad, buscando un chispazo de Diego, Arda o incluso, oh quimera, de Reyes. Es raro que los laterales lleguen al fondo, es raro que se entre por el centro tocando rápido, es común tocar y tocar cerca del área rival sin encontrar hueco por el que colarse. El Atleti intenta hacer un juego de esos que ahora se llaman bonitos, circulando el balón como en los ataques de balonmano, siempre cómodo para el rival por no tener laterales que lleguen ni buenos tiradores de lejos. Para un medio centro con un poco de experiencia y con facilidad para ver el fútbol de cara el Atleti monta ataques cómodos de defender si para a su equipo en su sitio, ni muy lejos ni muy cerca, esperando y esperando el fallo del Atleti para recuperar, o la impaciencia y el pelotazo adelante con ventaja para los defensas que van de cara. No resulta complicado frenar a un equipo así, y así nos frenan. Mejoraría el Atleti si contase con ese olvidado recurso, el coraje y el compromiso, pero mucho es pedir a un equipo de recién llegados con un capitán tibio como la crema de verduras; quizás les vendría bien el visionado ininterrumpido durante veinticuatro horas de los cinco últimos minutos del Gales - Australia, con los galeses empeñados en marcar un ensayo inútil para el marcador pero obligado por el orgullo, ensayo por cierto no celebrado por considerarse parte del deber y no algo de lo que alardear.

El resultado de todo esto es visible. De ocho partidos de liga, el Atleti ha ganado dos. Lleva nueve goles, ocho de ellos marcados en dos partidos. Salvo con el Barça ha encajado pocos goles, pero tampoco llega con claridad a poder marcarlos. Algo similar ocurre en la Europa League, donde no se marcan casi goles. Más grave, no hay idea de a qué se quiere jugar, ni rastro de la apuesta deslumbrante de los primeros partidos de liga en casa. Muchos cambios, pocas ideas claras, mucho de lo que ahora se llaman rotaciones. Algunos canteranos sin minutos, jugadores discutibles con el puesto asegurado en posiciones clave aunque se vea que no funcionan. Un delantero excelente cuando se le surte de balones, desesperado por no oler una. Un par de jugadores dotados para crear corriendo a cubrir huecos y recuperar balones. Dos laterales teóricamente ofensivos que no llegan arriba. Un jugador dotado para destruir y sostener la media sentado en el banquillo componiendo versos. Unos cuantos jóvenes preguntándose si no será mejor irse cedido a otro equipo. Y, lo más claro, 10 puntos de 24 posibles, seis puntos perdidos en casa en cinco partidos, un punto fuera en casa de un recién ascendido.

Y, a ver, que no se nos malinterprete: que optimistas, lo que se dice optimistas, lo seguimos siendo. Eso sí, ya sólo porque queda tiempo para rectificar.

43 comentarios:

Jose Ramón dijo...

Muy buena crónica bideportiva.
(Casi) Francia.
Perfectamente descrita la confusión de Manzano.
No me extraña que siga optimista.
Con 10 de 14...

Jose Ramón dijo...

Enorme partido de Silva.
(por cierto)

Carlos Fuentes dijo...

ups, gracias

Gonzalo dijo...

Y enorme el de la perla de Tajonar. Lleva los mismos goles que nuestro delantero centro, por cierto.

Con Assunçao en el equipo, se puede prescindir de Mario y Tiago y jugar con 10. Al menos, jugaremos mejor y tendremos excusa si no ganamos.

Gran crónica.

Vicente dijo...

Y yo me pregunto ¿que mas da quien salga, si luego Manzano se carga el equipo con los cambios?. Desde luego prescindir de Adrian ayer para sacar a Salvio y quitar a Tiago para meter a Reyes y cambiar de posicion al único (Diego) que intentaba jugar a algo. Es cuando menos incompresinble.
Y lo de Godin de titular por delante de Dominguez, es de absoluta broma. Hubo varias jugadas que si en vez del uruguayo paquete, las hace Perea hubiera habido una pañolada.

Jesús dijo...

http://i.imgur.com/vUZbo.jpg

Vicente dijo...

Lo de Mario y su pelo tiene que ser por una apuesta, si no es que no se entiende.

Emilio dijo...

Don Dueño, da gusto oírle hablar de rugby, los profanos como un servidor se lo agradecemos.

De rombos, de dos para ser precisos, deberían calificarse algunos partidos para no herir sensibilidades frágiles.

Fran Omega dijo...

Se me ocurre la buena noticia de que, la magnífica pareja que componen Don Optimismo y Don Dueño, van a dejar de sufrir como si estuviesen sentados encima de una sartén ...

... Porque se ha acabado este tormento comparativo, con lo del final del Mundial de Rugby y así, al menos, pasarán a padecer al Atleti como lo venimos haciendo los ignorantes.

Y eso que, pese a no saber nada de rugby, no sé ustedes, pero yo he llegado a visualizar al Padre Gregorio, junto a su niño mimado afro, y algún otro, enmedio de una melée neozelandesa.

ISMAEL dijo...

Todo consiste, al parecer, en mandarle balones colgados a Falcao, como si nadie más pudiera crear peligro, y rematarlo.
Los laterales solo sirven para esquinarse y mandar calabazas al horno, lo más bombeadas mejor, a ver si suena la flauta.
Los medios centros en horizontal, despegados del grupo atacante.
Desastre Manzano.
La vida sigue igual, pero peor.
Por cierto que lo de pitarnos un penalty en contra en jugada "de apreciación" a los 17 segundos, solo nos lo hacen a nosotros (también esto sigue igual).
(Es que ayer, en un arrebato de masoquismo, vi el partido de nuevo).
Llevamos 2 años sin entrenador. Ya estará bien, digo yo.

Dr. Caligari dijo...

Efectivamente, la haka empieza a ser algo que podría interesar a CRonaldo.(Sin olvidar el FC Haka Valkeakoski)

Los canteranos, cuyo desarrollo queda como único objetivo de la temporada, ya están fuera de las rotaciones manzanicas. Si Don Gregorio llegara a darse cuenta que también Mario es canterano...

jesusez dijo...

Prefiero no comentar la foto del Sr. Suarez por no herir la sensibilidad de Don Jose Ramón.
Estupendas crónicas y especialmente agradecido por la primera de ellas.

Fran Omega dijo...

Ya que hablamos de canteranos, resulta que "un tal" Milinko Pantic tiene al Atleti B cerca de los puestos de ascenso, partiendo de cero y con jugadores de esos que aparecen alguna vez en el primer equipo y luego desaparecen, como César, Regalón, Cantero, Noguera, Pedro o Collado.

Pantic parece que algo sabe, paciencia ha tenido a toneladas ... y ahí están los resultados. Antes de que la SAD los devore.

As le dedica un buen artículo hoy: http://www.as.com/futbol/articulo/laboratorio-pantic-da-victorias-filial/20111025dasdaiftb_32/Tes

Jesús dijo...

¡¡Que los Dioses Antiguos y Nuevos impidan que el pobre Milinko destruya su carrera sentándose en el caliente asiento que pronto dejará el Padre Gregorio!!

cdelrui dijo...

No vi el encuentro porque mi optimismo no ha vuelto aún de su viaje. Y para mi que le queda aún un rato largo. Eso si, me dice que vea los partidos con sus primos, escepticismo y pesimismo, pero es que no es lo mismo (aunque rimen), oigan.
El Atleti B hizo un partido muy serio aqui en mi tierra pero no echen Vds. las campanas al vuelo, porque la Balompédica Conquense no está para muchos trotes. En esto, el primo pesimismo es abonado de honor.
Por cierto, ya me han regalado un paraguas (no plegable) para dirimir un quíteme allá esos pelos (o esas dioptrías). A ver cuando puede ser. Pago yo.
Reciban un cordial saludo.

Carlos Fuentes dijo...

será un placer (capilar)!

Paquito dijo...

Convocatoria para San Mamés

13 Courtois
25 Asenjo

_2 Godín
_3 A López
_4 Mario
_6 Filipe
_7 Adrián
_8 Salvio
_9 Falcao
10 Reyes
11 Arda
12 Assunçao
14 Gabi
15 Pizzi
19 Koke
17 Sìlvio
18 Domínguez
22 Diego
23 Miranda

Fran Omega dijo...

Anda, cura de descanso para el descansadísimo Tiago, y le sobran Perea y, cómo no, Joel.

Vaaya con el Rotaçao System.

Jesús dijo...

Igual los quiere frescos para el domingo, que viene don Javier Aguirre.
En un día de malas noticias, me ha hecho sonreír la casi inminente destitución de Garrido, Garridito, Garridete...
¿Me estaré volviendo malévolo?

PD: Por cierto, mañana roto y veré el partido...

Vicente dijo...

¿Siguen uds. al Levante?. ¿Rota Ballesteros?.

No me gusta nada la frase y menoe en los entornos en los que se proclama, pero: ¡Ojala el Atleti fuera el como el Levante!.

Fran Omega dijo...

Hombre, Don Vicente, también hay que tener en cuenta que el Levante no juega en Europa, y que atraviesan una racha que yo, en su lugar, me animaría a tirar corners directos (como aquél que Kempes le cascó a nuestro Pato Fillol) porque les entraría ...

... Dicho lo cual, si Diego o Arda metiendo el pase, y Falcao rematando, clavan una jugada como la del gol que Barquero le pone a Valdo en el 2-1 de ayer, a mí me da un ataque de hipoglucemia.

Dr. Caligari dijo...

Hoy ganamos.

Fran Omega dijo...

(Con el mensaje de Il Dottore, ataque no, pero ya me ha dado un amago).

Jesús dijo...

Optimismo TransDolomita!!!

Vicente dijo...

Por mi forma de escribir ya han visto que yo tampoco quiero ser como el Levante....
Yo espero que hoy ganemos pero no se donde he dejado al optimismo, debe ser que no le gusta salir de casa cuando llueve.

Jesús dijo...

Pues mi optimismo se lo llevó el Maestro y, por lo que veo, me lo está dejando hecho unos zorros. Me iré a ver el partido con mi anciano padre, que aún confía en Manzano...

Carlos Fuentes dijo...

Soy yo o los dibujos del centro del campo del Atleti duran "enteros" diez minutos? Ahora ya no se donde estan Gabi, Diego y Arda la mitad del tiempo. Assunçao sí está en su sitio y Reyes no está en ningún lado, pero resto? Saben los compañeros donde encontrarles?

Jose Ramón dijo...

Ya ni me enfado.
(eso es lo peor)

cdelrui dijo...

El optimismo....ya casi no me acuerdo del optimismo...

Jesús dijo...

Petaaaaaarrrrrrdo!!!!

Fran Omega dijo...

Nadie sabe donde está, ni quién es, ni a quién le toca estar al lado, ni delante, ni detrás. No sé, si cabe, si hemos visto desbarajuste igual.

La próxima vez que hable de rotaciones, que se ponga nariz de payaso, para dignificar algo el discurso y darle sentido, más que nada.

cdelrui dijo...

Que horror, en serio. Que desbarajuste, que falta de ritmo, de ganas, de garra, de fuerza...y eso que el que los "dirige" es psicólogo.
Líbreme Dios de que me ponga un tratamiento contra la depresión un fulano con estos "animosos" conceptos. Acabo tejiendo una maroma con tela de araña e intentando suicidarme con ella colgándome desde el apoyapies de una barra de bar...puritica desesperación...

Dr. Caligari dijo...

Tristeza.

Libros Mondo dijo...

No preocuparse, que el domingo empatamos a 0 con el Ssaragossa y el lunes traen otro memo igual o mejor para sentarse al lado del pobre Juan Vizcaíno.

Fran Omega dijo...

... Mientras sea para sentarse al lado de Juan Vizcaíno, vamos bien.

Es que me ha hecho gracia su mención, porque justamente ayer le hicieron varios primeros planos, y pensé que pobre Vizca, y que qué injusto sería que, su futuro, se viese ligado al del bachi-buzuk de su jefe.

Dr. Caligari dijo...

Si vuelve Qq me corto una oreja (o el pelo).

Libros Mondo dijo...

Dottore, aunque no seamos capaces de imaginarlo, puede haber cosas peores que el regreso de QSF. Pero yo estoy tranquilo, acabo de oír la rueda de prensa de Manzano anoche y estamos en buenas manos: "No queda más que aceptar y aguantar nuestras responsabilidades. El domingo los profesionales tenemos que salir al campo al 200 por 100 por nuestra gente, que se lo merece". Como Míchel.

Dr. Caligari dijo...

Suena Míchel?

Fran Omega dijo...

Qq, Míchel ... Oigan, se están ustedes pasando con el cilicio.

Gonzalo dijo...

Si tiene que volver alguien, que sea uno que dignifique el número 10 de esa gloriosa camiseta. O eso, o que se lo den a Assunçao.

Vicente dijo...

No creo que vuelva qsf..., pero vamos que Manzano se juegue su futuro poniendolo en manos de Reyes, sí que tiene delito!.
Es cierto que yo he perdido totalmente mi objetividad con respecto al utrerano pero ayer fue una vez mas lamentable verlo. Hasta Ruiz hizo ayer un comentario políticamente correcto echando en falta alguien que hubiera podido rematar el rechace de Irazoz a tiro de Falçao (obviamente era Reyes el que debía de estar ahí).

Vicente dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jesús dijo...

http://es.eurosport.yahoo.com/futbol/ruben-uria/article/30260/