Nosotros, que somos de Torres, somos de Torres desde hace muchísimo tiempo. Ya no sabemos muy bien desde cuándo somos de Torres, la verdad, porque tenemos la sensación de que Torres, que sólo tiene 27 años aunque tenga aplomo de ministro de transportes o de cirujano jefe, lleva con nosotros toda la vida. Y en el fondo casi es así, que Torres lleva con nosotros 11 años de profesional y unos cuantos más antes de serlo, saliendo cada día de la semana en los periódicos, cada dos días en las teles, cada media hora en las conversaciones de bar y cada fin de semana en nuestros brindis nocturnos, cuando toca acordarse de lo importante.
Nosotros, que somos de Torres, empezamos a ser de Torres en diferentes momentos. Algunos nos hicimos de Torres cuando vimos un chaval con pecas y el pelo a tazón que, banderín en mano, cumplía en partidos de fútbol 7 con los rituales de los capitanes de brazalete verde sobre camiseta de algodón de nuestra infancia. Otros se hicieron de Torres al verle liderar la selección sub-16 en aquel Europeo de 2001, marcando en la final y siendo el mejor jugador del torneo; otros, al verle liderar la selección sub-19 en aquel Europeo de 2002, marcando en la final y siendo el mejor jugador del torneo; otros, más tardíos, se hicieron de Torres al verle marcar el gol de la final de la Eurocopa de 2008, aquél gol picando el balón sobre el portero a pase de Xavi que todos hemos visto mil veces y podemos ver otras cien mil, aquél remate fino dejando atrás a su marcador en un derroche de potencia y clase que, aún cerrando los ojos, podemos describir a la perfección. Algunos se hicieron de Torres en aquel partido al que llegaba cuestionado, como no, y en el que terminó siendo el mejor jugador de la final, dando a España con su gol su primer título importante. Nosotros, que somos de Torres, sentimos especialmente nuestro ese título que marcaba el triunfo de un estilo y de un grupo, de un equipo cuestionado por enfrentamientos cainitas, el triunfo de un entrenador cercano, Luis Aragonés, al que la prensa había linchado durante meses por no cumplir con las expectativas oficialistas y apostar por ser él mismo, sin plegarse a lo que hubiera sido más fácil. Ese mismo año, el de la Eurocopa, hace sólo tres años y pico, Torres había destrozado todos los registros de un debutante en la historia del Liverpool y de la Premier, había recogido premios y marcado goles, había desembarcado en una ciudad sabia en fútbol con el aura de un mesías y había conseguido que nosotros, los de Torres, fuéramos aún más numerosos y aún más orgullosos. Eso sí, no nos hicimos de Torres por ninguna de las cosas descritas en este párrafo, por ninguna de ellas, no.
Nosotros, que somos de Torres, no nos hicimos de Torres por ser un jugador de fútbol extraordinario ni una estrella mundial. Lo que nos hizo hacernos de Torres no fueron sus goles en remates acrobáticos de esos que cuando los mete otro son históricos y sale repetidos en los telediarios pero cuando los mete Torres no, ni su facilidad por clavar en el suelo centrales experimentados con regates imprevisibles, no, no fue eso lo que nos hizo ser de Torres. No nos hicimos de Torres por sus diagonales y galopadas, por sus remates de exterior como aquél de Mallorca, por la espuela ante el Alavés o el puñado de goles increíbles ante el Barça. No nos hicimos de Torres por el gol ante el Betis a pase de Jorge Larena, ni por el gol a Bélgica a pase de Reyes, que tiene guasa la cosa. No nos hicimos de Torres por su clase, su zancada o su enorme repertorio de remates, ni por su decisión a la hora de fajarse con defensas corpulentos sin miedo ni complejos. No nos hicimos de Torres porque fuera mejor goleador español de Primera División dos años seguidos a pesar de jugar en un equipo con jugadores muy por debajo de su calidad y méritos, no. Todo eso son razones suficientes para ser de Torres, sí, pero entonces quizás haya unos pocos jugadores enormes de los que también podríamos ser si fuera sólo por eso. Pero no, no, no fue eso lo que nos hizo hacernos de Torres a nosotros, nosotros, que somos de Torres.
Nosotros, que somos de Torres, tampoco nos hicimos de Torres por llevar la contraria, aunque, no vamos a negarlo, eso ayuda. Ayudó para hacernos de Torres el ver que, desde el principio de su carrera, se le comparaba con jugadores inferiores con camisetas más populares, se subrayaban sus defectos, se magnificaban sus fallos. No nos hicimos de Torres por la rabia que nos daba ver que cada racha de cinco partidos sin marcar se convirtiera en noticia generadora de comentarios jocosos mientras que otros jugadores, depositarios de una fracción mínima de talento de Torres, fueran ensalzados tras meter dos goles a un Segunda B rematando cómodos un balón en el área pequeña. Ayudaron para hacernos de Torres, no lo vamos a negar, las críticas constantes, los deseos de muchos de verle fracasar, la comparación con jugadores de su misma edad y currículum pigmeo tras cinco buenos partidos de estos y una mala racha de Torres. Ayudó el ver cómo se cuestionaba constantemente a un jugador que en otro país sería ídolo nacional, ayudó el ver cómo los medios deseaban una pronta recuperación a compañeros de demarcación en la selección mientras que afirmaban sin reparo que Torres, con una lesión incómoda y sólo veinticinco años, probablemente no volvería a ser el mismo, probablemente tendría que renunciar a su juego de siempre. Ayudan para ser más de Torres las críticas a ciegas, las reflexiones sobre momentos de forma que vienen de gente que obviamente no ve los partidos de Torres, esas afirmaciones audaces de ignorantes y forofos que destilan un odio que únicamente puede tener un origen. Todo eso ayuda a ser de Torres, sí, ayuda, pero no es por eso por lo que somos de Torres, tampoco es por eso, no.
Nosotros, que somos de Torres, vimos con rabia y con pena pero también con comprensión cómo Torres se iba al Liverpool. Nosotros, que somos de Torres, nos quedamos sin faro ni guía y con un poco de angustia, tanto por nosotros, que somos de Torres, como por el propio Torres. Torres se fue a Liverpool por una millonada, con todos los focos sobre él, de la mano de un entrenador que fiaba a Torres todo el crédito de un equipo con un historial impresionante. Cuando Torres fue a Liverpool nosotros, que somos de Torres, entramos en los foros de los aficionados de su nuevo club y contestamos a las dudas, a las suposiciones, a los prejuicios. Entramos, eso sí, sin miedo porque nosotros, que somos de Torres, teníamos ya entonces una fe ilimitada en sus posibilidades y en su talento, pero sobre todo en su compromiso y capacidad de trabajar para el equipo. Va una estrella, sí, dijimos, pero sobre todo va uno más del equipo, el que más corre, el que más busca, el que aprieta más los dientes cuando el resto de compañeros bajan los brazos. Torres, que hizo lo que todos sabíamos que iba a hacer, se convirtió en el ídolo de un estadio experto en pocos meses, rompió récords, trajo el orgullo y la esperanza. Tardó poco en hacerse uno más, en dar su primera rueda de prensa en inglés, en identificarse plenamente con una de las gradas con más historia del fútbol. Nosotros, que somos de Torres, fuimos a Liverpool y nos quedamos asombrados de la devoción que despertaba, aunque luego vimos que sólo se le juzgaba con justicia, justo lo que no se hizo aquí. Gracias a Torres los aficionados del Liverpool, a los que siempre estaremos agradecidos, nos recibieron con los brazos abiertos y la complicidad del que sabe, como uno, que tiene la suerte de ver cada domingo a un fenómeno que juega al fútbol como un ángel y lo vive como un aficionado. Nosotros, que somos de Torres, disfrutamos esa época aunque Torres no jugara en nuestro equipo y siempre tendremos un recuerdo especial para la gente del Liverpool, los que tan bien nos trataron por ser ellos también, como nosotros, de Torres. Pero, eso sí, no es por sus números en Liverpool ni por su salto a la condición de estrella de la Premier por lo que somos de Torres, no, nosotros no.
Nosotros, que somos de Torres, vimos con cierto asombro y también con cierto extraño alivio cómo Torres se iba del Liverpool. El equipo perdía elementos importantes y no parecía levantar cabeza, el tiempo pasaba y el futuro perdía color rojo. Por culpa del fútbol moderno y los inversores extranjeros, por culpa de los proyectos a medio y largo plazo, por culpa de los insuficientes proyectos a corto plazo, Torres decidió irse del Liverpool para buscar un club que ofreciera estabilidad en la parte alta de la clasificación y en la Liga de Campeones, una competición que alguien como Torres no puede ver por la tele. Nosotros, que somos de Torres, lo sentimos por sus seguidores en Liverpool, tan fieles a Torres y tan amables con nosotros, que somos de Torres, porque entendimos que a Torres no le quedaban muchas opciones. Lo sentimos por ellos pero comprendimos lo que empujaba a Torres a cambiar de aires, cruzamos los dedos pidiendo que hubiera acertado, que el equipo fuera lo que necesitaba; que los compañeros le recibieran como uno más y no como la estrella que venía a hacerles sombra, que le dieran balones y no se jugaran todo ellos por no engordar la leyenda del que venía con vitola de estrella mundial. Las cosas, por ahora, no han ido todo lo bien que nos habría gustado. Torres llegó a un equipo en cambio, con un estilo de juego que le va poco, en el que los espacios no abundan y las ocasiones escasean. Torres se encontró en un equipo que transmitía la sensación de estar formado por clanes, con figuras asentadas que deciden lo que ocurre, que no quieren competencia en las alineaciones titulares ni en las fotos de la tienda oficial.
Nosotros, que somos de Torres, hemos visto que Torres lo ha pasado mal en el Chelsea, mientras era mirado con lupa por todo el mundo dado el precio del traspaso; Torres ha marcado pocos goles, se le ha visto incómodo en el campo, poco integrado en un sistema de juego que no es el ideal para sus extraordinarias condiciones. Aún así, Torres ha ido cambiando, se ha ido adaptando. Tras una buena racha de cuatro goles en seis partidos, Torres fue al banquillo en una decisión que no se entiende si no es por la presión que algunos jugadores ejercen sobre el entrenador. Últimamente nosotros, que somos de Torres y hemos visto casi todos los partidos que ha jugado en su carrera, vemos bien a Torres, jugando más de centrocampista de delantero, más de pasador que rematador, más de portor que de trapecista estrella, como ya le pasara en algún momento del pasado. Aún así, Torres no está marcando todo lo que debería, no tiene muchas ocasiones y, en las que le llegan, tampoco tiene ese punto de suerte que lleva al balón un poco más abajo del larguero, un poco más a la izquierda de un poste. Y mientras nosotros, que somos de Torres, vemos las críticas que vienen de gente que no ve ni un partido, que confunde fútbol con goles, que concibe este como una colección de resúmenes de domingo por la noche y no como una sucesión de partidos completos, vemos cómo estos hacen risitas y chascarrillos y pretenden hacer sangre comparando a Torres con jugadores de equipos que juegan con menos presión y más ocasiones, con situaciones incomparables. Pero eso ya sabemos que está ahí porque siempre lo ha estado, lo sabemos bien desde hace tiempo, lo sabemos nosotros, que somos de Torres, y no es la responsabilidad de defender a Torres de las críticas lo que nos hace ser de Torres, tampoco es eso.
Porque a nosotros, que somos de Torres, lo que nos hizo ser de Torres fueron cosas más sencillas y en los días que corren, mucho menos habituales que un gol por la escuadra o un anuncio en Thailandia. Lo que nos hizo ser de Torres fueron carreras para presionar a un rival mientras el resto del equipo se desentendía de la responsabilidad, fue la sensación de que en el campo había uno de los nuestros, tan del Atleti como nosotros, tan de los nuestros como los nuestros. Nos hicimos más de Torres cuando le vimos tan destrozado como nosotros tras un cero seis que no dibujó ni una cara de disgusto en la mayoría de jugadores que por aquél entonces faltaban al respeto a las rayas rojiblancas, porque era el único jugador que hacía a los niños que iban al estadio estar orgullosos de la camiseta maltratada por el club, la camiseta que todos pedimos a los Reyes Magos en cuanto tuvimos la ocasión. Nos hizo hacernos de Torres ver cómo dejaba claro una y otra vez que su sitio estaba entre nosotros aunque no jugase aquí, que Torres, como nosotros, era del Atleti por delante de cualquier otra cosa, que nunca se iría al equipo al que ninguno de nosotros se iría nunca a pesar de que esa frase le iba a pesar como una losa a ojos de la prensa y de la afición más forofa e irracional. Nos hicimos muy de Torres cada vez que le escuchamos hablar, siempre respetuoso con rivales y compañeros, siempre humilde a pesar de ser una estrella, sin reclamar atención ni dar escándalos ni decir “me lo merezco” cada vez que le hacía un gol a un equipo modesto. Nos hicimos de Torres cuando dijo que el día más importante de su carrera deportiva fue aquél en que escuchó al Calderón corear su nombre tras fallar un penalti. Nos hicimos más de Torres cuando celebró esa Eurocopa y ese Mundial que casi le cuesta una pierna con una bandera del Atleti, sacando medio cuerpo del autobús para hacerse una foto en Neptuno con la Copa del Mundo entre cientos de camisetas del Atleti porque aquel día fuimos ahí a verle muchos de nosotros, que somos de Torres.
Nosotros, que somos de Torres lo somos por todas estas cosas, que son muchas y distintas pero poco repetibles y altamente inusuales entre los futbolistas modernos. Nosotros, que somos de Torres, somos muchos y somos desde bluesmen aficionados al boxeo a jefes de prensa que esperan niña torrista, desde editores de gran futuro y gran pasado con bigote rubio y olivar podado a oscenses de camisa azul y corazón rojiblanco, brillantes abogados de gafa de pasta y reloj suizo, zaragozanos exiliados en Madrid, madrileños exiliados en busca de tierras verdes con sidra y gallettes, expertos en estadística y ases de la hemeroteca, italianos de Rosario Central, miopes con rebeca, ilicitanos aficionados a las Lambrettas, concejales de cultura, asturianos con porte de ala-pivot, marineros de tierra jerezana, manchegas dispuestas a retar a bolsazos al que ose hacer un chistecito de esos que últimamente se hacen por Internet, flankers con residencia en El Escorial, informáticos escépticos, bloggeros constantes, bloggeras inconstantes, periodistas de grandes y pequeños medios, equilibristas de las ondas, eremitas de Zizurkil y agentes secretos. De Torres somos también quinceañeras enamoradas, mamás que querrían un yerno así, porteros de finca urbana y de discoteca de polígono, vividores, ascetas, monjes benedictinos, filósofos positivistas, intelectuales de gafa gruesa y biblioteca extensa, vendedores de sofás, cocineros vascos, cicloturistas aficionados a la polifonía, ladrones de obras de arte, distinguidos portugueses, zurdos con canas, entomólogos, asesinos del área, investigadores del virus del cólera y gaiteros escoceses; todos esos, todos, somos nosotros, que somos de Torres.
Y nosotros, que somos de Torres, somos de Torres porque debemos mucho a Torres. A Torres le debemos el no habernos fallado nunca, el haber presumido siempre de lo que es él, que es lo mismo que somos nosotros pero con menos regate y zancada. Le debemos el haber salvado una generación de atléticos sin referentes y de habernos dado motivos para el orgullo en tiempos de sequía deportiva y vergüenza institucional. Le debemos las carreras desesperadas que sólo nacían del escudo, el no dudar ante la responsabilidad de echarse a la espalda el inmenso peso de un club histórico en sus horas más bajas. Le debemos los partidos en que corrió por tres y jugó por ocho, los puntos conseguidos gracias a él y sólo a él, los brincos desde el asiento por un remate lejano o un regate en carrera. Le debemos el buen recibimiento en Liverpool, el tener tema de conversación con todos los taxistas de Buenos Aires y la sonrisa cuando vemos su camiseta en cualquier lugar del mundo. Le debemos el orgullo especial de la Eurocopa y la sonrisa y las llamadas y los mensajes entre nosotros cuando volvió a aparecer el escudo en ese autobús descapotado en 2010. Todo eso le debemos a Torres nosotros, que somos de Torres.
Y por eso nosotros, que somos de Torres y que por conocer a Torres esperamos que también triunfe en el Chelsea y en la próxima Eurocopa, tenemos clara una cosa: que nos da exactamente igual que se critique a Torres, que nos da exactamente igual que se digan idioteces sobre Torres, que nos da exactamente igual que se hable de los partidos de Torres sin verlos, que se hable de los números de Torres cuando son malos y se oculten los buenos, que se compare a Torres con medianías. Que nos da igual todo eso porque tenemos claro quién es Torres y lo que Torres significa, y que, de hecho, aún sabiendo que no será así, nos daría exactamente igual si Torres no volviera a meter un gol nunca porque, con lo que ha hecho ya, nos sobra para saber que es un jugador histórico que en cualquier otro sitio sería respetado y venerado. Porque nosotros, que somos de Torres, no necesitamos más motivos para ser de Torres ni necesitamos que demuestre nada más, que estamos orgullosos de Torres y de ser de Torres y que, por encima de todo, nosotros, que somos de Torres, lo que estamos hacia Torres es, sobre todo, eternamente agradecidos.
78 comentarios:
Pues así es. Y, además, es más guapo y más listo que los demás. ¡Viva la Máquina!
Viva !!!
¡Que se fastidien los envidiosos!. Él ha pasado a la historia y los mediocres seguirán en el olvido.
Gracias, ¡maestro!
En pie, maestro, en pie ando desde que he terminado de leer su magnífico y emotivo escrito.
Enhorabuena...
OVACIÓN.
(estruendosa)
Gracias (de parte de un madrileño exiliado en Asturias). Haga usted el favor de enviar este escrito a la actual directiva, a ver si se enteran de una vez de lo que somos y deberíamos seguir siendo.
Sensacional el pase de hoy para el gol de Mata. Sin embargo, se le ve sin confianza a la hora de chutar. Está remiso -que no lento, como aseveraba el comentarista del Plus Gaby Ruiz- y por eso falla un gol claro. Ya queda menos para el gran día.
un gol claro? ese en el que tiene que controlar un balón ante dos defensas con el pecho y buscar tiro?
yo veo a Rooney, de quien habrán hablado maravillas, y mete dos goles de penalty, pero tira a puerta cuatro, cinco veces, casi todas fuera. Tiene oportunidad de hacerlo. A Torres ni se le plantea un partido con posibilidad de tirar tres veces a puerta. Una, a lo sumo dos. Sturridge no le pasa una y chupa todas, Ramires (en los partidos previos)lo mismo. Sólo Mata, que le busca casi siempre, y Meireles intentan jugar con él. Para el resto, sólo arrastra jugadores y crea espacios, pero nadie le da un balón.
Al Sturridge le hubiese tirado yo ayer una piedra a la cabeza.
Chupón mezquino.
Que en esa tropa tosca que ha convertido V-B al Chelsea (con mis respetos a ese equipo y su afición), haya sido capaz Torres de aportar lo que está sumando con su juego, es asombroso.
Bravo Niño!!!
¡Qué ganas tenía de leer algo así! Me ha emocionado hasta tal punto que he tenido que salir de mi destierro voluntario para felicitarle con los ojos humedecidos por expresar a la perfección exactamente todo lo que siento yo por nuestro Fer.
Muchas gracias, Don Carlos. Pero que muchas, muchísimas gracias.
Coñe, don Tomi. Bienvuelto. En otro orden de cosas, bien que no te metan goles ni te hagan ocasiones, pero hace falta un poquito de fútbol, aunque fuera el mínimo del denostado Aguirre...
Buenos días!
Hay que ver lo que sabe Doña Inspiración, esa dama tan caprichosa y esquiva, que tantas veces se sueña, tan pocas se encuentra, y sin embargo a usted nunca le abandona, Don Dueño.
Que grande el Niño, y gracias, Don Dueño, por hacernos sentir tan orgullosos de ser "de los de Torres de toda la vida".
Vea Vd, D. Jesús: nuestro "hermanillo" chico ha sido guapo de siempre...
por cierto, partidazos ayer de los que disputan supuestamente el puesto al Niño, no? qué partidos ve la gente?
Partidazo de Soldado, incluso jugó por encima de sus limites: en esta condición, top form, llega a rozar el cero.
curiosamente, en la grada, cuando salió Aduriz es cuando la gente se preocupó
Si Juan Trick hubiese estado en la cantera del otro equipo de la capital...
(Por cierto, jugaron "el gordo" Joel y Pulido)
Soldado es un mentecato y un saltabarrancos.
Jajajajaja
Sí, ese. Efectivamente, más que fallar un gol, lo que desperdicia es la posibilidad de disparar a puerta. A mí me parece que este Chelsea, así concebido y con este entrenador y jugadores, es hostil para un buen tipo como él. A pesar de ello, él se dedica a repartir juego, en lugar de quejarse o hacer aspavientos con los brazos, como el poligonero madeirense, por ejemplo.
Y no tengo la menor duda de que el bombo mediático para los delanteros del Valencia y del Sevilla es por venir de donde vienen. De esa cantera que tanto aprovecha el equipo vomitivo de la capital.
Gracias por expresar todo lo qu pienso sobre Torres. Un atlético como una catedral, un enorme jugador y el único que ha aprendido la lección del gran Kiko (con un poco más de gol)
Amen
¡¡¡Uffff!!!
Gracias. Sólo puedo decir que cuanto le añoro cada domingo.
Espero volver a verle por el Calderón más pronto que tarde.
Esto debería considerarse otro manifiesto de arte. Ayer estuve intentando explicarle esto a un familiar durante cuatro cervezas, desde ahora lo llevaré impreso y me será mucho más fácil.
Muchas gracias Don Dueño.
No soy atlética pero sigo a Torres desde sus comienzos, y me considero tan Torrista como cualquier atlético. Espero que los que no somos rojiblancos se entienda que vemos a Torres igual que vosotros, que lo sentimos un ídolo porque nos enseño a querer el fútbol, porque nos hizo gritar con todos sus goles,todas sus jugadas, porque constantemente estamos defendiéndolo de todos los oportunistas que intentan hundirlo. Yo también soy de Torres como ya dije desde que empezó en esto y me siento muy identificada con el texto, gracias por escribirlo.
Gracias a ti. Nosotros somos de Torres y tambien del Atleti, es estupendo hablar con los que tambien son de Torres pero no del mismo equipo. Bienvenida
Y gracias por comentar a los no habituales, por supuesto pónganse cómodos
Esta muy bien ducho todo, me gusta mucho sin dejar de fuera el hecho de no ser colchonera; me ciento identificada con mucho de lo que dicen porque aunque sea de otro equipo yo soy de Torres, gracias a el amo el fútbol, lo que Torres ha significado en mi vida es demasiado y cada vez que lo ha pasado mal me he dolido pro no queda mas que ser fuerte todos sabes lo que el significa y no nos tiene que demostrar mas...
Grande Fernando Jose Torres Sanz
Soy redactora en http://www.thekidtorres.com/ y aunque no soy atlética simpatizo con el equipo, es lo que tiene ser tan Torrista... te importaría que pusiéramos tu texto en nuestro blog para compartirlo con más Torristas? incorporando tú nombre y el blog por supuesto..
soy atletista y he leido este articulo y sinceramente me he puesto a llorar a lagrima viva, es exactamente lo que siento por el, aparte de atraccion fisica pero eso es lo de menos, de pequeña mis tios me chantajeaban con que me cambiase al R Madrid y yo como siempre respondia: nono R Madrid caca, yo atletico de madrid y fernando torres, y asi es señores, tengo 17 años y sigo con mi atleti y con mi fernando torres, es cierto no es el mejor pero en el atleti ha sabido sentir los colores al estilo ''kiko'' que es como tiene que ser. un abrazo a todos, colchoneros o no.
Yo, es que estoy sin palabras. Dénme 10 minutos, busco palabras y a ver si soy capaz de ponerlas.
Los señores de Cuenca con problemas capilares también somos de Torres, oigan.
...y siendo de toda la vida del Atleti, creo que soy incluso más aún de Torres.
Maestro, ¡¡¡Qué bueno es Vd!!!
Después de 45 minutos de ovación sonora, me siento para darle mi más sincera enhorabuena por este artículo que creo se situa en el podium de sus escritos más célebres.
Yo, reconozco que he sido crítico con esta última versión de D. Fernando en el Chelsea. Pero como todos los que me conocen saben, nunca he sido sospechoso en cuanto a mis sentimientos por este chaval.
Le deseo todo lo mejor y les prometo que a día de hoy no se si lo mejor es que vaya o que no vaya a la Eurocopa. Y me explico:
Creo que eta Eurocopa va a ser una merienda de negros y va a haber batacazo y del gordo. Ante un eventual batacazo, ya se pueden imaginar a quien va a señalar los focos como principal culpable en caso de que sea seleccionado verdad?
Grande el Pecas,........ muy grande.
A la altura de
Gárate según D.Carlos Fuentes,
hoy seguimos emocionándonos con
Gárate según D.Rubén Uría
La que ha liado, don Carlos.
Gracias Don Carlos, en México habemos tambien algunos que somos de Torres, muy de Torres.
Gracias por resumir tan bien lo que sentimos, "Los que somos de Torres y del Atleti en la distancia" por que no hace falta ser Española o Europea para sentir todo eso y más, para valorar su calidad como jugador y ser humano. Les aseguro que desde el otro lado del Atlántico somos muchos los de Torres :)
Carlos Fuentes, nos has revolucionado. Desde www.thekidtorres.com hemos re-publicado tu articulo, expresas al 100% lo que sentimos cada mañana para seguir adelante con el blog. Y por no hablar de twitter, vaya tarde la de ayer! Muchas gracias. No hay una sola palabra tuya que no firmase yo ahora mismo. Alex.
Perdonen el morcillazo, pero creo que la noticia merece la pena:
http://www.elconfidencial.com/encue
ntros-digitales/esperanza-aguirre-5
¡Cerezo!, ve diciendo a Indi que te aclare la respuesta a la pregunta 15...
¡Qué maravilla es el Torrismo, lo que genera y la gente que reúne a su alrededor!.
Como se dice en los discursos: "me llena de orgullo y satisfacción ..." y usted, Sr. Fuentes, estará en una nube. Y hará bien.
Volvió a manifestarse la mano de Abel, oigan!
Fantástico morcillazo, Don Vicente. La respuesta 15 ("La solución está clara: hay que quitarles (al Atleti) las cargas excesivas y no pretender sacar el dinero para inversiones de las Administraciones Públicas a costa de hacer colmenas en las zonas residenciales. Por tanto, tendrán que cambiar el convenio") es como volver a ganar el pleito.
Si olvidáramos el "pequeño detalle" de que la CAM aprobó la modificación puntual, esta extemporánea, aunque importante declaración de la Presidenta, amiga íntima del Ministro de Justicia como todos sabemos, es una carga de profundidad tremenda:
- Sobre "lo bien" que hace las cosas el Ayuntamiento (y la CAM, que pudo pararlo y no lo hizo).
- Sobre lo bueníiiiiisimo, exceleeeeente y ventajosíiiiiiiisimo que era el Convenio para el Atleti.
Es todo tan increíble ...
¡Bravo!
Tres veces he leído ya semejante entrada, desde que la viese y no hay una sola en la que no me emocione.
Creo que nunca había leído nada parecido, nada que reflejase tan a la perfección el sentimiento Torrista, ¡y mira que leo blogs!
Enhorabuena,de corazón y en nombre de todos los Torristas por plasmar de esta forma tan sublime el orgullo y la profunda admiración que todos nosotros sentimos hacia Fernando.
Te aplaudo.
Un saludo de una colchonera que todavía espera celebrar muchos goles de Torres con la rojiblanca en el Calderón.
Madre mía, la gente llorando, el maestro tuteando, qué revolución. Esto da idea del fenómeno Torres, de lo que significa para nosotros, algo que transciende del mundo de los jugadores para entrar, directamente ya,-si es que no estaba- en el de los MITOS.
Por otra parte, ¿ninguno de ustedes habla del Irlanda-Gales? No es que yo entienda mucho de rugby, pero me lo pasé pipa.
Denme tiempo
Ha hecho usted que se me salten las lágrimas. Gracias... y gracias a nuestro Niño
Magnífico artículo. Emocionante. Mis felicitaciones. Y ojalá que don Fernando lo lea.
Muchísimas gracias y mi enhorabuena por escribir y saber plasmar de forma tan acertada lo que los torristas sentimos. Pocos habrían sabido hacerlo...
Excelente el artículo y todo lo que le diga se queda corto. Sin palabras me ha dejado, de hecho.
Lo que Fernando representa y significa para nosotros es mucho más que un jugador de fútbol, aunque después nos llamen exagerados y todo lo que quieran (yo a esos les llamo envidiosos). Personalmente para mí además de un ídolo es un ejemplo a seguir y esa persona que ha hecho que me enamore del fútbol, de ese que queda ya poco, por cierto. Y aunque no sea el mismo (evidetemente teniendo en cuenta el equipo que le "acompaña"), no meta goles (que los meterá) e incluso si se vuelve malo de la noche a la mañana(simplemente imposible), para nosotros seguirá siendo igual de grande. Porque mientras queden personas como él en este deporte tendremos la esperanza de que no todo está perdido.
Como usted bien ha dicho, nos sobran los motivos... y es que le estaremos eternamente agradecidos.
Le doy otra vez las gracias de todo corazón, de vez en cuando y sobretodo últimamente me hacía falta leer algo así.
MAGNIFICO... SUBLIME... MARAVILLOSO... Gracias por escribir las palabras que yo no se decir.
GRACIAS.
Y sobre todo. ¡¡¡Qué vuelva de jugador!!! pero si no es así, que lo haga de PRESIDENTE.... pero ya
http://www.abola.pt/nnh/ver.aspx?id=314743&rss=1
Don Carlos, pues yo todavia no le veo en el equipo, que quiere que le diga.
Enorme el dueño de la cosa, como siempre, aunque esta vez más que enorme colosal.
Apunte que también somos de Torres los viticultores toledanos toristas (además de torristas, evidentemente). (Y note la aliteración de la "t" cual tambor que anuncia solemne la llegada de los mitos, tán ta ta ta tán, es lo que tienen las aliteraciones).
Y muy emocionante haber leido su anterior manifiesto -que no conocía hasta ahora, es lo que tiene ser nuevo en el blog- "Nosotros, que somos de Gárate". Yo, que no ví jugar a don José Eulogio, tengo un amigo que sí lo vio, y que aunque es del equipo ese que viste igual que la selección inglesa de rugby, dice que la persona que más ha admirado dentro de un terreno de juego ha sido a Gárate. Si le vieran con qué sentimiento lo dice, cómo alaba tanto su finura futbolística cuanto su gigantesca calidad humana... es una de las cosas que nos reconcilia con el fútbol, pero más bien con el de los aficionados antiguos. Así que le voy a llevar su post impreso, que seguro que le va a encantar.
Y respecto a don Fernando, habiendo entrado aquí parte de los redactores de thekidtorres.com, yo creo que también ha leido su post, don Carlos, y que se ha emocionado y ha pensado que porque a uno le digan esas cosas, tan justas por otro lado, merecen la pena todos los sacrificios.
Ah, y que quede constancia también que los viticultores toledanos toristas y torristas somos de Gárate hasta la médula, y que aunque no le hayamos visto jugar nos basta y nos sobra lo que nos cuentan nuestros amigos dueños de bares toledanos donjoseulogistas, y que pensamos con el Hacha que cada día que pasa sin que don José Eulogio sea nombrado Presidente de Honor de la entidad que ocupa el lugar jurídico del Club Atlético de Madrid es un motivo más de vergüenza para dicha entidad.
Pasan los días y cada vez me emociona más. Ha estado sembrado D. Dueño
Si ya hasta un qatarí le felicita, Don Carlos, parece que esto se desborda en Torrismo a raudales...pos que corra el torrismoooo !
¡Torrismo o muerte!
...(sin un atisbo de radicalidad, entiéndase)
Se puede hablar de Torrefaccion del blog?
Yo diría que el blog, en esencia, es Torrefacto (cuñao)
Menos mal que no ha dicho que es Torrezno, el bicho Mondo...
... Ni Torrente.
Ay, la estulticia torrencial tan propia del levante español...
La camiseta sigue sin el patrocinador principal, no habían prometido que para la segunda vuelta...?
esta es la respuesta oficial del club a esa promesa
http://www.youtube.com/watch?v=HweU-Nc__HE
Mina !!!
Dios emocionada al ver esta entrada que supe de su existencia a través de la página oficial de Torres.
Yo también soy de él pese a mis 15 años, y como mucho de vosotros sabréis que es muy duro oir cada dos por tres mierdas hacia un chico tan grande como él.
Y hay días que yo lloro por todo lo que le dicen, porque se pasan.
Que son muchos años detrás de él y es GRANDISIMO.
Y estoy de acuerdo, quien le crítica no ve sus partidos.
Reconozco que alguna vez he criticado su bajo rendimiento, pero desde la perspectiva que te da haberle visto salirse en el Atleti, tirando él solo de plantillas de las más lamentables de la historia, y saber que es capaz de más. También me 'dolió' que se fuera del Liverpool porque era un equipo al que tengo especial cariño de siempre, pero sus motivos tendría.
Nosotros sí podemos criticarlo con propiedad, además creo que siempre deseándole lo mejor; otros no tanto, de hecho disfrutan haciéndolo y de que no le vaya bien. Raro es el finde que no miro en Livescore el marcador del Chelsea esperando goles de 'El Niño'. Siempre creo que volverá antes de lo que pensamos.
Tiene razón sobretodo en una cosa en lo de que la gente hable del fútbol solo por los goles y no han visto un solo partido porque nadie cuenta que lampard mete tras una chilena suya increíble
Nosotros que somos de Torres o hemos llorado con esto o tenemos los pelos de punta solo quiero dos cosas
Hacer que todos vean este articulo
Y dos conocer al que ha hecho esto
Yo soy madridista... y soy de Torres... lo de este chaval es increíble. Le he admirado siempre y le seguiré vaya donde vaya. Ningún jugador me marcó tanto como él. Felicidades por el blog, por la entrada y por el sentimiento de orgullo que me has devuelto tras leerla. Nunca dudé de Fernando, y si en algún momento lo hice... creo que ha quedado demostrado cuales serán las respuestas a todas mis posible preguntas. A las mías... que también soy de Torres...
joder, casi lloro!
Vamos, que por la lógica que usas en el artículo, si tú sales a jugar con el Atleti todos te alabarían, ¿no? Fuerza, lucha, ganas, pasión... que importa que sea un paquete, le echa cojones! Ojo, no digo que Torres sea un paquete, pero mucho menos digo que cuando está en un mal momento tengamos que seguir dorándole la píldora y diciendo "no marca ni hace nada? no importa, mira como corre persiguiendo el balón..."
Torres es un gran jugador, pero mientras otros estén mejor que él, no jugará, como debe ser con cualquiera.
¿Que "no marca ni hace nada"?.
¿Que "corre persiguiendo el balón"?.
¿Que "otros están mejor que él"?.
¿Que Torres es ... es ... "un cualquiera"?.
Pero oiga, ¿Y a usted, el texto "Nosotros, que somos de Torres", lo que le sugiere es eso?.
Gracias a Dios que, en este lugar, además de acostumbrar a hablarnos de usted, jamás se insulta a nadie.
Pues nosotros que somos de Torres estamos de enhorabuena. Nos ha tocado la lotería del Niño!!!
Y seguimos y seguiremos siendo de Torres
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