domingo, 19 de octubre de 2008

En fin

Una vez más empieza un partido de una forma conocida y dolorosa y acaba de una forma conocida y dolorosa. El problema es que este partido es, últimamente, siempre contra el mismo.


Este partido, ya lo saben Vds, es el que menos le gusta ver al que suscribe. El que menos disfruta, el que más nervioso le pone, el que más disgustos le da. La previa, el resultado, cómo se produce, todo. Aún así, y pese a pensar todos los años si no es mejor dejarle el abono a un vecino, vuelvo. Vuelvo todos los años y los últimos años vuelvo a casa preguntándome si lo que ha ocurrido es cierto.

Ayer el ambiente era bueno y, a diferencia de algunos derbis recientes, en la calle no había tensión ni puestos de pipas volcados. Quizás únicamente las cosas eran como deberían ser siempre o la afición había moderado impulsos tras los recientes sucesos tras el partido contra el Marsella. El caso es que el las calles estaban llenas y los bares estaban llenos y luego la grada estaba llena y en partido de alto riesgo no parecía que estuviéramos sentados en esa sucursal del infierno de la que habla la UEFA, convencida de que el Calderón es un estadio en el que se insulta al distinto y se aporrea al que habla con acento y se impide ver el partido al que tiene algún defecto físico. Tantas y tantas fueron las pegas de la UEFA y tan puntilloso su informe negativo que a uno le sorprende que su tiquismiquis enviado no dijera nada sobre el deficiente control de plagas de este estadio en el que es frecuente ver un roedor desdentado de enormes dimensiones trotando por el césped a la vista de todos, provocando sin pudor al gremio de desinsectadores con un penacho de plumas y una manta por capa.

Salió pues el Atleti y la grada rugió y puso al rival de vuelta y media y sin haber tenido tiempo para abrir las pipas marcó el Madrid. Marcó a los treinta segundos, como tantas otras veces, marcó como ya hiciera el Barcelona hace pocos días. Si algo se podría haber exigido al Atleti ayer, si a algo se podía haber obligado a los jugadores era a garantizar que no iban a encajar un gol en los primeros cinco minutos. Asegurar la portería los primeros minutos hasta que pase el chaparrón es algo que hacen muchos equipos, equipos pequeños y también equipos grandes; algunos lo hacen por unas razones y otros por otras, lo hacen algunos sin querer y otros queriendo. Lo hacen muchos salvo el Atleti. A la primera de cambio marcó Van Nistelrooy con facilidad, haciendo que la afición se preguntara por qué el Atleti tiene que crear cinco ocasiones de gol para marcar mientras cede siempre al rival el privilegio de marcar con facilidad. Marcó el Madrid y el estadio se calló y miró al suelo y se sujetó la cabeza con ambas manos y la balanceó de un lado a otro y dijo en fin. Minuto uno, gol tonto, el partido se complica, vaya por Dios.

A la primera de cambio el Atleti había tirado buena parte del partido y el planteamiento y las esperanzas de cincuenta mil tipos sentados en una grada mugrienta. Los acontecimientos dividieron la grada en dos grandes grupos: los que veían una repetición de lo ocurrido los últimos años y los que pensaron que aquí no había pasado nada. Estos últimos, no necesariamente presos de un optimismo inocente, pensaron que ya que tenía que marcar el Madrid que al menos lo hiciera así de pronto. Pensaron que este golpe no debería tener en los jugadores el demoledor efecto de un martillazo dado que cualquiera debería tener claro que para ganarle al Madrid al menos habría que hacer dos goles, con lo que la misión debería ser la misma que antes de empezar el partido. Gol, pues vale, pues muy bien, no es más que un gol, en cualquier caso hay tiempo para marcar uno y hasta cuatro, pensaron los de este grupo y uno piensa que no les faltaba razón. Si al menos unos cuantos de los del campo pensaran así, partidos como el de ayer no acabarían como ayer. Lo malo es que esto no pasa en el Atleti 20008.

El Atleti había salido con un centro del campo raro e inédito formado por cuatro jugadores en apariencia sustituibles. Cada uno con sus virtudes y defectos y características y unos con la nariz más grande que otros, pero en esencia similares. La apuesta no dejaba claro cómo se iba a jugar dado que no iba a haber bandas, y parece que tampoco quedó muy claro en el vestuario. Visto el corte general de los jugadores, el aficionado esperaba poca creación y un excesivo aislamiento de Forlán y Agüero, y no se equivocó. Esperaba también que el rival no pudiera entrar con facilidad ni acercarse a la defensa, esperaba un partido de espera y contraataque en balón largo para los delanteros, pero ahí no acertó. El Atleti no sabía bien a qué jugaba y el rival jugaba más cómodo de lo esperado y de lo aceptable. El Madrid llegó con facilidad en varias ocasiones, algunas a balón parado (para variar) y otras en jugada. El Madrid no jugaba bien pero durante el primer tiempo dio la sensación de ir moderando el consumo sin demasiado problema frente a un equipo incapaz de quitarse de encima la losa del gol tempranero, el complejo de saber que quedaban muchos minutos para que acabara un partido que sabían que iban a perder, la incapacidad de encontrar la motivación en un partido en el que la afición la encuentra, a toneladas, sin ningún problema. El Atleti no mostró durante el primer tiempo la capacidad de poder con su propia resignación y eso hizo al Madrid jugar con pantuflas y bata en un partido que reclamaba coraza, casco y agua racionada.

Pero estos partidos son así y siempre hay que contar con cosas raras. Perea, que tenía una amarilla, se fue a la ducha por roja directa. Desde la tribuna no quedó claro si fue un codazo alevoso o un simple roce, no se vio si el rival se iba al suelo por no tener otro remedio o para forzar la expulsión. Lo que quedó claro fue que Perea, que tenía una amarilla y todo un partido que remontar por delante, no tuvo muchas luces; de hecho esta falta de cabeza es demasiado común en la zona del lateral derecho y también está siendo investigada por la UEFA no sea que en el campo haya enterrado algún residuo tóxico que haga a los jugadores de esa demarcación hacer tonterías sin poder evitarlo. Perea tuvo pues un momento de lucidez haciendo otra falta absurda en un sitio sin peligro y se fue a la grada por poco listo, dejando al equipo con diez y a merced de un rival que ya antes de la expulsión había marcado dos goles más, uno bien anulado y otro no.

Pero como ya hemos dicho en estos partidos siempre pasan cosas raras y allí estaba el árbitro para echar un cable a la historia. Pero esta vez, sorprendentemente, su petardo de actuación favoreció al Atleti. Anuló un gol legal tras otro balón parado defendido una vez más por la defensa del Atleti con la contundencia de un grupo de monjas octogenarias y poco después expulsó a Van Nistelrooy tras una entrada que en el campo no pareció para tanto. Diez contra diez con cero uno en contra, las cosas podrían cambiar con un poco de ambición y seriedad y más aún con un árbitro desquiciado empeñado en compensar. Salió Antonio López por Raúl García, un cambio que el que suscribe no habría hecho, y el Atleti fue al descanso mientras los que estábamos en la grada esperábamos algo distinto en el segundo tiempo.

Entre los desafortunados compases de The Eye of the Tiger (mientras parte de la grada reclamaba como banda sonora para el momento el estribillo de Panic, de los Smiths) el segundo tiempo salió Simao y salió el sol. Sustituyó a Pernía, ganador sin posibilidad de debate del Premio Al Peor Jugador Del Atleti Juegue Como Juegue tras una primera parte aceptable, al menos mucho más aceptable que la de otros; pero la grada es así y Pernía, que no va sobrado de técnica y mucho menos de carisma, cuenta con la fiel oposición de muchos que no ven más que sus conocidos e indiscutibles defectos. Pero el caso es que salió Simao, un jugador mucho más importante a estas alturas de lo que se podía esperar el día de su fichaje, y cambió el panorama. Simao ayudó a armar el ataque y a acercar el balón a Agüero y Forlán. Explotó los múltiples defectos de su lateral y de paso los de toda la defensa rival, que dio la impresión todo el partido de tener clarísimo que son mejores de lo que realmente son y de ir más sobrados de lo que deberían. El Kun se apuntó a la nueva dinámica y Forlán lo intentó sin suerte, desafortunado sobre todo en el control. El Kun, solito, bajó a la media y protagonizó varias arrancadas meritorias para alguien que llega reventado al final del primer cuarto de la liga. Falló un gol de los que él no falla, quizás por llegar al remate tras sesenta metros de carrera, una patología ya conocida desde hace tiempo en las inmediaciones de la portería rival del Calderón. Pudo marcar también el Madrid pero Leo Franco hizo paradas de mérito; Banega mostró cualidades positivas y algo claro que mejorar: su querencia a tocar el balón diez veces para hacer algo que requiere tres toques. Maniche seguía fiel a su personal estilo de correr mucho para hacer menos de lo que cualquier otro haría con ese kilometraje, lo que redundó en un agujero considerable por delante de la defensa del Atleti y un entorno cómodo para los centrocampistas del rival.

Aunque más entonado el Atleti en ataque con la amable colaboración de Ramos y Cannavaro, en defensa crecían los problemas: Ujfalusi, fijo siempre en el centro del área, se echaba la mano a la parte posterior del muslo, un gesto común en una plantilla con una sorprendente querencia a las lesiones musculares. Una lesión similar padeció el árbitro, retirado al banquillo del Atleti para ser atendido entre gritos de la malintencionada afición colchonera, que exigía al cuerpo médico del equipo un tratamiento similar al que dispensa a los jugadores locales, ese tratamiento que convierte un codo áspero o un cuadro típico de vista cansada en seis meses de ausencia de los terrenos de juego. Con Ujfalusi fuera, Heitinga flojo y renqueante toda la noche y Assunçao de central (y haciéndolo bien, mejor que de medio centro) encaraba el Atleti el último tramo del partido. Y lo hacía mostrando un bajón físico importante y falta de chispa. El Madrid, cómodo, también acusaba haber jugado con uno menos tanto tiempo y el partido pareció aletargarse en los minutos más importantes.

Pero hacia el final del tiempo reglamentario, el Madrid hizo una falta en buen sitio, cerca del sitio en el que Albertini puso una baldosa con su nombre y las huellas de sus pies y manos, aunque en este caso en el estadio del otro equipo grande de la capital. Marcó Simao un gol de falta que entró con una facilidad pasmosa en la portería del Madrid para delirio de la grada, que celebró el empate como celebraron los romanos la caída de la muralla de Numancia. Y ahí, qué cosas, llegó el desastre. La grada pensó una cosa y el equipo pensó otra. La grada apretó los puños y pensó hay tiempo y el equipo bajó los brazos, respiró aliviado y pensó ya no tienen tiempo. El equipo entró en una fase de complacencia, una fase corta pero letal. En pocos minutos el equipo pensó que el trabajo estaba hecho, olvidó la ambición de cambiar el guión frente a un equipo que también tenía diez jugadores pero no tenía cincuenta mil aficionados detrás. En ese rato Javi García casi acaba con el Kun y Drenthe quiso provocar un penalti.

También pasó una cosa premonitoria, una desgracia que no les será nueva, una señal. Tras noventa y dos minutos de juego, tras cientos de pipas de calabaza, el que suscribe llegó al final de la bolsa. El final, la última pipa, la última tras muchísimas pipas estupendas, justo antes del minuto 95. La última pipa y, como se pueden imaginar, la única de todas, la única pipa amarga de una bolsa de pipas estupendas. La que deja el mal sabor de boca, la que arruina el momento, la que pudo aparecer en cualquier instante en el que no habría tenido consecuencias pero tuvo que aparecer justo entonces. Se comió el que suscribe la traidora pipa amarga y mientras ponía esa cara que, también Vd, lector, pone cuando se come esa porquería, Drenthe se fue para el área, Heitinga reculaba más de lo que los manuales aconsejan y hacía un penalti claro en el peor momento posible, en el descuento más largo del año contra el equipo más odiado del año. Marcaba Higuaín con el daño añadido de que Leo Franco tocó y el partido se lo llevaba el Madrid de la forma más cruel posible, dejando en la boca de la afición el amargo de lo inesperado y de lo imperdonable. Marcó el Madrid y de nuevo el estadio se calló y miró al suelo y se sujetó la cabeza con ambas manos y la balanceó de un lado a otro y dijo en fin. Y ya van demasiadas veces, demasiadas veces que lo decimos.

240 comentarios:

«El más antiguo   ‹Más antiguo   201 – 240 de 240
Mariano dijo...

¡¡¡Y el 200!!!
(señalándome el Leivinha de la chepa)

Manchego Curado dijo...

No me extraña, con mi vista
que me haya perdido al bicho
si salió, está todo dicho
habré de estar menos lista

Escribe D. Vito en rima
como si fuera de Algete
que valor no darle grima
y acabo: viva Albacete

Paul Marble dijo...

(¡Madre mía, qué gran lío,
¿sabe, diosa de Albacete,
que Los Nikis son de Algete?!.
Mejor no digo ni pío).

Manchego Curado dijo...

Ya lo advitió el aludido
antes de irse al garete
Saturno es muy aburrido
nada que ver con Algete

ISMAEL dijo...

Tan contento me hallaba con lo de Tembleque,
Que para celebrarlo, de postre me aprete un panqueque,
Cuando acudió veloz y presta,
sin duda, para aguarme la fiesta,
la defensora feroz de Iniesta.
Pues, ¿no me llamó garrulo la tía?
A mi, que con tenedor como sandía.
Caso omiso hago a sus patrañas,
Y,en adelante citaré a Villacañas.

Carlos Fuentes dijo...

Ya nos queda poco rato
para ir al Calderón;
que pare ya el chaparrón
o nos sientan con los patos.

A practicar el inglés
se presta la de Albacete
si bien, dicen los de Algete,
puede sufrir un revés

(todos a coro)

Las noticias malas
me deprimen mucho
han cambiado a Brenda
por un paliducho

Es de Edimburgo
y se llama Yeims
y además me ha puesto
un tres con seis)

Paul Marble dijo...

Yes I do.

Carlos Fuentes dijo...

yes I do-o

Carlos Fuentes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos Fuentes dijo...

y para el Sr. D. Vito,
visto el tamaño del lío,
Mamma mía (pizzería fina )
o-o servicio a domicilio

Mariano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dr. Caligari dijo...

All together we are shearing jokes
Before the match against the team in red
And then, while Liverpool strokes
I’ll surely go to burn my head

Mariano dijo...

Ahí, don Vito, con fe en la victoria...

Carlos Fuentes dijo...

(toma ya)

Paul Marble dijo...

¡Qué grande Joaquín Rodríguez,
y de segundo Fernández;
pena sea madridista,
tan divertido bajista!.

Manchego Curado dijo...

Creyendo que estoy de siesta
se ha puesto Onteniente chulo
no me toque Vd al Iniesta
o volveré a gritarle: GARRULO!

El dueño de esta morada
canta con mucha frecuencia
su estilo no mola nada
y agota nuestra paciencia

ISMAEL dijo...

Estimado D. Vito, me preguntaba si conoce usted una Tratoria que hay por Madrid con nombre de rio alemán...No se come muy bien, pero es alegre y jovial...

Dr. Caligari dijo...

Tratoria Rin
donde se come sin fin

ISMAEL dijo...

Es una pizzería y su nombre:
Piza Rin.

Paul Marble dijo...

Me voy al fútbol (que estoy muy cansado).

Paternoster dijo...

Dicen los entendidos
que el Liverpool ha llegado.

Que Benitez los Lidera y que Torres se ha Rajado.

Le reguntan a Camacho, que esta pensando en su Juego.

"No se que tengo en los Ojos,
Que puros Pichones Veo ! "

A por ellos !!!

Manchego Curado dijo...

Vaya Vd al futbol contento
D. Marble, si esto le agota
que esta rima, gota a gota,
se te pega cual tormento
y luego llega un momento
que rima hasta la pelota

Bluesbreaker dijo...

Nooorrrlllll. El que era de Tembleque era el mítico
Mejías, porterazo donde los haya.

Dr. Caligari dijo...

Un puntito y un alivio.

Carlos Fuentes dijo...

gracias al armonicista
por su precisa memoria;
hoy comeré paella mixta
y gallina en pepitoria

Dr. Caligari dijo...

ya poeta?

Carlos Fuentes dijo...

es la inercia, no lo puedo remediar
he soñado en romance asonante y me he duchado por sextinas de pie quebrado (o estrofa manriqueña)

ISMAEL dijo...

Es verdad, que hoy es cuarta semana de mes, y le toca ducharse....
Quien sabe, puede que hasta cambio de gayumbos.

Dr. Caligari dijo...

Aquí somos mas del endecasílabo, Cassano siendo un eminente maestro.

Manchego Curado dijo...

Buenorrr dia. ¿Mejías de Tembleque? Castilla-La Mancha, en el G-8, ya.

Dr. Caligari dijo...

Don Ismael, y el grrrrrr?

Manchego Curado dijo...

Lo flipo

http://www.marca.com/edicion/marca/futbol/1a_division/atletico/es/desarrollo/1177747.html

Dr. Caligari dijo...

Lo de las camisetas tiene tambien que valer para Cerezo?

Manchego Curado dijo...

Buena pregunta..

Víctor Navarro dijo...

Anoche en Onda Cero salió este tema entrevistando a Cerezo. Precisamente Azuara le hizo la pregunta que hace D. Vito y el Superpresi vino a decir que él es él y un empleado es un empleado. Se indignó con el periodista y explicó, con su particular lógica, que con este fisioterapeuta esto era la gota (¡?) que colmaba el vaso. Tela

ISMAEL dijo...

Yo no me alegro de que despidan a nadie, pero me alegro de que fichen(incorporen) a otro fisio.
Por otro lado, el hecho de tener un Presidente, perdón que este es sin mayúsculas, presidente decía absolutamente tonto (por no utilizar otros calificativos más acordes), no justifica la acción de ese señor, que es inadecuada totalmente (aunque no razón suficiente para un despido).
PD. Grrrrr!

Víctor Navarro dijo...

Hombre, D. Ismael, presumir que este señor era un mal profesional... Y si fuera así lo tendría que haber despedido Villalón y no Pitarch, que parece ser que no sólo ficha mal sino que también despide mal.

Y no veo gran diferencia en que un fisioterapeuta le pida la camiseta a Casillas a que se la pida Forlán.

ISMAEL dijo...

Yo es que los despidiría a todos... a veces.
Pero, verá, yo me estaba refiriendo a todos aquellos que tengan que ver con el estado físico lamentable del equipo, y la proliferación de las lesiones musculares.
Por otra parte, ya veo que es chocante hablar de los entresijos del Club, sin desear la desaparición fulminante de quienen lo manejan (que no rigen).
Sigo viendo feo el perseguir a Casillas ante un público en estado de hundimiento.
Por último, tampoco veo que sea lo mismo intercambiar camisetas que pedirlas. Ya ve.
Pero lo dejo aqui, o me meteré en un charco, y me freiran ustedes.
Au.

Víctor Navarro dijo...

Disculpe usted, pero estoy un poco sensible con esto. Me imagino que, al igual que un jugador cuando se intercambia la camiseta no es porque se la quiera quedar, este hombre se la pidió por algún compromiso. En fin, que me ha dado pena.

ISMAEL dijo...

Ve, ya estoy en el charco.
Me rindo.
Es totalmente imposible, escribir un comentario, que pueda ser interpretado como defensa, de una cacicada de los chulos del Club. Y menos cuando hay una víctima, en posición de debilidad.
Insisto, me rindo (entre otras cosas, porque puede que esté equivocado, no me duele reconocerlo)

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