lunes, 14 de enero de 2008

El Atleti visto desde fuera (en concreto, desde Pontevedra)

Se acabó la primera vuelta con el Atleti tercero, que no es poco. Lejos de disputar el título por ahora y en vista de los continuos pinchazos de algunos rivales directos, el aficionado debería estar contento por el puesto conseguido hasta el momento. Y lo está, cree uno. Si tiene motivos para considerarlo duradero o no, es otro cantar.

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En Madrid y me consta que también en otros sitios, sobre todo en otoño pero también en otras épocas del año siempre que no haga demasiado frío o calor, hacia las seis de la tarde salen a merendar las señoras. Salen en grupos de cuatro o cinco, engalanadas, con trajes de chaqueta y broches y la mar de bien de peinadas. Huelen a perfume y llevan joyas y unos bolsos muy pequeños, se juntan en las esquinas de las calles del centro, se dan besos y se van a tomar té o chocolate a la cafetería de toda la vida.

Allí se sientan en una mesa y piden churros o picatostes y beben café dando sorbos con cuidado para no despintarse los labios y charlan y charlan. El camarero, que las conoce, sabe lo que quieren pero aún así les pregunta y también les piropea y les dice lo guapas que están y lo jóvenes y ellas dicen que no hijo, que ya no están para estas cosas y él les dice que de eso nada, que están todas estupendas y que son la alegría de la cafetería y ellas dicen que no pero en el fondo les encanta pensar que sí o que al menos se lo digan. Entre tés y cafés y chocolates y rosquillas hablan de lo guapos que son sus hijos, de lo brujas que son sus nueras, del tipazo que tienen sus nietas y lo listísimos que son sus nietos. De lo mal que lo hace Zapatero, de lo bien que lo hace Gallardón, de lo frescas que son las jovencitas, de lo malo que son los móviles para los chavales jóvenes, del respeto perdido por culpa de la nueva ley de educación y de lo fea que está la ciudad con tanta firmilla grafitera. Hablan entonces de lo mal que lo hace Gallardón y de lo mal que lo hace, de nuevo, Zapatero. Hablan de sus múltiples dolores, de amigas con dolencias aún peores, de cirugía y post operatorios, de enfermedades y médicos. Hablan de sus difuntos maridos como si aún estuvieran esperando en casa, con reverencia y cariño. Hablan del tiempo y del cambio climático y de la subida del euríbor.

Algunas, más mayores que el resto, llevan reflejos morados en el pelo blanco y andan a pasitos cortos. Estas últimas son mis favoritas.
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Si a un señor normal, pongamos de Pontevedra, le preguntáramos hoy cómo se imaginaría al aficionado atlético, probablemente contestaría que como un tipo contento. No sé si feliz, pero sí contento, diría con acento de Pontevedra. Posiblemente orgulloso del puesto que el equipo ocupa, quizás no el puesto soñado pero sí un puesto digno viendo lo que ha venido pasando estos últimos años. Quizás no el puesto ideal pero sí un puesto defendible, un puesto que permite llegar al lugar de trabajo con ganas de hablar de fútbol, un puesto que invita a defender con vehemencia la calidad de los jugadores. Un puesto que, al contrario de lo que tantas veces ha ocurrido, anima a mirar la clasificación de primera división sin miedo a que el estómago se le encoja a uno viendo como el nombre del Club de sus amores aparece sepultado bajo nombres de clubs otrora poco amenazantes. Piensa uno que el señor de Pontevedra, que llevaría un abrigo loden y una elegante bufanda de lana inglesa, se imaginaría cómo a día de hoy los aficionados del Atleti que ayer estuvieron en el campo entrarían contentos en la oficina, saludarían a los compañeros y piropearían a las compañeras (y al revés en el caso de las aficionadas, que no se me enfaden … o ni al revés siquiera, que no se me enfade nadie, faltaría más, oiga), tomarían aspirina por culpa del frío de ayer, invitarían a café y harían chistes sobre el partido del próximo domingo. Esto pensaría probablemente un señor de Pontevedra, y lo haría con la claridad de ideas y la lógica aplastante que en Pontevedra se estila.

Pongamos que a este señor de Pontevedra, que ya se ha sentado en su café de toda la vida y está tomando un cortado y empieza a estar un poco harto de estas preguntas que le hace un tipo con gafas al que no conoce, se le dice que no es necesariamente así, que no es oro todo lo que reluce, que no se crea que la gente está tan confiada. Entonces posiblemente preguntaría interesado que cómo es eso o más bien preguntaría únicamente “¿Cómo?”, haciendo énfasis en la primera “o”, que es como se pregunta según los cánones ortodoxos pontevedreses. Al señor de Pontevedra, que lleva un reloj precioso que le regaló su mujer cuando eran novios, se le explicaría que el equipo está bien clasificado, sí, pero que muchos de los puntos, incluidos los tres de ayer, no se consiguieron con la suficiencia que el puesto en la clasificación indica. Se le diría que el equipo vive del acierto de unos cuantos buenos jugadores que empiezan a estar cargados de partidos, pero que no parece que haya repuestos de garantía en ciertos puestos claves que inviten a pensar al aficionado que se puede mantener el ritmo marcado hasta ahora. Se le diría también que el equipo parece cansado, que en las segundas partes acusa el esfuerzo y que tiene por delante unas semanas muy intensas en las que no cabe el relax. También se le diría a este señor, que se ha pedido otro café y a quien le empieza a interesar el tema aunque lo suyo es más la pesca con mosca pero que de fútbol sabe un rato, que contra el Atleti han jugado bien bastantes equipos, más de los que deberían, posiblemente porque el Atleti no encuentra un patrón fiable de juego, una guía.

El señor de Pontevedra, mientras remueve su café, diría que bueno, que el equipo está arriba, que eso es lo que importa, ¿no?. Diría también que qué nos creemos, que si nos pensamos que sólo jugando bien siempre y en toda ocasión se llega a conseguir metas. Nos recordaría que para ganar algo importante hay que jugar bien pero también tener suerte y saber sufrir y ganar partidos que no habría que ganar pero que la suerte o la pegada o el miedo del rival convierten en puntos para quien no los merece de manera aplastante. Nos diría que de líder indiscutido de la liga va un equipo que juega casi siempre mal y que casi siempre gana, y nos diría también que si queremos algo para acompañar al café que nos acaban de servir. El señor de Pontevedra, que naturalmente no es del Atleti ni ve todos los partidos del Atleti ni escudriña todo lo que le ocurre al Atleti como hacemos otros, vería normal que un equipo vaya bien clasificado a pesar de no hacer partidos perfectos por norma porque eso ocurre todos los años en todas las ligas de todos los países del mundo.

Cuando uno, que ya saben cómo es, escuchase esto pasaría a comentar el partido de ayer. Le hablaría de la buena primera media hora del Atleti, de las paradas de Hildebrand y del fallo que supuso el único gol del partido, un gol que supuso un alivio y una alegría y algo de pena por el portero: si hubiera entrado el tirazo previo del Kun, o la falta de Antonio López u otra de las ocasiones claras que tuvo el Atleti a uno no le hubiera dado lástima, pero en el fondo uno, que ha jugado a esto bastante, no le gusta ganar por el fallo de nadie. Pero es lo que hay, oiga, y una cosa es el fair play y la vocación de sportsman que tiene uno desde chiquitito y otra muy distinta es no querer ganar los partidos. Le hablaría del buen partido de Forlán (que pasará a la historia por haber mandado un balón a la M-30) y de Agüero y de Raúl García, una vez más, una vez más los tres, como siempre. Le hablaría de Maxi, algo más bajo de lo deseable, y de la ascendente línea de Simao, mucho más activo e incisivo en los últimos tiempos. También le hablaría de Abbiati y de sus paradas de mérito, sobre todo una a Zigic en el segundo tiempo, y de la mejoría de Antonio López, de la que nos alegramos especialmente. Y del mejor tono general de la defensa, y en general de la cara más positiva del Atleti, la del primer tiempo. Y cuando hubiéramos hablado del primer tiempo el señor de Pontevedra, que a estas alturas se ha quedado en camisa y chaqueta de lana gris, me diría que de qué se queja Vd, hombre, si lo que me cuenta tiene buena pinta, no sé yo qué más quieren, si encima van terceros. Todo esto lo diría el señor de Pontevedra mientras lee de reojo el periódico de la mesa del vecino, que por su acento es de fuera, quizás del Bierzo.

Pero hete ahí que uno, sibilino, esperaba esta respuesta del señor de Pontevedra y había planteado su discurso previendo exactamente esta reacción, poniendo por delante los argumentos positivos y dejando para el final los negativos con el objeto de buscar un clímax dramático a la altura del segundo café y/o del vasito de agua correspondiente. Pero hete ahí también que el señor de Pontevedra se ha encontrado a un conocido, un primo de su mujer me dice, y se levanta en pleno inicio del contra-discurso y le deja a uno con la palabra en la boca y cara de tonto. Perdóneme Vd, ya estoy de vuelta, es un primo de mi mujer que hace tiempo que no veía y que es de la parte de Lalín, siga, hombre, ya lo siento. Bien. Le contaría entonces que el Atleti, en el segundo tiempo, no fue ni la sombra de lo que fue en el primero, que bastó con que a Koeman se le refrescara la memoria futbolística y metiera a un medio centro con bastante buena pinta, Banega, y a un delantero centro de proporciones monumentales, para meter al Atleti atrás. Eso, o que el Atleti solito se echó atrás, que es algo que hace mucho cuando va por delante, y uno no sabe si son instrucciones del banquillo o falta de fe de los jugadores, pero el caso es que se mete atrás, demasiado atrás durante demasiado tiempo y juega durante cincuenta minutos como si quedaran cinco, lo que redunda en un estrés excesivo en los jugadores y un riesgo cardiaco elevado en la grada. Le contraría también que ayer sin ir más lejos el Atleti se encerró atrás sin excesiva contundencia y que cedió ocasiones claras para el Valencia, que Eller y Antonio López-y-el-palo (uno cree que más bien el palo) sacaron dos balones que iban dentro y que Abbiati desvió un tirazo de Zigic que si entra nos hiela la sangre. También le diría que se echaron a perder ataques y contraataques claros por culpa de la imprecisión en la salida del balón, que durante el segundo tiempo no se tiró a puerta y que los jugadores le echaron casta, sí, pero sin orden, lo que equivale a desgaste innecesario, precipitación y apuros finales.

De todo esto hablaría uno y todo ello le parecería mal, que no grave, al señor de Pontevedra, quien ya ha visto cosas similares en sus años de distinguido futbolero y en el fondo le trae al pairo el Atleti. Algo sin embargo sí le haría cambiar el semblante, mirar airado al interlocutor, levantar un dedo acusador y pronosticar el fin de la civilización occidental: esto ocurriría cuando uno llegase, en su descripción de los hechos, al análisis del partido realizado por Reyes. Salió Reyes y dio un ejemplo: ejemplo de con qué mentalidad no hay que salir al campo, ejemplo de cómo irritar a una grada y cómo dejar vendidos a los compañeros de equipo, ejemplo de qué tipo de jugador no debe jugar en un equipo como el Atleti, ejemplo de tipo millonario a quien no le importa ni lo más mínimo nada que no sea su coche. Esto, diría el señor de Pontevedra, es del todo intolerable y no entiendo cómo se puede permitir que juegue un tipo con esa actitud. O mucho cambia, diría el señor de Pontevedra, o este tipo no debería jugar nunca por delante de otros compañeros mucho más comprometidos, hombre ya, póngale Vd, Manolo, otro café con gotas a este señor, que es del Atleti.

Y, la verdad, no sé por qué les cuento todo esto porque yo, a los que conozco bien, lo que se dice bien, es a los de La Coruña.

15 comentarios:

Jesús dijo...

Boas tardes, Maestro,

pues yo no creo que Forlán hiciera ayer un buen partido, de hecho estuvo mal, mal en sus elecciones de pase y de desmarque y mal en lo que mejor hace: matar. Porque ayer tuvo el dos a cero en las botas, al comienzo de la segunda parte y falló (tiramos esa a puerta, otra de Raúl García que se fue por poco y un remate que se encontró Pablo en un corner y no metió de chiripa). También discrepo en lo de que el equipo se echara atrás, oiga: que el Valencia también juega. En mi opinión, el juego del Valencia en la segunda parte, ayer, es el que mejor le he visto a un rival en toda la temporada.
Y le digo más, yo que conozco muy muy bien a los pontevedreses, el interfecto, cuando usted le comentara eso de que el Atleti es tercero habría dicho dos palabras: Manda carallo!!

Un abrazo y Forza Atleti!!

Carlos Fuentes dijo...

pues también es verdad (lo del carallo)
yo a Forlán, sin embargo, le vi bien. No fue su mejor partido, no. Perdió balones. Y aún así, estuvo bien, acompañando siempre al compañero, siempre enseñandose y siempre ayudando. En el tiro del Kun que el portero manda al palo (un tirazo por cierto), Forlán se lleva a tres defensas tirando una diagonal estupenda. En la jugada en la que hay quien pide penalti de Arizmendi (en el campo no me lo pareció), hace un cambio de juego espectacular y crea una ocasión donde no la había. No fue su mejor partido, sí un buen partido.
Y el Valencia, del que he hablado poco porque en Pontevedra no cae bien desde lo del penalty de Djukic, jugó. Y el segundo tiempo, bien, si, fue importante ganarle. Con Ayala y Albelda ayer hubiéramos pasado fatigas. Pero el Atleti se echó atrás, sí, como siempre, defendió la segunda parte como si quedaran tres minutos de una prórroga. ¿no es más eficaz defender más lejos de la portería, atacando?

Jesús dijo...

Desde luego que es más eficaz, pero también es cierto que cuando un equipo te aprieta y te supera tienes que recular. Y no es menos cierto que Raúl es un Titán, pero todavía no es Hércules. En cuanto a lo de Forlán, discrepamos únicamente en sus prestaciones en el partido de ayer (en el que, insisto, le vi muy desacertado y, a ratos, cabreado con el mundo creo que por eso mismo) pero no tengo ninguna duda de su calidad, su compromiso y su garra. Más aún: prefiero que acierte pasado mañana y el domingo. Ahí van mis pronósticos: 1-1 en Pucela y 3-1 el domingo.

Forza Atleti!!

PD: ¿Por fin se convence de que hemos ganado con Abbiatti en lugar del Posturitas?

Carlos Fuentes dijo...

es muy posturitas Leo Franco? si acaso, trencitas

Manchego Curado dijo...

Oiga, mire, una cosa. Para la próxima, si le gusta el partido, nos hace una perdida. ¿Que no? Pega Vd. dos golpetazos en el tabique. ¿Va Vd. con prisa, o algo?

ISMAEL dijo...

Se ve D. Carlos que ha estado usted muchas tardes en la cafeteria del Liabeny. Pillín, pillín, con las ancianitas....
Forlan no estuvo bien ayer, algo raro de narices, pero cierto. Que usted le tengo un merecidísimo respeto (que yo comparto), me parece bien, pero ayer no estuvo el hombre.
Al que le vi por todas partes fue a Agüero, para mi descomunal, junto a Raúl Garcia.
Que el equipo no tiene patrón de juego, lo vengo diciendo todo el año, y ese es asunto de Aguirre, al que cada vez acepto un poquito más (para no herir a D. Jesús), pero que no comprendo porque no puede el equipo armarse un poquito más en el centro del campo, hombre.
Cada vez que un equipo nos pone un rombo, nos supera en esa parcela, ¿no lo ven? (esto último para provocar una miajilla)
Lo de Cleber a paso de oca, de pena. Menuda pieza para capitanear el centro del campo y la transición/salida de balón del tercero de la liga...
Eller: para mi ya raya en lo humorístico. Esa salida al ataque, a lo Ivan Campo con carga a la defensa contraria, ese rato de cojera indefinida (que si sí, que si no), esas entradas al balón dividido por arriba, que siempre, siempre son pitadas como falta. Empieza a gustarme, empieza hasta a caerme bien, me parece un personaje que alegra la fiesta. Una pena que no supiera jugar al futbol.
Por último, de Reyes no hablo. Ese no tiene ni pizca de gracia. Ni pizca.

Manchego Curado dijo...

D. Ismael:comparto su cariño por Eller. Voy a proponer por carta certificada al club que ponga una valla electrificada en el centro del campo para que D. Fabiano sepa exáctamente dónde está la linde a partir de la cual, tropieza consigo mismo.

Jesús dijo...

¡Alto ahí! Seamos serios. Que vale que Cleber es lento y torpe y, por supuesto, que la actitud de Reyes es intolerable, pero Eller lleva ya varios partidos a muy buen nivel; ayer, sin ir más lejos, fue el mejor de la defensa, incluyendo a un muy mejorado Antonio López, y se encargó, con evidente desventaja, de cubrir a Zigic por arriba (Pablo estaba para tapar la segunda jugada y le retrataron un par de veces, por cierto). Perea, por desgracia, sigue muy lejos de ser aquella pantera que fue, eso sí, ojalá el miércoles en Valladolid Valera siga en la progresión que se vio en la ida y podamos tener una verdadera alternativa en banda derecha, de lejos la más floja del equipo en tareas ofensivas, porque encima Maxi sigue supliendo con coraje y corazón su alarmante falta de forma. Curioso, y en todo caso revelador, lo poco que se echa de menos al ilustrado griego loco. En fin, que me parece insostenible, más un chascarrillo repetido, un lugar común o incluso un eco, cargar contra Eller por los últimos partidos y muy especialmente por el de ayer. E injusto, además.
Y respecto al patrón de juego, don Ismael, con rombo o sin rombo, pues qué quiere que le diga... En la primera parte si lo vi, al igual que lo he visto otros días: transiciones rápidas en ataque con mucha movilidad en los puntas, achique de campo con la defensa adelantada y buena presión en el medio, juego por bandas, con las caídas de agüero por la derecha y el desborde de Simao por la izquierda. Se vio la primera parte ayer, el primer cuarto de hora del Camp Nou, el día del Zaragoza o el Osasuna en casa, media hora contra el Villarreal, veinte minutos contra el Racing, un rato contra el Sevilla, etcétera, etcétera... Otra cosa es que todavía no sepamos mantener ese nivel un partido completo o nos falte todavía algún jugador para poder lograrlo. Vamos a ver que pasa con Motta, concretamente con su rodilla (por ahí interpreto yo las palabras de Aguirre diciendo que la decisión de no fichar ahora podría variar en función de estos tres partidos) y vamos a ver como responde Jurado el miércoles. Pienso que apartar a Maniche ha sido una decisión acertada de Aguirre, pero también supone un reto porque, futbolísticamente, es obvio que hemos perdido. Yo el mayor problema lo veo en la banda derecha y en que aguanten Raúl García, Agüero y Forlán. Simao, Pablo, Abbiatti y Antonio López van cada día a más.
Pues ya ven la chapita que me ha salido, y todo por defender a Fabiano. Manda carallo!

Manchego Curado dijo...

Se queda Vd. con Eller, que yo se lo regalo. Y le adjunto un pollo de color rosa, detale de la casa.

Ennio Sotanaz dijo...

Absolutamente de acuerdo en todo lo que dice el post. Sólo un apunte: personalmente tengo clarísimo que la consigna de echarse atrás, romper el partido y olvidarse de jugar y del balón siempre que vamos por delante, sea el minuto y el rival que sea, viene del banquillo.

Ayer salí del campo mojado, aburrido y desesperado por la enésima vez que veo a mi equipo hacer lo mismo desde que está este entrenador. Dominando el partido claramente hasta el gol moneto en el cual se acaba el fútbol y le damos al contrario la oportunidad de venirse arriba.

En el 80% de los partidos marcamos primero y SIEMPRE ocurre lo mismo. Fin del partido. Nos dedicamos a perder tiempo y dar patadas mientras reculamos el equipo gratuitamente en una actitud propia de equipos sin recursos como Getafe o Almería. Lo paradógico es que estos equipos no sólo no lo hacen sino que nos dan una lección de jugar al fútbol. Nuestro entrenador hace jugar al equipo siempre que vamos por delante como si no mereciésemos ganar y no fuésemos capaces de ganar al equipo contrario simplemente siendo mejores o jugando mejor.

Si ganando al valencia para dejarnos terceros en la clasificación salgo del campo aburrido y cabizbajo pregunto yo ¿qué sentido tiene todo esto?

Carlos Fuentes dijo...

hay pollos de color rosa? que interesante
A mi Eller me pareció que no lo hizo mal ayer. Esto no significa que me parezca bueno, significa que ayer no lo hizo mal. Sacó un gol bajo palos, estuvo más o menos expeditivo en el despeje y anduvo todo el partido por donde debía. Cuando subió se retrató él solito, no es capaz de dar tres toques seguidos. Alguien en el valencia lo vio y le permitió sacar el balón jugado dos o tres veces, con la seguridad de que la perdería, y creo que así fue siempre.
El Atleti no tiene un central que saque el balón jugado con criterio, y esto es un problema de los gordos. Un central así quitaría trabajo a los medio centros, les permitiría estar un poco más adelantados, aceleraría las transiciones de balón y redundaria en general en el buen hacer de todos, pienso yo.
En cuanto al patrón de juego del que habla jesús, parece que a ratitos se ha jugado a algo. Durante muchos más ratos se ha jugado a lo contrario, por lo que no queda claro cuál es la regla y cuál la excepción. El Atleti juega bien a ratos, marca y se olvida de cómo hacía para jugar bien. Desde las dos goleadas en casa a principio de temporada no hemos ganado un partido cómodo, y hay equipos que nos han hecho sudar tinta.

Manchego Curado dijo...

Sí señor, hay pollos rosas. Tintados, eso sí, pero rosas. Fucsias, concretamente. Los regalaban en los supermercados. Lo que lloraba yo por los pollos rosas..Y no sigo, que se me caen dos lagrimones como dos kiwis, oiga..

Billie dijo...

Yo iba a meter baza pero visto que está todo ya bastante comentado y que después de mencionar el tema arbitral -en el anterior post- el señor Jesús se lanzó hacía mi como un miura de los de antes... pues casi mejor no decir nada, bueno sí, que a las señoras del barrio Salamanca o de la calle Arturo Soria, de las que hace usted mención, menguis las tiene mucho cariño, ellas y sus propinas fueron mi principal fuente de ingresos durante mis tunantes años universitarios. Salud!

Jesús dijo...

Vaquilla, como mucho vaquilla. Y sí, Maestro, lo del central que saque el balón jugado faltaba en mi análisis. La mejor versión de Zé Castro pareció que podría ser eso. Lo de echarnos siempre atrás yo no lo veo tan claro y, desde luego, no me parece una consigna desde el banquillo. Sigo diciendo que el contrario también juega y el Valencia que vimos ayer en la segunda parte encierra en su campo a cualquier equipo de primera división.Y también digo que si Forlán mete el gol que tuvo -que la jugada, de manual, bien lo merecía- hablamos de otra cosa. Y, por encima de todo, que este equipo tiene casta.
Forza Atleti!

Manchego Curado dijo...

¿Qué? ¿No le gusta a Vd. la Copa? ¿No ha tenido tiempo? ¿No lo vió? ¿Compró Vd. el Betis-Valencia? ¿Vinieron sus sobrinos? ¿Tenía Vd. mucha plancha? ¿Me deja el 27 cerca de Comandante Franco?